Edición original: Marvel Comics – octubre, noviembre – 1996 Edición España: Comics Forum – mayo 1997 Guión: Alan Davis Dibujo: Alan Davis Entintado: Mark Farmer Color: Joe Rosas, Ian Laughlin Portada: Alan Davis Precio: 925 pesetas (tomo en tapa blanda de 104 páginas)
La edición de 1997 del Salón del Cómic de Barcelona trajo al mercado español un tomo en el que se recopilaba la miniserie de dos números con la que Marvel compensaba a Alan Davis por su abrupta marcha (y posterior rápida cancelación) de su personalísima serie Clandestine. El autor británico tuvo ocasión de dar un final de punto y seguido a las aventuras del clan fundado por Adam de Destine durante la Edad Media.
Remontémonos, una vez más, veinte años en el pasado y recordemos que Clandestine fue un proyecto en el que Marvel, en principio, dio rienda suelta a Davis para que experimentar con las cosas que le gustaban: los tebeos de superhéroes y las aventuras grupales. Como los Richards, los Destine son una familia (aunque bastante más extensa); como la Patrulla-X, los vástagos de Adam de Ravenscroft son mutantes; como buenos integrantes de la parroquia empijamada marveliana, una parte del clan quiere vivir una vida normal en tanto que la otra explota sus talentos. Don Alan tenía libertad para hacer un poco lo que le diera la gana, cosa lógica si tenemos en cuenta que su trabajo en Excalibur había sido de lo mejor de la franquicia mutante. En el marasmo creativo en el que se movía el género superheroico, ClanDestine resultó ser otro oasis que, desgraciadamente, no duraría mucho. La autonomía era, a ojos de los gerifaltes marvelianos de entonces, un privilegio que no podía imponerse a la exigencia de una mayor cohesión de franquicias y participación constante en los mega-eventos periódicos y Davis acabó dejando a sus criaturas en manos más bien poco capaces, que acabaron certificando la defunción de la cabecera cuatro meses más tarde. Afortunadamente, poco tiempo después el caballero tuvo oportunidad de contar una historia en la que además, se hacía con el buque insignia del momento: la Patrulla-X.
La historia comienza con Rory y Pandora, los jóvenes gemelos que son la descendencia más reciente del jefe del clan. A través de ellos, el autor despacha rápidamente los acontecimientos narrados en la difunta cabecera de la familia después de su marcha. Todo fue un sueño y si un recurso tan manido como cutre resulta efectivo es porque los cuatro números posteriores a la marcha de Davis son tan rematadamente malos que cuanto menos se mencione de ellos, mejor. El siguiente paso es el de crear un punto de unión que justifique el encuentro entre ClanDestine y la Patrulla-X y esto se lleva a cabo mediante un ejercicio de retro-continuidad: en el pasado, Charles Xavier se topó con dos de las hijas de Adam y su bella genio. Juntos evitaron el ataque a la Tierra de un demonio extradimensional llamado Synraith (un socorrido ente todopoderoso de reminiscencias lovecraftianas que la afición mutante conoce bien desde los días de Kierrok y los N’Garai). En una nueva intentona, la criatura intentará deshacerse del trío que le derrotó antes de lanzarse a la invasión. Xavier es ahora el venerado mentor de una escuela integrada por un nutrido número de estudiantes; la familia Destine es ahora más extensa y tiene un interesante abanico de habilidades meta-humanas. Los caminos de ambos colectivos se cruzarán inevitablemente.
Hay que indicar que el cruce entre mutantes y destinados constituye, para el caso de los segundos, la interacción más profunda y larga con otros integrantes del universo marveliano. Hasta ese momento, Davis se había limitado a introducir alguna aparición puntual en la forma de encuentros de un par de páginas, cameos involuntarios o ensoñaciones de un jovencísimo Rory (que aspira a ser un reverenciado superhéroe). Aquí la relación de co-protagonismo no es impedimento para que don Alan siga desarrollando algo más del trasfondo de unos personajes que, ciertamente, hubieran merecido y son dignos de mejor suerte en el plano editorial. Walter “Wally” Destine (el forzudo que escribe novela romántica) sigue tirándose de los pelos al intentar controlar a sus hermanos pequeños con impulsos superheroicos, mientras sufre los efectos secundarios de su mutación en mole de músculos. Kay “Cuco” Cera sigue siendo la hedonista de la que Walter desconfía porque no parece tener otro fin y objetivo que satisfacer su propio gusto. Dominic “Hex” sigue siendo extremadamente sensible a cualquier estímulo sensorial. Samantha “Argent” conserva sus habilidades con el manejo de armas blancas y su capacidad para generar elaboradas armaduras protectoras, pero mantiene cierta aversión por el contacto humano. Newton sigue siendo el “Ungenio Tarconi” del grupo con aspecto de Woody Allen (aunque tenga un cuerpo modelo “He-Man” para gobernar un planeta de corte bárbaro-brujo). Aquí hace su aparición Gracie, una cínica anciana aficionada a los puros que bien podría ser la versión marveliana de Sofía Petrillo. El contacto con una Patrulla-X que tiene personajes con cualidades, situaciones y problemas parecidos permitirá sembrar la miniserie con una larga sucesión de escenas bien construidas en cuanto a caracterización e interacción de personajes (todo un lujo, si tenemos en cuenta que en aquellos tiempos el responsable literario de los mutis era el mediocre Scott Lobdell).
En dos escasos capítulos, Davis construye una aventura donde hay buen manejo de personajes, un pasado común sin hacer un roto en la continuidad, un misterio creciente y una resolución que deja a la afición con ganas de más. Una vez más, el caballero demostró tener buen oficio para narrar historias superheroicas y cerró con un adecuado broche las aventuras de un grupo que ha llegado ser calificado como de culto. Quizá esto último resulte un tanto exagerado, pero sí hay que reconocer que en justicia, es de lo poco salvable de un lustro especialmente movido en la industria de los pijamas con poderes. Habría que esperar una década para que el autor volviera a contar algo de sus personajes, dejando a quienes quedamos cautivados con su creatividad y con las ganas de saber más sobre la familia Destino. ¿Aguantaría el clan una colección prolongada o como la colonia de hombre que se la juega en las distancias cortas, solamente sirve para miniseries?
Edición original: Marvel Comics - octubre, noviembre - 1996 Edición España: Comics Forum – mayo 1997 Guión: Alan Davis Dibujo: Alan Davis Entintado: Mark Farmer Color: Joe Rosas, Ian Laughlin Portada: Alan Davis Precio: 925 pesetas (tomo en tapa blanda de 104 páginas) La edición de 1997 del…
Recuerdo perfectamente haber visto esta portada en las tiendas de cómic en su momento, y que me llamara la atención. Supongo que no lo compré por falta de cash.
Jose Angel Ares
Lector
5 abril, 2016 10:21
Mi 1º encuentro con el Clan y desde entonces, enganchado a ellos
Luisru
Lector
5 abril, 2016 11:48
Uno de mis cómics de superhéroes favoritos, con un maravilloso tono crepuscular, de historia clásica que es consciente de que el tiempo de esta clase de aventuras ha pasado. Espero que Alan Davis nos dé un poquito más de Clandestine, aunque ya sepamos lo que le pasó a Vincent.
Grande el maestro inglés y su clasicismo para nada rancio.
Y me encanta que la valoración final sea mayor que la suma de sus partes :p
Morlock
Lector
5 abril, 2016 23:03
Una obra maravillosa, de las que más releo junto con la etapa del propio Davis en Excalibur. Será por el tono clásico, porque los personajes están bien retratados o porque la historia te deja con buen sabor de boca. El arte de Davis me parece espectacular.
Save
Lector
5 abril, 2016 23:16
«los vástagos de Adam de Ravenscroft son mutantes»
Creo que en algún número dan a entender que no, que los Destine son otra cosa, incluso haciendo una coña al respecto de que en los 90 todo personaje nuevo era mutie.. Aunque si no lo son me sorprende que Marvel no los haya potenciado cinematográficamente.
Brian Blaquesmith
Lector
7 abril, 2016 5:24
Todo lo de Clandestine era buenísimo, empezando por el arte de Davis. Alguien tiene idea cual es el status actual? Existen siquiera?
dhaldon
Lector
7 abril, 2016 15:44
Pues a mí esto me pareció bastante malo, lo tengo relativamente reciente porque hace poco pille de oferta los dos tomos que sacó Panini con la primera serie de Clandestine y este crodsover, y la verdad es que me pareció el típico crossover tonto a base de puñetazos, nada que ver con la serie original en la que había una muy buena historia y en la que veías a los personajes crecer cambiar y evolucionar ya sé que un crossover no es el mejor lugar para ver eso pero aún así estaba muchísimo más de Clandestine y Davis.
Recuerdo perfectamente haber visto esta portada en las tiendas de cómic en su momento, y que me llamara la atención. Supongo que no lo compré por falta de cash.
Mi 1º encuentro con el Clan y desde entonces, enganchado a ellos
Uno de mis cómics de superhéroes favoritos, con un maravilloso tono crepuscular, de historia clásica que es consciente de que el tiempo de esta clase de aventuras ha pasado. Espero que Alan Davis nos dé un poquito más de Clandestine, aunque ya sepamos lo que le pasó a Vincent.
Grande el maestro inglés y su clasicismo para nada rancio.
Y me encanta que la valoración final sea mayor que la suma de sus partes :p
Una obra maravillosa, de las que más releo junto con la etapa del propio Davis en Excalibur. Será por el tono clásico, porque los personajes están bien retratados o porque la historia te deja con buen sabor de boca. El arte de Davis me parece espectacular.
«los vástagos de Adam de Ravenscroft son mutantes»
Creo que en algún número dan a entender que no, que los Destine son otra cosa, incluso haciendo una coña al respecto de que en los 90 todo personaje nuevo era mutie.. Aunque si no lo son me sorprende que Marvel no los haya potenciado cinematográficamente.
Todo lo de Clandestine era buenísimo, empezando por el arte de Davis. Alguien tiene idea cual es el status actual? Existen siquiera?
Pues a mí esto me pareció bastante malo, lo tengo relativamente reciente porque hace poco pille de oferta los dos tomos que sacó Panini con la primera serie de Clandestine y este crodsover, y la verdad es que me pareció el típico crossover tonto a base de puñetazos, nada que ver con la serie original en la que había una muy buena historia y en la que veías a los personajes crecer cambiar y evolucionar ya sé que un crossover no es el mejor lugar para ver eso pero aún así estaba muchísimo más de Clandestine y Davis.