Edición original: X-Force Vol IV #1-6
Editorial: Marvel Comics (USA)
Fecha de publicación: Marzo a Agosto de 2014.
Guión: Simon Spurrier.
Dibujo: Rock-He Kim y Jorge Molina.
Recopilatorio Comixology
Precio: 17,99$.
X-Force ha sido desde su regreso la extensión más afilada de la franquicia mutante. Ya fuera con las guerras contra Bastión y los Purificadores de Yost & Kyle y las sagas de Apocalipsis o El Ángel Oscuro de Rick Remender, la cabecera creada por Rob Liefeld en pleno apogeo de la era Bush se había convertido en sinónimo de acción desatada, caracterizaciones al límite con personajes contra las cuerdas, aproximaciones arriesgadas a los rincones más oscuros de la mitología mutante y sugerentes conceptos de ciencia ficción.
Sin embargo, el intento de convertir el título en una sub-franquicia dentro de la parcela mutante no dio los resultados esperados, por lo que Marvel decidió relanzar X-Force, a cargo de uno de esos guionistas locos llegados de las islas. Curtido en trabajos como Crossed: Badlands y Six Gun Gorilla, Simon Spurrier parecía el candidato idóneo para ponerse al mando del pelotón. Sobre todo, teniendo en cuenta como había progresado en la casa de las ideas, pasando de mini-series como Silver Surfer: En Tu Nombre o X-Club a firmar una etapa de culto como su X-Men: Legacy protagonizado por Legión.
A su favor, Spurrier contaba con las buenas críticas recibidas en sus anteriores trabajos, así como su familiaridad con los antihéroes armados de carácter seco gracias a su andadura en Juez Dredd, por no hablar de un detallado conocimiento del universo mutante y un demostrado arrojo para no dejar títere con cabeza allá donde pasará.
En el cuarto volumen de X-Force, el guionista recoge los restos de metralla esparcidos por los Imposibles X-Force de Sam Humphries y Cable y X-Force, armándose de munición en lo que podría considerarse como una revolucinada segunda carga contra la misma colina que trataron de conquistar Dennis Hopeless y Salvador Larroca. El carácter paramilitar de la cabecera vuelve a ser su rango de acción, y Cable el pilar central sobre el que oscilan operativos seleccionados en las dos encarnaciones anteriores. ¿Escenario? Un campo de guerra perpetuo más allá de las fronteras entre países y los conflictos inter-especies.
Dejando claro que estamos ante un nuevo comienzo, el guionista nos arroja al fuego enemigo sin red ni paracaídas, de forma similar a como lo hiciera Warren Ellis con la elipsis de seis meses que se marcó al arrancar su etapa en los días del Contra-X: El hijo de Askani ha formado un nuevo grupo integrado por Mariposa Mental, Médula, Fantomex y el Doctor Némesis. Todo lo relativo a su misión, que ha podido unir los intereses de un grupo tan singular de operativos y las razones por las que persiguen a su objetivo es algo que iremos descubriendo en el arco argumental contenido en los seis números recopilados en Dirty / Tricks.
Con estas piezas sobre el tablero, Spurrier confecciona un diabólico puzzle compuesto por implantes metahumanos de último modelo y síndromes de estrés post-traumático, en el que cada uno de los jugadores es una bomba de relojería engranada a base de cicatrices y secretos. El guionista reinventa el lenguaje de la guerra en un meticuloso plan de ataque en el que tiene controlado hasta el más mínimo detalle, desde la forma de hablar de los personajes, hasta los acontecimientos más casuales que tienen lugar en sus operaciones contra agencias de contra espionaje internacionales o redes de tráfico de armas metahumano.
Una estudiada ofensiva en cinco actos, donde los cuatro primeros números corresponden a misiones individuales con un tenue nexo común, que no se revela hasta que la imagen completa nos golpea en la cara con la demoledora conclusión del primer arco argumental. Siendo ante todo una serie de personajes fragmentados en medio de un marco armamentístico en el que las personas son empleadas como municiones dentro de una interminable guerra de poder, cada uno de los números otorga el protagonismo a uno de los integrantes del grupo, descubriendo una a una las pistas que nos conducen hasta el gran final.
En una primera aproximación, la bomba de información diseñada por Spurrier puede knockear al lector más impaciente que se vea asediado por todos los frentes sin tener clara la dirección en la que vienen las balas. Sin embargo, el voto de confianza demuestra tener su recompensa entre ráfagas de agresiva acidez británica y martilleos a golpe de carácter, cerrando el círculo de forma tan impecable que será imposible llegar a la última página sin sentir la irresistible tentación de volver a leer el arco desde el principio para ver como conectan las piezas.
Spurrier conoce los ritmos, orquestando una compleja madeja en torno a una interminable guerra soterrada al margen del conocimiento de nuesta tranquila e idealista cotidianidad. Con un guión minuciosamente estructurado, una aguda visión de los personajes así como su britanísima flema al compaginar el gravitas de los días de Yost o Remender con el humor socarrón y delirante marca de las islas, el guionista emplea sus armas para superar la prueba con nota con un arco de presentación que devuelve a la franquicia a sus mejores fueros (sin rechazar a la identidad propia).
Su pericia como uno de los más estimulantes dialoguistas de la actualidad marca la diferencia, brindando a cada uno de los protagonistas un vocabulario, sintaxis y forma de expresarse propios. Un detalle que no funciona como simple adorno, sino que la manera en la hablan Cable, Médula, Fantomex o MeMe nos ofrece información tanto de su personalidad y estado, como de las tramas en las que se encuentran enfrascados.
Continuista, pero sin necesidad de depender del fondo de armario de la editorial, los X-Force de Simon Spurrier se erigen en su primer arco como un estimulante soplo de aire fresco dentro de una franquicia mutante que ha vivido tiempos mejores. Completamente impredecibles, la colección se presenta como un vertiginoso reto en forma de un explosivo rompecabezas bélico en el que se aproxima a la guerra como hogar e infierno del soldado, dentro del demencial y surrealista marco que ofrece un universo superheroicos como el de Marvel.
Pero no se puede ganar una batalla sin la artillería adecuada, y estas son las municiones de las que dispone la colección:
Desde su nacimiento de la mano de Liefeld, X-Force ha tenido un sinfín de encarnaciones en las que el único factor común era actuar de forma independiente a la Patrulla-X, así como una postura más proactiva y beligerante respecto a los chicos de Xavier. Emancipación de los Nuevos Mutantes de los ochenta, fueron el Amanecer Rojo de la editorial a manos de Fabian Nicieza y el dibujante de Youngblood. La conversión de Harras en editor jefe los devolvió al redil de Wetchester con Jeph Loeb como guionista, hasta que la batuta recayó en un John Francis Moore que los lanzó a la carretera como excusa para revivir las aventuras originales del grupo, convertidos en jóvenes adultos.
Warren Ellis supo ver el potencial a la idea original de Liefeld como versión extrema y militarizada de la Patrulla-X, marcándose una etapa al más puro estilo Stormwatch. Poco duró el invento hasta que, con la llegada de Peter Milligan y el matrimonio Allred, se convirtieron en un experimento pop y satírico en torno al carnaval de monstruos de la fama que pasó a bautizarse como X-Statix. Después, seguiría una breve vuelta a los orígenes, tras la colección recuperaría el enfoque de Ellis en un relanzamiento a cargo de Christopher Yost y Craigh Kyle, el cual tendría una vibrante continuación en la forma de los Imposibles X-Force de Rick Remender.
Todo lo que debes de saber si te quedaste en esta última y no llegaste a leer Cable y X-Force de Dennis Hopeless y la etapa de Sam Humphries en Imposibles X-Force, es que Cable y Hope Summers han vuelto a reunirse después de que Nathan asumiese que era imposible apartar a su hija del camino para el que la había estado preparando, que Mariposa Mental fue incapaz de dejar atrás de la senda de la sangre que había prometido abandonar y que su relación con Fantomex acabó en el más absoluto de los desastres con la división de sus tres personalidades en individuos separados.
Tiempo ha pasado desde que Nathan Summers y Betsy Braddock pusieran tierra de por medio con los compañeros de armas que les habían prestado su hombro en la batalla durante las etapas de Hopeless y Humphries para formar un nuevo equipo. A partir de este punto, todo lo que hay que conocer para abordar la lectura de los X-Force de Spurrier es:
Aviso de Spoiler |
El equipo de Spurrier está compuesto por una alineación compacta de personajes, todos y cada uno de los cuales tiene un papel de suma importancia en el plan trazado por el guionista. Abordándolos de forma fresca, siempre teniendo en cuenta la historia de cada uno y el rol que juegan dentro de su historia, cada uno de ellos tiene una forma de hablar definitoria, la cual repercute no solo la cual repercute no solo en su caracterización como personaje, sino nos ofrecen pistas e indicios del rumbo que jugaran dentro de la saga así como de los secretos que iremos descubriendo a lo largo de la misma.
Sin sutilezas ni contenciones, el viejo soldado afronta cada día como el último: Es el único que tiene pleno conocimiento total de la amenaza total y es consciente de lo que se juegan si fracasan. Con una agenda llena de secretos, el Cable de Spurrier potencia los rasgos distintivos de aquel curtido mercenario de sus primeros tiempos. Mostrando un carácter intratable pero no exento de humanidad, tampoco faltan elementos clásicos como el brazo mecánico (nuevo modelo acorde a su rediseño a lo Solid Snake) o la infección (con una sugerente vuelta de tuerca).
Ofreciéndonos una de las mejores aproximaciones al hijo de Askani de los últimos años, Spurrier nos muestra a un Cable tajante y temerario, que antepone el fin a los medios y que siempre tiene un as en la manga. No importa lo kamikaze que pueda parecernos. Una máquina de guerra con su núcleo expuesto, que supura ácido mientras arrastra todo lo que se antepone a su paso y deja trozos de si mismo por el camino.
Su educación recibida en las más elitistas instituciones de la Gran Bretaña queda patente a través de sus prosaicos diálogos, a los que no le falta esa ruda amargura de la aristócrata arrojada al barro. Sufriendo lo indecible en manos del dolor y la perdida, los últimos años de su vida han servido de molde para una Mariposa Mental repleta de contradicciones. Una refinada inglesa de alta cuna con habilidades telepáticas, en el cuerpo de una implacable asesina asiática armada con una espada a pesar de su promesa de no matar.
Con la absoluta certeza de que hay algo que no encaja, Spurrier hace que las verdaderas motivaciones de Mariposa Mental para continuar vinculada a X-Force sean uno de los temas capitales de la serie, llevando un paso más allá la evolución que tuvo la británica a manos de Remender. Así que a pesar de mantenerse como la parte más cabal y dialéctica del grupo, Betsy muestra visibles signos de alienación, producto de todo el dolor, ira y frustración acumulados. Atrapada en el camino de la sangre, Mariposa Mental tratará de mantenerse como un sólido firme y base de apoyo de sus compañeros -salvo para Fantomex, Fantomex puede irse al infierno- mientras que por dentro se ve consumida por sus propios demonios.
Máster de descaro con especialidad en irreverencia, su nombre se escribe con “e” de “enervante”, convirtiéndose en una china en la bota que te golpea las gónadas para cualquiera que tenga cerca. Su boca es una portón de entrada y salida a la cloaca que la vio nacer, y su carácter puro jarhead con camiseta de Judas Priest y vocación de crash dummie. Una fachada hinchada y completamente hueca para protegerse de las afiladas espículas de un carcinoma en forma de recuerdo. Un recuerdo que le habría hecho volverse loca de no estarlo, forzándola a enquistarse en la más completa nada para protegerse del demoledor e insoportable todo.
Puro descontrol sinfónico en un primer contacto, odio visceral en cuanto avanzamos la lectura, guarda un punch en la recámara entre interacciones desquiciadas y escenas de acción descarnadas. @#$% fiel de Cable con collar en forma de inhibidor neuronal pero ningún tipo de cadena, la pesadilla con proyecciones óseas de Betsy Braddock es la más caótica de los miembros de este inestable pelotón de @#$%@#$%.
De nos jours, Fantomex est un faux. Una mentira vieja y pagada de si misma, así como el único que queda en le mond que todavía es capaz de creérsela. La aproximación de Spurrier al personaje creado por Grant Morrison e Igor Kordey es sin duda la aportación más controvertida de su etapa, al realizar cambios como el usar expresiones francesas en mitad de sus frases. Un recurso muy démodé propio de los días de Claremont así como completamente dérisoire (un prétendant francés que solo usa su idioma para las palabras fáciles y de forma más bien cuestionable, bien sûr), y que el antaño sofisticado ladrón no solo no había hecho nunca… sino que además se había preocupado de ridiculizar cada vez que había coincidido con personajes conocidos por tales dejes como le comme d’habitude infâme Gambito.
Un procédure de incessant disgrâce que convierten a este falso francés creado en las londinenses instalaciones de El Mundo en un stéréotyper cliché difícil de soportar para aquellos que lo habían visto encaminarse a la grandeza durante la etapa de Rick Remender, pero perfectamente justificado de cara al proceso de deconstrucción al que lo somete Spurrier. Diseñado genéticamente para aspirar a le perfection, Fantomex es consciente de la grave blessure derivada de la extirpación de dos terceras partes de su persona, y como la contradicción entre su estado y su programación interna le arroja a la madre de todas las crisis nerviosas.
Convertido en una vulgaire parodia de si mismo a los ojos de sus compañeros, especialmente de su bien-aimée Betsy Braddock, Fantomex es mucho más que un mérou simple chiste. Mantén cerca a un homme creado para ser un arma de matar perfecta en un claro estado inestable, y las conseqüències pueden ser cuando menos impredictibles.
Cable / Salvador > X-Force. Nuevo miembro. Drones. Cuerpo (InerteDepósito) / Mente (acceso 100% redes de información + proyección holográfica). Oráculo versión toda nueva toda diferente. Oráculo versión Marvel. Oráculo más que Oráculo. Desea saber más? Clasificado.
Incuestionable ESTRELLA en los one shots X-Men: Blind Science, La Maldición de los Mutantes: Sangre y humo y la miniserie X-Club, la SOFISTICADA DIALÉCTICA del Doctor Némesis lo retratan como a un genio sin parangón al que le apasiona deleitarse con su exquisita terminología científica. Claro que esto apenas le concede espacio para los seres UNI-NEURONALES de apariencia vagamente humana que suelen pulular a su alrededor. Pero como la magnanimidad y la modestia se cuentan entre sus incontables virtudes, ha decidido prestar auxilio a Cable en su misión de salvar la vida de su hija y desentrañar el paradero de los responsables del desastre acontecido en Alejandría.
Apoyo científico de X-Force, los DIÁLOGOS del Doctor Némesis están repletos de MATIZACIONES y ANOTACIONES, en las que Spurrier recurre a negritas -elemento habitual en sus cómics- y fuentes de distinto tamaño para dejar perfectamente CLARO la INTENSIDAD con la que pronuncia cada una de las frases que salen de su boca. Y aunque no siempre esta presente de forma tangible en su auto-impuesto rol de atractivo Q del grupo, sus creaciones los asisten de forma que sus entumecidas mentes ni siquiera pueden llegar a entender.
De esta forma, EVA se nos muestra como una forma etérea con voz eléctrica dentro de la mente de Fantomex. Continuamente reparando los desperfectos de las celdas que conforman la proyección esférica con su look de encargada de mantenimiento, mientras ejerce como hombro amigo y consejera para el falso ladrón francés creado por el Proyecto Arma Plus. EVA no forma parte de X-Force. Su presencia ni siquiera es consciente para el resto de los integrantes del grupo. Sin embargo, su interacción terapeútica con Fantomex y la socorrida asistencia que le presta orientándolo en sus decisiones, será de vital importancia para el futuro del disfuncional pelotón de mutantes.
Preaparándola para la misión que la aguardaba, Cable le dio nombre y la crió como su propia hija, regresando a nuestro tiempo cuando Hope se encontraba preparada para consumar su destino. Renunciando a la fuerza Fénix tras reiniciar la especie mutante, Hope decidió disfrutar de la vida que su misión le había privado, como cualquier muchacha normal.
Aquel podía haber sido el final de su historia. Sin embargo, llevar una vida tranquila no funcionaría al saber que el futuro continuaba en peligro a merced de las amenazas que nos acechan a diario y que su padre estaba allí fuera enfrentándose contra ellas. Así que -siendo incapaz de abandonar la eterna lucha-, regreso junto a Cable a las trincheras para proseguir su formación como futura protectora del mañana. Sin embargo, las consecuencias de esta adicción por la eterna lucha no tardaron en llegar, y Hope fue víctima del catastrófico atentado de Alejandría sobre el que gira el primer arco de la serie. Desde entonces, la muchacha ha permanecido en coma, mientras Cable busca desesperadamente a los responsables y el medio de salvar la vida de su hija.
Aunque Spurrier muestra un sumo cuidado en el desarrollo de los personajes para que sean mucho más que simples figurantes dentro de su historia, ningún soldado se puede definir sin su propia guerra, por lo que el guionista se esmera en en definir el tablero de juego y establecer una meta para construir su historia. Consciente de que tiene entre manos una bestia completamente diferente al resto de la franquicia de la casa de X, se aparta de los temas habituales de la causa mutante, manteniéndose en una zona en la que se sigan reconociendo los signos de identidad de la línea.
El discurso de apertura del segundo número, donde Cable pone los puntos sobre las íes a los principales cabecillas del pueblo mutante es toda una declaración de intenciones de los derroteros que va a seguir la serie, y lo poco que le importan al hijo de Askani los conflictos entre las diferentes facciones de los X-Men y sus enemigos, por ver a quien le toca más parte de las migajas.
Cada día hay una guerra librándose por todo el mundo sin que sus habitantes sean conscientes de ello. Un encarnizado juego de poder cuya única regla es estar siempre por el adversario, y cuyos participantes se dividen en tres categorías: Aquellos que quieren algo, los que lo tienen y unos terceros que se encargan de hacerlo cambiar de manos por un módico precio. Lobos despedazando lobos sin miramientos por ideologías ni discursos, en una guerra sumergida en la que cada nación, cada facción o bando interesado tiene su propio operativo para velar por sus intereses.
Atrapados en plena partida, no importa si los mutantes quieren permanecer al margen y dedicarse a sus disputas internas sobre qué bando lleva razón. Si alguno de los otros jugadores considera oportuno explotar el potencial destructivo de los poderes mutantes o usar el temor racial para estimular la industria armamentística se convertirán en un objetivo. El detonante que llevará a Cable a implicarse activamente para que los mutantes no se conviertan en combustible de esta guerra sinfín es el incidente de Alejandría, un atroz atentado contra un simposio de armas al que se le otorga un carácter casi mítico y cuyos entresijos iremos descubriendo a lo largo de este tomo.
Con los mutantes atrapados en medio como oportuna cabeza de turco, el hijo de Askani reunirá al equipo para emprender la búsqueda de los responsables, con el aliciente extra de salvar la vida de su hija. Spurrier nos sumerge en una compleja red de organizaciones de contraespionaje, rivalidades entre agencias y tráfico ilegal de recursos metahumanos.
Un marco en el que la línea entre “buenos” y “malos” son más bien difusas, y no hay amenazas tan claras como unos Purificadores que quieran exterminar a los mutantes, o un culto de Apocalipsis que pretenda exterminar la vida en la Tierra. Moviéndose por la zona de grises, los X-Force de Spurrier actúan con familiaridad con estas reglas de juego, estableciendo alianzas con terceras partes que podrían considerarse cuando menos cuestionables o atreviéndose a actos que podrían llamarse terroristas, mientras destapan penitenciarias internacionales al margen de la Convención de Ginebra o se las tienen que ver con grupos de operaciones especiales de diferentes países.
El guionista recicla personajes ya existentes como algunos de los miembros del supergrupo parisino creado por Joseph Michael Straczynski y añade otros, como un cyborg chino con puños explosivos o un jefe de inteligencia saudí que recuerda al Rey Sombra. Siempre, desde la extravagancia que conlleva combinar los disparatados elementos habituales de un universo de superhéroes con una aproximación al más puro estilo Zero Dark Thirty o Red de Mentiras.
Con todos estos elementos a su disposición, Spurrier reverbera sobre el aspecto morboso de la naturaleza del soldado, como culto a la muerte socialmente aceptado. El valor del sacrificio y el honor que conlleva entregar la vida de forma inconsciente por un ideal más alto -llevándose por delante la de otros, siempre con orgullo zelote y el amor de una canción en los labios-, está presente a través del cinismo desmitificador con el que el inglés aborda este festival de cuerpos arrojados unos contra otros para perpetuar las llamas de la guerra. Por el camino quedan fragmentos de sus cuerpos y sus almas, así como la cuestión de quién saca tajada de este conflicto.
Uno de los beneficios de trabajar en una continuidad tan rica extensa como la del universo Marvel es que ofrece un bagaje prácticamente inacabable de historias en las que buscar elementos sugerentes con los que jugar, o una buena fuente de inspiración. Durante las últimas etapas del grupo, ha sido habitual que los guionistas bucearan en busca de ingredientes con los que usar de aderezo a sus tramas, ya fueran Chris Yost y Craight Kyle con su recuperación de personajes como Bastión o Selene, o Rick Remender con toda la mitología en torno a En Saba Nur. Simon Spurrier tampoco ha sido menos, pero en su caso ha decidido desmarcarse de los páramos habituales de la franquicia mutante, para integrar en continuidad los elementos de una serie de culto con evidentes paralelismos con X-Force y la saga que quiere desarrollar con ellos.
Strikeforce: Morituri nació como un proyecto personal del guionista Peter B. Gillis, quien lo llevó por varias editoriales hasta decantarse finalmente por la Marvel de Jim Shooter, dadas las facilidades que le ofrecía estar trabajando ya para ellos en colecciones como el Doctor Extraño o Los Defensores. Su título estaba inspirado en la frase que proclamaban los gladiadores romanos antes de saltar a la arena (Ave Imperator, morituri te salutant), trasladándonos a finales del siglo XXI, para darnos de bruces con un planeta Tierra que había sido invadido por una raza conocida como La Horda.
Para plantarles cara, la humanidad desarrolló un programa denominado El Proceso Morituri, mediante el que era posible dotar a un grupo de reclutas previamente seleccionado con habilidades metahumanas que les permitieran plantar cara a los invasores. La principal pega era que el proceso tenía una caducidad muy concreta, y que pasado el año sería rechazado por sus cuerpos matándolos en el acto. Una expectativa que a priori no suena demasiado halagüeña, pero que realmente muy pocos llegaban a alcanzar, puesto que los Strikeforce: Morituri se convirtieron en uno de los grupos con mayores tasas de mortalidad de la Historia del cómic de superhéroes.
Con el dibujante de X-Men: Dios Ama, El Hombre Mata y Astro City Brent Anderson a los lápices, la serie contaba con varios rasgos comunes con las aventuras de la Patrulla-X, ya fuera por la sensación fúnebre que pendía sobre los protagonistas al saberse condenados por su determinación de proteger a la humanidad o elementos como El Jardín (su particular Sala de Peligro). También podía captarse en ella parte de la actitud cínica habitual en el cine de Paul Verhoeven -por entonces de moda gracias a películas como Sangre y Acero o RoboCop– siendo publicada con la colaboración del editor Carl Potts desde finales de 1986 hasta mediados de 1989.
Desde entonces, la serie se ha mantenido en la memoria de los lectores avezados, a pesar de no haber tenido más continuidad que guiños puntuales o alguna re-edición ocasional. A lo largo del presente siglo, se ha tratado en varias ocasiones de trasladarla a imagen real, primero junto por medio de una colaboración entre SyFy y Marvel Studios como la serie 1000 Días y -posteriormente- con una aproximación por parte de Steve Waterman que finalmente tampoco llegaría a nada.
Ahora, Simon Spurrier introduce la mitología de la pasaría a denominarse Tierra-1287 en su volumen al frente de X-Force, mediante la creación de un villano que pasa de tener una presentación discreta, a convertirse en una de las adiciones más potentes y endiabladamente divertidas que haya tenido la franquicia en muchos años. Apropiándose del Proceso Morituri, Spurrier aprovecha el simbolismo de la obra original de Gillis y Anderson como magnificación de la escasa esperanza de vida de las trincheras, haciéndolo funcionar de forma orgánica con espíritu paramilitar de X-Force y una mitología mutante repleta de proyectos armamentísticos secretos y planes de mejora metahumana.
A pesar de que aun le queda un largo camino para alcanzar la popularidad de autores como Brian Michael Bendis, Geoff Johns o Jonathan Hickman, Simon Spurrier está consiguiendo un entusiasta grupo de seguidores dispuestos a devorar todo lo que venga acreditado por él. La nominación de su Six Gun Gorilla a los Premios Harvey de este año dejan ver que su trabajo comienza a tener su justo reconocimiento. Y es que aunque todavía no acaba de ser digerido por un gran público que se puede ver desorientado ante la singularidad de sus propias obras, los que le otorgan el beneficio de la duda para sumergirse en ellas sin contenciones suelen abrazarlas con tanto entusiasmo que vienen a demostrar que tiene algo.
Lejos quedan sus días como director artístico para la BBC y sus primeras aportaciones a los cómics británicos de 2000 AD con personajes como Lobster Random, The Simping Detective, Zancudo. Allí coincidiría con el dibujante Frazer Irving, con quien trabajaría en From Grace y Gutsville, y con quien daría el salto a Marvel para firmar varios one-shots e historias cortas entre la franquicia mutante y los personajes urbanos de la editorial.
Números como el anual halucinógeno de Punisher War Journal ya demostraban que eran un guionista cuando menos singular, recibiendo encargos de más peso con mini-series como Estela Plateada: En su nombre o Danny Ketch. Definitivamente anclado en la franquicia mutante, terminaría por convertirse en uno de los guionistas de confianza del editor Daniel Ketchum, quien apostaría por su habilidad para ofrecer historias diferentes que le llevaría a pasar de las historias de complemento de los mini-series que ocuparon el nicho de los X-Men Unlimited de antaño a las sagas del X-Club primero y X-Men Legacy y X-Force después.
Paralelamente, Spurrier tomaría el testigo de Garth Ennis firmando algunas de las mejores sagas de Crossed: Badlands, mientras se animaba con series de creación propia. De esta forma, forzaría a héroes y villanos a unir fuerzas ante una pavorosa invasión alienígena en Exterminación, narraría las peripecias de un defraudador que se atrevió a estafar al más allá en Numbercruncher, convirtió el mundo de las hadas en una suerte de cruce entre Juego de Tronos y Scalped en Disenchanted y recuperaría el delirio western steampunk en Six Gun Gorilla.
A favor de Spurrier hay que hablar del extremo cuidado que pone en sus guiones, así como un ritmo narrativo cada vez más pulido si lo comparamos con sus primeros trabajos para las grandes. Quizás no sea un guionista que seduzca en el primer impacto, pudiendo llegar a apabullar si no se aborda de la forma adecuada, pero ha demostrado ser uno de los mejores corredores de largas distancias de la actualidad, así como uno de los guionistas más estimulantes y creativos de la Marvel actual.
Para acompañarle a los lápices cuenta con Rock-he Kim como dibujante titular de la colección de origen coreano, que proviene de la industria cinematográfica de su país (donde trabajo en los storyboards de numerosas películas). Su primer trabajo para Marvel fueros las portadas cinemáticas de La Era de Ultron, en las que el androide podía verse en movimiento si las ordenábamos secuencialmente. Tras esta, se encargaría de varios cómics en formato digital, como la precuela de El Capitán América: Soldado de Invierno o la historia de Silver Surfer durante Infinity, dando muestras de un trazo que recordaba a Adi Granov.
Su debut como dibujante de interiores en una serie regular fue en X-Force, donde apostaría por un estilo mucho más esquemático, a medio camino entre Sean Chen y Tan Eng Huat. Sus problemas con el espacio y una narrativa en ocasiones demasiado estática son los principales defectos de un dibujo al que únicamente podemos definir como raro, al que parece faltarle medio hervor para conseguir lo que parece buscar. En sus últimos números para la colección, el dibujo de Rock-he trata de aproximarse más al aspecto gráfico que tuviera la serie con Jerome Opeña y Dean White, pero nuevamente el resultado se queda en una tierra extraña entre el dibujante de Imposibles X-Force y Gabriel Hernández Walta.
Para suplirle en la segunda mitad del primer arco, X-Force cuenta con la cada vez más agradecida labor del dibujante mejicano Jorge Molina, habitual en la franquicia desde los X-Men de Victor Gischler. Habiendo colaborado con Spurrier de forma similar en el cierre del primer arco argumental de X-Men Legacy, por alguna extraña razón dibujante y guionista nunca prolongan su colaboración más allá de tres números de rigor, a pesar de que juntos funcionan de maravilla.
Realizando uno de los mejores trabajos de su carrera en los números 5 y 6 de la serie, el dinamismo y la expresividad de su nítido trazo hace que las virtudes del guión de Spurrier resalten todavía más que cuando trabajo con otros dibujantes. No solo eso, sino que además el propio Molina da lo mejor de sí cuando trabaja con Spurrier, si lo comparamos con otras de sus obras como las portadas de Birds of Prey o los interiores del What if de Vengadores Vs Patrulla-X.
Todoo lo que se puede atragantar este arco inicial del nuevo arco de X-Force en una primera aproximación se ve recompensado con -muchas- creces al final del mismo. La apuesta de Spurrier por los números unitarios tan de moda en el All-New Marvel Now no termina de cuajar ante la desorientación de no tener muy claro a donde se dirige el guionista si se te escapan los elementos sobre los que está construyendo la historia. Sin embargo, cuando la saga está completa, es como si acabases de terminar un cómic completamente diferente, o si alguien te hubiera quitado de los ojos una venda que hasta entonces no te había dejado ver lo evidente. La necesidad de volver a por el primer número y releer la saga Dirty / Tricks fue lo primero que me asaltó una vez terminada, y de hecho así lo hice inmediatamente, disfrutando del cómic como en ningún momento lo había hecho siguiéndolo mes a mes.
Como conjunto, X-Force: Dirty / Tricks supone una de las mejores sagas de arranque que ha dado el segundo año de la iniciativa de Axel Alonso, convirtiendo todo lo que en un primer momento purdiera resultar enervante o confuso en enfermizamente divertido y milimétricamente calculado. Descarada, trepidante, llena de ideas locas y una tremenda lucidez a la hora de aproximarse a sus protagonistas, la mejor forma de definirla es como la película que al James Gunn de Los Guadianes de la Galaxia le gustaría poder rodar. Hasta hay una leve similitud en la relevancia de la música en ambas obras, aunque en el cómic -obviamente- no podamos escucharla y Spurrier la use de una forma mucho más perversa a lo que hiciera Gunn con el cassette de Star Lord.
Inteligente sin necesidad de ser críptica, intensa sin dejar de lado el humor (con gags que van desde la patanería absoluta hasta la aguda brillantez de la desternillantes venganza de Betsy Braddock contra Médula), la primera saga de X-Force es cómic de superhéroes en estado puro por mucho que las acciones de sus protagonistas se muevan por terrenos más cuestionables. Fallando únicamente por el descompensado apartado gráfico fruto de alternar dos dibujantes con estilos muy dispares, es con toda seguridad la etapa que mejor ha sabido aprovechar lo que Liefeld quería hacer con la serie original.
Probablemente lo mejor que se publica en la franquicia mutante actual, X-Force: Dirty / Tricks es todo un chute de adrenalina superheroica con demoledora clase, en la que Spurrier saca a relucir su lado más punkarra reivindicándose como uno de los guionistas actuales de Marvel en mejor estado de forma de la actualidad. Todo lo leído en los dos números publicados tras este número parecen confirmarlo como uno de los sleepers de la presente temporada dentro del cómic americano de superhéroes, siendo únicamente deseable que podamos disfrutar de estos X-Force y de Spurrier durante mucho tiempo más. Como postre, esto es lo que el guionista nos reserva para futuras entregas:
Soberbia entrada ! me ha encantado leerla tanto como el leer el propio cómic. Es también lo primero que leo del señor Spurrier y de momento me esta dejando muy satisfecho. Y ciertamente los primeros números te van dejando con el culo torcido a medida que la historia avanza. Sin mas, mi enhorabuena otra vez por este pedazo de articulo !
Leí los tres primeros números de un tirón, por interés en leer algo de ese guionista, y me parecieron horribles, no tanto por el guión en sí, sino por el realmente espantoso pseudibujo del Kid Rock ese, que es lo puto peor, vamos, antes prefiero a Brett Booth y con eso lo digo todo. Así que no me extraña que Marvel haya rectificado y cambiado el artista. Lo de leer algo del Sr Spurrier, otra vez será.
(Por cierto, y hablando de Si, ¿alguien más está leyendo la mini de Vertigo, Bodies, de Si Spencer? Lleva un par de números bastante interesantes).
Genial entrada, soberbiamente resumida la historia del título, y reseña que me deja aún con más ganas de verlo publicado por aquí. Espero que la gente de Panini lo publique y no lo dejen inédito como otras dos obras de Spurrier: X-Club y el segundo volumen de X-Men: Legacy.
Soberbia reseña Daniel, como siempre te superas en cada entrada. Me alegra que hayas elegido estas obras para ponerlas en valor ya que parece que circula una corriente pesimista en cuanto al tebeo de supers. Creo que Marvel esta dejando una buena cantidad de series de calidad y espero que no ceses en recordárnoslo. Ahora aguardo con ganas, si aceptas sugerencias, siguientes entregas con Loki, Magneto, Hulka, Ms Marvel, Silver Surfer, Ghost Rider, Avengers Undercover….
En realidad, el pesimismo en cuanto al genero es. al menos por mi parte, extensible al comic USA en general y no por la calidad sino por las exiguas ventas. Creo que la calidad media es mas o menos la misma que ha habido siempre, se podra discutir sobre si el comic de supers esta ofreciendo cosas nuevas o es lo mismo de siempre con un envoltorio diferente, pero la calidad media yo creo que no tiene mucha discusion.
Gracias gente, me alegro de que la hayáis disfrutado, que su trabajo ha llevado, y aunque me han quedado varias cosas sin pulir creo que había que aprovechar ahora que el recopilatorio USA estaba calentito.
Gustavo, no imaginas lo que me tientas con la propuesta, aunque no tengo claro hasta que punto sería capaz de algo similar a lo hecho con Caballero Luna o estos X-Force, dado que por como estaban construidas probablemente fueran las colecciones All-New Marvel Now de las que más sustancia se podía extraer en sus respectivos arcos de presentación.
De las demás, me atraen especialmente las de Loki -aparte de por el contenido de la serie misma, porque siempre he querido hacer algo con el interesante devenir de la franquicia nórdica desde la llegada de Strac- o Avengers Undercover, junto alguna que otra de las series Marvel / DC recientes. Ms Marvel y Hulka también tendría su aquel, aunque lo mismo sería mejor teniendo ciertas nociones sobre la cultura islámica o los vericueto legales. La que no sabría bien como abordar es el All-New Ghost Rider, lo mismo desde el punto de vista de la cultura del automóvil.
Pero bueno, que lo que vengo a decir es que con lo que conllevan estos posts, lo mismo pasa un tiempo antes de que pueda venir con el siguiente 😆
p.s.: Mister X, entiendo que en cuanto a dibujantes todos tenemos nuestra bestia negra. Tampoco es menos cierto que hay obras que a pesar de no destacar gráficamente son altamente disfrutables (el primer arco de Sandman se me ocurre como caso más extremo). Pero, ¿de verdad le parece peor Rock-he Kim que Booth? No lo acabo de tener claro https://www.zonanegativa.com/imagenes/2014/08/rockhekimbooth.jpg
Así, así, Mr Gavilán. No sé si el problema sería al reproducirlo en un cbr, pero el dibujo, por así llamarlo, de ese tío me parecian capturas de una consola de 16 bits de los noventa. Booth es horriblemente malo, pero todavía es dibujo, aunque sea pésimo.
La *****. Ya me había olvidado de la existencia de esta serie; tantas series en el mercado compitiendo por tu atención dan resultados tan nefastos como éste.
Para Bookdepository y caerá para mi cumple, que ya falta poco y así no me vuelvo a olvidar. Y mira que era de las series que más esperaba en su momento.
Buenas, este es mi primer comentario en ZN, escribo desde argentina y es muy loco estar escribiendo dsp de meses de leerlos.. en verdad un honor.. y me parto de risa con los comentarios… bueno para no irme off topic quiero decir q este post al igual q todos los que realizan son GENIALES.. los X FORCE la de los 80 y 90 leí muy poco solo algún q otro crossover pero no mucho.. acá en argentina es muy difícil conseguir q editen y con las importaciones, hoy es más difícil todavía ovnipress edita pero solo lo más comercial como es compresible.
Volviendo al post la época de Yost & Kyle es lo q más me ha gustado, al leer el resto de la cabeceras mutante se puede observar cómo eran un equipo black ops que se movía en paralelo salvando a los mutante que habían quedado dsp del DIA M de amenazas reales y no las súper cruzadas para salvar el universo entero, como es el caso de los arcos tanto del Angel oscuro o cablee, no es que no disfrutase estas etapas pero se siente como ver una película de acción sabes no importa que pase el personaje principal nunca va a morir, con esto mega arcos apocalíptico te queda este ese gusto a boca q al final nada pasa y si pasa se creara un nuevo universo con esa realidad.
Es aquí q lo que hace q la etapa de K&Y sea tan genial para mi la amenaza es real y si te mataron estarás muerto,( por lo menos hasta q otro escritor decida revivirte) no hubo ningún viaje temporal, ni semilla de celestial ni ningún Khan.. las misiones tenían relevancia en el universo mutante, que es algo q a mi me gusta mucho, sentir q lo que leo repercute, es así como lo errores continuidad me disgustan mucho.. si bien la saga de Angel oscuro y vivo o muerto de cable son muy buenas. El nivel tanto de dibujo como de guion más la mitología de los purificadores, mechando personajes clásicos con nuevos y dando relevancia a esto y q no estén en el fondo de decorado..
X-Force: Dirty / Tricks
se encuentra al termino de vivo o muerto??? O es cable otro mutante con el poder de la omnipresencia, el cual que posee el padre de mi personaje preferido, X23 y q espero q no herede con la muerte de este…
hace siglos que no sé nada de estos mutantes pro-activos,pero me quito(metaforicamente)el sombrero ante el ejercicio de estilo de daniel gavilan.grande de verdad.
un lujo lo que pasa en esta página.
que no sea el último comentario,toto x.¡bienvenido¡.
Yo, desde luego, después de este artículo, le voy a echar un vistazo a este tebeos, pero es que con artículos como este, Gavilán sería capaz de convercerme de leer los de ROB otra vez.
Post que animan a la lectura, muy bien, habrá que catar la serie.
Toto X, sobre lo que preguntas, SPOILERS de los gordos gordos
al final se descubre que Cable fue inoculado con una formula en bruto del Proceso Morituri con la intención de quitarlo de en medio, de ahí que Volga se sorprenda de verlo con vida la primera vez que se encuentran.
Y es que Cable fue en busca de la ayuda de Nemesis, quien puso su cuerpo en estasis metabólica para evitar que su cuerpo saltase por los aires en 24 horas como ocurría con cualquier otro de los inoculados. Pero como esto le impedía ir detrás de los cabrones que se la habían jugado a él y sus hija, llevándose a miles de personas por delante, tomaron la decisión de clonar su cuerpo para crear una serie de duplos idénticos a los que descargar sus recuerdos para llevar a cabo la búsqueda.
Así que mientras el Cable «original» permanece en hibernación, cada día uno de sus clones toma el testigo para morir en el término de las 24 horas, no sin antes descargar todos los recuerdos adicionales para que puedan incorporarse a los del siguiente clon. Una idea sugerente que convierte a Cable en una suerte de soldado que muere día tras día para volver siempre a la misma guerra, y que hizo que su creador Rob Liefeld diera saltos de alegría alegando que siempre tuvo la intención de que Cable formase parte de un ejército de clones (aunque en su caso, de Discordia) de forma similar a lo que puede verse con su Prophet a cargo de Brandon Graham
p.s.: No se, Mr. X. Miro y remiro las páginas del post y veo sus trazos, sus sombras, su coloreado, sus fondos, su anatomía… Tampoco tengo muy claro que tiene como para considerarlo «pseudodibujo», no lo veo muy diferente de las técnicas de trabajo que puedan usar Ariel Olivetti o Clayton Crain
Hola Daniel Gavilán, mi pregunta era un poco mas sencilla, yo estoy leyendo “vivo muerto” va en realidad termine el segundo tomo
(En el cual también se encuentra en situaciones de vida o muerte por cuestiones de trama, como dice le titulo)
. La pregunta seria si estos x-force son la continuación de vivo o muerto o se puede leer en paralelo.
Ay dios. Menuda metida de pata la mía, Toto, que te había entendido mal. Sí, el tomo iría detrás de Vivo o Muerto y de Vendetta, que sería el siguiente. No imaginas cuanto lamento haber spoileado de esa forma tío, todas las disculpas que te pueda pedir se quedan cortas 😕
Daniel es capaz de hacer una reseña emocionante sobre la miosis en la reproducción sexual de las plantas. Sin duda es mucho más interesante leer sus artículos que muchos de los cómics reseñados. En este caso no puedo juzgar el conjunto, porque sólo le eché un vistazo a un par de números, pero fueron más que suficientes como para convencerme de que este cómic no es para mi.
Ni la historia, ni el desarrollo de personajes ni mucho menos el dibujo me parecieron mínimamente interesantes. Tras leer la reseña de Daniel darían más ganas de acercarse y darle una oportunidad, pero creo que éste es otro de esos casos en los que, simplemente, el cómic no es para mi.
Perdón, quería decir la meiosis… por supuesto 😀
Daniel, todo bien, no pasa nada, lamentablemente gracias a mi ubicación geográfica en el planeta suelo estar sujeto a spoilers, desde siempre… me acuerdo una vez de chico con la película de los Power Rangers, que en la serie de televisión no se habían ido Jason y los demás todavía y muchos menos había aparecido el Ranger blanco; la película era un gran spoiler en si…
Igual solo has hecho q tenga mas ganas de leer Venganza y a su continuacion, estos XFORCE quiero ver como se sucede todo esto que mencionas…
Menudo artículo te has marcado, Gavilán.
A mí la serie no me llama mucho. Y el dibujo del Rock-he Kim no me gusta. Pero me han entrado ganas de leerme esos Strikeforce Morituri.