Dirección: Joel Coen y Ethan Coen
Guión: Joel Coen y Ethan Coen (Libro: Dave van Ronk)
Música: Varios
Fotografía: Bruno Delbonnel
Reparto: Oscar Isaac, Carey Mulligan, John Goodman, Garrett Hedlund, Justin Timberlake, F. Murray Abraham, Adam Driver, Ricardo Codero, Alex Karpovsky, Max Casella, Ethan Phillips, Stark Sands
Duración: 105 minutos
Productora: Scott Rudin Productions / StudioCanal / Mike Zoss Productions
País: Estados Unidos
Valoración:
Los primeros compases de la música folk, coincidiendo con el nacimiento de los hermanos Joel Coen y Ethan Coen, se escucharían en los prolegómenos de los años cincuenta del pasado siglo, convirtiéndose pronto en el sonido de una crónica en años venideros sobre una época marcada por los movimientos de protesta y las reivindicaciones sociales, una banda sonora cuyos representantes serían nombres como Bob Dylan, Joan Báez o Phil Ochs. Por supuesto, hablando de la última película de los hermanos Coen, A propósito de Llewyn Davis, no podemos calificar de casualidad esta ambientación ni la temática centrada en el mundo del folk elegida por estos cineastas, ni resulta rebuscado escuadriñar en este retrato tragicómico y profundamente gris y melancólico paralelismos con los tiempos presentes.
El guión de A propósito de Llewyn Davis, firmado nuevamente por Joel Coen y Ethan Coen, se inspira parcialmente en The Mayor of MacDougal Street, las memorias del cantante y artista estadounidense Dave Van Ronk, una seminal figura del panorama folk de los años sesenta, un punto de partida para el ficticio pero mundamente humano Llewyn Davis de los hermanos Coen. De esta manera, en A propósito de Llewyn Davis seguimos las diatribas y penurias de este músico de folk de escasa fortuna del Greenwich Village para poder ganarse la vida con sus ritmos y melodías. Esto lleva a Llewyn Davis a una triste existencia, siempre en dependencia de sus amigos y familiares, intentando aprovechar la menor oportunidad para lograr hacerse un hueco en la escena neoyorquina y poder desprenderse de su mala suerte.
En el reparto de la película, escoltado de caras familiares como las de Carey Mulligan, John Goodman, Justin Timberlake o F. Murray Abraham, encontramos en cabeza de cartel al actor y cantante guatemalteco Oscar Isaac, un secundario habitual que hemos visto en los últimos años en producciones tan dispares como Ágora de Alejandro Amenabar, Robin Hood de Ridley Scott, Sucker Punch de Zack Snyder o Drive de Nicolas Winding Refn, y que ha considerado esta ocasión como «el papel de su vida».
Este mosaico actoral conforma un elenco de garantías mediante el cual los hermanos Coen nos adentran en una comedia dramática, una road movie de autodescubrimiento, o más bien de autoreafirmación, en la que sus directores y guionistas no logran desprenderse de ese sutil y genético halo de cine negro que suele envolver casi toda su filmografía. Hasta el momento, el trabajo de los hermanos Coen en A propósito de Llewyn Davis ha sido reconocido con el Gran Premio del Jurado del Festival de Cannes, tres nominaciones a los Globos de Oro, en las categorías de Mejor Película, Mejor Actor, para Oscar Isaacs, y Mejor Canción, por la satírica Please Mr. Kennedy interpretada en el filme por el trio compuesto por Adam Driver, Justin Timberlake y Oscar Isaac y únicamente un par de nominaciones técnicas a los premios Oscar de este año -conocidas hoy mismo como podéis comprobar aquí mismo– en las categorías de Mejor Fotografía y Mejor Mezcla de Sonido y mientras Gravity de Alfonso Cuarón, La gran estafa americana de David O´Russell y 12 años de esclavitud de Steve McQueen han acaparado las principales candidaturas. La casi unanimidad de las críticas de la prensa especializada contando de sus bondades no han servido aquí para que A propósito de Llewyn Davis se hicese este año con un hueco en la cuna del cine.
Lo que nos proponen los hermanos Coen en su última producción es un sentimiento, estamos ante una película con una fuerte carga melancólica, centrada en un protagonista que se mueve por un mundo áspero, frío y duro, reflejando un patetismo y un sentido de la comedia amargo y habitualmente difícil de digerir. Las interpretaciones de sus secundarios aportan los matices necesarios a la prupuesta, unos con sus poses adustas y sus sentencias lapidarias, hermanadas con el cine negro o casi propios de un western crepuscular, otros con su vehemencia o su inocencia, como serían, en uno y otro extremo, el caso de una magnífica Carey Mulligan y un voluntarioso y correctísimo Justin Timberlake. En este punto, la música folk se convierte obviamente en el macguffin de la historia, marcando el ritmo y las sensaciones del relato por el que viajamos con sus personajes, pero más allá de esto los hermanos Coen no nos proponen un cerrado e inaccesible homenaje a este tipo de música, siendo este un elemento argumental y una manera de perfilar ese retrato de época con el que no nos resulta nada difícil conectar y empatizar. “Tal vez lo más sorprendente para algunos espectadores sea que a la película”, apuntaba respecto a A propósito de Llewyn Davis el crítico cinematográfico estadounidense Scott Foundas en la revista Variety, “le sobre algo que siempre se ha dicho que les faltaba a los Coen: profundidad y sinceridad de corazón”.
Pero nada más lejos de la realidad, esa “profundidad y sinceridad de corazón”, la cual sí se echaba de menos en otras producciones de este tándem artístico, hace aquí acto de presencia para otorgarle la humanidad necesaria a un relato definido por su irónica parquedad y austeridad. De esta manera, los recurrentes gags, a costa de las penurias de Llewyn Davis y su pequeña, o gran odisea, según la perspectiva escogida, enrarecen una atmósfera que se convierte en el gran descubrimiento y logro de la película. El resto del conjunto funciona en base a su trabajo actoral, una extensión de ese sentimiento que impregna toda la producción, aunque convenientemente exagerados para sobresalir por encima del depresivo y mortecino -no en términos peyorativos- tono del filme. Las dualidades de la historias son también una parte importante de la misma, materializadas, por ejemplo, en la verborrea de un John Goodman que vuelve a derrochar carisma para los hermanos Coen, en contraposición al silencioso y sobrio Garrett Hedlund capaz de congelar todo a su paso con su gélida y desapegada presencia. Este mecanismo se repite a lo largo de todo el metraje, como en el caso de la pareja formada por la británica Carey Mulligan y Justin Timberlake, los cuáles sin embargo comparten escasos minutos en pantalla, remarcando así, posiblemente de manera innecesaria, la desafortunada omnipotencia del punto de vista del personaje protagonista de Oscar Isaacs.
Habría mucho que hablar de los personajes de A propósito de Llewyn Davis, a fin de cuantas esto es una película de los hermanos Coen, tanto en sus comedias, como en sus dramas o incluso en sus coqueteos con el cine de género, como en su remake del western Valor de Ley -hasta ahora su mayor éxito en taquilla- sus repartos han sido siempre el motor y el foco de atención aún por encima de la misma trama a menudo sencillas y muy directas en sus planteamientos. Por supuesto, en A propósito de Llewyn Davis esto no es ni mucho menos una excepción, más bien es una nueva reformulación de intenciones, el reconocido y aplaudido estilo de los hermanos Coen sigue fiel a sí mismo -incluso después de baches como Crueldad intolerable o Ladykillers– y ni mucho menos ha quedado agotado ni quemado -después de ver- y aún parece quedarles mucho cine e historias que contarnos. En este caso, los hermanos Coen nos demuestran en su última producción que la llamada «brecha generacional» nunca ha sido ni será tan angosta como pueda parecer, por ello un clásico como el de The Times They are a-Changin’ de Bob Dylan, sombra la de este cantante que sobrevuela toda la película de Joel Coen e Ethan Coen, desde el primer minuto y aunque no seamos conscientes de ello, sigue teniendo hoy la misma vigencia de antaño porque como su intérprete reconoció en su día, su canción -como A propósito de Llewyn Davis– nunca fue una declaración sino un sentimiento.
¿Cuál es la mejor película de los hermanos Coen?
- El gran Lebowski (34%, 63 Votes)
- Fargo (22%, 42 Votes)
- Muerte entre las flores (15%, 28 Votes)
- No es país para viejos (5%, 10 Votes)
- Valor de ley (4%, 8 Votes)
- O Brother! (4%, 7 Votes)
- Quemar después de leer (4%, 7 Votes)
- El gran salto (2%, 4 Votes)
- Arizona Baby (2%, 4 Votes)
- A propósito de Llewyn Davis (2%, 4 Votes)
- El hombre que nunca estuvo allí (2%, 3 Votes)
- Barton Fink (2%, 3 Votes)
- Sangre fácil (2%, 3 Votes)
- Un tipo serio (1%, 2 Votes)
- Ladykillers (0%, 0 Votes)
- Crueldad intolerable (0%, 0 Votes)
Total Voters: 188
Enlaces de Interés
Próximamente en los mejores cines. Lo más destacado de Enero
Muchas, muchas ganas
(y sostengo que su remake de Ladykillers puede ser reivindicable 😉
El gran salto, Fargo y El Gran Lebowski, son para mí sus big three.
ésta última la vi ayer, y pse, ni fu ni fa, muy entretenida eso sí, peeero, al final no va a ninguna parte…. pues fale, pues me alegro…
Por cierto, las películas consideradas como baches : Ladykillers, y Crueldad Intolerable, me gustan y mucho, sobre todo la segunda. Me parece una de sus mejores , una película redondísima y muy infravalorada.
Lo cierto es que me gustan casi todas de ellos, a las 5 que he nombrado añadiría como favorias : Muerte entre las flores y No es país para viejos.
de todas las de última hornada, ésta es la peli a la que le tengo más ganas. los coen son (casi) siempre garantía de calidad y si encima se marcan un biopic basado en la memorias de dave van ronk pues mejor que mejor.
por cierto, que a rebufo de la peli acaban de editar un triple cd, muy recomendable para el que se quiera acercar a la música de van ronk:
http://www.israbox.com/uploads/posts/2014-01/1389344343_front.jpg
pd1: me sumo a la reivindicación de ladykillers (para nada un bache en su carrera), aunque en el estreno no llegó a convencerme del todo, en sucesivas revisiones ha ido ganando puestos en mi ranking-coen hasta terminar por situarse muy arriba.
pd2: he votado por fargo, mi favorita con diferencia, seguida de cerca por the big lebowski y oh brother, where are thou?
BARTON FINK¡¡ DE LARGO¡¡.
¿y que demonios habria en esa caja?.
y a nuestro «fan-favourite» nic cage lo descubri con los cohen.
tambien me gusta mucho MUERTE ENTRE LAS FLORES.
y la que menos,VALOR DE LEY.tampoco la original con marion.en ambos casos,las dos crias me resultan especialmente repelentes.
Uff, difícil muy difícil.
A la que más cariño le tengo es El Gran Lebowski, pero creo que será Muerte entre las flores la peli por la que pasen a la historia.
Muerte entre las flores, sin duda.
«Nobody knows anybody. Not that well.»
http://www.imdb.com/title/tt0100150/quotes
Después Fargo, El gran Lebowski y Crueldad Intolerable
Madre mía… Muerte entre las flores no va primer. ZN people es gañana y pepera.
El Gran Lebowski, Fargo y Muerte entre las flores, así en frió y tendría que revisar O Brother! a ver donde la coloco
No las he catado todas, pero ninguna de sus películas que he visto está por debajo de lo notable.
Por destacar dos que me encantan pero a las que por desgracia apenas se les da atención, me quedo con la magistral El Hombre que Nunca Estuvo Allí y Un Tipo Serio, la película más trágicamente hilarante de lo que va de siglo https://www.youtube.com/watch?v=LLIiJiSfFzQ
Yo si las he viso todas, y me pasa como a Mr Gavilán, no hay ninguna que no me parezca muy sobre la media. Me pasa algo parecido con Woody Allen. Todas las películas que hizo entre 1975 y el 2000, y son un montón, me parecen buenas.
El gran Lebowski la que mas me gusta ¿seré pepero? Las mejores, siendo objetivos supongo que serian Muerte entre las flores, Fargo, No es país para viejos y Barton Fink
Jordi, si me permites una crítica a tu crítica, dejas fuera una característica fundamental del personaje de Llewyn. Es imposible empatizar con él básicamente porque es insoportable. Es el típico artistón que cree que el mundo debería estar a sus pies, que desprecia a los demás y que no duda en utilizar a quien sea para sus fines. De hecho, en la peli hay varios momentos en los que podría hacer la elección moral correcta e invariablemente escoge ser egoísta.
Vamos, que no es una epopeya del héroe frente al mundo cruel y extraño, sino de un antihéroe con más sombras que luces contra un mundo cruel y extraño. Es verdad que salvo en Fargo todos los protas de los Cohen son más o menos así (por lo menos nunca son personajes completamente luminosos), pero lo he echado de menos en tu texto.
Por lo demás coincido en que ninguna peli de los Cohen baja de notable, y las he visto casi todas. Para mi son los mejores directores de su generación, por encima de Tarantino.
Dicho esto, y habiéndome gustado mucho Llewyn Davis… Hecho un poco de menos a los Cohen más surrealistas e irónicos. En sus últimas pelis predomina un tono oscuro, pesimista y más «documental» por así decirlo que antes compensaban con mucho sentido del humor.
P.D.: Cuentenme entre los fans de «Crueldad Intolerable». Nunca entendí los furibundos ataques que recibió en su día.
Gracias por los comentarios 😉
Respecto a Crueldad Intolerable y Ladykillers en este caso me refiero más bien a su aceptación (no tanto a una impresión personal que también), las dos son las películas que menos recaudación y, por tanto, menos aceptación han tenido del público, y también las que peores críticas han cosechado. Mismo en la encuesta las dos son las únicas junto a El gran salto que aún no tienen ni un voto… Aunque esto tampoco quiere decir nada porque Valor de Ley ha sido hasta ahora su mayor éxito de taquilla, con buenas críticas, y para mí dista mucho de ser la mejor película de los hermanos Coen que yo haya visto (ni mucho menos es mala pero…).
«Jordi, si me permites una crítica a tu crítica, dejas fuera una característica fundamental del personaje de Llewyn. Es imposible empatizar con él básicamente porque es insoportable. Es el típico artistón que cree que el mundo debería estar a sus pies, que desprecia a los demás y que no duda en utilizar a quien sea para sus fines. De hecho, en la peli hay varios momentos en los que podría hacer la elección moral correcta e invariablemente escoge ser egoísta.
Vamos, que no es una epopeya del héroe frente al mundo cruel y extraño, sino de un antihéroe con más sombras que luces contra un mundo cruel y extraño. Es verdad que salvo en Fargo todos los protas de los Cohen son más o menos así (por lo menos nunca son personajes completamente luminosos), pero lo he echado de menos en tu texto.»
Tienes toda la razón en la matización, Lemmytico, pero como estábamos hablando de los Coen y un tipo de cine determinado, he presupuesto que ya se daba por sentado, además que en películas de este tipo, costumbristas y que sirven de retrato generacional lo de hablar de antihéroes se me hace raro.
Dejando eso a un lado, yo creo que sí empatizas con la película, que no necesariamente con el personaje, que sí tiene muchas ínfulas y es un egoísta y aprovechado de cuidado, pero aún así es más lo que transmite su situación y el mundo que le rodea. Al fin y al cabo, los hermanos Coen se molestan en todo momento de intentar rebajar los humos a este «típico artistón» con todas las contrariedades e infortunios que le ponen en el camino.
Una pena que no tenga más votos, pero yo también me uno a Milhouse y los suyos:
http://www.youtube.com/watch?v=1CNyzdmXhe0
yo la he votado como mi favorita,antoine,y al que le guste el cine de david lynch,deberia darse una vuelta por esta pelicula «kafkiana».
e insisto.ojala algun dia desvelen que habia dentro de la caja.me quede bastante intrigado.
y jordi tiene razon.que no hayamos nombrado EL GRAN SALTO,resulta imperdonable,de todas,todas.
aun recuerdo cuando publicitaban la pelicula en television que pasaron un corte completo de la escena en que el gran magnate de la empresa se sube a la mesa y se lanza en tromba hacia el cristal,haciendolo añicos y cayendo al vacio desde una altura considerable de un monton de pisos en una caida que se hacia eterna.un homenaje genial al coyote y el correcaminos,y un bonito homenaje al cine de los años 50.
vamos,yo habia entendido que solo se podia votar una.pero sin duda, esta estaria en mi top 5.
yo si las he visto todas, menos ésta última (aunque a eso espero ponerle remedio mañana sábado). pese a ello debo discrepar en que todas pasan de notable, yo le añadiría un casi a la frase; en concreto, para mi gusto, ‘quemar después de leer’ está muy debajo del nivel del resto y sería la única a que le daría un suspenso (aunque no la he vuelto a ver desde el estreno, así será cosa de darle un pase, que todo el cine de los coen mejora con su revisionado).
A mí me gusta mucho Quemar después de leer, yo creo que la clave es admitir que todos los personajes sin excepción son unos cretinos miserables y estúpido. Aceptada la premisa, me resultó muy divertida. Aunque reconozco que mi mujer la odió.
lo dicho mr., a ver si esta semana le doy un segundo pase e igual hasta cambio de opinión.
El gran Lebowski la que mas me gusta ¿seré pepero?
Yo más bien diría nihilista
¿Nihilista yo?, eso debe ser agotador! https://www.youtube.com/watch?v=NLF7ndFgFSE
Muy buena crítica, como siempre. Pero estoy con Lemmytico, Llewyn es totalmente insoportable. Hasta el punto de desearle algo malo 🙂
Yo no puedo elegir una única película de los Coen, me gustan demasiado. Pero ésta sea quizá de las que menos me ha gustado. Te deja con muy mal cuerpo. Y quizá lo que más me gusta de ellos es su comedia a través de lo absurdo. Pero ésta no es absurda, es para cortarse las venas de lo desgraciado de la vida que es el personaje.
joder.vista la tabla de resultados,creo que todos firmariamos ahora mismo por una nueva entrega del «nota».
La acabo de ver y tengo que decir que me ha encantado. Qué fácil era caer en el sentimentalismo o en la crueldad más zafia para contar esta historia y como los hermanísimos sortean todo eso para ofrecer una peli que rezuma autenticidad.
Estupenda combinación de momentos patéticos con humorísticos, tomándose su tiempo en lo que respecta al tiempo y la música vertebrando la peli.
Fntástica.