Reseña del último número publicado hasta ahora de la serie regular de Wonder Woman. Meredith Finch continúa guionizando esta etapa, y a David Finch se le únen Johnny Desjardins y Miguel Mendonça en este número 50.
Edición original: Wonder Woman #50 USA Guión: Meredith Finch Dibujo: David Finch, Johnny Desjardins, Miguel Mendonça Entintado: Scott Hanna, Sandu Florea Color: Brad Anderson, Stephen Downer Formato: Comic Book 48 páginas Precio: 4.99 $
Una de cal y otra de arena, así podríamos resumir la etapa de los Finch frente a esta colección. Se estrenaron con cinco o seis números entretenidos y decentes, un arco que supuso la recuperación de Donna Troy y que nos dio momentos de acción superheroica, alejada un poco de la mitología de Azzarello, pero que sorprendentemente funcionaba. Tras finalizar este arco, quedando la manipulable Donna Troy encerrada en una celda y trastornada por las atrocidades que cometió, nos introdujeron en un nuevo arco argumental con un misterioso personaje llamado Aegeus, que a su vez también está manipulado por otro personaje, quien resultó ser nada más ni nada menos que Eirene, diosa de la paz y esposa de Ares, que busca venganza por la muerte de éste. Tras un ridículo plan de convencer a Wonder Woman de que se necesita un equilibrio y debe haber muerte y destrucción a la vez que paz, todo el arco acaba abruptamente con la resurrección inexplicable de Ares, Apolo y Donna Troy, que se convierte en la nueva Parca o “Fate”. Y todo básicamente porque a Zeke le dio la gana, sí señor, esa es la gran y sesuda explicación para resucitar a tres personajes. Lamentable, ciertamente. ¿Y Aegeus? Tal como vino, se fue, en un pispás es eliminado de la faz de la Tierra por Eirene. Abracadabra pata de cabra. Su única aportación argumental fue matar a Donna para poder resucitarla al número siguiente, convirtiéndole así en un pañuelo de usar y tirar. Se puede perdonar parcialmente porque el personaje era horroroso e irritante, y tenía no, debía desaparecer lo antes posible, pero vamos que aún con todo es un despropósito a nivel de guión absolutamente bochornoso.
Después de este “mindfuck” que a todos nos dejó anonadados en el mal sentido, vinieron dos números intrascendentes y sin sentido. El coche había pinchado una rueda, estaban parados y abandonados en la carretera y literalmente no sabían por donde tirar (y sí, hablo en plural porque creo que el editor de esta colección es probablemente más guionista que Meredith Finch, por desgracia), hasta que se centraron en Zeke, el gran y potencial misterio heredero de la etapa de Azzarello. Y francamente, fue una buena idea orquestar el última y breve arco alrededor de este personaje. Es aquí donde nos situamos entonces, gracias al notable número 49, que arregló parcialmente la situación. Por lo tanto, después de toda esto, ¿Merece la pena seguir leyendo la colección, y concretamente el número que protagoniza esta reseña? Sí, esencialmente por dos motivos: porque ya queda muy poco, y da rabia dejarlo todo a falta de tres números tras haber leído 49. Es como ver seis temporadas de “The Walking Dead” y dejarlo todo ahí. Pues no, ¿Verdad? Ya que estamos, acabamos. Enclenque argumento, lo reconozco, pero lo cierto es que la trama que rodea a Zeke en estos últimos números, es ciertamente interesante. Hécate, por ejemplo, es un personaje que promete darnos un final de colección bastante decente, aunque ciertas cosas se vean venir. Por no hablar del tema de los cíclopes, que supone un inesperado giro argumental, y una importante y probablemente trascendental aportación a la mitología e historia de esta colección.
Por lo tanto, este número 50, llamado “Battle of the Gods”, nos ofrece una continuidad de la trama empezada en el número anterior. Wonder Woman realiza los trabajos que Hécate le pide, para intentar salvar a Zeke de la amenaza olímpica, nunca mejor dicho, que se cierne sobre él. Cual Hércules, seguirá realizando trabajos encomendados por Hécate, y en uno de estos viajes aparecerá en escena el mal e inexplicablemente resucitado Ares, para reclamar su título como Dios de la Guerra. La pelea entre éste y la mujer maravilla es lo mejor a nivel visual del número, así que procurad deteneos bien en estas páginas porque son las más brillantes en ese aspecto, y todo lo demás flojea mucho en comparación. Tal y como acaba la primera parte del número, te deja con ganas de más, y por lo menos te mantiene vivo el interés, lo cual es mucho tras la mamarrachada vivida en el arco anterior. ¿Enhorabuena Ms.Finch? De momento no, esperemos a ver como acaba todo, aún hay mucho que enmendar.
La segunda parte de este número se centra en Donna Troy. A nivel estructural no tiene ningún sentido, puesto que pasa de una trama a otra sin ninguna conexión. Es como estar viendo “Los Simpsons” y de repente te meten la mitad de un capítulo de “South Park”. ¿Es buena la historia? Desde luego, pero no acabo de verle el sentido argumental. El caso es que se trata de un buen ¿”mininúmero”?, puesto que nos muestra las dificultades filosóficas y psicológicas de Donna Troy, tras su nuevo «status quo» como Parca, y sus poderes videntes. Plantean temas interesantes, como por ejemplo: si conoces el destino final de una persona, ¿Se debe intervenir para salvar la muerte accidental de un a priori inocente? ¿Y sí éste debía morir, y su supervivencia supone la muerte de otras personas? Meredith Finch nos muestra la incesante e insoportable tortura psicológica por la que pasa Donna Troy en estos momentos de la colección, que la está literalmente destruyendo, y que promete unas implicaciones muy pero que muy interesantes para el futuro de este personaje, que esperamos que sepan aprovechar bien. Su incursión en alguna de las nuevas series de los Titanes anunciadas en el “rebirth” sería una buena y prometedora decisión, apelando así además al pasado nostálgico del personaje.
Hablemos del dibujo, que en esta ocasión sufre un bajón destacable en comparación con números anteriores. Johnny Desjardins colabora con David Finch en la primera parte, correspondiente a la aventura y trama principal de Wonder Woman, y la verdad es que las comparaciones son odiosas. Casi se puede decir incluso que ensucia su dibujo y fastidia el conjunto, sin ser tampoco algo horroroso. En la segunda parte, correspondiente a la aventura centrada en Donna Troy, tenemos a Miguel Mendonça, que ya ha colaborado anteriormente dibujando algún número de la colección, que por cierto se va a ocupar de los dos últimos que quedan, y que tiene un nivel normalito. Algo mejor quizás que el de Desjardins, pero también muy lejos de Finch.
En resumen, este número 50 no supone tampoco una excesiva celebración y homenaje de la mujer maravilla, como quizás debería ser, ni tampoco un cierre de la etapa y el arco argumental, como me alegro de que no sea. Continúa con la trama establecida especialmente en el número anterior, tras tres números nefastos, los peores en lustros de la colección, y avanza lentamente resolviendo algunos misterios e introduciendo «cliffhangers» más o menos sorprendentes, según cada cual. La breve historia de Donna Troy no tiene mucho sentido estructuralmente, puesto que parecería más un Annual que otra cosa, pero sin embargo aporta detalles y matices muy interesantes para el futuro del personaje y las implicaciones psicológicas que pueda tener. Nos quedan dos números para concluir esta irregular epopeya de nuestra amazona favorita. David Finch por desgracia le cederá el testigo a Miguel Mendonça, lo cual son malas noticias, pero esperemos que Meredith Finch sea capaz de darle un final digno de este personaje a una extraña, accidentada y por momentos, sosa etapa.
Especial números 50 DC Comics
Green Lantern #50, de Robert Venditti, Billy Tan y Vicente Cifuentes
Edición original: Wonder Woman #50 USA Guión: Meredith Finch Dibujo: David Finch, Johnny Desjardins, Miguel Mendonça Entintado: Scott Hanna, Sandu Florea Color: Brad Anderson, Stephen Downer Formato: Comic Book 48 páginas Precio: 4.99 $ Una de cal y otra de arena, así podríamos resumir la etapa de los…
Especial 50 números DC: Wonder Woman #50
Especial 50 números DC: Wonder Woman #50
2016-03-30
Cristian Miguel Sepulveda
Guión - 7
Dibujo - 6.5
Interés - 7
68
6.8
Leve progresión
Un número 50 extraño en cuanto a estructura, que avanza un poco en la trama central y nos introduce de repente una historia de Donna Troy que no pinta nada, pero que sin embargo es bastante interesante y emotiva. El dibujo flojea un poco en esta ocasión, sobre todo en comparación con números anteriores.
Bueno parece que mejora con respecto a los numeros anteriores ,menos mal , porque casi me diste miedo en la anterior reseña jeje. Compro la pauperrima excusa de para dos numeros que quedan…y eso que no abuso del coleccionismo . Lo que no me termina de gustar es Donna ,sobre todo el aspecto de que se ponga y quite los brazos como mister potato. Supongo que en este mininumero que se reseña se le dotara de mayor profundidad ,pero con vistas a rebirth que se la ve en titanes ,me gustaria que le hicieran algo para que se pareciese mas a la Donna de siempre.
Hola Pau, sí mejora un poquito, pero tampoco nada del otro mundo. Y lo de Donna Troy, es cierto que no se parece mucho al personaje clásico, pero el nuevo status quo promete bastante. Ver la muerte de los demás, pues en fin, es bastante jugoso y puede funcionar genial en un grupo como titanes, que es en donde va a acabar mas temprano que tarde.
PhoenixFive
Lector
30 marzo, 2016 18:38
«Es como ver seis temporadas de “The Walking Dead” y dejarlo todo ahí.» Lástima que esta etapa no sea al nivel (que tampoco es excelente) de la serie.
Bueno parece que mejora con respecto a los numeros anteriores ,menos mal , porque casi me diste miedo en la anterior reseña jeje. Compro la pauperrima excusa de para dos numeros que quedan…y eso que no abuso del coleccionismo . Lo que no me termina de gustar es Donna ,sobre todo el aspecto de que se ponga y quite los brazos como mister potato. Supongo que en este mininumero que se reseña se le dotara de mayor profundidad ,pero con vistas a rebirth que se la ve en titanes ,me gustaria que le hicieran algo para que se pareciese mas a la Donna de siempre.
Hola Pau, sí mejora un poquito, pero tampoco nada del otro mundo. Y lo de Donna Troy, es cierto que no se parece mucho al personaje clásico, pero el nuevo status quo promete bastante. Ver la muerte de los demás, pues en fin, es bastante jugoso y puede funcionar genial en un grupo como titanes, que es en donde va a acabar mas temprano que tarde.
«Es como ver seis temporadas de “The Walking Dead” y dejarlo todo ahí.» Lástima que esta etapa no sea al nivel (que tampoco es excelente) de la serie.