Me he topado con uno de esos cómics que desearías no haber podido leer. Que leches, desearías que no se hubiese publicado de lo rematadamente malo que es el condenado.
Me refiero al primer número de la miniserie X-Men/Fantastic Four, a la que los genios creativos de Marvel denominan X4.
Hace ya unos cuantos años Chris Claremont y John Bogdanove realizaron una serie limitada de crossover entre ambos superequipos, y les salió un cómic muy entretenido y en definitiva bien hecho, juntando a los dos grupos con el objetivo de salvar a Kitty Pride, un punto de partido lógico.
En esta ocasión se recurre al guionista Akira Yoshida (Thor: Son Of Asgard) y a los estudios de Pat Lee (Transformers) para dar a luz el nuevo cruce, y el resultado es penoso.
La insulsa trama da comienzo cuando los 4F se personan en la Mansión-X para hablar con Charles Xavier, pero como quien abre la puerta es un adormilado Lobezno, La Cosa y él se lían a tortas sin motivo alguno, a lo que el resto de 4F responden cruzándose de brazos y suspirando porque siempre ocurre lo mismo. Si el permanecer impasibles ya es un indicativo de lo estúpidos que están quedando, el hacerlo mientras reconocen que semejante situación absurda se repite sin ton ni son con frecuencia nos dice que son completamente gilipollas. Menos mal que Reed Richards se supone que es un genio cintífico de inteligencia superior…
Cuando la Antorcha Human por fin decide intervenir aparecen Tormenta y el resto de X-Men y de nuevo tenemos amago de tortas hasta que Emma Frost les detiene a todos con un mamporro psíquico. Y todo juntitos, se van a tomar el té y a departir amistosamente después de la pelea de rigor. Reed lo que quería es que Xavier rastrease con Cerebra a un grupo de astronautas desaparecidos, pero en ausencia de Xavier le toca a Emma el marrón. Como sus poderes no alcanzan a leer mentes en el espacio deciden irse de excursión a la estación espacial a fisgonear un poco. Casualidades de la vida, la formación de X-Men que aquí vemos no es la oficial de ninguna de las series-x en curso en los USA, sino que está formada por un grupo cool de hombres-x (un par de cada serie-x principal) que se ve pasaban por ahí a la hora del desayuno. ¿Y no estaba Gambito ciego en los X-Men de Austen? Hay que ver que saludables son éstos crossovers para sanar la vista.
Pena penita, el Avión-X sólo tiene 6 asientos, así que unos cuantos se quedarán en tierra. Reed y Cíclope se estrujan los sesos y recurren a sus dotes de liderazgo para deducir que viajen al espacio Lobezno (por supuesto), Rondador, Gambito (mala idea, que este es de secano, no espacial), Emma (te jodes, que no querías ir), La Cosa (este ocuparía 2 asientos, digo yo), y Sue Richards, que se apunta ella sola, seguramente para que haya otra mujer a bordo. Lógicamente Reed se queda en tierra. porque un cerebro tan valioso como el suyo no aportaría nada en una misión espacial y con tecnología de por medio, claro.
Los 6 amiguetes llevan a la estación y Emma capta supervivientes, que digo yo que si solo hay 6 asientos en el Avión-X les tendrán que llevar de vuelta a la Tierra amarrados a la cola. Entran todo en la estación y el número termina con que se topan con bichos de El Nido.
Esto parece un fanfic de los malos, y el dibujo es aún peor, y eso que tiene ¡4 dibujantes!:
Nick Kilislia: Bocetos.
Pat Lee: Lápices.
E García: Fondos.
Rob Armstong: Tinta.
Se habrá herniado Pat Lee, cuanto trabajo, uf. Los personajes tienen un aspecto deforme que echa para atrás, ni que tuviesen todo los poderes elásticos de Reed. Feos, feos a rabiar. Como Lobezno o La Cosa se miren a un espejo les da un pasmo.
Emma y Sue parecen clones. Tormenta también lo parecería, pero al ser negra se la distingue mejor.
Como se atreve Marvel a publicar esta bazofia. Y todavía quedan 5 números más, a ver como se las apañan para estirar tanto una trama tan tonta y mal escrita.
Si alguna vez tienes la oportunidad de comprar esto, hazte un favor: ¡¡¡No lo hagas!!!
Para terminar de disuadirte, esto es una muestra del ‘arte’ de la serie en cuestión: