ZN 20 años – Paciencia

"Viaje con nosotros si quiere gozar. Viaje con nosotros a mil y un lugar y disfrute de todo al pasar y disfrute de las hermosas historias que les vamos a contar".

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Edición original: Patience (editado por Fantagraphics Books)
Edición nacional/ España: Fulgencio Pimentel
Guion: Daniel Clowes
Dibujo: Daniel Clowes
Entintado: Daniel Clowes
Color: Daniel Clowes
Formato: Cartoné; 192 páginas a color
Precio: 24,99€

2019

Hace unos meses, Raúl López nos pidió a todos los redactores que formamos Zona Negativa que eligiéramos un cómic que hubiera aparecido durante los últimos 20 años para hacer un artículo especial. Precisamente, ésa era la palabra, especial; especial por la fecha señalada: el 20 aniversario de esta web; especial porque tenía que ser una obra que significara algo para nosotros de entre todas las que se habían publicado en las últimas dos décadas. Es decir, la elección no iba ser algo al azar; tenía que ser meditada. Así pues, me puse a pensar en un tebeo reuniera esas especiales (¿lo ven? No hay mejor palabra que defina todo esto) características, y que debía ser el elegido; el candidato ideal para mí. Lo estuve meditando, ya que no quería precipitarme, pero la elección no fue difícil. En cierto modo, lo tuve claro desde el primer momento, puesto que desde que apareció en las librerías, dicho cómic se convirtió en un pequeño gran clásico/referente para mí. Parece que le intento dar algo de misterio a cuál fue el cómic seleccionado, pero tanto ustedes como yo sabemos que ya lo saben por el título del artículo. Pues sí, Paciencia de Daniel Clowes se llevó el gato al agua. No hace mucho, exactamente hace 3 años, el compañero Raúl Silvestre en esta misma web hizo una magnífica reseña de este cómic. Si ustedes realmente buscan una crítica de Paciencia, les recomiendo encarecidamente lo escrito por mi compañero; en cambio, si buscan algo totalmente diferente alejado de un artículo/reseña convencional, y que les puede servir como complemento a lo que ya hizo Raúl Silvestre, pasen y lean. Espero que les gusten las siguientes palabras que voy a compartir con ustedes, y es que más que nunca, estarán alejadas de todo academicismo y ortodoxia posible, porque les propongo un viaje por el tiempo, no sobre la Paciencia de Daniel Clowes, sino sobre mi experiencia lectora y mi relación con el cómic de Clowes. Al igual que Jack Barlow (el coprotagonista de Paciencia) emprendía un periplo temporal en busca del asesino de su mujer, yo emprendo un viaje por el tiempo en busca de un artículo.

2016

En febrero de 2016 Fulgencio Pimentel hace llegar a nuestras librerías Paciencia, el último cómic de Clowes publicado hasta la fecha. Por aquella época ya había devorado toda la bibliografía de este autor. Si me han estado leyendo por aquí, con relativa frecuencia, ustedes sabrán a estas alturas de la película que soy muy fan de este historietista. Un día de ese mismo año (perdonen, pero no recuerdo la fecha exacta) cayó en mis manos dicho cómic. Cuando cerré la última página me pasó lo mismo que a Louis Del Grande en Scanners (gran película de mi querido David Cronenberg): me estalló la cabeza. No daba crédito a lo que había leído. Pensaba que después de 30 años en activo, y un buen puñado de obras diversas y de altísimo nivel, ya lo había visto todo sobre Clowes. Pues no, estaba completamente equivocado. Ni se imaginan la alegría que me supuso descubrir algo nuevo y estimulante de un autor que, a pesar de que nunca me había fallado, era capaz de elevar su arte a un nuevo estadio. Seguía siendo una obra 100% clowesiana, pero llegaba a niveles nunca vistos antes y, además, suponía su obra más madura y compleja hasta la fecha. Un terrible puzle espacio-temporal en el que con suma maestría era capaz de encajar todas las piezas del mismo.

Paciencia tenía tantos elementos que la hacían excepcionalmente atractiva que caí rendido ante el talento, una vez más, de Clowes. Pese a que el tema de los viajes en el tiempo se ha trillado hasta la saciedad, Clowes era capaz de abordarlo con estilo y mucho humor. No se engañen, porque mediante esa apariencia demoledora, derrotista y dramática (triple D), en la obra de Clowes, hay toneladas de humor. Paciencia suponía la clara y lógica evolución de un autor que, pese a que siempre fue él mismo, nunca se estancó como artista. Así pues, Clowes recogía el testigo de Wilson y Mister Wonderful para contarnos una historia madura, y llena de color (etapa que inició con Ice Haven en 2005).
Paciencia es la gran historia de amor jamás contada por Clowes. Una historia truncada por la fatalidad, pero que el amor y, sobre todo, la venganza, pretenden reestablecer de nuevo. Paciencia no solo da el nombre a este tebeo, sino también es el nombre de la coprotagonista del mismo. El personaje de Paciencia es el más puro y bondadoso de toda la carrera de Clowes. Un personaje sufridor al que es imposible no cogerle cariño, y que es objeto de todas las iras y maldades que pululan por nuestra sociedad. Si Clowes ya había escrito grandes personajes femeninos con anterioridad, entre las que destacan Enid Coleslaw y Rebecca Doppelmeyer de Ghost World, con Paciencia, y a través de su infinita bondad, abre un rayo de esperanza sobre la especie humana, ya que el conjunto su obra está marcado por una visión demoledora tanto de la persona como de la sociedad. La madurez, no solo como artista, sino también como ser humano, ha hecho que Clowes, paulatinamente, humanice (en el sentido positivo del término) tanto a sus personajes como a sus historias. En el Clowes tardío vemos algo que no aparecía en el primigenio: ese atisbo de esperanza anteriormente comentado. Además de todo esto, lo que hace grande y sincero a esta historia de amor es que está protagonizada por dos personajes corrientes y humildes; dos americanos medios que nunca vemos en las películas de Hollywood, porque no tienen nada de glamour. Esto es una dinámica en la obra de Clowes, sin ir más lejos, ya lo vimos en Mister Wonderful, pero allí esa historia de amor no alcanzaba las dimensiones de ésta, ni por supuesto, estaba imbuida de tragedia.
Clowes nos demuestra que el tiempo no existe, ya que pasado, presente y futuro están interrelacionados de tal manera que la narración adquiere una estructura circular en la que cada elemento marca y condiciona a los demás. Si el personaje de Paciencia es atractivo, no lo es menos, su pareja, Jack Barlow. Cuando le arrebatan a su amor y a la futura vida familiar que iba a tener con ella, Barlow se transforma en un personaje movido por la obsesión (algo genuinamente clowesiano), la venganza y la violencia. Nunca vimos a un personaje tan decidido y tan proclive a la acción como a Barlow en la bibliografía de Clowes. Precisamente, esa obsesión es la que le lleva, de forma rocambolesca, a viajar en el tiempo para revertir una situación que parece imposible que tenga solución. Un personaje que va en un espiral de violencia in crescendo, y que está fuertemente inspirado en el Lee Marvin de los 60.

Con Paciencia y Jack Barlow, Clowes creó dos personajes rupturistas con respecto al resto de su obra.

1967

El 31 de agosto de 1967 se estrenó en los cines de Estados Unidos la película A quemarropa, dirigida por John Boorman. El filme estaba protagonizado por Lee Marvin y supone la quintaesencia del marvinismo. Pese a que Clowes coge como referencia diversas películas de Lee Marvin, es ésta precisamente la que más influye en la caracterización y determinación del personaje de Jack Barlow. Aquí, Lee Marvin da vida a Walker, que no es otro que la versión cinematográfica del Parker de Richard Stark (seudónimo del escritor Donald E. Westlake), que por aquella época tenía terminantemente prohibido que en las adaptaciones de este personaje se utilizara el nombre de Parker. Tuvimos que esperar hasta la versión comiquera del gran y tristemente fallecido Darwyn Cooke para poder ver a Parker como tal fuera de las noveles de Stark. Para cuando lean ustedes estas palabras, mi compañero Cristian Miguel Sepulveda ya habrá publicado su especial de 20 aniversario de ZN dedicado al Parker de Cooke. No se lo pierdan. Así pues, mientras que Cooke adaptó al Parker de Stark (el de las novelas), Clowes hizo lo propio con el Parker (Walker) de Boorman (el cinematográfico). Aunque me surge una duda, puesto que Clowes nació en los 60, pero, ¿cuándo exactamente?

Lee Marvin, todo un icono de los años 60.

1961

El 14 de abril de 1961, Daniel Clowes nació en Chicago, Illionis. De este modo, Clowes tenía 6 años cuando se estrenó A quemarropa, aunque teniendo en cuenta la infancia aislada que tuvo viviendo con sus abuelos, y que ésta no era precisamente una película apropiada para que los niños la vieran en el cine, puedo determinar que la influencia de este filme y de Lee Marvin en Clowes vino años más tarde, ya que además Clowes no tuvo televisor durante esa época. Pese a todo, esto no impidió que más mayor desarrollara una vena cinéfila hasta tal punto que le llevó a trabajar directamente en el séptimo arte como guionista. Dicha tarea la llevó acabo hasta en tres ocasiones en la notable Ghost World (2001); la terriblemente fallida El arte de estrangular (2006) que se basaba en la magnífica y autobiográfica historieta corta llamada Art School Confidential, y Wilson (2017), una película que no estuvo a la altura, aunque tampoco soy muy fan del cómic homónimo que sirvió para dar vida a esta adaptación. Irónicamente, Wilson es una especie de tributo a las tiras de prensa de las que me declaro un ferviente seguidor. Además de la cinefilia, Clowes está muy influenciado por los comic strips, rasgo muy característico de los autores americanos de cómic alternativo de las últimas décadas. Sirva como ejemplo los casos de Chris Ware que participa en el diseño de la recopilación de las tiras de Gasoline Alley (renombrada en la actualidad como Walt and Skeezix); Seth haciendo lo mismo en la ya acabada Peanuts, y el propio Clowes con Barnaby.

Con respecto a Lee Marvin, éste fue uno de los iconos de mi infancia; una infancia, justamente, marcada por el cine, pero a diferencia de Clowes, cuando oía el nombre de Lee Marvin, lo primero que se me veía a la cabeza era la película de Doce del patíbulo y, sobre todo, al actor que dio vida al malvado Liberty Valance. ¿Recuerdan ustedes hace escasas semanas que en la reseña de David Boring (también de Clowes) decía que Vertigo era la mejor película de todos los tiempos dependiendo del día? Pues bien, los días que no creo que el filme de Hitchcock merezca tal honor es porque creo que El hombre que mató a Liberty Valance es la película número uno de la historia del cine. Esta película la tuve grabada en vídeo Beta y la vi compulsivamente durante mi niñez, pero para eso nos tenemos que remontar a los años 80.

1985

En este año ocurrieron varios sucesos de suma importancia. Por un lado, se estrenó Regreso al futuro, filme capital que tuvo un impacto en la cultura popular enorme, y que ha ejercido una gran influencia en los últimos 35 años en lo referente a los viajes en el tiempo. No en vano, parte de Paciencia sucede precisamente en ese año. Para alguien que nació y creció en los 80, esta década supone algo especial y emotivo, pero al mismo tiempo, se ha llegado a un punto en el que se la ha prostituido hasta la saciedad. La sobreexplotación y sobreexposición de los 80 en las industrias culturales ha llegado a generarme cierto rechazo ante mi propia década, porque sí, la hago mía porque llegué a este mundo en esa época y guardo muy buenos recuerdos de los 80. En la actualidad, la nostalgia banal y barata mediante la etiqueta de lo “retro” nos apela a que consumamos unos productos de dudosa calidad y buen gusto. En cambio, es admirable en Clowes (un autor que jamás vende la nostalgia de mala manera) que represente la década de los 80 sin ningún tipo de épica especial. Con él, los 80 aparecen como si fueran otra época más de la historia: no la ensalza, pero tampoco la vapulea. Simplemente, le sirve como vehículo narrativo para desarrollar su historia, y en ese sentido, una vez más, el autor demuestra su honestidad como artista.
Por otro lado, en 1985 tuve mi primer vídeo. Sí, era Beta, y ya sé lo que ustedes están pensando. Con cuatro años uno no tenía esa capacidad de decisión; al fin y al cabo, eso recayó en mis padres. En la guerra por los formatos domésticos de los 80, Beta hizo honor a su nombre, ya que VHS se convirtió en el Alfa de los sistemas de vídeo, saliendo victorioso para mi infortunio personal. A un punto de los 80 (no recuerdo el año exacto) grabé de la televisión El hombre que mató a Liberty Valance, una película que me causó un enorme impacto desde el primer momento que la vi hasta nuestros días. Con cada nuevo visionado me parece todavía mejor película. Lee Marvin encarnaba al canalla ideal. En cambio, el papel de héroe era disputado por James Stewart y John Wayne. Este western que suponía la muerte real de las películas del oeste como género cinematográfico estaba dirigido por John Ford, uno de los directores que más admiro de toda la historia, pero para hablarles de mi devoción sobre John Ford y John Wayne debo dar un salto al año 2017.

2017

Un día (indeterminado) vi un anuncio en Zona Negativa en el que buscan redactores para la sección de cine. Me dije a mí mismo: «¿por qué no?» Y decidí probar suerte. En ese momento, era lector asiduo de la web (si bien no llevo 20 años como tal, sí al menos más de 15). Al final, los astros se alinearon y pude formarte del equipo que integra ZN. El 7 de mayo de 2017 me estrenaba de forma tímida y sin hacer ruido en Zona Negativa, aunque habría que retroceder unas semanas atrás. Antes de mi primera entrada compartida con Samuel Secades, tuve un proceso de formación para entender los entresijos de esta web. Fue el mismo Samuel el que me lo enseñó todo, y le estoy muy agradecido, sobre todo, por su infinita Paciencia. Durante este proceso tuve que generar y rellenar mi perfil biográfico. Como ustedes pueden comprobar, hacía alusión a los cómics, los videojuegos, y sobre todo al cine. Cuando tuve que elegir un avatar que me representara; con el que me sintiera totalmente identificado, la respuesta fue, de nuevo, el cine. No en vano, hace unos días se publicó un cuestionario en el que se me preguntaba, entre otras cosas, lo siguiente:

“• Esa viñeta que te representa
En ese sentido, siempre me he visto representado más por fotogramas que por viñetas.”

Así es. De entre todos los fotogramas que ha habido en la historia del cine, elegí uno de John Wayne. No uno cualquiera, no. Es justo el final de Centauros del desierto, dirigida por John Ford. Por aquella época no pensaba sobre el 20 aniversario de ZN, ni sabía que precisamente iba a escribir estas palabras, o tal vez sí. Tal vez el tiempo no exista, y todo esté interrelacionado. Paciencia tiene un epílogo escrito por Ken Parille (entre otras cosas, editor del maravilloso libro/cómic The Daniel Clowes Reader: A Critical Edition of Ghost World and Other Stories, with Essays, Interviews, and Annotations) en el que indica que la dedicación y el empeño de Barlow en su misión es la misma que la de Ethan Edwards en Centauros del desierto. Ethan era interpretado por John Wayne.
John Ford, John Wayne, Lee Marvin… Todo siempre estuvo ahí, y yo sin saberlo, o no.
Tampoco sabía que iba a escribir todo esto cuando se anunció que Daniel Clowes venía al Comic Barcelona.

2019 (febrero)

El 26 de febrero de 2019 se anunció que Daniel Clowes sería el primer invitado a la trigésimo séptima edición del Comic Barcelona. Poco tiempo después, nos pusimos manos a la obra para organizar las tareas que llevaríamos a cabo los redactores que fuésemos al Comic Barcelona. Yo tenía claro dos cosas: iba a ir e iba a entrevistar a Daniel Clowes. Era una ocasión única de conocer en persona (su primera visita a España) a todo un ídolo. Y así fue.

2019 (abril)

6 de abril de 2019. Me dirijo a la sala de prensa que la organización del Comic Barcelona ha dispuesto para los medios de comunicación. Espero a mi hora, pero el turno de entrevistas va con retraso. Debido a la apretada agenda de Clowes, no dispongo de todo el tiempo que desearía, y muchas preguntas y reflexiones se quedan en el tintero. Ojalá hubiese tenido 5 minutos más. Fui todo lo serio y profesional posible, aparcando así cualquier grado de fanatismo por mi parte. Clowes en persona se mostró cercano, amable y divertido. Fue un gran placer conocerle y compartir unos momentos con él.

Un momento distendido de la entrevista.

Esa misma tarde, fui al stand de Fulgencio Pimentel para que me firmara mi copia de Paciencia. Ahí dejé de ser Giovanni Casella, redactor de ZN, puesto que me presenté como Giovanni, a secas, seguidor y admirador de uno de los mejores artistas de las últimas décadas, para un humilde servidor. Pude charlar con él en otro tono que debido al formalismo de la entrevista no creí que fuese correcto. Una vez más, su gratitud y sentido del humor hizo acto de presencia. Sí, en esos momentos, todavía no era consciente de las palabras que estoy escribiendo, y que todo formaría parte del artículo para el 20 aniversario de ZN.

El 15 de abril publico la entrevista. 4 días después, por circunstancias de la vida, paso de la sección de cine a la de alternativo. ¿Adivinan quién es figura clave para entender el cómic alternativo de las últimas décadas?

2019 (mayo)

El 27 de mayo de 2019 recibo un mail de Raúl López sobre el 20 aniversario. Cada redactor que participe tiene que hacer un artículo especial de cara la celebración de los 20 años de vida de la web. Un tiempo después decido que Paciencia será la elegida. Mucho más tarde, aunque soy incapaz de determinar cuándo exactamente, se empieza a formar en mi cabeza la idea de este artículo. También soy incapaz de determinar cuándo estoy escribiendo estas palabras; mi única respuesta al respecto sería: ahora mismo.

El 3 de octubre de 2019 se publicó/publica/publicará este artículo.

2099

El 27 de septiembre de 2099 se cumple el centenario de ZN. Y les cuento un pequeño secreto, salvo que alguno de ustedes haya sido capaz de ganarle una partida de ajedrez a quien porta la guadaña, ninguno de nosotros estará aquí para verlo. Pero la vida sigue, y quién sabe, tal vez, alguien nos esté leyendo en un futuro remoto.

A message to the people of the future de Daniel Clowes.

Dedicado a la memoria de Hunter S. Thompson y a la de Orson Welles.

Edición original: Patience (editado por Fantagraphics Books) Edición nacional/ España: Fulgencio Pimentel Guion: Daniel Clowes Dibujo: Daniel Clowes Entintado: Daniel Clowes Color: Daniel Clowes Formato: Cartoné; 192 páginas a color Precio: 24,99€ 2019 Hace unos meses, Raúl López nos pidió a todos los redactores que formamos Zona Negativa que eligiéramos…
Guion - 10
Dibujo - 10
Interés - 10
P de Paciencia a los lectores por haber llegado hasta aquí - 10

10

Daniel Clowes firma su gran obra maestra en una historia protagonizada por dos personajes para el recuerdo que contiene elementos de comedia, de drama, de romanticismo, de ciencia ficción y de hard-boiled. Pese a la magnitud de la tragedia, es su cómic con más luz, y el más positivo de todos.

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SICKBOY
SICKBOY
Lector
3 octubre, 2019 21:23

Enhorabuena por otra fantástica reseña, ha sido muy original y divertida.
Sobre el cómic, la verdad es que Paciencia no entraría para mí ni en un hipotético podio de obras de Clowes ( también está entre mis autores preferidos) pero también me han entrado ganas de releerlo como me sucedió tras tu reseña de David Boring,aunque por diferente motivo. En este caso creo que se merece otra oportunidad.
P.D: envidia de la mala viendo tus fotos conociendo a Clowes e inmortalizando el momento en el que firma tu ejemplar