La serie que estábamos esperando
«No, gracias»
El personaje de Wonder Woman llevaba años perdido en su propia serie regular. Las distintas etapas, con distintos equipos creativos, no acababan de firmar historias verdaderamente relevantes, dejando a la amazona descarriada en el limbo de lo anodino. Y cuando algo así ocurre, cuando un personaje cae en lo intrascendente, puede acabar olvidado. Afortunadamente hablamos de Wonder Woman y en paralelo a su serie regular siempre han aparecido trabajos mucho más solventes de exquisita factura, como Wonder Woman: Historia, que vienen a recordar a los lectores el gran potencial que siempre ha demostrado tener cuando cae en buenas manos.
Esta peregrinación por el desierto ha terminado, pues gracias a la iniciativa el Amanecer de DC, al talento de Tom King y al arte de nuestro compatriota, Daniel Sampere, Wonder Woman renace en su propia serie para demostrar porque es la más grande heroína del Universo DC.
Este mes, en concreto hace tan solo cuatro días, llegó a las tiendas el primer tomo de ECC que recopila los primeros seis números USA. Le ha costado, como todo este Amanecer de DC, que llega con cuentagotas, debido a la nueva fórmula editorial de ECC de tomos aperiódicos, pero ha llegado, y nosotros vamos a ver que ofrece esta nueva etapa.
Lo primero que hay que señalar es que estamos ante un posicionamiento radicalmente distinto a lo que se puede esperar de una colección de Wonder Woman. King se aleja del entorno mitológico, sin despreciar el superheroico, para centrar la atención en una propuesta tan intensa como arriesgada. Sumergir a Wonder Woman en una trama política, con tintes sociales, mientras pone a las amazonas en una tensa situación, resulta un escenario de los más tentador de cara a mantener el interés del lector. King enciende la mecha con un incidente en el que se ve involucrada una amazona. Una amazona cuya identidad no será revelada en su inicio y que sirve como epicentro de los acontecimientos que se van a ir desarrollando de forma progresiva desde las más altas estancias políticas de los Estados Unidos.
El movimiento anti amazonas prende rápido entre la sociedad y el gobierno no tarda en actuar de forma expeditiva y dramática. No es algo ajeno en nuestros días, por desgracia, ver situaciones de este tipo, donde en aras de la seguridad se vulneran derechos fundamentales de la sociedad. Una sociedad que comulga de forma lineal con este tipo de acontecimientos, motivada por unos medios de comunicación incendiarios, gobiernos que persiguen el poder y sus propios intereses, dejando de lado todo sentido humanitario.
Esta situación es un entorno cómodo para King, pues se mueve en su propio ecosistema y se nota que tiene controlado cada aspecto de la trama. Tan controlado que de nuevo están todos y cada uno de sus tropos, de sus filias, de su dinámica en lo que a textos de apoyo se refiere, montando un escenario que discurre en paralelo entre lo que vemos en las viñetas y la información que suministra a través de los recuadros de textos. Y es que es un cómic de King, diseñado al milímetro, donde de nuevo tenemos el peaje de tener que asumir ciertos cambios en Wonder Woman para amoldarse a lo que King quiere contar… y aun así funciona, y muy bien, tanto que incluso se permite el gusto de dejar caer cierta pulla a cierta decisión tomada hace ya años respecto al pasado de Wonder Woman.
La trama es una línea de recrecimiento del conflicto. De como algo pone en marcha un pequeño fuego y acaba siendo una explosión nuclear que derivada en el especial que se publicara el mes que viene, El Ataque de las Amazonas. Aquí tenemos a Diana gestionando el conflicto sin rehuirlo, intentado dialogar, mientras debe persuadir a quien desea ayudarla en este proceso. Y es que Diana se muestra inmensa, apabullante, destilando fuerza y convicción, siendo más guerrera que nunca, más letal y perfecta que nunca, mientras hay tiempo para mostrar porque es diferente a todos los demás… al no dejar nunca de creer y ser humanitaria.
Tenemos acción superheroica, con una cuidada selección de villanos, al tiempo que aparece un nuevo maestro de ceremonias que mueve y gestiona los hilos de este conflicto que afecta tanto a las amazonas como a los Estados Unidos por igual. Por tanto, hay muy distintos sabores y especias en este caldo que King nos plantea, con todo lo bueno de King, haciendo que tengamos entre manos algo fresco, nuevo y potente con el que poner a Diana de nuevo en boca de todos los lectores. Lo único que de verdad se puede echar de menos es que no hay atisbo alguno de feminismo en este trabajo, algo que debería ser ya algo definitorio de Wonder Woman la escriba quien la escriba.
Conocidos los argumentos positivos de la obra a nivel de historia, con un King cociendo a fuego lento la trama que se intuye explosiva y determinante para el futuro de Diana y de las amazonas, queda fijar la vista en el apartado gráfico de esta etapa, en manos de Daniel Sampere.
Muchos recordaran el trabajo que realizó en el fallido evento denominado Crisis Oscura. Fallido por sus pretensiones, pues fue uno de esos eventos en los que se puede usar le viejo dicho que dice: muchas alforjas para tan poco viaje. Sin embargo, todo lo que Williamson no supo hacer, Sampere se esforzó en conseguirlo.
En Wonder Woman tenemos a un Sampere extra motivado, desatado en todos los sentidos, con un sentido narrativo mayúsculo, desarrollando visualmente una historia que golpea al lector en cada página gracias a su cuidado estilo cargado de detalles y fuerza narrativa. Cada página está profundamente planificada, detallada, hablando entre viñetas de forma fluida, tanto que logra que los recuadros de texto de King no lleguen a saturar el ritmo de la historia. Sampere habla a través de sus lápices y habla de forma clara y directa, aportando planos y secuencias que no se queda en lo espectacular, sino que saben cuándo deslumbrar y cuando es el momento de aportar quietud y calma al conjunto visual de la página. No se puede pedir un trabajo mejor para impactar en los lectores que estaban esperando también que Wonder Woman luciera con todo el esplendor y fuerza que merece.
Pero debemos hablar más de otras historias incluidas en este tomo. Y no, no nos hemos olvidado de la presentación de Trinity, la hija de Wonder Woman, con la historia corta con la que abre el tomo y que da pie a la narración que prosigue a lo largo de los seis primeros números de esta etapa. ¿De dónde ha salido Trinity? ¿Cuáles su nombre? Y otras preguntas son las que se deberán ir contestando en sucesivas entregas, dejando al lector con ganas de saber más de un personaje cuya puesta de largo no podría ser más interesante.
Para añadir más información, ECC, ha colocado al final del tomo las historias de complemento de cada entrega USA, para poder leerlas sin que interrumpan el devenir de la trama central. Al frente, King, en los lápices, Belén Ortega, que realiza un trabajo solvente al asumir el rol de tener que mostrar gráficamente el tono desenfadado y humorístico con el que King desea impregnar esta historia. Y el resultado es plenamente satisfactorio. Una historia en la que vemos a Trinity de niña, con Damian y Jon de niñeros, mientras se forjan amistades que trascienden y se elevan hasta la calidad de hermanos.
Y, por último, al final hay espacio para el avance del citado tomo de El Ataque de las Amazonas que veremos en agosto y que por desgracia no es precisamente un arco especialmente lúcido… pero ya hablaremos de eso cuando llegue el momento.
En resumen. Estamos ante uno de los inicios de etapa más solventes de los últimos años para Wonder Woman. Dibujo e historia a la altura del personaje, que convence y abre las puertas a mantenerse fiel a la serie, aunque tengamos que esperar meses y meses para ver el siguiente tomo por nuestras tierras. Por fin Wonder Woman brilla como debe brillar.
Lo mejor
• La propuesta de King que sorprende.
• El impresionante trabajo de Sampere.
• El querer seguir leyendo más.
Lo peor
• El peaje típico de ls trabajos de King con los personajes.
• La apreodicidad de las entregas en España el retan valor a la colección.
Guion - 8
Dibujo - 9
Interés - 9
8.7
Por fin.
Estamos de enhorabuena. Hemos superado este peregrinaje por el desierto y de nuevo Wonder Woman tiene la serie que se merece tener. Un trabajo fresco e impactante que en manos de King y un espectacular Sampere convencen de principio a fin.
Gracias por la reseña, Gustavo. Ajusta perfectamente con lo que ofrece este tomo que a mí me ha fascinado: King en un trabajo planteado con ambición y Sampere a un nivel nunca visto. Creo que es de esos dibujantes que nunca ha dejado de progresar pero cuyo estilo necesita de mucho perfeccionamiento para no deslucir; aquí, sin duda, llega a la altura de los grandes.
Yo no diría que en la obra no haya atisbo de feminismo, aunque quizás lo haya desde un enfoque indirecto, puesto que lo que se percibe es una crítica total a la mentalidad patriarcal. Soberbio ese capítulo del que nos dejas la página en la Isla Paraiso que a mí me ha hecho pensar automáticamente en «El chico que coleccionaba Spiderman» y todo lo que eso significa para mí. Un fuerte abrazo
Con que esté la mitad de bien que las ganas que le tengo a este cómic, ya sé que lo voy a disfrutar como un gorrino
Leído en grapa americana se me ha hecho bastante pesado por la abundancia de textos típica de King. Sampere muy bien.
Es leer la sinopsis de èsta historieta y de una echarse para atràs: Resalta que la historia se resume en ideas recicladas de sì misma, de otras franquicias, y propaganda victimista de minorìas «oprimidas».