X-Men post Krakoa
«Don´t you ever get tired of losing the civilization game? – Logan – «
Se acabó lo que de daba, y la Era Krakoana ha acabado.
X-Men (2024) #1 ha llegado a nuestras vidas y es hora de valorar si estamos ante un buen número 1, o no. De momento es imposible saber si esta nueva etapa será buena, memorable o mediocre. Es muy pronto, por lo que sólo podemos especular. Es cierto que las sensaciones de esta primera entrega son agridulces.
Este primer número es un buen comienzo. Sabe combinar el ser un punto de partida para nuevos lectores y, al mismo tiempo, garantizar que los lectores veteranos no se sientan fuera de juego.
Había mucho temor de que Krakoa fuera «ignorada», pero hemos de confirmar que no es así. Lo cual es un punto a favor, una manera correcta de hacer una nueva era en un título tan importante como X-Men. Hay referencias a historias de la Era de Krakoa en todas partes, pero, y esa es la virtud de MacKay, no supone confusión en la lectura. No es necesario tener que leerse estos últimos cinco años.
La historia se divide en dos perspectivas diferentes que tienen dos propósitos. Por un lado, hacemos un recorrido por las nuevas instalaciones de la mano de Bestia, y por el otro Ciclope lidera un combate para ver cómo funciona el equipo.
¿Problemas? Los hay. En primer lugar, el equipo o alineación no es de mi agrado. No lo identifico como mi Patrulla- X. No es un grupo que me haga entrar en sintonía con lo que para mi significa ser de la Patrulla-X. Tampoco es un hándicap porque ya me considero un Marvel zombi y al final entiendo que esto sea una llamada a nuevas generaciones. Por ejemplo, me gusta Juggernaut pero no lo veo en La Patrulla-X. Creo que sólo lo veía bien Chuck Austen.
En segundo lugar, si bien es una buena historia, me he quedado sin ganas de más. Eso es un problema, y ello a pesar de que el guionista es fiable. Probablemente obedezca este problema a lo pausados que son los guiones de MacKay.
En tercer lugar, no me gusta Ryan Stegman dibujando la Patrulla-X. Stegman es un artista muy expresivo, pero no consigo ver su trazo acorde a los X-Men. Veréis que pongo un anota alta en dibujo porque una cosa es que no me guste y otra la calidad.
A pesar de todo, es un número correcto. Es un nuevo comienzo que honra el legado de la franquicia mutante mientras explora nuevas vías narrativas; aspecto difícil hoy en día. El enfoque de MacKay en el desarrollo de los personajes y la exploración de las complejidades de la herencia de Krakoa ofrece una lectura interesante, sin embargo, los lectores que busquen una aventura ligera y llena de acción van a sentirse decepcionados por el ritmo lento y el tono introspectivo.
En general, este nuevo número 1 es un comienzo prometedor que a mí personalmente no me ha enganchado, pero es estimulante para una nueva generación. Que no me haya hecho “click” no significa que sea un mal número, nada más lejos de la verdad, pero sí es cierto que no es lo que esperaba tras el fin de la Era Krakoana. Hecha esta valoración queda la reflexión: ¿era necesario deshacernos de lo que Hickman creó de una manera tan drástica?
Finalmente, deciros que si lo que os gusta es leer historias de La Patrulla-X de ritmo rápido, es posible que os llevéis un desencanto y habrá que leer el primer arco de tirón. Puede que también sea culpa del elevado número de páginas que contiene, costumbre que debería desaparecer porque se hace bola un número que debería ser más ágil en la lectura.
Lo mejor
• No tener que saber nada de la Era Krakoana.
• El color de Marte Gracia.
Lo peor
• Pasar por completo de la Era Krakoana.
• Que al final del número tenga un QR para ver una página en la Web de Marvel. Esperemos que Panini la imprima.
Volvemos al punto cero
Guión - 7
Dibujo - 8
Interés - 7
7.3
Un nuevo comienzo, incierto y lleno de posibilidades que no sabemos si llegarán a buen puerto.
«¿era necesario deshacernos de lo que Hickman creó de una manera tan drástica?»
A eso digo sí. De hecho, el plan original de Hickman ya contemplaba que habría un final.
Hombre, de contemplar que hubiese un final a «pasar por completo de la Era Krakoana» hay un trecho.
Es una decisión lógica pensando en los lectores que pasaron de Krakoa. Si les dices que para entender X-Men 1 tienen que conocer el último lustro de tebeos y las movidas tochas que allí se contaron salen corriendo y no vuelven más.
De hecho, Los Vengadores post Hickman hicieron lo mismo y olvidaron totalmente la etapa anterior.
Nadie está diciendo que se haga eso. Se puede reconocer que se viene de una etapa sin necesidad de obligar al lector a conocerla al dedillo. Pero vamos, que a mí me da igual, que este relanzamiento no me motiva lo más mínimo.
Nos guste o no, la tendencia del cómic de supers va cada vez más por empezar una etapa ignorando en la medida de lo posible la anterior. Incluso otros éxitos como Inmortal Hulk pasaron en un mes al Hulk dando tollinas de Cates y Ottley sin que apenas hubiese referencias de lo recién publicado. Del Spiderman de Spencer con su final feliz al salto de meses con Wells lo mismo. Que era más bonito cuando se hacía referencia a lo anterior y sus consecuencias? Por supuesto.
La excepción sería Daredevil y su tradición de dejar a Matt en una situación novedosa para que la resuelva el siguiente guionista.
Es verdad, esto de ignorar lo inmediatamente anterior viene pasando desde finales de los 90 y pasa cada vez, por eso la continuidad parece casi inexistente muchas veces. Recuerdo cuando Alan Davis se marchó de Excalibur y el inútil de Lobdell se cargó al grupo en un número diciendo que les había pillado una onda temporal o no sé qué leches, todo porque no sabía qué hacer con los personajes que Davis había creado en su etapa.
Con los mutantes es una tendencia que se exacerbó con Ellis y el despropósito de Counter-X: decimos que han pasado 6 meses desde el número anterior, lo de en medio lo explicamos de aquella manera y la colección la empiezo como yo quiero.
De Feron se olvidó totalmente y no dio ninguna explicación o solución a su situación. Y menudo destrozo hizo con Cereza.
Uh, sí, lo de Feron, luego, en el último número de Excalibur, resulta que se había unido a la banda loca. Vamos, un despropósito. Y lo de Cereza, un sinsentido: en un número de Davis decía que no sabía lo que eran los niños (porque en varias ocasiones se insinuaba que provenía de un futuro bastante lejano) y luego, el segundo número de Lobdell se tituló «Llanto por los niños» porque era una asesina del Imperio Shiar que reventaba planetas. Tócate los pies con la continuidad. Un espanto toda aquella época.
Ojalá le diesen a Davis una de esas miniseries nostálgicas para rendir homenaje a esa etapa.
Se rumorea desde hace años un Excalibur: The end pero no sé si es que Davis no la acaba nunca o ni siquiera la ha empezado.
Pues sería una gozada leerla.
Ha iniciado con buen piè. Nunca me pareciò tan acertado Krakoa.
El dibujo me parece, sencillamente, espantoso, la elección de personajes, tan aleatoria como la de los grupos de la era krakoana… No sé por qué o, o se anima mucho la cosa o me da que estamos ante un X-Men Red, que duró unos 10 números.
Aun no lo leo, estoy esperando que llegue a mi tienda de comics, porque ya lo tengo pedido. Solo lo he hojeado en internet…
Así que por ahora solo me quedaré con la duda de por qué Marvel lanzó el X-Men de MacKay antes que el Uncanny de Gail Simone (el que debería ser el comic principal de la franquicia). De todas formas en MacKay confío plenamente. Yo quiero comics de mutantes entretenidos, donde el equipo vaya a misiones y haya problemas personales entre los miembros. Eso (y con todo lo que me gustó la era de Krakoa) hace tiempo no lo teníamos.
¿De qué hablas? Si es muy obvio que la de Jed McKay es la colección mutante principal. Se nota a simple vista.
Apunto un detalle que me ha gustado y demuestra que Mackay y Brevoort han hecho los deberes: en el número corrigen un error de continuidad de la era krakoana donde se olvidaron de que Idie y Quentin habían sido pareja. Estas cosas se agradecen.