Edición original: Marvel Comics – agosto-diciembre – 2012
Edición España: Panini Comics – junio 2013
Guión: Peter David
Dibujo: Neil Edwards, Paul Davidson, Leonard Kirk
Entintado: Karl Kesel, Paul Davidson, Craig Yeung, Rick Ketcham, Ray Leisten, Leonard Kirk
Color: Rachelle Rosenberg, Matt Milla
Portada: S. D.
Precio: 13,95 euros (tomo de la línea Héroes Marvel de 192 páginas)
Quinto tomo del segundo volumen de la edición española de X-Factor. Con esta recopilación Panini cubre los números que salieron en el período previo al arrechucho que dejó al pobre Peter David fuera de combate durante una temporada y deja patente el retraso que sufren las colecciones que salen en la línea “Héroes Marvel”. Comparado con la diferencia de varios años que se padecía en otros tiempos es poca cosa, pero cuando uno se acostumbra a algo bueno es difícil dar marcha atrás. El caso es que cuando Puntos de ruptura vio la luz por estos pagos la colección estadounidense ya estaba sentenciada. Asumiendo que la serie tiene un final (ya veremos si punto y seguido, punto y aparte o punto final) queda para la afición al grupo y a su principal valedor el disfrute de las historias restantes hasta baje el telón.
Los arcos argumentales contenidos en este tomo constituyen una sucesión de historias en las que don Peter afronta las consecuencias de los acontecimientos producidos en historias precedentes. La maternidad de Rahne, la pérdida de alma de Fortachón, la evolución de Darwin, el curioso triángulo creado entre Rictor, Estrella Rota y Loba venenosa, los sentimientos de M hacia Guido, las inseguridades de Theresa a la hora de asumir el manto de Banshee… El señor David sigue teniendo la capacidad de que personajes que habían arrastrado sus pellejos de ficción como secundarios que merodeaban entre bambalinas mientras los focos se centraban en los pesos pesados de la franquicia. Cuando hace veinte años el guionista asumió el encargo de contar las aventuras de un nuevo y diferente Factor-X (ciertas costumbres son difíciles de perder) lo hizo recogiendo personajes que llevaban tiempo en el catálogo mutante pero no contaban con un pasado digno de ese nombre, salvo contadas excepciones. Kaos había tenido algunos momentos de gloria en los días previos a la caída de los mutantes y Mercurio había formado parte de la segunda alineación de los Vengadores. Sin embargo, y siguiendo con estos dos ejemplos, Alex había vivido toda su vida –tanto la ficticia como la editorial- a la sombra de su hermano Scott en tanto que Pietro había sido reconvertido en villano y sucesor de un redimido Magneto porque, después de todo, no dejaba de ser un tipo desagradable y prejuicioso. Peter David consiguió convertir X-Factor en una de las series de mayor interés durante los tormentosos años noventa del siglo pasado, cuando la franquicia mutante se hundía progresivamente en el marasmo y en los cruces que no terminaban de ir a sitio alguno. Lo de Hulk no era flor de un día, aunque es bien cierto que con el coloso esmeralda contaba con mucha materia prima dejada por predecesores como Roger Stern o Bill Mantlo. Cuando retornó a la franquicia justo después de los acontecimientos de Dinastía de M el caballero se encargó de levantar el chiringuito y recuperar a unos personajes que no habían vuelto a destacar desde que él diera portazo en la década anterior. Una vez más recolectó personajes que juntaban polvo en un arcón y los reunió para contar historias entretenidas y darles una personalidad, lo que en casos como el de Estrella Rota resultó una auténtica bendición. Quizá sea cierto eso que dicen de que no hay personajes malos sino mal aprovechados. Ahora bien, en honor a la verdad hay que indicar que la varita mágica no ha funcionado igual de bien con todos los personajes y así, Longshot ha servido más como herramienta de detección e investigación detectivesca que como uno más de la partida. Habrá que esperar –cómodamente sentados- a que algún día –algún año- Ann Nocenti y Arthur Adams se reúnan para contar algo más de sus historias. Total, solamente han pasado treinta años.
Durante esta segunda etapa Peter David no ha podido jugar con todos los personajes que configuraron la alineación de la primera. Mercurio, Kaos y Polaris estaban en otras manos, pero eso no ha sido inconveniente para que hace unos años trabajara un poco con el primero y ahora lo haga con los segundos. Recién ascendido a la condición de jefe de un equipo de vengadores y parroquia-x, Alex vuelve a encontrarse con su antiguo equipo. El antiguo jefe que todavía se esfuerza en conseguir el respeto que su hermano recibe de forma natural frente al nuevo al que nadie termina de tomarse muy en serio. Junto a él una Lorna Dane que en su tiempo de ausencia ha pasado a ser / ha vuelto a ser la hija de Magneto (¿quién fue el genio que recuperó esto? ¿Chuck Austen?). Una vez más, don Peter vuelve a contar algo interesante a partir de una idea bastante chorra.
En el apartado gráfico son varias las manos que aparecen para convertir en imágenes los guiones del señor David, pero destaca una vez más don Leonard Kirk. Por su parte, Davidson y Edwards mantienen respecto de aquél unos estilos que no son en demasía diferentes, por lo que todo el tomo tiene un aspecto homogéneo que a su vez es consistente con las entregas anteriores. Puede que ninguno sea espectacular pero todos son sobradamente competentes y adecuados para el tono de la colección. Personalmente, creo que echaré en falta la ración correspondiente de X-Factor, pero habrá que tocar madera para ver qué nueva sorpresa nos aguarda de don Peter David, pues de su generación es de los pocos escritores que aún aguanta, aunque sea maltrechamente, el tipo.
A mí me parece que el nivel de la colección sigue siendo muy alto. No recibirá nominaciones a los Eisner pero, dentro de los superhéroes, es de lo mejorcito que tenemos. Mención especial al número ‘Corre, Layla, corre’, que me ha gustado mucho, aunque el dibujo sea del montón hacia abajo. Miedo me da lo que hagan con los personajes una vez que se acabe la serie.
!!!!!TERRY NOOOOOOOOOO!!!!!ERA MI TERRY!!!!!!
Pues en lo que llevo leído de los mutantes, las historias jamás contadas de Byrne y la etapa Claremont-Byrne, Lorna Dane nunca fue hija de Magneto. Era un robot el Magneto que iba diciendo que Lorna era su hija.
Ni sabía que ya estaba a la venta el tomo quinto de los X-Factor de David, lo encargaré a no mucho tardar.
Por cierto, atentos al comentario de M Night Shyamalan en una entrevista sobre After Earth que le hicieron en Fotogramas:
«Aunque contamos con un storyboard del dibujante de cómic Peter David»
¿¿??
Pd: A ver cuando reedita Panini el volumen uno de los X-Factor de David en Deluxe, me los pillo sí o sí.
El volumen cuarto fue un poco peor que los 3 anteriores, pero como siempre grande David. Eso si creo que despues de leer los dos X-Factor de David (y tenerlos ambos) este es mas raro y transcendental, el otro mucho mas divertido.
Los números con los que abre el tomo son… flojetes… pero cuando ya estaba pensando «joder, que van a tener razón Ocioso y Khonsu» me encuentro con Corre, Layla, Corre y ya me quedé más tranquilo.
Por cierto, que ahora ya me supongo como «rompieron el hielo» (ay, pobre Bobby) Kaos y Polaris.
-Hola. Me llamo Alex.
-Yo soy Lorna.
-…
-…
-¿Sabes? Mi padre era aviador. Y tanto él como mi madre murieron en un accidente aéreo.
-Coño. Qué casualidad…
Yo últimamente noto como si a esta serie le faltara algo y no sé qué es… Creo que con Caldero tenía un tono diferente en el dibujo pero tampoco me atrevería a decir que sea falta de calidad a los lápices.
Quien dice Caldero dice Calero. Dicho esto, el de Corre Layla corre me ha gustado menos que a vosotros, los demás en cambio si los veo a buen nivel, menos el de la bruja, un poco flojucho… esta dando una de cal y una de arena don Peter.
Grande PAD….esta serie esta hecha con mucho carino y respeto por los personajes a los que trata..lastima la fecha de caducidad, porque es de lo mejor de la Marvel en la actualidad…..