La ilusión de cambio es una de las bases sobre las que se cimentó la narrativa temprana de Marvel Comics cuando daba sus primeros pasos en los años 60 al amparo del éxito de los Cuatro Fantásticos. Que nada cambie, pero que parezca que sí. Que haya historias, aventuras, acción, drama, amor, desamor, humor y diálogos rimbombantes, pero que al final del día todo quede como estaba y nadie se pierda. Esos ciclos en los que se cambia y se deshace el cambio han sido de mayor o menor longitud según la época en la que hablemos, pero la ilusión de cambio sigue siendo hoy en día una parte activa de la Casa de las Ideas. Si no, que se lo digan al actual universo mutante, que a través de ResurrXion se encuentra a la búsqueda de recuperar una identidad perdida durante All-New All-Different Marvel, en la que los lectores pudieron observar como Extraordinary X-Men era, valga el chiste, bastante ordinaria.
Tras Inhumans vs X-Men se relanzaron las series de la Patrulla X con dos a la cabeza. X-Men: Gold seguía al equipo de Kitty Pride en un intento de capturar la esencia Claremont, el eterno referente; X-Men: Blue seguía los pasos de la Patrulla original en el presente en busca de un nuevo rumbo bajo la tutela de Magneto, en un retorcido reflejo de sus aventuras originales. Poco después se estrenó Astonishing X-Men, serie de mucha calidad que abraza el aspecto blockbuster del grupo, pero que parece jugar en su propia cancha. Por tanto, a la Patrulla X le falta un referente claro, una Uncanny X-Men que guíe el rumbo y que, firmemente enraizada en la continuidad actual, sirva de faro a los mutantes.
¿Es X-Men: Red esa serie? Todavía es excesivamente pronto como para afirmar tal cosa, pero lo que sí se puede decir es que X-Men: Red #1 es un inicio que, sin innovar, es capaz de ofrecer algo más moderno que Gold, algo más importante que Blue y algo más alineado en continuidad que Astonishing. Tras los sucesos de Phoenix Resurrection, Tom Taylor y Mahmud Asrar se encargan de marcar el paso a la Jean Grey adulta, a la que rodean de un nuevo equipo de mutantes con el que proteger a un mundo que les teme.
X-Men: Red #1 no es un comienzo rompedor en ningún aspecto. No busca descubrir ninguna nueva fórmula ni busca sorprender al lector. Lo que sí consigue es ofrecer una trama sólida bajo bases conocidas. Las seis primeras páginas se dedican a recordarnos qué es la Patrulla X, en qué mundo vive, por qué es necesaria. A partir de ahí, flashback y Taylor empieza a formar el puzzle. El primer punto a favor del guionista es que en estas treinta páginas es capaz de hacer empatizar al lector con Jean, amén de conseguir que realmente se sienta como alguien importante, como el «alma» del grupo, algo que Matthew Rosenberg no logró a lo largo de cinco números. Jean está en el centro con firmeza y desde ahí se construye el resto. Los dos tercios restantes de la trama se dedican, ya sí, a dar origen a la nueva alineación, a mostrarnos por qué se unen y a revelar misterios que amenazan a los héroes.
A cargo del dibujo se encuentra Mahmud Asrar, que ofrece unas páginas pura y deliciosamente superheroicas. Su estilo es clásico, comiquero, divertido de ver. Sus composiciones de página son acertadas en cada momento, y se maneja bien tanto en la acción como en el drama. Es un poco difícil añadir nada más al respecto, dado que estamos ante un sota-caballo-rey de cómo hacer las cosas bien. Solo queda, entonces, aplaudir su trabajo, así como el del colorista Ive Svorcina. El uso del color en este número es espléndido, apoyando y a la vez propulsando la narrativa.
Los principales defectos de X-Men: Red #1 se encuentran, por tanto, en su falta de innovación, un mal que ha aquejado a sus series hermanas. Sin embargo, en esta ocasión se ve compensado de sobras, dado que estamos ante un planteamiento más capaz de mirar hacia el futuro. No se detiene solo a observar el pasado e intentar replicarlo: coge lo bueno, lo fundamental y lo necesario para mirar al horizonte. Es, por tanto, lo que deberían haber sido el resto de series de ResurrXion: desde aquí sí se puede construir algo mejor. Tom Taylor es el guionista adecuado para ese futuro, Mahmud Asrar es el dibujante adecuado para plasmarlo. Solo queda que X-Men: Red guíe el rumbo y se convierta en ese faro que necesita la franquicia.
Reseñas de Marvel Legacy
Guión - 7.5
Dibujo - 8
Interés - 7.5
7.7
Nota final
X-Men: Red #1 ofrece un inicio de serie que no es especialmente innovador, pero tiene unas bases firmes que le permiten mirar hacia adelante.
Para cuando un Claremont.un Byrne?anulada la libertad creativa en aras de lo mas puramente comercial es improbable que veamos obras potables.Lastima.los hombres x me encantaban..
No tiene mala pinta pero ¿el Rondador Nocturno va a seguir en Gold para pasar al equipo Red o estará en ambas? Disculpad mi desconocimiento porque quiero empezar con Gold y ando un poco perdido.
Hum, creo que todavía no se ha dicho nada respecto al status de Rondador en Gold con su añadido a Red, pero no tomes mi palabra en esto. Diría que al menos durante el primer arco es un poco incompatible que esté en ambos grupos si las historias transcurren a la vez, pero prefiero no entrar en más detalles por spoilers.
Que traje tan horrible
Es un buen comienzo y le tengo fe a Taylor, pero no entiendo cuál es la idea atrás de tener 4 series de los X-Men diferenciadas solo por el color y no me parece sostenible en esta época.
Bueno, de primeras venía del hecho de rememorar tiempos pasados, de ahí la distinción entre Blue y Gold a-la-Claremont. Ahora que vuelve Jean, por continuar la tendencia, Red.
A mi me encanto, hasta me dio un aire muy new x men de morrison