Por José Torralba
Aunque la lógica del calendario nos indique que la segunda década de este siglo no concluirá hasta la llegada de 2021, una serie de acontecimientos encadenados parece clamar a gritos que en diciembre de 2019 sobrevendrá el fin de una era de la cultura de masas. En el campo seriéfilo, este año hemos asistido a la despedida de las dos series que han marcado la última década tanto en drama como en comedia (Juego de Tronos y The Big Bang Theory, respectivamente) y ninguna de ellas parece tener clara sucesora a estas alturas. Junto a ellas hemos visto el final de Deadwood o el último estertor de Downton Abbey, y no tardará en llegarnos el coletazo final de Breaking Bad. Súmesele a eso la llegada de nuevos servicios como Disney+ o AppleTV+, y el año que viene no reconoceremos ni el menú de una tele de rayos catódicos. En cine, la Fox ya se ha integrado en Disney y se ha llevado por delante el universo mutante, Tarantino ha estrenado su penúltima película, Vengadores: Endgame ha puesto el broche final a una saga de veintitantas películas que se ha erigido como la única mitología cinematográfica reciente claramente victoriosa entre un Avatar que se quedó en mero artificio técnico y un porrón de franquicias que mordieron el polvo, el revival galáctico finalizará —adiós y gracias por el pescado— con el Episodio IX, y la victoria de Joker en Venecia augura una avalancha de películas superheroicas de otro corte y estilo, tal vez más premiadas, tal vez más pretenciosas (hasta no verla, mejor callar). En el panorama literario vamos de fusión en adquisición y tiro porque otra absorbo, y en el historietístico… ay, el historietístico. Saga continúa con su parón, Miracleman sigue sin llegar, Paper Girls y Los muertos vivientes han concluido, Alan Moore consuma su retirada, el micromecenazgo consigue que más de una editorial se ponga económicamente creativa, las independientes brotan como setas mientras los guionistas de la invasión británica dejan proyectos colgados para pasarse al streaming, y en esas van y (me) matan Vertigo.
Porque sí… no se ha muerto sola; la han matado. Liquidado, apiolado, machacado, kaput. Primero hacen contratos poco competitivos para los guionistas y se cargan a tres editores, luego se llevan a los personajes que cimentaron el sello para los malogrados New52, cancelan Hellblazer como quien no quiere la cosa, dimite Karen Berger, echan a Shelly Bond, DiDio se enzarza en una lucha de poder (y la gana) con los sucesores de Paul Levitz… Y, mientras pasa todo esto, de relanzamiento en relanzamiento hasta el hundimiento final. A veces, cuando sucede algún desastre, siempre hay un listo que salta y dice que él ya lo sabía, que lo había previsto, que los posos del café esa mañana tenían una pinta rara. Pero este debe ser uno de los pocos casos en que los posos del café subcontrataron el augurio a una empresa publicitaria, porque había neones, trompetas, bocinas y carteles anunciando la catástrofe. Estaban ahí desde hace años. Solo había que leer los tebeos para darse cuenta, y en el podcast de esta misma casa o en esa maravilla que es Extraños en el paraíso (dirigido por el bueno de Raúl Martín, gran amigo y compañero durante los años en que me ocupé de tratar la línea Vertigo en Zona Negativa, y también después) ya se ha comentado lo suficientemente bien. ¿El resumen? No puedes hacer buenos tebeos si no tienes buenos profesionales, y no puedes tener buenos profesionales si todos se largan a Image (o a Dark Horse, o a Aftershock, o a Black Crown, o a Berger Books, o a Black Mask, o…) porque ya no les sale rentable trabajar para ti o los censuras más que el resto. Es la economía, estúpido. Y la autoría.
Pero estoy divagando. Decía que este año concluye una forma de entender la cultura popular de nuestra época. Sea lo que sea lo que nos depare el futuro inmediato, será nuevo hasta si elige repetirse como el ajo. Pero de cara a la nueva década sí hay, al menos, una certeza: la de que Zona Negativa, que precisamente nació poco antes de un cambio de década, siglo y milenio, seguirá por aquí. Puede que las charlas sobre cómics se hayan trasladado a Facebook, que Twitter sea más eficiente para la inmediatez informativa, que los trailers se vean y comenten directamente en YouTube, que las exposiciones se exhiban mejor en Instagram, que los programas de podcasting nos acompañen con su saber hacer durante nuestras tareas cotidianas o que los salones se cubran de maravilla con emisiones en directo. Todo eso es cierto, pero es igualmente cierto que estas cuestiones constituyen aditamentos, herramientas o a lo sumo derivados de la actividad principal de un medio sobre cómics: proporcionar información especializada, perdurable y única. Los tweets son fungibles, las conversaciones de Facebook se pierden en el muro, las películas terminan por estrenarse, las fotos acaban apareciendo en Google, y los podcasts son muy ineficientes a la hora de emplearlos como recurso documental. En tiempos de contenido efímero, los blogs habrán perdido capacidad de impacto, difusión o reclamo; ya no serán (porque no pueden serlo) el centro alrededor del cual orbite nuestra actividad internauta o nuestra relación con la información digital, pero siguen siendo imbatibles en el terreno para el que se crearon: la reseña personal que te guía entre las novedades con elementos de juicio, el artículo en profundidad que guardas para luego y citas en una publicación, la entrevista tranquila en la que un redactor se sienta frente a un autor o editor para analizar su producción, la columna de opinión que disecciona un tema desde la rigurosidad. Escribía Umberto Eco que los libros son como una cuchara o un martillo: una vez se han inventado, no se puede hacer nada mejor (para cumplir con su función). En cierta medida, con los blogs pasa lo mismo. Si uno busca contenido meditado, pensado y bien trabajado con una voz personal detrás, son el utensilio perfecto para encontrarlo y crearlo. El resto ya no tiene cabida porque hay mejores formas de comunicarlo. Pero no hace falta. Y nunca la hizo.
Yo no estuve en Zona al principio y no estaré al final, pero sí viví una época apasionante para las páginas sobre cómic y para esta en particular. Los tops de Juanjo Palacios; el WTF!/¿PQC? de Alberto Benavente; el amor de Toni Boix por el cómic europeo, su pensamiento mesurado, su conversación, su amistad y su buena mano en los tú a tú con autores nacionales; la agudeza expositiva y el genuino entusiasmo de David Fernández a la hora diseccionar cómic independiente, experimentos poperos o gekigas recién publicados; el apabullante enciclopedismo de Sergio Robla y sus ganas de enseñarme lenguaje HTML para trastocar la web; la arrolladora pasión casi juvenil de Jordi Querol por los mejores shonen; la infinita generosidad de Raúl López a la hora de compartir ideas, proyectos o contactos… No puedo imaginarme un equipo mejor, como tampoco puedo imaginarme mejores lectores. Reírme con los descacharrantes chascarrillos de 0ciOs0, debatir con Phantomas y Cannonball sobre la filosofía de Los Invisibles o la violencia de Sleeper, tirarme los trastos a la cabeza con jorgenexo cada vez que se hablaba de política o filosofía, charlar de cine con juan-man y Zape, o asombrarme con las genialidades de Alex Cruz. Y luego, claro, estaba el ambientillo: admirar el trabajo de la gente de Entrecómics o Es la hora de las tortas, con Alberto García y Laintxo a la cabeza, respectivamente; colaborar con el ya citado Raúl Martín o con Héctor Gómez (que sigo sosteniendo que desarrolló la forma más bonita del mundo de cubrir Fábulas), correr enseguida a mirar la última novedad caleidoscópica y poliédrica reseñada por Álvaro Pons, recurrir a Tebeosfera para documentarme para nuevos textos, picarme absurdamente con los muchachos de ADLO!, hablar con los autores y editores más granados del mundillo, ver derechos que se perdían y licencias que se contrataban, asistir a la llegada de los absolutes, el reinado de los tochales o a la creatividad de formatos y valores de producción de la última etapa de la línea Vertigo en Planeta…
Disfruté muchísimo dedicando mi tiempo a escribir aquí sobre cómics. Pero la base de todo, entonces y ahora, siempre fue la misma: crear contenido original y personal con buena documentación, entusiasmo y ganas de decir algo (y, a ser posible, decirlo bien). El gran reto, entonces, era sobrellevar una avalancha de noticias y novedades constante en una época en la que debíamos tratarlo todo al momento. El gran reto, hoy, es a mi juicio asumir que ya no hay que tratarlo todo, que hay que cribarlo, descartarlo y dejar para otros medios la información en la que se demuestran más eficaces. Ese «opinión y actualidad sobre el cómic y galaxias cercanas» que reza el lema de la página es ahora mucho más amplio, o más estrecho según se mire, pero la esencia de la que se nutre una web sobre cómic, aquello que la hace grande, se mantiene incólume: ese contenido especializado y en profundidad que solo aquí es posible y que no puede encontrarse en ningún otro lado. Salvo por su fundador, Zona Negativa está hoy en manos de un equipo de redacción distinto que mantiene viva la llama mientras se enfrenta a retos que nosotros jamás conocimos, pero me basta leer cualquier texto de Jordi T. Pardo, Juan Luis Daza o Arturo Porras para saber que esas manos son igual de buenas, o mejores, que las de quienes me dieron la oportunidad de participar aquí por primera vez.
Ave atque vale.
JOSÉ TORRALBA
El nombre de Jose Torralba estará siempre vinculado a Zona Negativa y por ende a los cómics de la línea Vertigo, y es que uno de nuestros mayores activos en el archivo es el conjunto de artículos que elaboró de las grandes obras maestras de dicha línea editorial. Jose inició su colaboración con nosotros en febrero de 2007 y concluyó en diciembre de 2011 dejando para el recuerdo casi cuatrocientos artículos y el deseo de que algún día se anime a volver a la que fue su casa durante todo ese tiempo. Actualmente está con la titánica tarea de traducir la obra Jerusalem de Alan Moore que publicará Minotauro de aquí a finales de año.
y este tal torralba, quién coño es? alguien se acuerda de él?
Es el Ambrose de Raúl «Elijah» López, lo recuerdas ya the drummer? Jaja! 😉
Aún no he leído el artículo pero no quería dejar pasar la oportunidad de decir el subidón que me ha dado al verle otra vez por aquí. Una de las firmas que más prestigio ha dado a esta web. Espero que se anime a volver en algún momento…
Eres un grande!!!
Igual si se lo pedís con mucha insistencia… 😉
Recogida de firmas…PERO YA!!!
Qué bien empieza este aniversario y que bien escribe Torralba, que gusto leerle!!
Lo único malo de este artículo es que una vez llegas a la cima solo se puede ir hacia abajo…
😀 😀 😀
La culpa la tuvo aquel artículo del Kid Eternity de Grant Morrison y Ducan Fegredo.
Impresionado me quedé al ver la profunda disección que el tal José Torralba ejecutaba de dicho cómic que yo acababa de adquirir, en la edición de Planeta DeAgostini, dando mis primeros pasos dentro de la obra del guionista escocés y el sello Vertigo. Con aquella entrada no sólo descubrí al que, para mí, sigue siendo el mejor divulgador sobre el mundo del cómic de España y la web que se convirtió primero en mi cobijo y después en mi casa, sino también a una persona a la que hoy día puedo considerar, con todo el orgullo del mundo, un amigo.
Sólo una vez tuve el honor de ver mi nombre compartir crédito con el suyo. Fue en aquel especial dedicado a la primera temporada de True Detective en el que, una vez más, nos dejó atónitos con sus profundos conocimientos. Por suerte sí he podido intercambiar opiniones con él a lo largo de los años y ya no sólo sobre cómics, cine, series o literatura, sino sobre otros temas no relacionados con el arte y la cultura.
Es para mí un privilegio que una de las personas relacionadas con Zona Negativa con la que tengo una relación más afectiva sea con Pepe, porque además de compañero y amigo ha sido consejero cuando he tenido alguna duda en lo referido a mi etapa como redactor. Poder recurrir a un pozo de sabiduría como él cuando hay fuerte marejada es algo que no puede pagarse con dinero.
Por ello no puedo expresar con palabras lo mucho que me emociona leer este texto y, aunque sea sólo por esta vez, ver su nombre nuevamente coronando una de las muchas entradas que pueblan Zona Negativa. La que siempre será su casa.
Sin José Torralba yo, posiblemente, nunca hubiera descubierto Zona Negativa y llegado a formar parte de ella.
Por eso y muchas cosas más «Gracias, amigo».
La de veces que habré recomendado ese artículo de True Detective.
Enorme José! Como bien decís, tus artículos siguen siendo de referencia para mí cada vez que vuelvo sobre alguna obra que has analizado acá.
Te mando un fuerte abrazo, desde mis gratos recuerdos!
Todavía a día de hoy, cuando le explico a mi hermano las bondades de alguna serie de Vértigo en plan «léete esto, niño, hazme caso», al final siempre acabo pasandole el enlace a alguno de los artículos del Torralba. Y todavía a día de hoy, sigue siendo lo mejor que se puede leer sobre esas series en Internet.
Un abrazo, crack.
Qué alegría leerte, José, y qué punzada de nostalgia. ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor? Claro que no, pero aquellos tiempos fueron, al fin y al cabo, los nuestros, y se echan de menos. Cuánto disfrutaba aquellas discusiones y debates sobre cine, que eran en realidad debates sobre tantas cosas. Cuánto aprendí con vosotros. Un fuerte abrazo, y no te hagas tan caro de leer, aquí o donde sea.
Tu amigo,
juan-man
Es caro de leer porque prologa en planeta. Guiño-guiño.
Ah, los buenos viejos tiempos.
Tiempo pasado simpre fue patada en los cojones.
Señor Torralba, aquí usted es el King, the best, la creme de la creme…. No hace falta más parrafadas para sustentar mi argumento, solo echar un vistazo a su impecable despliegue en esta santa casa…. Muchas gracias por todo, por el legado y por lo que queda por descubrir (esa Jerusalem, madre mía!!).
Un abrazo!!
Gran artículo, como siempre, enhorabuena Pepe.
Bah…, Torralba sabrá mucho de Vértigo pero de calendarios no, que una década, un siglo, una cinta métrica, una carretera, un cuentakilómetros, etc… no empiezan por el 1 sino por el 0 (a las 00:00 del 1 de enero de 2020, en la rayita del 0 de la regla, el km 0 de la placa en la calle José Gestoso, etc…).
Aparte de eso, enciclopédico el texto que redactó el tío sobre la evolución de los derechos económicos de los autores de tebeos en EEUU, todavía lo guardo descargado y en formato pdf. Lo cual me lleva a la extinción de Vértigo: si no puedes darle el 100% de los derechos de autor sobre sus creaciones, más vale que lo compenses con un graaaaan cheque y unos buenos royalties sobre ventas o, principalmente, un buen bocado sobre las posibles adaptaciones a cine/tv, porque es la actual quimera del oro y es lo mínimo que van a obtener en otras editoriales más pequeñas. Si no ofreces eso, tu época y tu función ya han acabado.¿No?
Bendis es el mejor guionista de la historia del medio.
Stan Lee es un copiota.
Alan more está sobrevalorado.
Marvel y DC están en el mejor momento de su historia.
Abro hilo.
Estaba yo pensando… Teniendo como tenemos todos esos artículos maravillosos de Vertigo, no dejo de preguntarme la impresión que le habrán podido dejar a Torralba, aunque sea a vuelapluma, las últimas series importantes del sello (hablo de The Unwritten, una vez finalizada y pudiendo tener una visión global de la obra, Sweet Tooth, American Vampire o El Sheriff de Babilonia, creo que no me dejo ninguna verdaderamente relevante).
Sé que igual les estoy echando morro y te pongo en un brete, Jose, pero es que la ocasión la pintan calva.
20 añitos.
Mí entrada en esta casa es como la historia de mucha de la peña que acabó aquí: por puñetera casualidad.
Acabas de descubrir Internet, y buscas porn…páginas de tebeos y noticias de cine. Acabas dando con una página de gente muy trastornada que habla de cualquier cosa menos de lo que debería estar hablando en el post al uso. Descubres que, como pasa con los raritos de la patrulla X, hay taraos como tú hablando de cosas de las que jamás podrías hablar en el pueblo donde vives, y donde no existen semejantes seres. Encima descubres que la mayoria son gente estupenda y con un sentido del humor a veces tan retorcido como el tuyo, o siete pueblos más allá.
Aquellos tiempos fueron geniales. Articulos y articulistas sensacionales ( el termino «página de referencia» nunca fue gratuito. El banco de articulos de ZN es la ostía, palabra) y el complemento perfecto era la zona de comentarios con una peña hiperáctiva de gente muy locuela con la que acabas socializando e incluso sientes como amigos en determinados momentos.
Siento mencionarlo. Debo hacerlo. Forma parte de la historia de este sitio.
ZN se convirtió con el paso del tiempo en un sitio cada vez más serio y profesionalizado. O yo lo siento así. Eso es bueno y malo a la vez. Las cosas se tuercen con un grupo importante de los comentaristas. «Dave abandona la banda y crea su propia grupo». Quizás es algo que acabaría pasando de una manera u otra, quien sabe. Me entristeció, no voy a negarlo.
Pero el tiempo pasa, el polvo se asienta, y los malos tiempos quedan atrás. Me gustaría pensar que los buenos momentos sobrevuelan sobre los malos. El tiempo de «crear puentes» ya pasó. La vida continúa. Parte de esos comentaristas crearon su propio patio de juegos, y ZN sigue siendo una página cojonuda, aún sin esa dosís extra de locura.
Así que brindo por esos 20 años, y espero estar aquí para felicitar a ZN por otros 20 más.
Mimbres hay de sobra para que ocurra. Y talento. Y un señor detrás, Raúl, que no dejará que el proyecto decaiga. Es la mejor garantia. Que la ilusión por el proyecto no decaiga.
En cuanto al firmante de esto, que decir… que tiene una mente fecunda y por encima de la media, sabe de todo, y eso da mucha rabia. El universo está muy mal repartido. Te odio, José Torralba.
P.D. Sí, sé que soy un mierdas, y me paso poco. Veré de solucionarlo. Mientras, a mucha peñita de aquí os veo por twitter…y eso es un privilegio, lo confieso.
Pues me he acordado de la contraseña. Es que llevaba siglos sin conectarme a la página, pero su 20º aniversario y un nuevo texto de José Torralba bien lo merecía.
Que un proyecto, una idea, un ‘¿y si hago esto?’, cumpla 20 años tiene un mérito de la (como diría un amigo) ostía. Más (como diría un admirado escritor y onvre. Intentaré no usar más paréntesis ni ‘como diría’) ‘en estos tiempos de general desaliño’ en los que el simple compromiso en un empeño personal (y común. Mechachis) y por amor al arte tiene un punto de desafío. Así que mi más sincera enhorabuena a Raúl y a toda la gente que lo ha hecho posible.
Hace unos 10-12 años recuperé mi afición por los (es un decir, la afición no se pierde, en realidad lo que hice fue volver a gastar dinero en) cómics. Lo primero que hice fue ir a tiendas especializadas, tiendas que en mis tiempos no existían, y comencé a comprar esos tebeos que de pequeño-jovenzuelo quise pero no pude comprar: completé Akira, el Arma-X de BWS, me pillé los Batman de Miller y el The Cult, busqué Miracleman (je), me leí del tirón la Patrulla de Claremont en Biblioteca Marvel (ah, qué tiempos, cuando las cosas eran baratas y en blanco y negro), etc…La cuestión es que llegó un día, inevitable, en que no sabía hacia dónde ir ,qué leer, qué comprar, qué tebeos clásicos debía leer, qué tebeos actuales merecía la pena seguir. Porque al final esto no es una afición, es un vicio. Ahí llegó Zona Negativa. Bendito Google.
Entré aquí buscando información sobre actualidad comiquera, reseñas, críticas, guías de lectura, etc. Y lo encontré.
Pasa que encontré mucho más. Encontré una comunidad, un grupete de gente que resulta que eran brothers from another mother, y que por la dictadura de la geografía no podían quedar los viernes para tomar cañas pero podían quedar aquí para hablar de todo. No pasa nada por decirlo: aquí vinimos por los tebeos pero nos quedamos por los personajes. Y hablo de José, Juan Luis, Arturo, Mariano, Capote, y hablo de Oci, del tamborilero, de Jorge, de Retranqueiro, del Míster, de Antoine, Samano, Animal, de los bárbaros, Satanás, Molon, pfff, joder son tantos que dar nombres y no ovlidarse de alguien es jodido…
En mi caso, que llegué tarde a la página, esta comunidad se ha acabado desarrollando, y creciendo, fuera de la web. Avatares de la vida y decisiones discutibles en forma de baneos que no vienen al caso. No obstante, es innegable que el germen fue Zona Negativa. Eternamente agradecido.
He hablado de la web y debo hablar de José Torralba. Os cuento una anécdota: el año pasado un colega que le ha dado por estudiar Historia del Arte me dijo que en una asignatura tenía que hacer un trabajo y que podía hacerlo de un cómic. Me pidió consejo. Le di varias alternativas. Eligió hacerlo de V de Vendetta. Me dijo que si podía asesorale para hacer el trabajo. ¿Yo? Ni de coña. Te dejo el tebeo y luego te lees estos artículos de MI AMIGO (si, fardo de amigos, y qué) José Torralba:
https://www.zonanegativa.com/v-de-vendetta-i-el-hombre-de-la-sala-v/
https://www.zonanegativa.com/v-de-vendetta-ii-anarquia-justicia-y-venganza/
Le pusieron un 10. O eso me dijo, no voy a comprobarlo. Eso es José Torralba.
Abrazote!
Me he olvidado del puto Reve. Imperdonable.
y de …, el chaval aquel …., no recuerdo cómo se llamaba; si hombre, aquel que …., de córdoba creo que era. no sé. alguno igual sabe decirme. o no. a lo mejor lo he soñado.
imperdonable.
Te lo jer… juro que no sé de quien le hablas !.
¿Quién?
Si hombre, empezaba por J, creo…
Podría alabar al señor Torralba pero sólo diré una cosa: tengo sus artículos impresos, recortados y guardados al final de cada obra reseñada de las de mi biblioteca. Excelsior.
Un artículo muy disfrutable, interesante y ameno en su argumento y argumentacion. Un placer haber podido volver a leerle, señor Torralba!
Yo encontré esto cuando el señor Torralba ya se había ido pero no dejaba de encontrar referencias a sus artículos de Vértigo, cuya época me encontró en un impasse de la afición, y fueron la mejor ayuda para hacerme una idea de lo que merecía la pena y un disfrute leerlos, como ha sido leer el artículo que nos ocupa. Gracias Jose.
Siempre es un placer leer a José Torralba, uno de los redactores que tiene la culpa de que entrase a Zona Negativa hace ya tantos años y que me quedase en ella por sus artículos. Entre él, Raúl Martin y David Fernández era un lujo entrar a la web y disfrutar sus palabras tanto como los del mejor cómic. ¡Gracias por la mención, José! 😉 Y mucha suerte con eso de Jerusalem 😉