No aceptes invitaciones de desconocidos, ni siquiera a un yate
«El Mar perdona»
DSTLRY con el correr de las publicaciones va convirtiéndose en un sello indie de referencia, con sus cualidades propias. Además de sus ya conocidas estrategias de marketing digital, de los formatos de publicación no habituales en el mercado norteamericano, así como de los autores de renombre que ofrecen nuevos y originales trabajos, otra marca de esta editorial es que los cómics tienen un dejo de extrañeza y complejidad en su narrativa y sus historias.
Por ello una vez más posamos nuestra atención sobre una de sus recientes publicaciones, que lleva la firma de una dupla por demás de interesante. Juntos han realizado el arco Espejo Oscuro en la cabecera Detective Comics y una miniserie para Dark Horse aún inédita en español titulada Night of the Ghoul. Por separado, muchísimas obras más destacadas y reconocidas. Hablamos de, ya lo saben, Scott Snyder como guionista y Francesco Francavilla como dibujante.
Este cómic que se titula White Boat, para acumular expectativas, debía salir a la luz en marzo pasado y recién lo hizo en el mes de junio. Había podido leerse una muestra en el Devil’s Cut, que reseñó el compañero Chema oportunamente, e intrigaba por su premisa que parecía no dar para mucho juego y sin embargo sembraba el interés.
El planteo de la serie es que existe un “white boat”, como se denominan a los megayates, que es una especie de mito o leyenda urbana que muchos nombran pero nadie vió, ni sabe quién es su dueño. Por supuesto, hacia allá irá la historia y el protagonista.
Él es un joven llamado Lee, criado en un entorno de agua por el amor que su madre fallecida profesaba por la navegación, pero en el cual encontró la trágica muerte de su hermano gemelo Ward. Ese hecho fundamental lo marcó de por vida a él y a su padre, que no pudieron dejar de estar vinculados al agua y los barcos. Para ganarse el pan, Lee escribe artículos periodísticos sobre embarcaciones y marina, llevando una vida de excesos. En medio de cierto cuestionamiento por el devenir de su vida, le llegará la invitación a este White Boat que no podrá rechazar.
Embarcados en este, tanto el personaje como los lectores, nos veremos involucrados en una trama de terror agobiante tanto por lo que vive Lee como por no saber a dónde conducirá. Si bien se puede entrever una conspiración o confabulación similar, y en el final de estas páginas iniciales los autores dejan una señal de por dónde seguiría la trama, durante los tres capítulos que se incluyen en este #1 el camino es de drama, tensión, suspenso y horror.
Francavilla se luce como sabe hacer en más de una página tan espectacular como aterradora, bien propiciada por la cadencia del guión de Snyder que le sirve el espacio para ello, ofreciendo pausas con poco texto. En lo creativo, de parte de ambos integrantes de la dupla hay un buen puñado de buenas ideas a desarrollar, y detalles que hacen atractiva a la historia por encima de su planteo algo vacuo en apariencia. Es decir, un buen ejemplo de obra en la que destaca el cómo por encima del qué.
La editorial en la presentación del cómic también apunta referencias a Jurassic Park y Hereditary entre otras, a la cual quiero sumar la vibra de The Prisoner que posee en varios pasajes. Por gusto personal, me quedo con las numerosas e intencionalmente evidentes referencias a Howard Philips Lovecraft y sus mitos. Pero lo más importante es que los autores construyen algo propio, y despliegan los talentos que sabemos que tienen para ofrecer un cómic de alto calibre.
Lo mejor
• Francavilla haciendo páginas completas de terror lovecraftiano.
Lo peor
• La poca accesibilidad del cómic, por precio y por stocks (aunque esa sea parte de la estrategia de DSTLRY)
