NY Batman
«Nueva ciudad, nuevo look.»
Ya pudimos leer al nuevo Batman en Estado Futuro y en el tomo que aúna la serie digital El Próximo Batman: Segundo hijo. En tal cómic se nos muestra el origen de Tim Jace y los pasos que le conducen a enfundarse la capucha, prestando especial atención a la familia Fox, definiendo a cada uno de sus miembros de forma adulta y severa en una trama dramática que trata el poder del dinero y la inmoralidad a la que conduce. Conceptos muy interesantes que no se sienten bien ejecutados. Sin ser un inicio especialmente inspirado (DC lleva ya muchos cómics del personaje y prácticamente todos son de presentación) sí que entrega un discurso propio que provoca al lector, contradictorio y poco definido, despertando una curiosidad singular. Consigue atraerte, resultar interesante, pero la difusa dirección y enfoque de los que hace gala son obstáculos que no todos los lectores están dispuestos a pasar por alto. Alguno de ellos dejó esta serie sin comenzar y tras la lectura de La otra historia del universo DC, resucitó las ganas de leer a Ridley. La otra visión del mundo DCíta es dura y crítica, se expone de manera directa con reivindicativa prosa, provocando reflexión. En un nivel muy inferior, este discurso sigue presente en Yo soy Batman, de forma sutil, sin la inspiración lograda en el citado libro ilustrado, podemos encontrar el tono contestatario como rasgo característico de su guionista. En esta serie de grapas, Estado de miedo vuelve a hacer acto de presencia condicionando una vez más aquello que se cuenta. Es cuando finaliza el crossover que la serie se siente libre de comenzar.
Jace sigue lidiando con su familia en una Gotham asediada por el Magistrado y sus derivados. Ridley tiende a la parte social de este evento, al igual que sucediera con la serie de Catwoman. El trabajo de RAM supone una acertada visión del conflicto social de Estado de miedo, Ridley tambien se siente cómodo y entrega un trabajo solvente, superior a la media de las series implicadas en el cruce. En un clima incendiario, conspiranoicos y negacionistas creen a ciencia cierta en la agenda oculta, espoleados por las arengas televisivas de Vidente. Se expone a un joven asesino convencido como alguien tan manipulable que apiadarse de él supone la opción más válida. Ideas confusas propone este cómic (al igual que sucedía con la serie digital) que caminan por un marco social y en pos de la validación del nuevo Batman y sus actos.
El guion sigue atendiendo al elenco de secundarios, a los que se les dota de un atractivo en ocasiones superior al del protagonista (es más evidente en la serie anterior, con el transcurso de capítulos este Batman consigue interesar). Chubb y Whitaker, los policías alusivos a este cómic, llegan a una situación en la que son perfectamente desechables, sin embargo obtienen una nueva e interesante posición en una prometedora futura trama, asentándose como personajes. La madre de Jace es menos radical de lo que nos presentaron en Segundo hijo. Luke (del que se pensaba sería un personaje recurrente) abandona el tebeo por completo, ni siquiera en un contexto tan favorable (compartir familia y una ciudad asediada por la guerra antimáscaras y Vidente) aparece Batwing. Obviamente se busca potenciar al próximo Batman y no hay lugar para ningún hermano con la posibilidad de eclipsar su puesta en escena. Lucius averigua, Tam tiene algo por lo que luchar y Tiffany aún está por desarrollar.
El protagonismo de Jace es más evidente que en la serie digital, el discurrir de este Batman supone una presentación eterna, cuyo entorno vuelve a cambiar para situarse en otra nueva perspectiva. Pero después de lidiar con los eventos Estado futuro y de miedo, a los que estaba irremediablemente ligado, es percibido de forma distinta, este nuevo comienzo se siente real. La vida editorial del personaje nace en la capital del mundo, cuyos dirigentes son muy diferentes de los de Gotham, planteando un escenario con mucho potencial.
Un gran número de dibujantes se dan cita en la serie. El número 0 está dibujado por Travel Foreman que trabajara en la serie digital, Olivier Coipel se encarga a continuación, pero tan solo de la primera grapa. El artista que se diera a conocer al gran público en Legion of Super-Heroes con una exitosa carrera en Marvel (Dinastia de M, Thor) entrega espectacularidad, su particular dominio de los rostros, definidos con pocos trazos pero muy expresivos, sobre todo los referentes a la pareja de detectives, y la habilidad para rematar los fondos eficientemente. Una pena no tenerlo en las grapas sucesivas donde al sustituto principal, Stephen Segovia (Capucha Roja: El Forajido) pronto se le unen, Christian Duce, Juan Ferreryra, Laura Braga y Ken Lashley. Todos son buenos profesionales, pero no ayuda a crear una identidad propia para el tebeo tal baile de dibujantes. Rex Locus se ocupa del color de la mayoría de capítulos, más inspirado con tonos oscuros y de una menor personalidad que el implementado por Alex Sinclair, coloreando a Coipel. Un arte competente, pero desigual y poco unificado que lastra al cómic.
Un debut algo inconsistente para la serie regular del nuevo Batman inmerso en los eventos editoriales y con muchos artistas implicados, pero que deja alguna idea interesante en el transcurso y propone un futuro en apariencia mejor, con mucho potencial en su desarrollo. Si te interesa leer Yo soy Batman, la grapa número seis es un buen momento para empezar.
Lo mejor
• El escenario que plantea.
Lo peor
• El baile de dibujantes.
Guion - 7
Dibujo - 7
Interés - 7
7
Prometedor
Yo soy Batman consigue llegar a interesar, su implicación en Estado de miedo es solventada por Ridley, finalizando este arco argumental con un prometedor nuevo escenario.
Gracias por una reseña que no es nada facil!
Vista en perspectiva hasta ahora parece como si Ridley hubiese venido con una propuesta debajo del brazo y despues de multiples problemas fuese improvisando sobre la marcha intentando mantener sus aspiraciones originales de una manera totalmente distinta. La conclusion final es un baño de realidad: no hay sitio para su Batman en Gotham.
En ese aspecto resulta tan de justicia como sorprendente que toda la trama de Simon Saint y los Pacificadores se resuelva en esta serie, tan secundaria que hasta parece desconectada por momentos del relato principal.
Por el camino tenenos una vision de familia que tritura a los Fox, la muerte de Anarquia de manera poco lucida y un sorprendente baile de dibujantes con muy poca coherencia visual, algo muy duro para un personaje que intenta abrirse camino, que da mas aspecto de producto de serie b.
El mayor lastre de la serie es el protagonista y los Fox. Lonque era interesante en Segundo Hijo sigue siendo interesante aqui: el ambiente y ciertos secundarios. La narracion de la otra era mas cohesiva.
En definitiva, una serie que sigue buscandose a si misma, y cambia de ciudad a ver si alli se encuentra. Habra que ver en que quedan las andanzas de este personaje con una editorial que no sabe que hacer con el y un guionista que no sabe como poder hacer lo que quiere y hasta cuando poder intentarlo…
Saludos!
yo creo que le prometieron que si funcionaba seria el sustituto total de Wayne y no lo ha conseguido.
Vamos, que es de perogrullo que este Batman iba a ser EL Batman a consecuencia del 5G DiDiano que al final no fue y de pronto se vieron atrapados con un personaje que no iba a tener cabida en ningún lado, mientras el autentico Batman siguiera en circulación. Si hasta en los primeros números de la serie, se les escapo el corregir el guion de una página y ahí aparecía Jace diciendo que Batman había desaparecido hace seis años. Supongo que lo corregirán en el recopilatorio, pero ese error deja ver que Ridley de seguro tuvo que cambiar sus planes originales para adaptar la idea que tenia en la cabeza, tras ver como todo el plan del 5G se fue al garete. Yo me pregunto por qué continuaron con esta serie. Especulo que o bien ya tenían bastante material cosechado o consideraron que descartar la historia no seria buena publicidad o sencillamente ya habían compromisos adquiridos entre Ridley y la empresa.
Si, creo que todos decimos lo mismo. A Ridley le vendieron que con el 5G Jace iba a ser el proximo Batman, durante un tiempo. No UN Batman, EL Batman. Supongo que la idea de que EL Batman fuera SU Batman, con su vision, inquietudes, reivindicaciones y raza era algo muy iconico, grande e inspirador como para soltarlo. El caso es que no ha sido asi. Jace al final es UN Batman, Ridley se ha embarcado en una huida hacia delante arrollando a personajes de Alan Grant por el camino, se esta cansando de correr y parece que no tiene muy claro donde esta ni a donde quiere ir. Ni la editorial tampoco…
Lo mejor que le puede pasar a Jace es dejar de ser Batman y buscarse una identidad propia, y meterse en un buen grupo con esta nueva identidad.
No comprendo por que no dejaron a los personajes de la 5g en una linea al estilo 2099, ahi pueden hacer lo que plazca sin tener que lidiar con muchos problemas.
pues también