Edición original: Marvel Comics – mayo 1992 Edición España: Comics Forum – mayo 1993 Guión: Fabian Nicieza Dibujo: Jae Lee, P. Craig Russell, Brian Stelfreeze, Adam Hughes, Stuart Immonen, Dan Panosian, Greg Capullo, Mark Texeira, Joe Quesada Entintado: P. Craig Russell, Brian Stelfreeze, Joe Rubinstein, Harry Candelario, Dan Panosian, Mark Texeira, Jan Anton Harps, Color: Joe Rosas, Kevin Tinsley, Mike Thomas Portada: Jim Lee Precio: 875 pesetas (tomo en tapa blanda de 152 páginas)
En el año 1993, Comics Forum estrenó un formato de breve recorrido, destinado a publicar en un único tomo los números especiales anuales de ciertas colecciones. Tres entregas, lanzadas en primavera, otoño e invierno, albergaron otras tantas aventuras en las que se agrupaban las colecciones que contaban con el premio o beneficio de una grapa adicional. La afición lectora de aquellos años recordará sin duda con cariño este formato «otoñal» cuyas páginas se desprendían ya en la primera lectura. Shattershot fue el título del primer tomo y acogió en su seno mal pegado los cuatro primeros anuales mutantes de la era post-Claremont.
En el año 1992, Marvel afrontaba una situación bien conocida: los dibujantes-estrella a los que había dado libertad y cancha se marchaban a fundar Image Comics. El pulso entre empresa e ilustradores se saldó con una espantada que dejó a la casa de las ideas sin los autores gráficos por los que había dejado de lado a veteranos tan ilustres como Louise Simonson o Chris Claremont. Tres de los implicados en la nueva aventura eran precisamente los nuevos directores de la escudería mutante: Jim Lee, Rob Liefeld y Whilce Portaccio.Shattershot constituye uno de los últimos coletazos de su presencia en las colecciones-X.
La breve etapa de Lee y Liefeld como autores principales de la que por aquellos días era la principal franquicia marveliana se caracterizó por argumentos que no llevaban a ninguna parte, eliminación gratuita de personajes clásicos y sustitución por otros absolutamente plano cuya única premisa parecía ser la de convencer a una afición suspicaz de que lo que estaba por venir iba a borrar de un plumazo el recuerdo de los quince años precedentes. La brevísima presencia de John Byrne y la aparición de Scott Lobdell no aportaron precisamente mejorías, pero marcarían el sino de la escudería-X durante buena parte de la década. Lobdell acabaría quedándose en la cabecera principal durante varios años, en tanto que la serie creada a mayor gloria de Lee acabaría en manos del guionista responsable de la aventura de la que toca hablar hoy: Fabian Nicieza.
Nicieza había estado ya en la franquicia mutante, cerrando la saga ambientada en la isla Muir (en la que Claremont se despedía de la colección a la que había dedicado quince años de su vida profesional) y poniendo los guiones a los argumentos que Rob Liefeld pergeñaba en los Nuevos Mutantes. Aquí firmaría las cuatro entregas de la historia, aportando su habilidad para dar a cada capítulo el tono derivado de sus respectivas colecciones y demostrando que hay personajes y conceptos demasiado personales.
Uno de los cabos sueltos dejados por Claremont tras de sí fue el destino de Longhsot. El personaje creado por Ann Nocenti y Arthur Adams había dado con sus huesos huecos en la serie de la Patrulla-X con la memoria borrada. La alegoría sobre la sociedad televisiva contemporánea creada en su miniserie dejó paso a una participación en la que el émulo comiquero de Limahl llevaba de calle a quien se cruzara en su camino y aportaba sus poderes de la suerte cuando era menester. Nocenti y Adams habían dejado a Longshot en compañía de un reducido grupo de rebeldes, dispuesto a derrocar a Mojo y derrumbar su chiringuito mediático. Al retornar a la Tierra, la falta de memoria impedía que supiéramos qué había pasado con la revolución, aunque se intuía que no había triunfado. Fiel a su premisa de no dar nunca al público lo que quería, el patriarca mutante tonteó en varias ocasiones con la posibilidad de que el chico se diera de bruces con alguna de las personas que le habían conocido en su visita previa, pero sin que llegara a concretarse ese levantamiento del velo. Longshot acompañaría a la Patrulla-X en su sacrificio tejano y seguiría en el grupo en su exilio australiano, hasta que el agobio de su amnesia forzó su partida. Su marcha se justificó editorialmente con el proyecto de una novela gráfica en la que Nocenti y Adams retomarían al personaje. Luego se habló de una serie que continuaría dicha novela y más tarde de que la sustituiría, pero nada de eso llegó a ver la luz. Así pues, un personaje que no tenía mucho que ver con los mutantes acabó convertido en parte de su franquicia.
Shattershot es una combinación de los nombres de los dos personajes-X venidos de Mundo Mojo: Shatterstar (Estrella Rota, de X-Force) y el citado Longshot. En su proceso de creación de Fuerza-X, Liefeld introdujo a un guerrero proveniente del futuro de la dimensión controlada por las audiencias televisivas: una mula parda armada con dos espadas de hoja doble que poco tenía que ver con su simpático predecesor y que era tan plano como cualquiera de las creaciones de Rob. Su oportuna aparición –a la búsqueda de la Patrulla-X- sirvió a Cable para ganar otro soldado a su causa, a cambio de apoyo para derrocar a otro tirano mediático. A esas alturas de la verbena, ya era cosa bien sabida que los jóvenes jinetes marvelianos no tenían excesivo respeto por la continuidad, pero la aparición de Estrella Rota añadía nuevos enigmas al misterio de Longshot. Si en el futuro la especie de ambos seguía siendo carnaza para las producciones televisivas de los señores-sillón de la estirpe de Mojo ¿qué había pasado con el inocente rebelde que había militado en las filas de la Patrulla-X? Nicieza intentaría dar respuesta a esta y a otras preguntas, encajando las pocas piezas existentes y perdiendo por el camino el encanto inherente a Mundo Mojo.
La primera de las entregas corresponde al primer número anual de la segunda cabecera de la Patrulla-X. En esta, el equipo azul –liderado por Cíclope- debe enfrentarse a una invasión extradimensional en la que aparecen algunos viejos conocidos de la miniserie de presentación de Longshot. La ocasión permite comprobar cómo el veterano líder entrena a la nueva alineación para que aprendan a trabajar en equipo y no se duerman en los laureles de la experiencia. Al ser el primer especial de una cabecera tan mimada, el elenco de dibujantes que acompaña a don Fabian en este encargo es ciertamente espectacular: veteranos prestigiosos como P. Craig Russell o Brian Stelfreeze comparten tebeo con jóvenes valores como Jae Lee o Greg Capullo, mientras se asoman nombres tan conocidos como los de Adam Hugues, Stuart Immonen o Mark Texeira. Un listado memorable donde la variedad de estilos permite comprobar cómo ven a estos populares personajes artistas tan diferentes. Una críptica referencia a Longshot y varios misterios añadidos dejan a este equipo sin saber exactamente qué es lo que está pasando.
El segundo capítulo corresponde a la colección principal de la franquicia, protagonizada en esos días por el equipo oro –dirigido por Tormenta-. En esta ocasión, Nicieza aprovecha para profundizar un poco en las interioridades del último recién llegado al equipo creado por Charles Xavier, el policía del futuro Bishop. Su incorporación a esta alineación y su tutela por parte de Ororo y compañía son la excusa perfecta para que se le otorgue un papel destacado en esta ocasión. Los adversarios a batir serán nuevamente los integrantes de un equipo de cazadores enviado desde Mundo Mojo. ¿Qué es lo que buscan? A un intrigante personaje al que denominan «juguetero» y que tiene por nombre Arize. Pronto descubriremos que se trata de un miembro de la misma especie invertebrada gobernante de la dimensión de Longshot, y que decidió emplear su talento científico para superar sus limitaciones. Más aún, se descubre como el responsable de la creación de la especie destinada a ser esclava catódica. Desgraciadamente, el catálogo de villanos creado para la ocasión (a los que se otorgan noms de guerre de naturaleza televisiva) carece de la ironía propia e inherente al mundo imaginado por Nocenti y Adams. Son solo enemigos a los que apalear y con los que dar cancha para que el recién llegado tenga su momento de lucimiento. Los dibujos de Jae Lee –aquí elevado a la condición de dibujante único- muestran aún notable bisoñez, pero demuestran el estilo que ya captara la atención de público y editores en la colección protagonizada por Namor.
El tercer capítulo supone un interesante cambio de tercio ya que, protagonizado por el Factor-X de Kaos, Polaris y compañía, permitió comprobar que Nicieza podía jugar a ser Peter David en ocasiones puntuales. Una alineación conformada por los descartes de la Patrulla-X y de los Nuevos Mutantes se convirtió en obligado punto de encuentro para quienes buscaban algo más que ilustraciones sin historia. Don Fabian aprovecha aquí la presencia de Valerie Cooper, el enlace gubernamental con Factor-X y su pasado homólogo con la Fuerza de la Libertad, de la que una antigua agente de Mojo, la psicopática Espiral, formaba parte. La danzarina interdimensional, obsesionada con Longshot, se lanza aquí a una misión en solitario y contra la voluntad de su patrón. Ansía acabar con Arize. En esta entrega se revelan el aciago sino del antiguo hombre-X y el retorcido castigo que Mojo descargó sobre su aliada, la especialista cinematográfica Rita Carambola. Este es probablemente el mejor de los cuatro tebeos, por cuanto el sentido del humor se combina con unas dosis de ironía y amargura realmente inusitadas. Aquí y solamente aquí consigue Nicieza acercarse a la sensación de tristeza y melancolía que generaba la lectura de las primeras aventuras de Longshot. El dibujante para la ocasión resultó ser un caballero que daría mucho que hablar en la casa de las ideas pocos años después: Joe Quesada.
La cuarta y última parte corresponde a X-Force, pero no al grupo que Cable lideraba en ese momento, sino a una alineación futura, donde un adulto Bala de Cañón había asumido el bastón de mariscal de su difunto mentor. Aquí, Nicieza presenta un epílogo en el que a grandes rasgos, se indica que gracias los héroes mutantes, la rebelión de la especie esclava había tenido éxito, habiéndose convertido Estrella Rota en su nuevo gobernante. Sin embargo, este cambio únicamente había sido de roles. Los antiguos dominadores eran ahora esclavos, en tanto que los otrora sojuzgados propinaban a sus creadores. Arize el juguetero, irónico creador de la loca civilización de su especie, vuelve a la Tierra para recabar de los antiguos camaradas del nuevo programador supremo la ayuda necesaria para, esta vez sí, conseguir un mundo en paz. El ilustrador para esta ocasión era también el dibujante de la serie regular, un Greg Capullo alejado del tono oscuro al que nos acostumbraría durante su paso por la colección imaginera de Spawn.
El resultado final es una historia que intenta utilizar el estilo claremontiano de cerrar un cabo suelto a costa de abrir dos o tres, y en la que la principal curiosidad radica en el detalle de que uno de sus teóricos protagonistas –Longshot- no hace acto de presencia, salvo en un par de viñetas. El uso de los personajes creados junto al suertudo ochentero –Mojo, Mayordomo, Espiral…- y la propia dimensión catódica no son más que una pobre y pálida versión del retorcido mundo imaginado por doña Ann y don Art.
Pocos meses después, la colección X-Men recogería, casi al final de su primer año de existencia, una aventura en dos partes en la que Longhsot y Dazzler volvían a cruzarse en el camino de la Patrulla-X. Los intentos de Lee por emular a Nocenti resultaron igualmente infructuosos, quedando estos números para la posteridad por ser los últimos que el coreano-estadounidense dibujara en la colección y por dejarse caer la idea de que Estrella Rota podía ser hijo de Alison y el churrero. La cuestión del parentesco y verdadero origen del espadachín extradimensional sería tratada en varias ocasiones por diversos autores, siendo Peter David quien, en su regreso a X-Factor, diera la versión final del asunto… al menos, de momento.
Edición original: Marvel Comics – mayo 1992 Edición España: Comics Forum – mayo 1993 Guión: Fabian Nicieza Dibujo: Jae Lee, P. Craig Russell, Brian Stelfreeze, Adam Hughes, Stuart Immonen, Dan Panosian, Greg Capullo, Mark Texeira, Joe Quesada Entintado: P. Craig Russell, Brian Stelfreeze, Joe Rubinstein, Harry Candelario, Dan Panosian,…
Tengo buen recuerdo de esta miniserie de annuals, aunque las hojas se caían cosa mala. El dibujo en general bueno y el guión no estuvo nada mal aunque algo confuso. Por lo demás Nicieza intentó arreglar los desastres de Rob! y Lee y no lo hizo mal del todo. La pena fue que al final no aclararan más cosas, Pero merece una relectura. Tendré que buscarlo.
Vaya recuerdos me trae este cómic. Me encataba esa portada de Jim Lee!! Me han entrado ganas de darle una relectura.
El plantel de artistas implicado es espectacular aunque en aquella época se podía ver como la cuadrilla de dibujantes sustitutos de los artistas hot que migraron a Image. Lo gracioso es que muchos de los artistas que participaron en estos anuales han tenido carreras más largas y mejor reconocidas que aquellos a los que sustituyeron y hoy en día aún son considerados artistas hot.
Tengo buen recuerdo de esta miniserie de annuals, aunque las hojas se caían cosa mala. El dibujo en general bueno y el guión no estuvo nada mal aunque algo confuso. Por lo demás Nicieza intentó arreglar los desastres de Rob! y Lee y no lo hizo mal del todo. La pena fue que al final no aclararan más cosas, Pero merece una relectura. Tendré que buscarlo.
Vaya recuerdos me trae este cómic. Me encataba esa portada de Jim Lee!! Me han entrado ganas de darle una relectura.
El plantel de artistas implicado es espectacular aunque en aquella época se podía ver como la cuadrilla de dibujantes sustitutos de los artistas hot que migraron a Image. Lo gracioso es que muchos de los artistas que participaron en estos anuales han tenido carreras más largas y mejor reconocidas que aquellos a los que sustituyeron y hoy en día aún son considerados artistas hot.