El cazador convertido en presa ¿o no?
«Un cazador matando a su presa… ¿hay algo más natural que eso?»
Norma Editorial nos trae, Zaroff, la última obra del dúo artístico formado por el guionista Sylvain Runberg y el ilustrador François Milville-Deschénes los mismo que nos ofrecieron la muy recomendable Reconquistas.
Zaroff de Runberg y Milville-Deschénes retoma al personaje homónimo creado por el escritor Richard Connell en el relato El juego más peligroso (1924). En este relato se nos presenta al conde Zaroff, un aristócrata cosaco exiliado en una isla del Caribe y cuya principal afición es la caza de seres humanos. En una de sus cacerías se topará con una presa difícil de matar y los papeles se acabarán invirtiendo. Esta obra está considerada la precursora del género survival y ha servido de referente a múltiples revisiones del mito del cazador de seres humanos
El relato fue adaptado al cine por primera vez en 1932 a cargo de Irving Pichel y Ernest B. Schoedsack con interpretaciones de Joel McCrea, Fay Wray y Leslie Banks en el papel de Zaroff. Es precisamente este año, 1932, el escogido por Runberg para ambientar su historia que funciona como una secuela directa del relato original.
Zaroff sobrevivió a su última cacería pero quedó gravemente desfigurado y moralmente hundido hasta el punto de perder el interés por la casa. Vive retirado en una isla con sus fieles seguidores hasta que sus pecados del pasado resurjan para exigirle venganza. Un venganza personificada en la hija de una de las víctimas del cazador. Lo que para Zaroff era una presa más en realidad se trataba de un jefe mafioso cuyo clan exige un pago en sangre y no solo la suya sino también la de la hermana de Zaroff y sus hijos pequeños. Así el cazador no solo se convierte en presa sino que también en protector de los suyos.
La propuesta de Runberg es muy fiel al espíritu del relato original así como también a su ambientación y representación de los personajes. Estamos ante un ejemplo de libro de relato de supervivencia en situaciones extremas en las que el protagonista deberá hacer frente a un enemigo supuestamente superior usando su ingenio y los recursos que le ofrece el entorno natural. En este sentido el guion de Runmberg es ejemplar, tanto en ritmo como en la efectividad de las secuencias de acción y en la representación de la violencia, abundante pero sin recrearse en ella.
La pega es que no hay en lo planteado por Runberg una voluntad de ir más allá de la premisa del relato original. Es verdad que se añaden nuevos personajes y la inclusión de la familia de Zaroff introduce ciertos matices que parecen que busquen la redención del protagonista, pero el desarrollo de la trama es completamente lineal y el desarrollo de los personajes es prácticamente nulo. Esto es evidente sobre todo en el retrato de los villanos que despiertan poco interés y prácticamente no dan la sensación de peligro necesaria para darle intensidad a este tipo de relatos.
El que sí brilla en su labor es François Milville-Deschénes quien se encarga del dibujo y el color. Su estilo realista y detallado funciona a la perfección en todos los niveles, destacando el de la ambientación de la historia. La recreación de los años 30 es vistosa y muy atractiva y cuando la acción se traslada a la jungla, la naturaleza mostrada es tan majestuosa como amenazante. Es precisamente en este tramo de la historia cuando nos brinda sus planchas más espectaculares. Otra de las virtudes de su dibujo es su narrativa ágil en las escenas de acción, muy bien logradas y que no pecan de la estaticidad de otros autores de estilo realista.
A destacar también el trabajo con el color, que no solo sirve para embellecer el dibujo sino que cumple una función narrativa como ese verde omnipresente en las escenas de la selva que ayuda a transmitir la sensación de opresión del ambiente o los fogonazos de colores rojizos para resaltar la violencia y el dolor. Sin duda la labor de Milville-Deschénes resulta impecable en ambos cometidos y se convierte en el principal atractivo de la obra.
La edición de Norma sigue los estándares de calidad a los que nos tiene acostumbrados en cuanto a papel, impresión (importante dado el detallado dibujo de la obra) y tamaño. El álbum incluye también un dossier gráfico con estudios de los personajes principales, bocetos de páginas y el proceso de elaboración de la portada.
Este Zaroff destaca por su impecable realización gráfica. Como relato funciona muy bien en el tratamiento de la acción y es ejemplar en cuanto a su fidelidad al material original en el que se basa aunque deja con la sensación de que se podría haber ido más allá de lo planteado teniendo en cuenta la ambición demostrada en la anterior colaboración de estos artistas.
Lo mejor
• El dibujo de Miville-Deschénes
• El uso narrativo del color
• La lograda ambientación de los años 30
Lo peor
• El desarrollo lineal de la trama
• El endeble retrato de los villanos
Guión - 7
Dibujo - 9
Interés - 7
7.7
Survival
Intensa reimaginación del mito del cazador de personas repleta de acción y momentos impactantes que destaca por un guion solido, aunque lineal, y un dibujo espectacular realizados por el equipo que nos brindó Reconquistas
Totalmente deacuerdo con tu reseña, estamos ante un dibujante que se merece mucho más en guion, a ver si la próxima hay más suerte y le dan algo potente, uno de los mejores dibujantes en la actualidad.