Nunca es el final
«Tal vez corra porque cuando me detengo… tengo que lidiar con cosas reales»
Y se acabó.
Tras veintidós entregas en España, la serie de Young Justice, epicentro del sello Wonder Comics, cierra sus puertas tras un devenir que se antoja falto de historia, al sentirse el conjunto más como una exposición de ideas que una historia cohesionada, que persigue un objetivo claro, el de posicionar al grupo en el Universo DC. Sin embargo, hay joyas dentro del sello, como Dial H, Naomi y los Gemelos Maravilla, que en sus respectivas miniseries si se sienten y disfrutan como historias robustas que aportan y asientan ideas y conceptos con los que poder desarrollar a futuro nuevas historias.
Young Justice rescata a todos estos personajes de otra época, ni mejor ni peor, sino distinta, con un Universo DC en otro estado, por lo que la propuesta de Bendis con ellos no está falta de ingenuidad a la hora de abordar una serie que se sustenta más en la nostalgia de lo que seria deseable.
La serie ha seguido la dinámica de centrarse de manera progresiva en cada uno de los miembros del equipo. Salimos de tener un arco dedicado a Superboy en Skartaris, para dar el salto a la figura de Bart, en el que puede sea el mejor momento argumental de la serie. Es el número en el que Bendis explica lo que ha estado pasando, a través de las vivencias de un Bart Allen que se sincera a Conner de manera abierta y honesta, por lo que es el número de las respuestas a los interrogantes que llevan colgando desde el primer número.
Dejamos a Bart para comenzar una serie de historias auto conclusivas en las que Bendis, con David F. Walker siempre, (aunque lo nombremos se trata de un trabajo a cuatro manos) pone al grupo frente a la Liga de la Justicia y da paso a historias en las que el protagonismo recae en uno de sus miembros en exclusiva. El primero es Drake, que se reencuentra con Spoiler, en una aventura que implica al padre de esta. Es un trabajo digno, que Bendis maneja con elegancia y buen hacer, con la esencia de lo que este grupo es y representa. Y de paso deshacer algunas cosas que no acaban de funcionar del todo como deberían y que el lector avispado deducirá de forma inmediata.
La siguiente protagonista es Wonder Girl, que llega dispuesta a enfrentarse a su abuelo, el mismísimo Zeus y su destino en el panteón de los dioses. Un número interesante por como Bendis ahonda en la propia identidad del personaje y en el valor integro de la personalidad propia. Por supuesto, todo ello tamizado de acción, y con un toque más que juvenil, sin caer en paternalismo extremos. Una historia que trata sobre el miedo a enfrentarnos a nuestro destino y ser lo suficientemente valientes como para negarnos a ello.
Para la entrega final en USA, Bendis se reservó espacio para Teen Lantern, en una trama que viene a ser el final del grupo y el principio, asentándolo en el Universo DC, con sede incluida, en la que hay una sorpresa para todos ellos. Un final que viene a dejar claro que el grupo se ha formado a través de las vivencias, de la amistad y de los enfrentamientos internos. Lealtad, compañerismo y heroísmo, todo va de la mano en un final que unifica a todos los personajes rescatados en Wonder Comics y que ponen de manifiesto el trabajo de Bendis a la hora de insertarlos como grupo en el Universo DC.
Young Justice no le cambia la vida a nadie y esta etapa difícilmente va a ser recordada con el paso del tiempo. Su valor es más estratégico que otra cosa. Una serie de aventuras juvenil, con acción a raudales, salpimentada con los valores más potentes en la adolescencia. Un trabajo ligero, de fácil digestión, sin mucho más donde arañar y que cumple con el objetivo marcado desde el principio.
En la edición de ECC hay un número más en la serie, que rescata el especial dedicado a Jinny Hex, pues queda ella de vivir su propio momento de gloria en un apartado pueblo… mientras las dudas sobre su baúl quedan más o menos aclaradas. Para este número no contamos con Bendis, sino con la guionista Magdalene Visaggio, que construye un relato paterno filial, con tintes mágicos, al que Jinny hace frente al más puro estilo Hex.
Pero falta alguien por tener su espacio… Todos han tenido su número o su especial, incluso su miniserie, y Amatista no iba a ser menos. Un espacio que bien podrían haberse ahorrado porque es el trabajo más irregular, descafeinado y aburrido de la línea Wonder Comics. Escrito y dibujado por Amy Reeder, Amatista sufre en sus manos de una historia en seis números que se hace correosa de leer por su falta de ritmo y una más que pobre caracterización que hacen de su inclusión en la serie de ECC todo un escollo a superar. Se puede entender la razón editorial, puesto que de esa forma toda la línea USA de Wonder Comics se ha publicado íntegramente en nuestro país, pero hay cosas que mejor deberían quedar en el olvido. La calidad de esta miniserie es realmente lamentable, puesto que apenas hay conexión entre el lector y el drama emocional que pretende generar Reeder entre Amatista y Mundo Gema. Y esa falta de conexión se cobra la factura más alta cuando, página a página, el desarrollo de la trama que se antoja pobre e insulsa, intentando aspirar a algo más y quedando en evidencia absoluta.
A nivel artístico la serie goza de buen nivel. Walker es un dibujante solvente, de trazo nervioso, de angulosa anatomía, que sabe plasmar con brío a cada uno de los protagonistas e imprime un ritmo brutal a las escenas de acción. Un dibujante para los tiempos de hoy. En cambio, Reeder también fracasa en su puesta en escena de su historia con Amatista, que aún hace que empalague más su lectura de principio a fin.
La mancha que empaña a una serie destinada a llamar la atención de nuevos lectores a través de unos personajes con carisma, menos Amatista, que logra su objetivo dentro del Universo DC, pero fracasan a la hora de asentarse en los lectores para poder tener continuidad editorial. Y mientras tanto seguimos con una edición única e incompleta del trabajo de Peter David en lso años noventa de la serie homónima, Young Justice.
Lo mejor
• EL tono de la serie en general.
• Que acaben todos los protagonistas insertados como grupo en el Universo DC.
Lo peor
• La inclusión de la miniserie de Mundo Gema.
• Algo más de profundidad en algunos momentos.
Podría haber llegado a más.
Guion - 6
Dibujo - 7
Interés - 6
6.3
Un trabajo que no trasciende ni deja poso alguno. Se lee, disfruta y se olvida con la misma facilidad. La miniserie de Amatista es todo un tiro ele pie a la hora de leer la serie regular. La nota no refleja su inclusión en la colección.