X-O Manowar #2: Llega Ninjak

 

Edición original: X-O Manowar #5-8 USA (Valiant Comics).
Edición nacional/ España: Marzo 2014 (Panini Cómic).
Guión: Robert Venditti.
Dibujo: Lee Garbett.
Entintado: Stefano Gaudiano.
Color: Moose Baumann.
Formato: Rústica. 112 págs.
Precio: 10,00€.

 

Segundo tomo de la serie insignia del renacimiento de Valiant que recopila un nuevo arco argumental y donde recuperan a otro de los personajes emblemáticos de la editorial: Ninjak. Un cóctel explosivo de acción e intriga que confirma las buenas sensaciones que había dejado la primera entrega.

Valiant sigue con su política de recuperar de forma escalonada los principales personajes que crearon en los 90 y en esta ocasión le toca el turno a Ninjak, la creación de Mark Moretti y Joe Quesada que debutó en 1994 y se convirtió en uno de los mayores éxitos de la editorial. Ninjak era Colin King, una especie de James Bond a las órdenes de la inteligencia británica que realizaba arriesgadas misiones de espionaje gracias a sus habilidades como guerrero ninja. El personaje de gozó de serie propia hasta el colapso de la editorial a finales de los 90. Durante la época de Acclaim, reinventaron al personaje con una nueva premisa relacionada con el mundo de los videojuegos aunque no tuvo mucho éxito. En su recuperación para los nuevos tiempos, los responsables de Valiant han optado por volver a la versión original del personaje, manteniendo su relación con los servicios secretos británicos, pero haciéndolo más letal y moralmente ambiguo que su encarnación original. A pesar de ser uno de los personajes más emblemáticos de la editorial, se ha preferido no darle una serie propia y han apostado por presentarlo en el buque insignia de la compañía, integrándolo de forma natural en la historia de X-O Manowar, reservándole un papel destacado en futuros eventos de la editorial.

Aric intenta asimilar su nueva situación, desplazado en el tiempo varios siglos y separado para siempre de todo cuanto ha conocido y de a quiens ha amado, pero su tranquilidad no durará mucho puesto que los miembros de la Vid infiltrados en el servicio de inteligencia británico envían tras él a un comando para capturarle a él y su armadura. Cuando queda claro que los operativos convencionales no podrán detener a X-O Manowar, envían a Ninjak, un asesino letal experto en todo tipo de armas. Mientras tanto las fuerzas espaciales de la Vid se preparan para asaltar la Tierra y asegurarse que los humanos dejan de ser una amenaza para ellos. El futuro de la humanidad depende de que Aric consiga sobrevivir a su encuentro con Ninjak y detenga los planes de la Vid.

Una de las máximas que parece guiar este renacimiento de Valiant es que sus cómics no deben aburrir y Robert Venditti parece haberse tomado muy en serio dicho principio. Así, el guionista apenas se permite cinco páginas de descanso para que su protagonista pueda reflexionar sobre su situación en el siglo XXI y vuelve a zambullirlo de lleno en la acción casi inmediatamente. En un ejercicio de concreción narrativa admirable, el escritor, en un único número, es capaz de llevar la trama un paso adelante introduciendo una nueva amenaza, a la vez que presenta al antagonista, Ninjak, y lo enfrenta al protagonista, además de dejar algunas pinceladas más sobre el tapiz más complejo en el que se desarrolla la acción. Gracias a que la trama avanza sin pausa, el lector se va enganchando más a la historia de X-O Manowar y a sus personajes sin necesidad de tener que reinventar el género de superhéroes ni tener que buscar artificios para llamar la atención. La premisa en la que se basa el personaje, «Conan dentro de la armadura de Iron Man«, parece llamativa a priori pero es difícil de desarrollar de forma interesante y Venditti lo consigue tirando por la tangente y contruyendo a su alrededor una intriga de invasiones alienígenas que justifica por si misma la serie y centra casi todo el interés.

Si algo se le pudiera reprochar al guionista es que la acción casi contínua y la necesidad de hacer avanzar la trama de forma constante hace que el desarrollo de personajes se resienta y que el comportamiento de alguno de ellos parezca incomprensible en algunos momentos aunque después quede explicado. El propio Aric aun sigue siendo el bárbaro fuera de su tiempo y sin una meta muy clara, de Ninjak se conocen sus métodos y su efectividad como asesino pero no se explica ni quien es ni de donde viene y la actitud de alguno de los miembros de la Vid apenas queda justificada aun siendo clave para el desarrollo de la trama. Todo ello hace que los personajes resulten algo superficiales y queden relegados a un segundo plano en favor de una narrativa más dinámica.

En el apartado gráfico, Lee Garbett sustituye a Cary Nord en los lápices aunque mantiene la línea gráfica de la serie gracias a un estilo muy similar al de su predecesor. El trazo de Garbett es sencillo pero efectivo y resuelve con acierto las numerosas escenas de acción del arco argumental. Destaca su versión de Ninjak, al que dota de una gracilidad de movimientos acorde con su naturaleza de guerrero ninja que funciona muy bien como contrapunto a la contundencia de Aric y su armadura alienígena.

Este nuevo arco argumental mantiene las buenas impresiones que dejó el arco anterior, mejorándolas, si cabe, gracias a la introducción de nuevas subtramas y personajes y que convierten a esta serie en una de las más entretenidas del momento, honesta en sus planteamientos y con visos de mejorar con cada nueva entrega.