Edición original: X # 0-4 USA, Dark Horse.
Edición nacional/ España: Aleta ediciones.
Guión: Duane Swierczynski.
Dibujo: Eric Nguyen.
Color: Michelle Madsen.
Formato: Rústica, 136 páginas.
Precio: 12,95 Euros.
El vigilante enmascarado conocido simplemente como X fue una creación de Joe Phillips y Wade Von Grawbadger en los años 90 para el universo superheroico que la editorial Dark Horse lanzó por aquella época. Comic’s Greatest World era la iniciativa pijamera con la que los del caballo negro se sumaban a la tendencia imperante por aquel entonces en la que se embarcaron con mayor o menor éxito editoriales independientes como Image, Malibu o Valiant de crear para cada casa un cosmos cohesionado de seres superpoderosos similares a los de Marvel y DC. Recientemente Dark Horse -quizás tomando ejemplo de cómo Valiant ha relanzado hace relativamente poco aquellos conceptos que habían quedado atrás hace años, insuflándoles vida nueva con cierto éxito- ha vuelto a hacer una intentona de este tipo con la iniciativa Project Black Sky. En ella, además de ofrecer personajes de nuevo cuño (Blackout), se han hecho con las licencias de olvidados superhéroes de hace décadas (Capitán Midnight, Brain Boy) y han recuperado a los mas exitosos de aquella Comics’ Greatest world, Ghost y este X.
X se presentó por primera vez en Dark Horse comics #8, y luego se le otorgó su propia serie, que duró 25 números entre 1994 y 1996. Allí conocíamos a este misterioso justiciero de apariencia y comportamiento inquietantes que residía en la corrupta ciudad ficticia de Arcadia (de intencionada similitud con la Gotham City de Batman), la cual pretendía reclamar como su territorio, librándose de sus rivales, políticos y gangsters, con métodos expeditivos. Era una vuelta de tuerca sobre el hombre murciélago, ofreciendo un personaje más violento y moralmente cuestionable, acercándole así al mismo tiempo a la tendencia predominante de la época de publicación y a las raíces Pulp de la creación de Bill Finger y Bob Kane. Al igual que The Shadow, X no dudaba en utilizar pistolas y acabar con las vidas de sus enemigos, tener agentes a los que consideraba prácticamente sus esclavos, y ocultar bajo la máscara una misteriosa identidad e historial que no acababan de quedarnos claros a los lectores. Como otros personajes clásico, su escondido rostro ocultaba una deformidad, parecía ejecutar una venganza en la linea del Conde de Montecristo, y utilizaba una fascinante teatralidad de folletín con, por ejemplo, el envío de avisos a sus futuras víctimas: una fotografía tuya con una raya transversal significaba que todavía estabas a tiempo de cambiar de vida, una segunda, completando una X carmesí sobre tu imagen implicaba que ya estabas mas allá del perdón y serías ejecutado. Como Spawn, lucía una imagen fantasmal negra con capa roja y máscara que cubría todo el rostro, cambiando cadenas por candados en el cuello, y la dinámica de sus historias era similar a la de Punisher, aunque dejando más claro que el protagonista era tan éticamente monstruoso como los criminales a los que cazaba. También contaba, igual que otras creaciones populares durante los noventa como por ejemplo Lobezno o El Cuervo, con extraordinarios poderes de regeneración de sus heridas. Su violenta serie, escrita por Steven Grant, y con artistas como Doug Manhke, Ron Wagner, Matt Haley, Chris Warner y Javier Saltares, mantenía una media de calidad muy digna, sobre todo comparando con los inventos que se prodigaban en los kioscos durante aquellos locos años. Su imagen se hizo conocida merced a una ilustración promocional de Frank Miller (también haría alguna portada para la serie regular), el cual embarcado entonces en su Sin City dejaba claro qué tono podíamos esperar de los relatos de aquel enmascarado que también nos evocaba a su Dark Knight Returns.
Ahora, Aleta ediciones nos ofrece en este tomo los cuatro primeros números de la nueva colección que Dark Horse ha dedicado al justiciero de Arcadia mas el número cero de la misma, que en realidad recopilaba una historia serializada en tres partes aparecida (de nuevo) en la revista antológica Dark Horse presents. A los guiones tenemos a Duane Swierczynski, que ha sabido resucitar con acierto a personajes de la comentada Valiant. La verdad, más que un reboot todo parece en principio argumentalmente muy continuista con lo establecido hace veinte años. X va matando líderes criminales de su ciudad con extrema crueldad, así como a los policías corruptos que les sirven. Una bloguera que va colgando noticias acerca de su carrera y cruzada se verá inmersa en la espiral de violencia que rodea a la guerra de un solo hombre del enmascarado. Y dicho así todo parece muy en consonancia con lo interesante de la primera andadura y encarnación del personaje. Pero hay un tema de tono con el que esta reactualización falla estrepitosamente. Donde las aventuras originales de X eran violentas en términos digamos hardboiled, aquí se ha perdido un tanto el norte y se cae en una brutalidad sangrienta esperpéntica que a menudo colinda con el gore. No encontramos nada de elegancia, de atmósfera propia del noir y el pulp modernizados que veíamos en el X de los noventa. La Arcadia actual dista mucho de aquella de aspecto Art Decó que parecía un reflejo oscuro y adulto del Gotham de Bruce Timm, ahora podría ser cualquier ciudad con un paisaje de marcada decadencia urbana, y de hecho Swierczynski ha hecho referencia en alguna entrevista a Camdem, New Jersey como fuente de inspiración.
La escalofriante frialdad de X parece haberse perdido en aras de un alto nivel de violencia gráfica que incluye explícitos desmembramientos, decapitaciones y otras diversas atrocidades. Lo cierto es que todo esto parece en realidad intencionado y caricaturesco, como queda subrayado en esa primera historia en la que se establecen paralelismos entre los tres cerditos del cuento (de ahí el título de Feroz) y la cacería que X hace de cada uno de los delincuentes de los que da cuenta. También en los siguientes episodios del libro nos encontramos a criminales a los que se despoja de toda humanidad haciéndolos semejantes a animales como las ratas, y sobre todo, al gran villano al que un enajenado y demencial giro argumental le hace acercarse aun mas a esos rasgos porcinos que comentábamos.
Se puede argumentar acertadamente que el que todo esto sea o no aceptable y disfrutable al final es una cuestión de gustos, pero lo cierto es que tampoco es que se vislumbre habilidad de hacer de todo este espectáculo una muestra de ese humor negro con el que emitir una socarrona carcajada, como el que sí pueden conseguir Garth Ennis, Warren Ellis, Alan Grant o incluso Mark Millar.
El apartado gráfico tampoco es que precisamente ayude. Aparte de las brillantes portadas de Clint Langley, Raymond Swanland, Dave Wilkins y Paolo Rivera, el grueso del volumen queda a cargo de un Eric Nguyen que muestra un nivel muy pobre, casi amateur. No se trata del estilo feista que despliega, cosa perfectamente aceptable, sino de importantes carencias en temas de anatomía, narrativa y perspectiva que observamos cada pocas páginas. Su rediseño del traje del protagonista (antaño elegante, aunque a la vez paradójicamente con tendencias fetish y una desgarrada capa) lo deja ahora con un aspecto sórdido cuando no cutre, por mucho que se quiera invocar la funcionalidad con esos pantalones militares, ese visible chaleco de kevlar y toda esa cinta aislante. La combinación de todo eso con la máscara con la X en la frente y la capa roja, le queda como un Cristo con dos pistolas.
Una lástima y decepción. Ojalá la colección se mantenga en el mercado lo suficiente para que su equipo creativo rote y podamos encontrarnos con otro que lleve la serie y al carismático protagonista en una dirección más adecuada.
Review Overview
Guión - 5
Dibujo - 3
Interés - 2
3.3
La actualización del personaje de los años noventa resulta lamentablemente fallida.
Feroz reseña, vaya varapalo.
Sres. Feliz Año 2015!!!
Y muchos, muchos cómics para todos 😉
https://www.youtube.com/watch?v=SMzqkLGlhGw
Rockeros Saludos
Lo tenía en la lista de pendientes. Y digo «Lo tenía» porque tras esta reseña, se me ha quitado todas las ganas de pillarlo. Más dinero para otras compras¡¡¡¡¡
Vaya jostia que le ha pegado Mr.Agurre aquí al X, la leche!
Pues oygan, poca broma, que se me han caido los webs al suelo.
Una vez supe de la edición de esta serie por parte de Aleta (y del resto de dicho universo)
me puse a buscar información de la serie original de los 90s.
Y la verdad es que me interesó bastante por los motivos que cita Sergio en su reseña,
comparativa con Batman y The Shadow, género noir y pulp, premisa argumental, etc.
Y ahora me encuentro esta reseña y las ilustraciones del comic que la acompañan y si,
la verdad es que se me ha caído un «mito» al suelo antes de comenzar a serlo.
Bueno, como dice Mr.Dillinger, dinerillo para otros cómics y a por otras cosas.
Rockeros Saludos.
Ouch. Hasta me ha dolido cómo la pones por los suelos. Dinero que puedo gastar para tu cosa, mire usted (¡gracias!).
Muchas gracias por comentar y feliz año nuevo a todos.
Soy el primero que lamenta que la crítica haya sido tan desfavorable, la verdad es que quería que este tebeo me gustase: estaba muy ilusionado con la vuelta de X y anhelaba que tuviese éxito, aunque solo fuese para que viésemos publicados por aquí los dos Omnibus que recogen la andadura de los noventa del personaje. Aquí quedó interrumpida en el número 8 en su día y mis ganas de mas X quedaron insatisfechas hasta estos días. No creo que se trate a pesar de eso ultimo de un tema de expectativas demasiado altas, he leído y analizado este volumen tres veces con la mente abierta…y me temo que con honestidad vuelvo a suscribir cada palabra que he escrito.
Como digo, una auténtica pena.
No hace falta que te justifiques, Sergio. Si es malo, es malo y se acabó.
Ojalá tuvieramos la misma actitud con ciertas editoriales…
Yo suelo tratar de que el tema editoriales no me ciegue a la hora de hacer críticas, lo prometo. Igual que hay cosas de Marvel que me han encantado y encantan, no tengo mucho problema en atizarles cuando salen con inventos como Axis u Original Sin. Me fascina el universo DC, y en los ochenta se me ganó frente al de Marvel, pero hace ya varios años que no disfruto de la lectura de casi ningún tebeo de la casa a mi absoluto pesar. Es verdad que casi todo lo que ha sacado Valiant me gustado mucho, en contraste con su primera iteración en los noventa, de la cual solo soportaba los complementos de Solar, Man of the Atom de Barry Smith. Pero creo que en general el hecho de que un tebeo sea publicado por una u otra compañía no afecta mi capacidad crítica con él.
Ahora bien, debo reconocer que no me pasa lo mismo con determinados autores: noto que tiendo a juzgar de forma mucho mas benevolente de lo que probablemente merece a, por ejemplo, Starlin, no soy capaz de evitarlo. Y probablemente sea tan erróneo como juzgar por editoriales, vaya.
Estoy de acuerdo, hay que atizarle fuerte a todas, sin distinciones. 😉
Desgraciadamente, respaldo a Sergio en la crítica. Me pasó exactamente eso, una mezcla de nostalgia por el buen recuerdo de la primera serie y de confianza en Aleta… pero no hay por donde pillarlo. Incluso me leí la crítica esperando que me descubrieran aspectos que se me hubieran pasado por alto pero ya veo que nanay