Hoy voy a tener el placer de reseñar un tomito que me reúne de nuevo con mis niños mimados por excelencia, los X-Men. Los que me leéis con más o menos asiduidad, ya sabéis que son una de mis debilidades.
En esta ocasión, he tenido la oportunidad de hacerme con el recopilatorio de los cuatro números de la miniserie que han dedicado a los hombres-X para cruzarlos –suena a perros con pedigrí– con la saga anual de marras de Marvel, en este caso, Secret Invasión.
Últimamente, los mutantes están más alienados que nunca. Apartados del mundanal ruido del Universo Marvel casi por completo, pero no en pocas ocasiones han tocado de manera tangencial las grandes sagas que envolvían este mundo de ficción. Tal fue el caso de World War Hulk o Civil War. Y ahora, repetimos con Invasión Secreta.
La historia
Estos cuatro números nos narran una historia en la que los hombres-X están estrenando hogar en San Francisco justo cuando llegan las hordas invasoras skrull que, en un increíble error táctico, desconocen la presencia de nuestra insigne Patrulla-X en el lugar. Craso error, coleguitas verdes metamórficos. Uno que, a buen seguro, os costará caro.
Con clara vocación de recrear una guerra de guerrillas, por la serie tendremos ocasión de ver circular no sólo a los miembros de la Patrulla-X, sino que también harán acto de presencia algunos de los personajes que forman parte de los diferentes grupos que llevan la X como insignia, tales como X-Force o los antiguos alumnos de la escuela, los New X-Men y los Jóvenes Hombres-X. Incluso contaremos con la presencia de algunos antiguos Nuevos Mutantes o personajes que hace tiempo estaban alejados del grupo, como es el caso de Dazzler. Vamos, de todo y para todos los gustos.
Juntos, deberán afrontar la amenaza skrull, ganando tiempo hasta que, finalmente, no les quedará más remedio que llegar al límite de la ética y el honor que siempre les han distinguido, teniendo que tomar una difícil decisión para conseguir la victoria. ¿Se puede ganar a cualquier precio? ¿Estarías dispuesto a sacrificar tu alma para lograr vencer al enemigo? El dilema está servido. Y debo añadir que resulta más que interesante.
La edición española
La edición es correcta. Un tomo pequeño y bastante manejable que incluye tanto el contenido de la edición original como las geniales portadas de un Terry Dodson que está llamado a convertirse en leyenda dentro del mundo del cómic americano.
El precio es adecuado, sin más, 7,75 euros, que no supone un gran ahorro si tenemos en cuenta el precio de los cómics sueltos de Marvel que nos ofrece Panini –1.95–, pero que tampoco ha sido encarecido aprovechando las circunstancias, algo que es de agradecer por parte de todos nuestros bolsillos. De hecho nos ahorramos 0,05 céntimos. ¡Ea! ¡Ya nos podemos ir de vacaciones! ¡Je!
En fin, como digo, una edición correcta a un precio equitativo.
Los autores
Mike Carey, nació en Liverpool, Inglaterra, en 1959 –no hay secretos en la web, sorry– comenzó a escribir –y dibujar– historietas de manera precoz. Estudió en la Universidad de Oxford sin dejar nunca su interés por el mundo de los cómics. Trabajó en una biografía en viñetas de Ozzy Osbourne y con la banda de fantasía Pantera, lo que le granjeó un empleo fijo en la revista 2000 AD, publicación que ha contribuido a descubrir a tantos genios. Allí, Carey creó las series Th1rt3en y Carver Hale.
Después, pasó a la línea Vértigo de DC Cómics, donde escribió los números 175 al 215 de la serie Hellblazer y la exitosa Lucifer, que le consiguió una nominación a los Premios Eisner. Tras esto, vino la novela gráfica Sandman Presenta: Las Furias con el excelente John Bolton a los lápices y Hellblazer: All His Engines junto a Leonardo Manco.
Actualmente, es el guionista habitual de la cabecera X-Men: Legado con Scot Eaton y Ultimate Fantastic Four para Marvel Cómics.
Alterna sus trabajos para Marvel y DC mostrando una versatilidad tremenda a la hora de trabajar con personajes absolutamente dispares.
También ha realizado varios cruces con la saga Invasión Secreta –como es el caso que tratamos hoy aquí–, incluyendo Invasión Secreta: ¿En quién confías?, Abigail Brand agente de S.W.O.R.D. y la miniserie de cuatro números X-Men: Invasión Secreta –mira tú por donde–.
Mike Carey está escribiendo en la actualidad una serie para MySpace titulada Queen’s Rook, patrocinada por Virgin Cómics. Realiza los guiones de Dark Deception, un arco argumental que sirve de crossover entre X-Men: Legado y Lobezno: Orígenes que desembocará en X-Men: Pecado Original. Cabe reseñar también que es el autor de la historia de la Bestia en X-Men: Orígenes y la narración centrada en el Hombre de Hielo para el tomo X-Men: Destino Manifiesto –del que hablaremos muy pronto–.
Se encargará de la adaptación de Ender’s Shadow en serie limitada y de The Unwritten para Vértigo.
Su primera novela, The Devil You Know, fue publicada en el año 2005. A ésta, siguió una secuela, Vicious Circle, en 2006 y una tercera novela que probablemente cerrará la trilogía, Dead Men’s Boots, editada en 2007. En 2009 ha sacado: Thicker than Water, y su ultimo libro, The Naming of the Beasts, estará listo para septiembre de este mismo año.
Para terminar de demostrar su variabilidad, ha escrito un guión para cine, Frost Flowers, un film erótico-festivo con historia de amor y fantasmas de por medio, que será dirigida Andrea Vecchiato –sobre el que no pienso escribir aquí–.
En otros medios audiovisuales, cabría destacar su participación en la serie de televisión The Stranded, coproducida por Virgin Cómics y el canal Sci-Fi.
Para la sección “Corazón Freak”, decir que actualmente vive en Londres con su mujer, Lin y sus hijos, David, Ben y Louise.
Cary Nord, por su parte, es un artista que comenzó su carrera gracias a una carta y algunos dibujos originales que envió a los editores de Marvel Cómics Presents, serie de la editorial del mismo nombre. Esto le facilitó su primer trabajo profesional ilustrando la serie de Shang Chi para la Casa de las Ideas. También se convirtió en dibujante eventual de la serie de Daredevil. Poco a poco, fue alternando trabajos para Marvel y para DC en varios títulos hasta que llegó a convertirse en el artista principal de la cabecera Conan el Bárbaro, escrita por Kurt Busiek para Dark Horse. Y desde entonces, hasta este Invasión Secreta: X-Men.
Aunque es un artista con un corto recorrido, estoy convencido de que dará mucho que hablar en un futuro cercano.
Cuando lo comencé a leer no esperaba grandes sorpresas, la verdad. En fin, ya sabemos todos que esta clase de cruces, máxime en la situación actual de la Patrulla-X, suelen carecer de trascendencia. Sin embargo, tuvo un par de momentos que consiguieron asombrarme.
Por una parte, me descubro ante ese Cíclope que está avanzando posiciones para ocupar la vacante dejada por Lobezno –que, por cierto, no aparece en este tomo– mes a mes. Y es que, el bueno de Scott no ha sido el mismo desde que se fusionara con Apocalipsis. También es cierto que el resto de perrerías que le han sucedido en los últimos tiempos no han ayudado a enmendarle, precisamente. Que si ahora le pongo los cuernos a Jeannie, que si ahora va y se me muere la mujer, después el padre, la llegada del hermano pequeño un tanto psicópata, Vulcano, el exilio de su otro hermano, Alex, al espacio en el papel de Corsario, su padre difunto, la pelea que le alejara definitivamente de Charles Xavier –el hombre que, lejos de ser un simple mentor, se había convertido en un padre para Scott–, su relación con Emma Frost, ex-villana y antigua enemiga de los hombres-X, y todos los recelos que ello despertara en sus propios compañeros. Y, como no, su propia muerte durante la saga de BreakWorld. Vale, fueron unos minutos, pero cuenta, ¿no? Total, ¿es o no es para volverse un mamoncete –por no ser más burro con la descripción–?
Por otra parte, aluciné con la increíble capacidad de respuesta de la Patrulla-X a la hora de organizarse para realizar pequeñas incursiones y ganar batallas que, sin otorgarles una victoria definitiva, sí van mermando la moral del enemigo y desmoralizando a las tropas. Algo que no veíamos desde hacía mucho, mucho tiempo. Hasta tal punto llegan sus ofensivas que, el genial estratega skrull al mando, se ve obligado a jugar sucio para poder poner fin a las tropelías de los hombres-X. Pero, ay, amigo, donde las dan las toman. Y Cíclope está aprendiendo rápidamente a jugar más sucio que nadie. La única pregunta es, ¿le seguirán sus compañeros?
Animaos a leer este tomo. Os sorprenderá y lo disfrutaréis. Asegurado. Y para muestra, un botón… como quien dice…
Encaramado al fuselaje de una nave skrull sobre los cielos de San Francisco, informó Iván para Zona Negativa –¿Hay alguien ahí? ¿Me pueden decir cómo bajar de aquí? ¿Hola…?–
Esta historia está muy bien hecha……a mi me ha gustado mucho….
Cary Nord no es poco conocido, vamos, que ha hecho una temporada importante al frente de Conan, por amor de dios… ademas, entre eso y esta serie ha dibujado «Ultimate Human», el crossover de 4 números entre el Ironman y el Hulk del universo Ultimate.
¿Cary Nord poco conocido? ¿En serio? Pues yo lo conozco desde que dibujaba los guiones de Kesel en Daredevil, o Mutante-X con guiones de Howard Mackie… De acuerdo en que no es el dibujante con más trabajo del mundo, pero tampoco creo que sea poco conocido. O quizá es que yo ya soy muy viejo y me acuerdo de él…snif.
Arácnidos saludos.
Y tambien ha hecho el Ultimate Human
Vaya, entraba aquí a decir que Cary Nord no me parecía poco conocido, pero si ya lo ha dicho todo el mundo…
El tomo a mi no me ha parecido mal, sólo tengo una pregunta algo tocapelotas que hacer… el recurso que utilizan aquí contra los skrulls… ¿no podían habérselo contado al resto de los superhéroes, y que lo utilizaran también en la serie principal? Por aquello del universo compartido, y demás…
A mi este tomo me ha gustado mucho. No es trascendente ni a nivel de Patrulla X ni para la Invasión Secreta pero es una historia entretenida y con un dibujo que ya lo quisiera la serie madre.
Er, en estos momentos los mutantes no tienen relación con el resto del Universo Marvel
Al final, va a haber que establecer una nueva fórmula:
«guionista de superhéroes procedente de las Islas británicas = calidad».
Será cosa de un mayor fondo cultural por parte de los ciudadanos de la pérfida Albión frente a los cerdos yanquis.
Claro que, entonces, Europa entera sería un caldo de cultivo cojonudo de guionistas de cómic americano, cosa que nunca sabremos porque no les apetece traducir guiones.