Ni Afro Luffy tenía tanto poder
«¿Así que esto es lo que se siente al hacer acampada en compañía?.»
Y de Afro Samurai damos a un salto a Afro-sensei, que lo único que deben de tener en común ambos mangas es que la mayor parte de la trama ocurre en el exterior.
Un autor que ha estado bicheando por muchas series, diseñando para antologías reconocidas como Madoka Magica, Sakura Trick y Aldnoah.zero. Se caracteriza por sus personajes femeninos kawaii de corte juvenil y humorístico. También por escoger temáticas que acompañan los clubs de instituto como el de fotografía en su serie Mono (que espero Planeta tenga en la mirilla si esta consigue el éxito deseado), con una distribución de viñetas que recuerda a las fotografías instantáneas polaroid, o las actividades de acampada como en esta serie.
Las dos protas de Yuru Camp parecen la antítesis al comenzar la serie. La experimentada en acampada Rin, solitaria y un tanto arisca que disfruta de la calma que le da la soledad de la tienda en la temporada baja frente a la despistada Nadeshiko, poco experimentada pero con un torrente de energía desbordante y curiosa como gato con todas las vidas. Es cuando estas dos se conocen fuera del instituto que la curiosidad de Nadeshiko por la acampada aflora, y entra en el club de actividades al aire libre. Un club con más ganas que experiencia, donde las otras dos únicas integrantes comenzarán las andanzas de estas cabras locas. A este club hay que sumar los retiros espirituales de Rin por su cuenta y las lecciones que va regalando al lector.
No es ninguna sorpresa que el grupo terminará por fagocitar a esta solitaria campista (y de regalo a una amiga pizpireta) para darnos un grupo dinámico y carismático de 5 integrantes. Y digo que no es sorpresa porque ya con la portada donde se ve el cariño vergonzoso de Rin a su comilona amiga acercándole un piececito al calor de la hoguera.
No sé cuánto es mi percepción alterada por el tema de la obra y cuánto es decisión de la editorial, pero creo a pies juntillas que el material de la sobrecubierta se escogió para que sea lo más parecido al de la lona de una tienda de campaña. Y si alguien sabe que no es así, que no me corrija y me deje ser feliz, he dicho. Y ahora seriamente, la edición de Planeta es una auténtica maravilla, tanto en formato, precio actual y con la maravillosa traducción de Andrea Bernal que, como siempre, capta perfectamente la esencia de cada personaje y la transmite de una forma maravillosa a través del fino espacio que tiene cada página.
Sumándole a todo esto, el primer tomo viene con una golosina en forma de “lista para la acampada”, un recordatorio con lo imprescindible para una escapada en un formato más tierno que los malvaviscos para la hoguera.
El dibujo tiene una personalidad y estilo que aunque único y característico, también se percibe el típico de historias de la vida, con mucha línea vertical paralela para sombrear las escenas. Donde más cala la historia es en la caracterización de sus personajes. Esa personalidad sincera y expresiva que tanto nos cuesta creer a los occidentales que tengan los nipones, pero que hacen enamorarnos de las historias que estas campistas viven dentro y fuera del colegio, y así su progresión en esta sana afición.
También el humor aunque no sea marca única de la casa ni nada que subvierta el género si que es una brisa agradable, sea el humor ácido de Rin o los comentarios inocentes de Nadeshiko, o incluso las tomaduras de pelo y lecciones que dan las senpais del club. La traducción, reitero, funciona a las mil maravillas y nos deja entrever unos personajes carismáticos, modulando seguramente unas frases más japonesas a una forma de hablar más cercana a la nuestra.
Si sois de los que decís que en cuanto ahorréis suficiente os pilláis una camper y a recorrer el mundo con mi casa rodante, que disfrutáis de la naturaleza o el excursionismo, que no le hacéis ascos a dormir en un saco antes que una cama de hotel, o sois los que no os aventuráis a estas experiencias de naturaleza en estado puro, he aquí vuestra guía. Quizás las lecciones de acampada no sean nivel experto, o que sean todo paisajes japoneses sumen más ganas de pillar avión que de coger la bici, pero es que es una serie tan blandita que no tiene desprecio. Dudo que tras leerlo no afloren un poco las ganas de despertarse abriendo una cremallera en lugar de una puerta.
PD: No dejéis de mirar debajo de la tienda que es la sobrecubierta, esas tiras cómicas del manga que tan bien sientan como postre os esperan ahí acampadas.
Lo mejor
• Bucólica, dulce y blandita como un malvavisco sobre la hoguera
• Dibujo y guion con personalidad, sumado a la inmejorable edición y traducción de la obra lo vuelven una obra redonda iglú.
Lo peor
• Como no es Berserk fijo que al de la librería Baroja no le mola.
Guión - 7.2
Dibujo - 7.6
Interés - 7.5
7.4
Yupi Camp
Yuru Camp es una serie amena y blandita. Para lectores casuales o los que necesitéis un respiro de series más densas, o incluso si salís de excursión, las peques campistas de esta obra os llevarán a la calma de la campa de un golpe de tinta.
