Guión: Kieron Gillen
Lápices: Adam Kubert
Tinta: Adam Kubert
Color: Frank Martin
Portada: Adam Kubert
Editorial: Marvel Comics
Contiene: Origin II, #1
Formato: Grapa, 48 páginas
Precio: 4,99 $
Valoración:
En 2001, una mini-serie llamada simplemente Origin (Origen) revolucionó Marvel y enfureció a unos cuantos fans mutantes al disponerse a narrar de manera pormenorizada la vida de Lobezno, llevándose por delante uno de los secretos mejor guardados de la historia del universo compartido. Entre otras cosas, Paul Jenkins y Andy Kubert nos descubrían en la mini-serie de 6 episodios que Logan había nacido como el aristócrata James Howlett, un enfermo joven del siglo XIX que descubría sus poderes de manera asesina. Para algunos, dicho origen destrozaba al personaje. Para otros, sumaba una capa adicional a un personaje ya fatigado de versiones contradictorias. Sea como fuere, durante esta década, el paulatino redescubrimiento de este secreto de siglos ha sido una de las piezas fundamentales de la evolución del personaje. Algo que se hizo aún más palpable en la serie Lobezno: Orígenes de Daniel Way, donde se expandió esta mitología que el mutante ahora rememoraba, e incluso en Lobezno y La Patrulla X de Jason Aaron, donde un Logan maduro se rencuentra con algunos fantasmas de su pasado. En Origin II, Kieron Gillen y Adam Kubert hacen otro ejercicio de retro-continuidad, y echan la mirada atrás para tratar de rellenar los huecos y narrar otra nueva historia autocontenida que hasta ahora desconocíamos.
Una especie de ‘Las historias jamás contadas de Origen’, la lectura de esta secuela se desarrolla en paralelo al quinto número de la primera parte, cuando Lobezno, perdido por los bosques, aprende de la vida junto a una feroz familia de lobos. Los objetivos de Gillen de convertir esta limitada de seis números en una especie de novela gráfica tienen sobrado potencial. La interesante y original andadura del autor en Marvel, además, los refrendan. Este primer número, sin embargo, se queda a medio gas, viviendo en tierra de nadie. Da la impresión, no en vano, que su único propósito es conectar mediante un prólogo literario casi cerrado la primera serie con este nuevo relato. Una historia, donde, entre otras cosas, las portadas de los próximos números ya nos promete a Dientes de Sable (ahora que su relación con el hermano de Lobezno, Perro, ya ha sido refutada) y Siniestro, cuya aparición se anticipa de manera velada en esta introducción.
A través de un narrador objetivo en tercera persona, y sin diálogos, este primer número transforma una suerte de El Libro de la Selva de mirada fría y cruenta en un documental salvaje de National Geographic que, en realidad, no aporta todavía nada nuevo a la historia personal de Lobezno. Una fábula -en su sentido más clásico, corta y con animales y moraleja- sobre la familia, la naturaleza y la muerte asequible para cualquier lector, pero del que esperábamos más, tanto por parte del guionista como del artista.
Si bien el mayor de los Kubert brilla como es costumbre al dibujar grandes paisajes, pierde fuelle en el acabado de los rostros y las personas, que dejan patente prisas y fechas de entrega, algo ilógico en un proyecto que podría haber sido publicado en cualquier otro momento. La comparación con su hermano en la serie original es ineludible -sobre todo por que a veces parece querer copiar escenas-. Por desgracia, aunque cumpla de sobra, no sale bien parado. Al color, además, Frank Martin tampoco es el gran Richard Isanove.
Un prólogo que, con todo ello, es difícil juzgar por sí mismo, y sobre el que, posiblemente, se cambiará la percepción dependiendo de lo que venga después. Tiene personalidad y alma, aunque no suficiente sustancia para ser un gran arranque que nos deje con ganas de más, por saber lo que le va a ocurrir a este salvaje Lobezno del que tantas historias -posiblemente demasiadas- hemos leído.
¿Otra vez contando el origen de Batman, digo, de Lobezno? ¡Qué poca imaginación tienen en DC, digo, en Marvel!
Que bonito, Ultimate Libro de la selva. Si hasta sale Baloo.
¿Y en la cuarta parte cuantas garras sacará?
Lobezno denunciara a marvel por robo de identidad
A mí me gusta Adam Kubert pero no parece estar demasiado inspirado en estas páginas. Y a pesar de él y de Gillen, esta miniserie me fa una pereza enorme. Además de parecerme absolutamente innacesaria.
Lo que no acabo de entender es esa manía de poner a Logan a convivir con una manada de lobos (ya se había hecho hace la polla en su serie regular). Que aquí en las Ejpañas aún podría tener un pase por lo de llamarle Lobezno, ¿pero los yanquis?
Será que no luce lo mismo una manada de carcayús que una de lobos. O que los carcayús no van en manada, que no tengo ni idea de las costumbres de los animalicos esos.
Hablando del Lobezno Orígenes de Daniel Way ya se podían estirar y recopilarlo, lei en su día varios números sueltos y estaba bastante bien.
Lo malo es que cuando quise hacerme con todos no los encontraba por ningún lado.
Sobre esta miniserie solo decir que a mi el Gillen este me parece un bluf, y Adam a pesar de ser uno de los mejores dibujantes del lobi que recuerdo no se si mantendrá su antiguo nivel…
al adam kubert le esta pasando lo que a alan davis.proyectos mediocres para autores que deberian estar trabajando en proyectos con mayor enjundia.y coincido con algunos de los comentarios anteriores.el primer ORIGIN ya era un proyecto de bajo nivel y esta secuela totalmente innecesaria.incomprensible.
Pueh a mí me ha gustao…
Para estar supuestamente asilvestrao bailando con lobos en medio de un bosque va bastante mas apañadito que en la actualidad, con su pantaloncito, sus botitas, sus pinturitas…
Incluso lleva una cola de caballo para que no se le metan los pelos en los ojos. Pensaba que el salvajismo era otra cosa.
En estas paginas no parece Logan,parece Bruce Wayne con coleta….y tambien me puedo quejar del poco pelo,pero en fin,aun se puede decir que es Lobezno en su juventud,asi que le queda aun pelo por salir.
No hay que olvidar que Logan no es un salvaje que creció con los animales, sino un tipo de alta cuna que se fue a vivir con los animales.
Sobre el Origins II en sí, la sutileza de Gillen vuelve a ser su peor enemigo en un cómic que sabe convertir las influencias de Jack London del original en algo más que una pose.
Se puede llegar al equívoco de que el número no es más que un prólogo largo por limitarse a mostrar a Lobezno en compañía de lobos sin más diálogo que los cuadros de texto de Gillen, pero -como ocurriera con el escritor de La Llamada de lo Salvaje– habla mucho más de la condición del humano de lo que pueda hacerlo de sus congéneres de la naturaleza.
Me parece interesante por ejemplo, la nitidez con la que plasma el rol pasado, presente y futuro de Lobezno dentro de «la manada» a través de su relación con la familia lupina. Su rivalidad/camaradería con el macho alfa, la devoción que le profesan los cachorros a los que alimenta… demonios, si hasta se permite la obviedad de incluir a una «pelirroja» como madre protectora.
Me resulta igualmente estimulante lo certeramente que aborda a uno de los grandes enemigos de la Patrulla X como reflejo del terrible hombre del saco que acecha desde las sombras con las fauces hambrientas en espera de un momento de debilidad. «El Lobo solitario es diferente. Vigila, espera, desea. No desea la familia, sino lo que la familia tiene. Y devoraría a los cachorros. Los devoraría a todos ellos»
Pero se me hace todavía más interesante si cabe el choque de ese oso polar fuera de su entorno. Para muchos otros (Hickman y el oso de la Antártida, prometo que no lo digo por ti), el cambio de la tundra glaciar del polo norte por la nevada taiga canadiense apenas supondría diferencias.
Gillen sin embargo sabe reflejar la trágica situación de ese depredador fuera de lugar en toda su crudeza, haciendo que prácticas tan sencillas como la caza, la pesca o -simplemente- alimentarse de lo que tiene a mano resulten imposibles ante esa sed que tira de sus entrañas. La compasión de Lobezno por ese animal de laboratorio fugado incapaz de encajar dentro de su nuevo entorno no podría ser más significativa, tanto para la situación en la que se encuentra en ese preciso momento como para la que le espera durante el resto de su vida.
El mazazo de la secuencia en la que el blanco se apodera progresivamente de las viñetas al son de «De algún modo, el Hombre Lupino vio cumplido su deseo, y el oso encontró su camino al hogar» (para rematar con ese rojo intenso que nos aguarda al fondo de la página) resulta tremendamente simbólico.
Esto nos lleva a la cuestión de Adam Kubert, y lo imposible que me resulta entender a los que ponéis a su hermano Andy por delante suya. El acabado de estas páginas no llega ni de lejos a la altura de trabajos como Astonishing Spider-Man y Lobezno y que no cuenta con el fantástico coloreado de Isanove.
Pero, joder, la expresividad de los personajes y la narración le da sopas con hondas a cualquier página del Origen original. Pero es que el manejo del tempo narrativo de Adam a través de diferentes composiciones de páginas, presencia o ausencias de fondos o juegos de contraste en los que también colabora el colorista me parecen muy por encima de la media del cómic de superhéroes actual (y por fin alguien que se acuerda que las garras de hueso no son irrompibles).
En definitiva, que aunque todavía esta por ver por donde sigue la historia y que dista de ser perfecto, de momento si que me parece un cómic que presenta bastantes más alicientes en su primer número que otros «clásicos» contemporáneos del personaje como Old Man Logan o la propia Origen.
Lo que no entiendo yo muy bien es que esté en la nieve con un taparrabos nada más, debe abrigar un huevo
Yo si que esperaba esta nueva aproximación al mutante de las garras de adamantium. Primero, por el equipo implicado. Me declaro fan de Gillen, para mi uno de los mejores en la Marvel actual. Y, en cuanto al dibujo, los Kubert ,con un poco de inspiración, son capaces de lo mejor. Segundo, porque creo que si debe haber una historia potente detrás. NO estamos en los primeros 80 cuando el personaje estaba despuntando en la patrulla. NO hay una nueva película que pueda reventarte el origen del personaje. Así que Alonso debe estar muy seguro para lanzarse a publicar esto, cuando no hay una demanda por parte del fandom. Es mas, yo creo que la mayoría estamos más bien hartos de ver a Logan en tropecientas colecciones. Kieron no nos falles.
Lo que si me parecería lastimoso es que este Origen II estuviera conectado de alguna forma con el famoso Wolverine 12(ese que van publicitando ya y todavía no se publicado ni el 1). Quizás la muerte definitiva? Esto si me huele peor
Aquí otro para el que Adam es muy superior a Andy como dibujantes de tebeos
Esto es mierda con una bonita portada… si les gusta la mierda adelante. Guillen se cayo hace un rato para mí.
De lo mejor que recuerdo de Adam Kubert en DC fue su trabajo en Batman vs Depredador.
«De lo mejor que recuerdo de Adam Kubert en DC fue su trabajo en Batman vs Depredador.»
En esa miniserie concretamente el dibujante no fue Adam sino Andy (aunque la serie era igualmente cojonuda).