#ZN Cine – Crítica de Café Society, de Woody Allen

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Dirección: Woody Allen
Guión:Woody Allen
Música: Aa. Vv.
Fotografía: Vittorio Storaro
Reparto: Jesse Eisenberg, Kristen Stewart, Steve Carell, Blake Lively, Parker Posey, Corey Stoll, Jeannie Berlin, Ken Stott, Anna Camp, Gregg Binkley, Paul Schneider, Sari Lennick, Stephen Kunken
Duración: 96 minutos
Productora: Amazon Studios / Gravier Productions / Perdido Productions
País: Estados Unidos

 

Fiel a su cita con quienes le siguen habitualmente, el cineasta neoyorquino Woody Allen presentó en fechas recientes su última película, cubriendo la pauta de una cinta cada año en la que, como siempre, habla de las cosas que le interesan: las relaciones humanas, el amor, el cine, la religión y, en definitiva, la vida.

La historia que se cuenta en Café Society está ambientada en los años treinta. Bobby Dorfman (Jesse Eisenberg) es un joven judío neoyorquino que no quiere seguir el negocio familiar de joyería. Aspira a hacerse un hueco en la industria cinematográfica donde su tío materno Phil Stern (Steve Carell) es un pez gordo que se codea con lo más florido y granado del sector en ese momento. Bobby cae inmediatamente rendido ante la presencia de Vonnie (Kristen Stewart) la secretaria de su tío; sus sentimientos no son, en principio, exactamente correspondidos. Mientras tanto, el hermano del joven, Ben, ha decidido abandonar igualmente el camino familiar pero con un destino bien diferente: el crimen organizado. Desde sus inicios como matón, alcanzará la oportunidad de gestionar su propio local, en el que se reunirá lo más florido y granado de la sociedad neoyorquina.

Café Society es un retrato de dos de los lugares más populares, conocidos y poblados de tópicos de los Estados Unidos: Nueva York (urbe de procedencia del cineasta) y Hollywood (la meca del cine). La época escogida, los años treinta, resulta tan evocadora como convulsa: la prohibición del alcohol ha desaparecido, el cine sonoro se afianza y desde Europa llegan ecos del ascenso del nazismo. Ambos lugares presentan oportunidades de ascenso pero muy pocos llegan a alcanzar la cumbre. Las peripecias de Bobby –obvio trasunto del propio Allen- tienen su reflejo en las de su propio hermano –cuyos crímenes añaden una nota de humor negro que constituye el argumento secundario de la trama- y sobre todo en las de Vonnie que, como Dorfman, dejó su ciudad natal encandilada por el oropel hollywoodiense. Dos jóvenes cuyos caminos se encuentran y se separan contiuamente a lo largo de la hora y media que dura la película. Don Woody en estado puro.

Una de las críticas que se han vertido de un tiempo a esta parte en la filmografía de Allen es la que viene a lamentar que este se haya tornado repetitivo en sus historias. Sin embargo, en estos casos hay que indicar que el caballero clarinetista no da trampa o cartón. Desde el primer compás de la cinta –cuando se ve el tipo de letra «Windsor» y se escuchan los primeros compases de la banda sonora- la audiencia puede arrellanarse tranquilamente para disfrutar de un nuevo capítulo de las reflexiones de don Woody sobre la existencia. El plato principal está aderezado con los condimentos que habitualmente utiliza este buen señor en su cocina: fina ironía, humor negro, frases lapidarias y crítica elegante –pero contundente- de la sociedad, la política, los negocios y ¡cómo no! la religión. La condición hebraica de la familia Dorfman da para unas cuantas pedradas a la testa figurada de la fe judaica, a la que Allen siempre depara un trato especial.

Uno de los aspectos más destacables de la producción es, sin lugar a dudas, el reparto. Jesse Eisenberg vuelve a ser el «otro yo» de Woody Allen –el cual, por cierto, actúa como narrador fuera de plano de la película-. Su representación del joven e inexperto Bobby le convierte en una versión juvenil y pelirroja del cineasta, al tiempo que le aleja de interpretaciones recientes como el histriónico Lex Luthor (Batman contra Superman) o el inconforme Atlas (Atrápame si puedes 2). En mi opinión, el gran descubrimiento de esta película es Kristen Stewart, que borda el papel de Vonnie. Sinceramente, espantos como Blancanieves y la leyenda del cazador o la saga Crepúsculo habían determinado que encasillara a esta actriz en el apartado de productos mercadotécnicos sin el más mínimo interés. Aquí resulta plenamente creíble y además, consigue por fin perder su eterno rictus de estar oliendo algo que hiede. Por lo que a secundarios respecta, hay que destacar el trabajo de Steve Carell (que interpreta al triunfador que no está del todo conforme con sus orígenes) y los de Ken Stott y Jeannie Berlin como Marty y Rose Dorfman, los progenitores de Bobby. Suyas son las reflexiones en torno a la religión con las que Allen vuelve a dejar patente su opinión sobre el tema. Como curiosidad final, no me resisto a mencionar la presencia de Sheryl Lee como la esposa del personaje de Carell, ahora que está tan próximo el regreso de Twin Peaks: ella era la difunta y misteriosa Laura Palmer de la historia. En resumen, un elenco donde la pareja protagonista está bien arropada por una nutrida serie de intérpretes de reparto y todo el mundo bien dirigido por Allen.

Otra de las constantes de la cinematografía del neoyorquino es el hecho de que sus cintas vayan entre el tono amable -en el que hay concesiones al final feliz- y la amargura de la frustración. En esta ocasión, toca quizá algo más próximo al segundo extremo que al primero, aunque sin llegar a los demoledores extremos de Blue Jasmine. Café Society es un episodio más dentro del mundo y de la vida, las vidas que Allen ha decidido contar. Todo ello envuelto en una ambientación primorosa y una bonita fotografía llena de imágenes evocadoras.

Avance de la película (en español):

  Dirección: Woody Allen Guión:Woody Allen Música: Aa. Vv. Fotografía: Vittorio Storaro Reparto: Jesse Eisenberg, Kristen Stewart, Steve Carell, Blake Lively, Parker Posey, Corey Stoll, Jeannie Berlin, Ken Stott, Anna Camp, Gregg Binkley, Paul Schneider, Sari Lennick, Stephen Kunken Duración: 96 minutos Productora: Amazon Studios / Gravier Productions / Perdido…
Dirección - 8.5
Reparto - 8.1
Guión - 7.9
Banda sonora - 7.8
Apartado visual - 9

8.3

Vosotros puntuáis: 7.1 ( 2 votos)
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Tomás Martínez
2 septiembre, 2016 10:54

Me hace gracia la crítica de que ‘Woody Allen hace la misma película de siempre’. Llegados a este punto, en el que el guionista neoyorquino saca una película al año desde hace no se ya cuantos, es lo mismo que quejarse de que ‘la Nutella sabe igual en todos sus botes’.

En cuanto a la película, esta me ha gustado especialmente. No sólo por lo bonito de la puesta en escena y de la estética, haciendo un bonito homenaje a los años 20 sin caer en la imagen clásica y vintage sino adecuándolo a nuestros tiempos, otorgando una fotografía cálida a la Costa Oeste y una más fría cuando nos encontramos en ese Nueva York más frío y, quizás, más romántico.

Cuando me acerco a una película de Woody Allen –y lo hago anualmente– sé que me encontraré con un adulto adinerado que se enamora de una jovenzuela también de clase alta. Creo que es un tema con el que se ha obsesionado de un tiempo a esta parte y del que ya no saldrá en lo que le resta de vida. Pero que me aspen si intento quitar mérito a un guión brillante que tan pronto nos deja una belleza como Kristen Stewart al más puro estilo de las mujeres platónicas de antaño como deja entrever que el judaísmo tendría más clientes si tuviera «Más Allá». Sí, es un Allen ligero, pero también es Allen en estado puro.

frankbanner49
frankbanner49
Lector
2 septiembre, 2016 11:18

yo,lo siento,pero es que no soporto a la pareja protagonista.es que no los trago,vamos.
a eisenberg lo soportaré en la secuela de ZOMBIELAND,por que la primera me gustó.
y en cuanto al neoyorkino,esperaré a ver que hace en la miniserie de seis capitulos que ha hecho para amazón,aunque allen no le está dando una buena publicidad,precisamente.
parece que su paso por la televisión no le ha dejado un buen recuerdo.

Igverni
Lector
En respuesta a  frankbanner49
2 septiembre, 2016 11:59

Pues la Stewart lo hace genial en esta peli. No solo es que está super guapa, es que trasmite perfectamente el ser una chica «normal» en medio del stardom del Hollywood de los año 30. A este paso va a conseguir que nos olvidemos de «eso» innombrable de hace unos años… 😀

Y Eisenberg sabe actuar!!! Aunque sea haciendo de un joven Woody Allen… Con sus últimas películas uno empezaba a dudar…

billyboy
billyboy
Lector
2 septiembre, 2016 14:51

Kristen Stewart se esta redescubriendo a si misma desde que inicio su periplo cinematografico indie.

Kaulso
Kaulso
Lector
4 septiembre, 2016 12:32

Pues a mi me decepcionó la cinta. La historia para ser de Allen me pareció demasiado manida y sin interés…