Edición original:.
Edición nacional/ España: ECC Cómics
Autor: Atsushi Kaneko
Formato: Rústica con sobrecubiertas. 272 páginas. B/N + páginas a color
Precio: 10,95€
Atsushi Kaneko es uno de los autores más interesantes que vamos a tener la oportunidad de leer en 2016. Si miramos un poco su trayectoria y su estilo, podemos ver que no es un mangaka al uso. Publica en grandes revistas de manga (la Comic Beam, en concreto, de la editorial Enterbrain, una revista mensual) como gran parte de los dibujantes japoneses, pero sus obras destilan unas características muy personales y únicas. Tan solo hace falta mirar las primeras páginas de Soil, su obra más larga y famosa publicada entre 2003 y 2010: el trazo grueso y muy limpio, además de portadas ilustradas con un uso del color que nos recuerda más a la escena underground norteamericana que a la japonesa.
En una entrevista, Taiyô Matsumoto decía que algunas de sus mayores influencias habían sido, además de Katsuhiro Otomo, que influyó poderosísimamente a toda su generación, fueron artistas europeos como Moebius o Miguelanxo Padro. Es cierto que el manga es muy influyente en occidente, pero no al revés: hay mucho más hermetismo cuando se trata de ver a japoneses influenciados por culturas occidentales y más improbable todavía si nos limitamos al cómic, siendo Japón un país donde se publica muy poco cómic no japonés. Y estas influencias en Taiyô Matsumoto se notan en una obra que a pesar de seguir poseyendo un sentido de la narrativa y la estética muy japonesa, tienen matices que las hacen más universales y ricas. Y es que desde Taiyô Matsumoto no encontraba a un autor que hubiese asimilado tan bien ambas influencias y cuyo resultado fuese una mezcla totalmente innovadora, potente e interesante como es la obra de Atsushi Kaneko.
Y, sin duda, lo que acabo de decir se nota. Atsushi Kaneko, al igual que Matsumoto o Jiro Taniguchi (otro autor que ha sabido asimilar muy bien sus influencias occidentales), ha calado muy bien entre la crítica y los lectores europeos. Sin ir más lejos, Kaneko, además de haber visitado Francia (la cuna del manga en Europa) varias veces para promocionar sus obras, ha sido galardonado con un premio de la ACBD, la asociación de críticos de cómics francesa, además de haber recibido tres nominaciones en el festival de de cómic Angulema por Soil y Wet Moon. La crítica ha dicho que su estilo y temas recuerdan a David Lynch, Paul Pope y Charles Burns, lo que definitivamente lo hace un autor muy enmarcable dentro de la cultura occidental. Pero es un autor que, como he señalado, sigue publicando sus obras en Japón y de manera mensual, en blanco y negro y con un sentido de la narrativa muy japonés: mucho más pausado, más contemplativo, pero de lectura muy dinámica. Y esta mezcla de influencias hace las páginas de sus cómics mucho más interesantes: aunque la narrativa es puramente japonesa, sus obras disfrutan de una estética más americana gracias el uso del blanco y negro con pocos grises o un diseño de personajes de estilo más occidental. Intentando contextualizar más aún al autor, yo diría que su estilo es indudablemente el de un Charles Burns japonés al que le encantan los mangas de Naoki Urasawa.
Wet Moon se publicó entre 2011 y 2013 y consta de tan solo tres tomos. El protagonista, Sada, es un investigador de policía que, tras perder la pista de una peligrosa asesina en serie, se obsesiona hasta un punto enfermizo con volver a encontrarla: coloca carteles de «se busca» por toda la ciudad, y aunque le retiran del caso, emplea su tiempo libre en seguir buscando. Es una premisa bastante trillada y nada especial, pero Kaneko sabe traspasar los límites de la expectación de lector y sorprender por la atmósfera con la que rodea la historia de sus personajes (un mundo de pisos pequeños, clubs nocturnos, corrupción, calor asfixiante, conspiraciones, alucinaciones, tensión sexual).
Al final, más allá de una mezcla de influencias, tenemos a un autor único con sus propios dejes, manías y buen hacer. Es especialmente interesante su uso de una narrativa ágil pero fragmentada, sobre todo un uso muy significativo de primeros planos que nos dirigen hacia donde es importante: un rostro en concreto, objetos o partes del cuerpo. El protagonista tiene una pequeña cicatriz en la cabeza, y el autor no para de recordárnoslo «enfocando» hacia ella cada pocas páginas, remarcando así la importancia de algo sin decirlo con palabras. Y es la cicatriz la que nos conduce poco a poco por la historia que crea el autor: el fuerte dolor que siente después de un accidente que le dejó tal marca, las alucinaciones que sufre, los fallos en la memoria (que el autor usa para fragmentar la narración) y la obsesión que crece en su cabeza en relación a la asesina que se ha escapado, la sospecha de una conspiración que gira a su alrededor y el simbolismo tan importante que aparece en la obra: la luna, una tienda de caramelos, la cicatriz, una mujer de la que apenas se conoce nada.
Atsushi Kaneko no es solo un mar de influencias sino un creador con nombre propio, y Wet Moon parece un ejemplo perfecto y condensado en tan solo tres tomos de lo que este autor es capaz y una muestra de algunas de sus temas y obsesiones más interesantes. Una obra que por su originalidad está destinada a considerarse una de las obras más destacables de 2016.
Edición original:. Edición nacional/ España: ECC Cómics Autor: Atsushi Kaneko Formato: Rústica con sobrecubiertas. 272 páginas. B/N + páginas a color Precio: 10,95€ Atsushi Kaneko es uno de los autores más interesantes que vamos a tener la oportunidad de leer en 2016. Si miramos un poco su trayectoria…
Wet Moon
Wet Moon
2016-05-27
Jesús Játiva
Historia - 9.5
Narrativa - 9.5
Interés - 10
97
9.7
Un manga único
Wet Moon es la primera obra que se publica en España de Atsushi Kaneko, un manga que por su originalidad está destinado a considerarse una de los cómics más interesantes de 2016.
Vosotros puntuáis: 9.4 ( 3 votos)