Edición original: Wilson (editado por Drawn & Quarterly)
Edición nacional/ España: Reservoir Books
Guion: Daniel Clowes
Dibujo: Daniel Clowes
Entintado: Daniel Clowes
Color: Daniel Clowes
Formato: Cartoné; 80 páginas a color
Precio: 18,90€
Hay veces en las que uno no está a la altura de la obra que va a leer. Eso es precisamente lo que me pasó con Wilson, ya que, a diferencia del resto de cómics de Daniel Clowes, no supe encajar con la propuesta que el autor de Ghost World había planteado en este tebeo; ni la supe encajar ni la vi en primera instancia. Posiblemente, Wilson sea el cómic que más gana con una nueva lectura dentro de la bibliografía de Clowes. Y esto es debido a que su aparente estructura narrativa inconexa, tanto a nivel de guion como a nivel gráfico, es justamente eso mismo: aparente. Todo lo que a priori parece caótico y sin guardar mucho sentido y unión, se va formando, lenta y progresivamente, como un todo mayor dando pie a un cómic dentro del cómic.
Este tebeo es una oda a las tiras de prensa, tomando la estructura de la página dominical humorística (gag strip). Cada página nos relata un suceso o acontecimiento en la vida del protagonista de forma individual y aislada. Para llevar a cabo tal empresa, Clowes decide cambiar de estilo gráfico de página a página; hecho que nos podrá chocar de primeras, y que, en cierto modo, hace que nos cueste conectar al principio con la idea planteada por el autor. Es decir, este cómic va de menos a más, puesto que conforme avanza la narración vemos que todo va sumando y encajando, y que el ejercicio de Clowes era más complejo y arriesgado de lo que podía parecer.
Siempre he creído que el cómic es, entre otras muchas cosas, el arte de la elipsis; en ese sentido, Wilson es una obra maestra. Mediante las elipsis que hay entre página y página, el lector va formando la historia del personaje central y rellenando sus huecos. De este modo, Clowes es capaz de abarcar mucho narrativamente siendo muy concreto y preciso. Dominar la elipsis no es fácil, pero cuando se alcanza tal virtud, se consiguen resultados inmejorables, y Clowes demuestra como artista que la maneja a la perfección.
Wilson supuso un antes y un después en la carrera de Clowes, debido a que fue el primer cómic que publicó sin haber sido serializado dentro de su mítica cabecera Eightball desde que la creara en 1989. Así pues, en 2010 veía la luz un tebeo que apareció entre Ice Haven (2005) y Mister Wonderful (2011). Si Ice Haven comenzó la etapa a color (que nunca abandonaría ya el artista) de Clowes, Wilson se metía de lleno en las historias de personajes maduros, abandonando, de esta manera, a los protagonistas adolescentes que coparon sus títulos en sus primeros años como historietista.
Esa madurez a la que me refiero no solo tiene que ver con la edad del protagonista, sino que también se refiere a los problemas que surgen derivados de esto mismo. De este modo, Wilson nos relata las vicisitudes de la vida adulta que surgen en paralelo a la propia vida del autor. La muerte del padre y la propia paternidad son tratados en este cómic, algo que vivió en sus propias carnes Clowes, al punto que éste fue esbozando dicho tebeo durante las visitas que realizaba al hospital para ver a su convaleciente padre, algo que podemos ver que el propio Wilson hace. Esas reflexiones en boca del personaje nos dotan, pese a que éste sea excesivamente antipático, una dosis de humanidad que solo Clowes es capaz de conseguir. Y éste es otro de los rasgos distintivos del Clowes tardío: más allá de su demoledora visión, poco a poco, va abrazando una visión más humana, más redentora. Al final, después de todo, queda algo de esperanza. Así es el nuevo y contemporáneo Clowes.
En este sentido, la adaptación cinematográfica homónima de este cómic, llevada a cabo por Clowes, se revela como el mayor “happy end” de su carrera. En 2017, Craig Johnson llevaba a la gran pantalla con guion de Clowes la película titulada Wilson, que pese a estar protagonizada por un incombustible Woody Harrelson (actor al que sigo desde Cheers), no cuajaba finalmente como un gran filme, ni siquiera como una buena adaptación. Con todo, sí que mejoraba los resultados de la muy fallida El arte de estrangular (2006), que había sido hasta ese momento el último guion cinematográfico de este historietista.
Si ustedes han ido leyendo mis reseñas sobre autores del cómic alternativo, habrán podido observar que el referente que más se repite es Charles M. Schulz. Y no es casualidad, puesto que dicho artista y su maravilloso Peanuts han generado una influencia enorme en varias generaciones de historietistas norteamericanos, y por supuesto, ni Clowes ni Wilson escapan de tal poderoso influjo. Durante la creación de este tebeo y las visitas al hospital, Clowes leyó la biografía de tan mítico autor, Schulz and Peanuts: A Biography. Dicha lectura le llevó a tomar las decisiones artísticas que dieron forma a Wilson como tal.
Con todas sus virtudes, y tras varias lecturas, Wilson se convierte en un excelente cómic, aunque unos peldaños por debajo de las mejores obras de Clowes. Y esto no tiene que ser malo de por sí, puesto que el autor de ¡Pussey! tiene una de las bibliografías más potentes y sólidas de las últimas décadas.
Edición original: Wilson (editado por Drawn & Quarterly) Edición nacional/ España: Reservoir Books Guion: Daniel Clowes Dibujo: Daniel Clowes Entintado: Daniel Clowes Color: Daniel Clowes Formato: Cartoné; 80 páginas a color Precio: 18,90€ Hay veces en las que uno no está a la altura de la obra que va a…
Wilson
Wilson
2019-12-13
Giovanni Casella
Guion - 9
Dibujo - 8
Interés - 8
83
8.3
Wilson es un cómic muy sincero y directo por parte de Clowes en el que expone sus miedos y anhelos sin tapujos.
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