Edición original: Wormwood 0 a 4 USA. IDW.
Guión: Ben Templesmith
Dibujo: Ben Templesmith.
Color: Ben Templesmith.
Precio: 13 € (Prestigio, 136 págs.)
Norma Editorial
El bueno de Ben Templesmith ha conseguido parir una nueva obra de gamberrismo puro y duro que conseguirá que sus fans salten de alegría página tras página. A los que sean “no fans” de la obra (s) del autor ingles, mucho me temo que les diría “que os jod@n. Yo me lo he pasado teta”.
El dibujo de Ben es como si una nube negra apareciera de repente y, fijándonos mucho en su interior, comenzáramos a ver luces, formas, colores y sangre. Mucha sangre. Y Leprechauns. Unos muy cabrónes. Como son los Leprechauns. Y en medio de todo, un tipo sentado mirándonos fijamente a los ojos que parecería decirnos “ Esto es lo que estabas esperando, tío. Lo se. Y ahí lo tienes”.
Por que si algo nos gusta a los fans de Templesmith es ese estilo ( algunos lo llamarán guarro) medio Bizzarro, medio arte abstracto y no definido que tanto gusta a los críticos de arte cuando están plasmados en un lienzo y nada cuando es sobre un tebeo. En 30 Días de Noche, con el loco de Niles, donde la mayoría (si, me too) lo descubrimos, Templesmith se dejaba llevar por la historia y parecía, dentro de lo tensa de la misma, que el tipo estaba contenido. Ya en Criminal Macabre conseguimos vislumbrar que al tipo e le iba la pinza a niveles absurdos e incluso, peligros.Demasiado caos, aunque controlado. En Fell, junto a al otro loco, Ellis, sacrificó algo de sus obras anteriores para comprimirse en las historias “unitarias” que marcaban la idea original del comic ( y es que la premisa de Fell era y es hacer un comic que no necesitará seguir mensualmente, sino leer una historia por solo dos pavos y luego, si te visto no me acuerdo) y donde el chico se marcó uno de sus mejores trabajos. Pero oh, amigos. Oh. Todos sabíamos que el cerebro de este hombre esconde algo oscuro y cachondo. No me malinterpretéis. No es del estilo oscuro de Alan Moore o, que se yo, Gaiman, no. Es un estilo socarrón y “joputesco” acorde con una mentalidad mas abierta a todo y donde nada es censurable. Y es que aquí el tío también es el artífice del guión.
Por eso no debe extrañar a los que se interesen por este Woormwood encontrar a un gusano ( literal) milenario, que usa cadáveres para “socializarse” (el muy cabrón se sitúa en una cuenca de ojo vacía y así se mueve por el mundo) , que se hace acompañar de un robot con aspecto de tipo de los ZZ Top y siempre va cargado de armas, y que suele frecuentar un strip club que es una puerta al infierno custodiada por unas stripers nada convencionales.
A partir de ahí, la historia es lo de menos. Lo que hay que hacer es disfrutar de lo lindo, dejarse llevar y reconocer que somos unos degenerados a los que les gusta ver casqueria a borbotones.
Must have. Y si no os gusta, “que os jod@n. Yo me lo he pasado teta”
Por cierto, que me digan quién es el que hace las traducciones de títulos en Norma… porque lo de «Putrefacto Caballero» por «Gentleman Corpse» es una genialidad solo comparable a lo de «El Señor de la Noche», hace ya muchos años.
Hombre, poner Cadáver de caballero suena raro, ¿no?
Y lo del señor de la noche aún no lo he pillado.
Y ¿te gustó la historia de BT?
Thx.
Alberto, Marvel te tiene el seso sorbido… Señor de la Noche como traducción de «Dark Knight». 😉
Ya pero, ¿tiene sentido esgrimirlo aquí y ahora? Nuse.
A ver… lo que quería decir es que a veces, las traducciones superan al original.
Por ejemplo, «El señor de la noche» es, en mi opinión, una traducción libre pero, sin embargo, mucho mejor que la más literal «El caballero oscuro» (que es la que Planeta utiliza ahora, y la que aparecerá en la peli).
En los cómics hay más ejemplos de traducciones libres que son mejores que la traducción literal, como sería Estela Plateada (mejor que Surfista Plateado, e infinitamente mejor que Silver Surfer) o Pájaro Burlón (que tiene más gancho que «Ruiseñor» como traducción de «Mocking Bird»… sí, yo tampoco he podido olvidar a la señora Barbara Barton Morse, jeje…).
En fin, que cuando he dicho que lo de «Putrefacto Caballero» era una genialidad, era porque creo que es una traducción que supera a «Caballero Cadáver», que habría sido más literal. Y es que traducir nunca es «trasladar», jeje…
P.D. Por cierto… a nadie le ha recordado a eso de «Poderoso Caballero es don Dinero», de Quevedo. ¡JA, JA, JA!
Es que no tiene porque ser Caballeroso, hay sinónimos a patadas.
Cabelleroso, Caballeresco, Hidalgo, Galante, Cortés…
Cadáver, muerto, fallecido, fiambre, difunto…
Vamos que perfectamente se podía haber traducido por: «Galante Fallecido» o «Difunto Cortés» que también hubiesen sido literales, sin hacer traducciones libres.
A mi personalmente las traducciones libres no me gusta, por poner un ejemplo, el «Ventormenta» de «Stormswind» en el World of Warcraft o el «Noyver» de «Neverwinter» de Wizard of the coast.
Mejor esto que «alieno caballero», ¿no?
🙂