Título original: 2 Guns
Dirección: Baltasar Kormákur
Guión: Blake Masters (Cómic: Steven Grant y Mateus Santolouco)
Música: Clinton Shorter
Fotografía: Oliver Wood
Reparto: Mark Wahlberg, Denzel Washington, Paula Patton, Bill Paxton, Fred Ward, James Marsden, Edward James Olmos, Robert John Burke, Greg Sproles
Duración: 109 minutos
Productora: Universal Pictures / Emmett/Furla Films / Boom Entertainment / Envision Entertainment Corporation
País: Estados Unidos
Calificación: 
La semana pasada hablábamos de 2 Guns: Armados en la sombra, el cómic del guionista estadounidense Steven Grant y el dibujante brasileño Mateus Santolouco publicado por BOOM! Studios, una historia ligada al género negro y el thriller base para la presente película de Universal Pictures dirigida por Baltasar Kormákur y protagonizada por unos desatados Mark Wahlberg y Denzel Washington. En la primera toma de contacto con el cómic reconocíamos en la obra -recurrimos a la cita para ello- «una suerte de laberinto de intriga, desencuentros y tiroteos -menos de los esperados- con antihéroes apocados, serios y circunspectos. Los protagonistas, premeditadamente, no resaltan por encima de su trama salvo como vehículos y excusa argumental de los precipitados acontecimientos porque no dejan de ser un reflejo del espíritu “anti-buddy movie” reconocido por su creador». Pero, visionada la película del hispano-islandés Baltasar Kormákur tendríamos que hacer algunas puntualizaciones, porque sorprendentemente 2 Guns se descubre como una adaptación bastante fiel de la historia original Steven Grant y Mateus Santolouco, al menos en su argumento, difiriendo, eso sí, en la interpretación del tono y las intenciones de la obra. En todo caso, esto lo hace rastreando y poniendo en superficie unos elementos ya presentes en el cómic planteando una buena manera de llevar a cabo una meritoria adaptación cinematográfica.
¿Esto la hace superior a la historia del cómic? ¿Es una buena película 2 Guns? Vayamos por partes y empecemos por el principio. El argumento de esta producción sigue al curtido agente de la DEA Bobby Trench y al oficial de la Inteligencia Naval Michael Stigman, infiltrados ambos para intentar dar un golpe a la mafia a la que logran robarle 43 millones de dólares… pero ambos desconocen que trabajan en el mismo bando y que alguien se la ha jugado a los dos viéndose ahora comprometidos y perseguidos por la mafia y compañeros de todas las agencias gubernamentales del país. El problema se agrava al descubrir que el dinero no pertenece a quién ellos creían encontrándose en el ojo del huracán de una conspiración de la que sólo podrán salir con vida uniendo sus fuerzas y trabajando juntos.
En 2 Guns tenemos como principal artificiero a Baltasar Kormákur, un director de cierto renombre en su país por sus producciones de corte dramático como El Mar (2002), Verdades Ocultas (2005), Las marismas (2006) o The Deep (2012), dando finalmente el salto a Estados Unidos con un par de thrillers, la independiente Inhale (2010) y su primera colaboración con Universal Pictures en Contraband (2012). Este último es un remake de Reykjavík-Rotterdam de su compatriota Óskar Jónasson en el cual coincidiría por primera vez con el actor Mark Wahlberg, con quién repite nuevamente en 2 Guns con el beneplácito y la confianza de Universal Pictures. En primera línea de fuego, al lado de Mark Wahlberg, Denzel Washington, conformando una pareja de la que muchos críticos han destacado con acierto la química que desprenden en pantalla, un elemento clave de esta película alimentado y beneficiado por unos diálogos rápidos, espontáneos e ingeniosos, en ocasiones, extraídos fielmente del cómic, en muchos otros, inventados, reinterpretados y añadidos para favorecer una mayor intensidad y ritmo en el transcurso del metraje. Por lo tanto, es la interacción entre Mark Wahlberg y Denzel Washington la esencia de esta película, el armazón que sostiene un conjunto que se permite ciertos coqueteos, más o menos apasionados, con las formas de Quentin Tarantino, con el western o el cine de acción en formato buddy movie del siglo pasado.
No obstante, esto no dejan de ser unas simples pinceladas, recursos utilizados inteligentemente para alejar a 2 Guns de la llana superproducción «a lo Michael Bay« dominada por la testosterona, habitualmente incoherentes y entregadas a sus sobredimensionados (des) planteamientos. Pero esto tampoco logra en este caso un producto realmente original o referencial convirtiéndose 2 Guns a lo largo de su metraje en una mera cinta de acción, con un ritmo muy bien medido y unos personajes refrescantemente bien caracterizados, en la cual la premisa cercana al film noir de su precedente en viñetas acaba siendo engullida para dejar paso, hay que reconocerlo sin tapujos, a un divertido, entretenido y satisfactorio espectáculo palomitero. Los clichés de este tipo de producciones son sorteados por Baltasar Kormákur con cierta habilidad, sobre todo, teniendo en cuenta que en el subtexto de 2 Guns subyace cierto elemento marcadamente paródico, e incluso cínico, respecto a este tipo de historias y películas en las que la balas suelen volar de la forma más gratuita. Esta última sensación se ve acrecentada por el tono de comedia de enredo por la que basculan las situaciones más disparatadas de la cinta, con la directriz implícita de seguir adelante hasta las últimas consecuencias, pero también en las comentadas interpretaciones de Mark Wahlberg y Denzel Washington que encuentran cómplices a la altura de su deriva en algunos de los villanos o, más bien, antagonistas de la película: un cumplidor James Marsden y un irreconocible y excelente Bill Paxton.
Por lo tanto, teniendo todo esto en cuenta, el saldo final dejado por 2 Guns resulta positivo, proponiéndonos un tipo de cine acción muy por encima de la media, en la que no sólo importa la forma y la apariencia, aunque en ese aspecto Baltasar Kormákur logra revestir a su película con una factura visual tan suave y sencilla como atractiva, casi deudora de esos televisivos pasajes desérticos tan característicos en los últimos años del Breaking Bad de Vince Gilligan. La taquilla ha respondido en Estados Unidos lo suficientemente bien para pensar en una secuela y la crítica ha sido bastante benevolente y considerada con esta producción. Para nosotros, 2 Guns es una excelente propuesta ligera, una película que lleva la adaptación del cómic original un nivel diferente, aprovechando el lenguaje y ritmo al alcance del medio cinematográfico para darle una personalidad más definida y decidida. Es en este sentido, podemos decir que el 2 Guns de Baltasar Kormákur reinterpreta la historia original, pero lo hace respetuosamente, preservando todo lo bueno de sus planteamientos, no desviándose más de lo necesario de su argumento y tomándose ciertas licencias que le aportan un nuevo espíritu y perspectiva. Ni mejor, ni peor al concepto desarrollado por Steven Grant y Mateus Santoluco en su cómic, sólo un complemento, un enfoque lo suficientemente cercano para reconocer el material original y, como decíamos, prudencialmente distanciado del mismo para poder sorprendernos y permitirnos hacer pasar un buen rato.
No veo problema en ello, si no nos sorprendemos cuando adaptan un libro, o incluso un videojuego, ¿por qué hacerlo a estas alturas con una película basada en un cómic?
En realidad Hollywood adaptaría la guía telefónica si pudiera.
Me sorprendió bastante esta peli. Es mejor de lo que aparenta por los trailers.
Mmmmmm, Pues yo si que veo el adaptar tanto tebeo al celuloide como algo negativo.
Más que nada porque son versiones descafeinadas y muy inferiores al cómic que versionean y eso hace un flaco favor al tebeo en sí.
O a la novela.
«¿Esto es el tan alabado Parker?»
A mi tras ver la peli se me han quitado las ganas de la novela y no digamos ya del tebeo¡¡¡¡¡
Y si se ha leído el tebeo antes de ver la peli, es incluso peor la sensación que deja.
Pues este boom de las adaptaciones tiene su parte buena y su parte mala, como todos.
La buena, que está animando a que salgan todo este mogollón de series indis y que, además, anima a que la chavalada se acerque a los cómics.
La mala: que se escriba pensando en que sea algo fácilmente adaptable.