Guión: Masakazu Katsura
Dibujo: Masakazu Katsura
Edición España: Editorial IVREA
Contiene: Zetman Vol. 1-18 JAP
Formato: 18 Tomos manga rústica con solapas 248-184 páginas (Serie abierta)
Precio: 8,00€ x tomo
Valoración:
la violencia sólo genera odio»
El destacado giro en la carrera del mangaka Masakazu Katsura en Zetman, un autor reconocido por sus trabajos ligados a la comedia romántica, normalmente con un toque de ciencia ficción ligera, Video Girl Ai, DNA² o I»s, aún sigue desconcertando y sorprendiendo a muchos de sus seguidores. En Zetman encontramos un evidente cambio de orientación hacía una obra más adulta, oscura y llena de matices, en la cual la violencia, el sexo y el concepto de justicia juegan un papel fundamental en la trama. Esta transfiguración, o evolución, podría entenderse mejor si pensamos en Masakazu Katsura como en un «autor accidental» pues al contrario que otros de sus compañeros de profesión para este nunca existió un interés claro por dedicar su vida al manga. Aunque todo ello cambiaría después de ganar en 1982 el premio Tezuka con su historia Tenkosei wa Hensohei y comenzar a publicar en la revista Weekly Shōnen Jump de la editorial Shūeisha su primera obra como profesional, Wingman, en la que ya se dejarían entrever sus marcadas señas de identidad. Por lo tanto, después del éxito de sus trabajos posteriores, Masakazu Katsura se había forjado una imagen muy determinada, con historias en las que sus personajes se habían convertido casi en arquetipos, con una atmósfera de inocencia casi plástica y un humor sencillo y directo salpicado por la presencia de leves elementos eróticos.
De esta manera, al finalizar su trabajo en I»s, este autor sorprendió a propios y extraños cuando en 2002 comenzó a publicarse en la Weekly Young Jump la presente Zetman, una historia que parece responder a la necesidad de este mangaka por desmarcarse de esa misma imagen que se había forjado él mismo a lo largo de los años ochenta y noventa. Esta obra calificada habitualmente como shōnen, aunque con una densidad y ambición más propia del seinen, parte de una historia corta realizada por el mismo Masakazu Katsura entre 1989 y 1994 la cual vería la luz en las páginas de Weekly Shonen Jump. En ella se presiente la esencia de la posterior Zetman, la de realizar un homenaje al cómic de superhéroes y, más concretamente, a las historias de Batman de las cuales este mangaka es un auténtico fan pues incluso tiene en su posesión uno de los trajes originales utilizados en las películas de Tim Burton. En esta historia se evidencia más la conexión de Zetman con el género superheroico, siendo la génesis del protagonista muy cercana a la del famoso personaje creado por Bill Finger y Bob Kane, y partiendo de una premisa similar a la del Watchmen de Alan Moore y Dave Gibbons o el Kick-Ass de Mark Millar en el sentido de intentar mostrarnos y situar la figura del superhéroe en el mundo real. Pero en Zetman este planteamiento tan nítido sería revisado, resultando en una propuesta más compleja y menos condescendiente con el lector, en la que se sigue adivinando esa influencia superheroica, pero cuya historia y argumento sabe recorrer su propio camino y mitología.
La sinopsis de la obra comienza siguiendo las penurias de un joven indigente, Jin Kanzaki, un chico de la calle con una extraña marca circular en su mano izquierda que con poca fortuna se dedica a ayudar a la gente a cambio dinero, vive con su abuelo el cual intenta educarlo para evitar siempre la violencia, pero cuando este resulta asesinado por un ser humano mutado su vida dará un giro radical teniendo que decidir entre seguir el camino de la justicia o dejarse llevar por la bestia que anida en su interior. Paralelamente, también conocemos las desventuras de Kouga Amagi, hijo del presidente de la poderosa corporación Amagi, el cual esta obsesionado con la justicia y con convertirse en un verdadero superhéroe. Este es un primer punto a tener en cuenta en Zetman, el protagonista de la historia se irá alternando entre estos dos personajes a medida que la tramas vayan avanzando, mostrándonos dos viajes e interpretaciones diferentes y únicas al corazón de la justicia, con sus respectivas conexiones y destinos intercalados. Esto lleva al lector, cada cierto tiempo, a resituarse, obligándolo a identificarse con ambos personajes, con una finalidad común pero con unas motivaciones, unos valores morales y formas con matices muy distintos y en constante mutación. Por ello, no estamos ante un shōnen puro y duro, con un esquema en el que sólo prima el instinto de superación, más bien al contrario, dando fé de ello el perfil psicológico de los personajes y su caracterización, con una rica y amplia galería de secundarios, y una punzante intriga covertida en el vehículo habitual de este manga.
Por supuesto, siempre con sus correspondientes dosis de violencia y sexo, aunque la verdadera acción se hace de esperar, porque Masakazu Katsura, hábil e inteligente, nos la escatima y reserva para los momentos más álgidos de la trama, llenos de un logrado dramatismo y tensión. Y, llegados esos momentos, la acción en Zetman pasa a deslumbrarnos en un ejercicio trepidante e impactante, un espectáculo sobredimensionado excelentemente narrado por unos lápices con los cuales Masakazu Katsura casi alcanza la perfección. En su día el compañero Toni Boix nos lo describió de la mejor y más sencilla forma posible: «monstruos y misterios en este peculiar cruce entre la manera de narrar de Japón y el mundo de los superhéroes ideado en los USA». No obstante, conviene tener claro que Zetman es una inversión a largo plazo, sus saltos en el tiempo, sobre todo en los primeros tomos, sus excesos en los que Masakazu Katsura parece desquitarse de sus trabajos previos, centrando la crueldad de sus decisiones en las que en otros tiempos hubiesen sido las heroínas de sus mangas, pueden hacernos creer en una cierta deriva argumental y dejarnos una sensación de que su autor no sabe muy bien lo que nos está contado. Pero, Zetman requiere paciencia, no es una lectura tan fácil como a primera vista podría parecer, acabando por llegar la recompensa cuando la trama, al mismo tiempo que amplia su mitología con elementos puramente shōnen, adquiere un mayor contraste y profundidad y acaban por quedar claras entre líneas las intenciones y objetivos de su autor.
En el apartado gráfico, como comentábamos, Masakazu Katsura realiza un trabajo excepcional en Zetman, con un trazo realista, lleno de detalle y, sobre todo, demostrando unas capacidades narrativas especialmente dotadas de fuerza e intensidad. En este sentido, la acción se ve beneficiada por las virtudes de un dibujo sobresaliente, pero más importante aún, las conserva cuando las tramas se centran en la intriga del relato y en las caracterizaciones de sus personajes. En definitiva, un manga en el cual Masakazu Katsura se reivindica como un autor más maduro e intenta reinventarse con éxito de casa a sus aficionados, con una historia recientemente adaptada al anime por el director Osamu Nabeshima para el estudio TMS Entertainment y editada en dvd y blu-ray en España por Selecta Visión. El manga sería una de las series sobre las que EDT perdería los derechos cuando se rompió el idilio entre esta y Shūeisha, después de haber publicado en nuestro país diecisiete tomos de la serie la Editorial Ivrea tomaría el relevo, la cual ha procedido este mismo mes a reeditar la serie desde el primer número y publicar al mismo tiempo la entrega dieciocho de Zetman para ponerse al día respecto a Japón donde la historia sigue aún abierta. La nueva edición, más económica, cuenta con una nueva traducción, con un retoque de onomatopeyas más similar al original, con páginas a color satinadas y con dos sobrecubiertas, una siguiendo la edición japonesa y la otra la planteada por EDT. Es decir, este es el momento ideal para darle una oportunidad al Zetman de Masakazu Katsura, un manga realmente espectacular, absorbente en su intriga e indudablemente entretenido en su ambiguo y perverso juego.
Buen Manga. Un poco más de violencia no le hubiera venido mal ya que está catalogado como Seinen y puede pasar como Shonen tranquilamente.
A ver como vende Ivrea los primeros 17 números tras el saldo de Glénat………
Me imagino que pensarán a muy largo plazo.
Gracias por comentar, Dillinger.
«Un poco más de violencia no le hubiera venido mal ya que está catalogado como Seinen y puede pasar como Shonen tranquilamente.»
Bueno, violencia tiene bastante, no se corta un pelo Katsura en algunos pasajes, pero no es la violencia que encontramos en el típico shonen, no se basa en las batallas (que también las hay) sino que resulta un rollo más psicológico y más integrado en la trama. Por eso yo le veo más un perfil seinen pero en los últimos tomos sí parece más adaptarse al perfil shonen clásico.
Pero bueno, esa es mi visión, porque yo pude leerme los diecisiete tomos publicados por Glénat del tirón, aprovechando el saldo… La lectura creo que debe ganar de esta manera.
Buena serie, muy recomendable.
lo único malo que le veo, es que aunque se anuncie como bimestral, en realidad sale poco más de un tomo al año (La empecé a leer en el 2007, con 7 tomos publicados, y en 6 años se han publicado como 10 nuevos). Y en una serie como esta se pierden muchos detalles con una lectura tan fragmentada.
Yo por mi parte, esperaré a que acabe (o que lleve unos cuantos tomos) para leerla del tirón.
Zetman este GENIAL : «felicidades,eres el primer villano que derroto como super heroe».
Sin duda un manga sobre super heroes pero con muchos matices,un heroe que no quiere serlo,otro que si pero que parece destinado a otra cosa,una chica que puede ser la mayor tragedia de ambos,una sociedad asquerosa,pero donde hay gente que merece la pena,vamos una buena obra.
» Un poco más de violencia no le hubiera venido mal »
Hombre yo recuerdo uno o dos tomos en los que la violencia era bastante alta ya no a nivel gráfico, que no se quedaba corta, si no a nivel argumental. Precisamente la parte de la serie que menos me gustó.
De lo que yo leí, me da la impresión de que Katsura, tenía claro el principio y creo que el final y entre medias va improvisando, ahora una serie de superhéroes, ahora una de ciencia ficción, ahora una de terror con Gore y sexo… Y con esto tengo sentimientos encontrados ya que hay momentos en los que la serie va demasiado a la deriva a lo que no ayuda la errática cadencia de los tomos; por otra parte la serie nunca se acomoda no repite esquemas y consigue sorprender de vez en cuando.
Mi conclusión es que la serie es recomendable y a pesar de sus defectos merece la pena
Lo siento, pero sensación #Cristo_mal.
No entro en lo referente al manga, pero no recordad la fascinación/obsesión de Katsura por una figura como Batman, me parece preocupante. Zetman es una suma de una serie de referentes ya presentes en otros mangas de Katsura (de Shadow Lady a DNA²). Hace bastante que no sigo «la actualidad manga» y todo eso. No sé como el público recibió Zetman, pero me estañaría que fuera una «gran» sorpresa para los conocedores del autor.
p.d: Google images es tu amigo y eso: http://goo.gl/hpyVJ
Dos reseñas en menos de una semana. Nos vamos poniendo al día con Katsura, jeje.