A día de hoy no soy padre, pero empieza a ser algo que veo ya cada vez más cerca, y eso me hace darle muchas vueltas. ¿Cómo debe de ser tener bajo tu custodia a una cosa chiquitita e indefensa? Y la respuesta que se me aparece siempre es la misma: terrorífico. Imagina encontrarte de pronto con que tus actos y responsabilidades ya no te repercuten solo a ti, sino a otra persona, una que está literalmente hecha por ti y que depende completamente de tu cuidado. Que un día empezará a andar, a explorar con afán todos los lugares posibles en los que romperse la crisma y todos los objetos que se pueden llevar a la boca, y tú serás su único escudo, su guardián insomne siempre alerta. Empezará a ver figuras entre las sombras de su cuarto y a ir a tu cama a decirte que tiene miedo, y tú podrás tumbarte con él, abrazarlo y prometerle que las brujas no existen. Pero tarde o temprano empezará a escapar a tu control, irá al colegio, al parque, saldrá con sus amigos, tus poderes ya no serán suficientes y no podrás protegerlo. No te quedará más remedio que aguantar en casa esperando que vuelva sano y salvo, y entonces serás tú el que imagine figuras entre las sombras de los callejones, acechando a lo que más quieres. Joder, eso debe de dar más miedo que cualquier bruja.
Larga ha sido la espera, pero por fin ha llegado a nuestras tierras Wytches. La serie de terror escrita por Scott Snyder y con arte de Jock y Matt Hollingsworth fue publicada por Image Comics en el lejano 2014 y cosechó un éxito notable, pero por razones que escapan a este humilde redactor España se ha visto privada de su publicación durante un tiempo más que sorprendente, teniendo en cuenta el gancho comercial de su guionista. Ahora sin embargo ECC Cómics ha puesto remedio a esa cuenta pendiente y, aunque con un precio demasiado elevado, nos trae una serie muy reivindicable y de lectura obligada para los amantes del género. El presente tomo recopila el primer arco de la serie, integrado por seis números USA, y aunque existe una segunda historia titulada Wytches: Bad Egg (publicada a lo largo de varias entregas de la revista Image Plus), este volumen se puede disfrutar como una historia cerrada e independiente.
Los Rooks acaban de mudarse a Litchfield, un bucólico y alejado pueblo en el que la familia pretende hacer borrón y cuenta nueva tras una traumática experiencia vivida por Sailor, la hija única del matrimonio. Allí la adolescente tratará de encontrar de nuevo una normalidad que, sin embargo, se le verá negada cuando empiece a sufrir extraños ataques y a sentir que algo la observa y la persigue. Algo que habita en lo más profundo del bosque y que no parará hasta hacerse con su presa.
No soy seguidor de DC, pero soy consciente de que Scott Snyder despierta grandes recelos por su trabajo en estos últimos años al frente de distintas colecciones y eventos. Desconozco si este recelo es fundado o no, pero lo que sí puedo decir es que la obra que nos ocupa bien merece una oportunidad, porque a mi parecer Wytches es un gran cómic.
El terror es un género que, cuando se usa bien, puede ser apasionante. Puede servir como metáfora y usar a los monstruos y a la fantasía como hipérbole de las reflexiones del autor, o bien puede ser más simple y atacar a los miedos más puros e infantiles del lector. En ocasiones incluso puede lograr ambas cosas, y en esta Snyder logra el doblete. El autor, que siempre ha presumido de una gran admiración por Stephen King que ha influenciado profundamente su obra, cuenta que la idea principal de esta serie nace de su infancia, cuando jugaba con su mejor amigo a ir a explorar el bosque en busca de brujas, a las que había descubierto por Roald Dahl. Un planteamiento muy básico y muy puro en el que la figura de la niña perseguida por seres malignos, que ya pudimos ver en su anterior obra indie Severed, publicada por Planeta, se ve sin embargo enriquecida por la nueva dimensión que le otorga el guionista al incorporar como co-protagonista de la historia junto a Sailor a su padre Charlie. Es a través de él como Snyder plasma sus miedos como padre, el temor de ver cómo tu hijo se topa con un peligro del que no lo puedes proteger y el hecho de que él se dé cuenta, convirtiendo a la figura de los padres en meros mortales frente a los superhéroes invencibles que nos parecen cuando somos pequeños. Wytches es una obra en la que más allá del terror que transmite su trama, se palpa un cariño muy especial en sus personajes y en la relación padre-hija que retrata, dándole a su historia la dimensión que solo el buen terror puede tener.
Hablando puramente del aspecto terrorífico de la obra, la tremenda personalidad de Wytches es deudora de la labor de Jock y Matt Hollingsworth en el dibujo y el color respectivamente. Como en tantas ocasiones sucede con este género, el arte que encontramos es feísta, pero el mejor posible para sumergirnos en la historia y en el ambiente siniestro que la rodea. Jock sabe narrar con habilidad, con diseños de página poco regulares que acentúan la tensión de la trama, y acierta con un diseño arriesgado para las brujas, convirtiéndolas en criaturas deformes y espeluznantes de las que no llegamos a tener un detalle claro, haciéndolas más inhumanas y aterradoras. Pero es en la labor de Matt Hollingsworth donde la obra guarda el broche final que la hace más especial. El colorista hace un atípico trabajo en el que, además del coloreado habitual de las viñetas, añade varias capas superpuestas de textura de lienzo, rasgaduras y manchas de acuarela digitalizadas que se acentúan cuando la trama se adentra en sus rincones más oscuros. Esto genera una especie de niebla espectral que no solo aumenta la intranquilidad que acompaña a la historia, sino que dificulta más aún reconocer las figuras de las brujas y magnifica su misterio y su inhumanidad.
Wytches es una obra breve y concisa muy recomendable, con una historia absorbente construida con mimo y con sensibilidad, y un estilo visual que atrapará a los fans del terror. Plan B, la productora de Brad Pitt, ha adquirido los derechos de la serie, por lo que en un futuro cercano podríamos verla adaptada en pantalla grande y disfrutar de esas horribles bichas con los dos ojos en una lado de la cara. Mientras tanto nos queda esperar a que ECC nos traiga su segundo arco y, sobre todo, que nadie nos ofrezca como ofrenda a las criaturas que moran los bosques.
Guion - 8.5
Dibujo - 8
Interés - 8.5
8.3
Snyder, Jock y Hollingsworth nos regalan una magnífica serie de terror.
Pues no entiendo porque se tiene que asociar el estilo feista al terror, a mi lo que me da miedo es mirar ese apartado gráfico tan feista, tampoco entiendo porque si es feista el dibujo es bueno a mi no me lo parece, he visto dibujo feista de calidad pero aquí no lo veo. Huyo de este dibujante como de la peste.
Entiendo lo que dices, y creo que es un tema muy subjetivo y personal. A mí en este caso me entra muy bien y me sirve para entrar mucho más en la historia, pero entiendo que es un dibujo que puede tirar para atrás a mucha gente. Quizás le concedo más por ser una historia de terror, pero creo que al final eso también cuenta, lo adecuado que es el estilo del dibujo para las emociones que se quieren transmitir.
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