Warlock: La amenaza de Thanos

 

Edición original: Marvel Comics – 1975 – 1977
Edición España: Panini Comics – septiembre 2012
Guión: Jim Starlin, Bill Mantlo
Dibujo: Jim Starlin, John Byrne
Entintado: Jim Starlin, Al Weiss, Al Milgrom, Steve Leialoha, Dave Hunt, Joe Rubinstein
Color: Jim Starlin, Glynis Oliver, Steve Leialoha, Petra Goldberg, Michele Wolfman, George Roussos
Portada: Jim Starlin
Precio: 29,95 euros

 

Uno de los tópicos recurrentes a la hora de analizar un período pretérito es la sensación de que cualquier tiempo pasado fue mejor. La comida sabía mejor antes, la música de antaño sí que era música (y no el ruido y los alaridos de ahora) y, por supuesto, ya no se hacen comics como los de antaño. No es momento para hablar del factor nostálgico pero en lo que a los tebeos se refiere sí hay que tener en cuenta que la perspectiva del tiempo permite comprobar cómo esta o aquella obra ha influido en la producción posterior o cómo mantiene su vigencia, concretada a través de sucesivas reediciones. Las obras maestras, los títulos de culto son aquellos trabajos que han superado la prueba del tiempo y consecuentemente no han quedado desfasados en lo esencial. Un buen ejemplo de esto lo podemos encontrar en este tomo que recopila las aventuras o mejor dicho, desventuras de Adam Warlock realizadas por Jim Starlin.

Los trabajos de Starlin al frente de éste y de otro de los grandes héroes cósmicos de la casa de las ideas, el Capitán Marvel, son sobradamente conocidos por la afición. Reeditados una y otra vez en los más variopintos formatos, constituyen dos buenos ejemplos de epopeya espacial en las que un héroe o antihéroe presenta batalla contra fuerzas muy superiores, un poco antes de que George Lucas llevara a la gran pantalla su guerra de las galaxias. Don Jim dio el mismo escenario a dos personajes muy distintos: el soldado que se convirtió en héroe y que renunciando o siendo expulsado de su mundo natal encontró en la Tierra y en el cosmos una nueva patria; y el ser creado para cambiar la Tierra que tuvo que abandonarla y que no encuentra su lugar en ninguna parte. El protector estelar y el vagabundo cósmico. Heroísmo con toques de tragedia y tragedia con toques de heroísmo. En ambos casos introducirá Starlin los ingredientes que luego cocinarán gran parte de sus obras y que se convertirán en su sello de identidad: la búsqueda del poder, el concepto de divinidad, las organizaciones religiosas (especialmente las iglesias) y, por supuesto, la muerte. En el caso de sus historias para Marvel, la parca está representada por uno de sus más entregados seguidores, el titán loco Thanos, siendo éste uno de los personajes más relevantes del paso de don Jim por las colecciones dedicadas al Capitán Marvel y a Adam Warlock. Ambos períodos forman parte de una trilogía conocida como la guerra de Thanos, que tuvo su prólogo en la primera aparición del titán en la colección del Hombre de Hierro.

La amenaza de Thanos recoge las historias que Starlin contó sobre Adam Warlock en diversas colecciones: desde la presentación de la nueva orientación que quería darle (Strange Tales) pasando los números de la colección del personaje para terminar con el fin de fiesta que el autor tuvo que contar en colecciones como Marvel two in one o Los Vengadores. Don Jim realiza aquí funciones de autor completo siendo al mismo tiempo guionista, dibujante, entintador y hasta colorista, aunque en una buena parte de las entregas contara con el apoyo de distinguidos profesionales de las tintas y el color. Sus diseños de razas cósmicas y cacharraje espacial ya aparecían en Capitán Marvel, pero aquí seguirá experimentando y jugando con conceptos provenientes de los ambientes mágicos que Steve Ditko diseñara para el Doctor Extraño. Especial mención merece el tratamiento del color, vistoso hasta el punto de parecer recargado en determinados momentos (aún están por llegar los trabajos de colaboración con la que fuera su pareja, Daina Graziunas). Todo ello se pone a disposición de la nueva imagen que Starlin imprimirá a Warlock y que a la postre se convertirá en la arquetípica.

El personaje, que había sido creado por Stan Lee y Jack Kirby como un hombre artificial que se rebelaba contra los malévolos planes de sus creadores, pasó a ser un singular Jipicristo de la mano de Roy Thomas y Gil Kane, para caer en las manos de quien para muchos es su autor definitivo. Starlin daría a Warlock algunas de sus aventuras más memorables a base de proporcionarle toda suerte de sinsabores. El pobre Adam es incapaz de encontrar un lugar en el universo mientras éste le prodiga todo tipo de penurias. Así como Estela Plateada está encerrado en la Tierra Warlock parece ser prisionero de todo aquello que le impide encajar, pero así como el primero asume su carga estoicamente el segundo tiene una actitud más cabreada y fatalista, la cual se verá fortalecida cuando reciba la profecía de su aciago final, precedido por la caída de todo cuanto aprecia. Starlin niega cualquier esperanza a Warlock cuando le plantea que la alternativa es convertirse en el dios de una fe despiadada y belicosa (en la que el autor vuelca conscientemente muchos paralelismos con la iglesia católica). Ni siquiera sus compañeros de viaje parecen capaces de darle consuelo: el vicioso troll Pip, la asesina Gamora y el mentor de ésta, un Thanos cuyo único interés consiste en eliminar a un adversario seguro.

Este tomo contiene en definitiva la recopilación de una de las series más interesantes realizadas por Jim Starlin en los setenta. Tiempo después autor y personaje se reencontrarían para participar en nuevas epopeyas de corte cósmico, pero los conceptos que nutrieron a éstas se encuentran aquí. Hay que pasar por alto, eso sí, algunas cuestiones estéticas –como el peinado a lo afro que luce uno de los protagonistas- pero se trata de detalles menores. Cuando en tiempos recientes una colección como Los Guardianes de la Galaxia Dan Abnett y Andy Lanning echan mano de conceptos creados casi cuarenta años antes, cuando Thanos Quest ha sido reeditada para convertirse en uno de los éxitos de ventas, cuando Thanos puede convertirse en uno de los protagonistas de dos de las próximas producciones marvelianas ¿puede dudarse del hecho de que el Warlock de Jim Starlin ha superado la prueba del tiempo? También es una buena ocasión para jubilar la edición en formato otoñal que Comics Forum publicara hace veinte años de Warlock Classic.