Dirección: Alex Garland
Guión: Alex Garland
Música: Geoff Barrow y Ben Salisbury
Fotografía: Rob Hardy
Reparto: Alicia Vikander, Domhnall Gleeson, Oscar Isaac, Corey Johnson, Deborah Rosan, Evie Wray, Chelsea Li, Sonoya Mizuno
Duración: 108 minutos
Productora: DNA Films / Film4
País: Gran Bretaña
Sinopsis: Caleb es un joven programador que trabaja en una de las mayores empresas de Internet del mundo. Tras ganar un concurso de la compañía, se prepara para realizar un viaje que le llevará a conocer al misterioso y solitario director ejecutivo de la empresa, Nathan. Al llegar a la remota residencia, Caleb descubre que deberá participar en un experimento tan extraño como fascinante que consiste en convivir con la primera inteligencia artificial auténtica jamás creada, encerrada en el cuerpo de una preciosa robot, y ponerla a prueba.
Hablar de Ex Machina en el fondo es hablar de Alex Garland, un novelista que con 26 años saca su primera novela con éxito como es La Playa, que luego le permitiría colaborar estrechamente con Danny Boyle, gran influencia para él, como guionista en 28 días después y Sunshine. Garland es un amante de la ciencia-ficción, en eso no cabe duda no solo por los títulos ya mencionados sino por otras películas que llevan su firma en el libreto como Dredd (2012) o la adaptación de la novela de Kazuo Ishiguro Nunca me abandones. En la mencionada Dredd o en sus historias para videojuegos, Halo, Enslaved: Odyssey to the West o la supervisión del argumento del último Devil May Cry, el escritor londinense ha demostrado que puede realizar historias con mucha acción y entretenimiento constante. El gran valor de Garland es su perfecta adaptación a ambos estilos de ciencia-ficción, la más palomitera y la intimista. El caso de Ex Machina es un claro ejemplo de su predilección por la parte más reflexiva pero que no deja estar cargada de tensión.
Como una especie de Isla del Doctor Moreau, el personaje de Domhnall Gleeson nos lleva de la mano a la mansión-búnker de Nathan (Oscar Isaac), donde sin demasiada espera ya se nos presenta el desencadenante, Ella, el robot Ava. Alex Garland nos ahorra preámbulos y va directo al grano, lo cual es muy de agradecer y expone las cartas de su historia ante Caleb y nosotros: determinar si Ava tiene una inteligencia que le permite tener conciencia de sí misma y también sentimientos. A esto va acompañada una sensación de engaño casi instantánea, Garland consigue mediante su dibujo de Nathan y Ava que algo dentro de nosotros nos haga estar pensando constantemente en que hay gato encerrado.
Su concepción casi escénica de los escenarios minimalistas, la escasez de personajes y el inmovilismo general de los planos, incrementan aún más la impresión de estar viendo una adaptación teatral al estilo de La huella de Joseph L. Mankiewicz o de una obra de Agatha Christie. Cierto es que algunas veces salimos del búnker y vemos unos espectaculares paisajes naturales, pero son casi un pequeño respiro del creciente estrés y se llevan allí conversaciones que perfectamente podrían haberse dado en interior.
Ex Machina como película que trata el tema de la inteligencia artificial no oculta temas clásicos de este subgénero. Cuando considerar a un androide igual que a un humano en cuanto a sus emociones es un primer pilar sobre el que luego van girando otros conceptos como el clásico de Frankestein, que la misma película no oculta al hablar de “una tarea de dioses”. También se dejan caer otros aspectos que recuerdan mucho a la serie Black Mirror, como lo relativo a los motores de búsqueda. Lo que podría llamarse como una marca del estilo Garland es su gusto por sacar los sentimientos más bajos del ser humano aunque nos hallemos en un ambiente de personas inteligentes y presuntamente civilizadas. Esto se vio en 28 días después y Sunshine, y aquí vuelve a salir afectando a todos los personajes y planteando que si un robot puede sentir esos bajos deseos, en el fondo es humano.
La opresión del ambiente, su moderna frialdad y asepsia junto con una banda sonora de pocas notas pero taladrantes, y por momentos angustiosa, marcan sobremanera el inquietante viaje de Caleb, al que Domhnall Gleeson interpreta sin demasiados problemas, ya que tiene controlado el papel de “buen chico”, término que el mismo Nathan dentro de la película usa, que se va cargando de dudas por la constante demanda de lealtad por parte de Ava como de Nathan. Este último personaje destaca por Oscar Isaac, un actor en imparable progresión, como Gleeson, que sabe transformarse en apariencia y crear un genio multimillonario que supone una amenaza tanto psicológica como física, recordándole a servidor esa imagen que transmitía Jeff Bridges como Obadiah Stane en la primera Iron Man. Aunque le sacan su talón de Aquiles, Isaac sabe crear un personaje fascinante y a la vez desagradable, que provoca desconfianza a pesar de que en el fondo te gustaría confiar en él.
Mención aparte merece Alicia Vikander, su Ava es una digna hija de su padre y sabe cambiar perfectamente entre el ser encantador y el recluso de una cárcel de máxima seguridad. Garland se recrea mucho en ella, reflejando por un lado el gran trabajo de efectos especiales que ella carga casi en exclusiva y por otro su cada vez menos escrutable psique a medida que avanza la película. Vikander trabaja mucho el aspecto gestual, tanto del físico en general como del facial, regalando contadas y medidas expresiones. Sobre si ella es tan fascinante como para enamorarse de ella, Garland se saca de la manga un recurso que funciona sin ser una maravilla, un poso de elemento forzado queda por esto pero la inmersión en la historia lo enmascara y tiramos hacia delante sin problemas.
Ex Machina es una película de cocción lenta, no hay que esperar secuencias movidas ni nada de eso. Por esto igual se lleva palos pero el film en ningún momento te intenta llevar por ahí, al contrario, toma un ritmo pausado que se va acelerando como una olla a presión. En esto es muy interesante el tratado musical, minimalista, como el visual con un encuadre inmovilista y un paraje que hace que no nos fijemos en otra cosa que en los personajes. Se respira un aire a trascendencia pero no deja de estar bien circunscrito y en el fondo se mueve en una clara linealidad y, si uno ha visto muchos productos por el estilo, en un terreno poco dado a la sorpresa al solo valorar dos supuestos factibles dentro de la historia. El gran valor de la película de Alex Garland está en cómo tanto al protagonista Caleb como a nosotros se nos hace tomar parte de un lado u otro y a la vez dudar de nosotros mismos. No deja en ningún momento que salgamos de un permanente estado de desconfianza, lo cual por cierto no deja de ser un sentimiento de lo más humano, ¿verdad?
Review Overview
Dirección - 7.5
Guión - 8
Reparto - 8.5
Apartado visual - 8
Banda sonora - 7.5
7.9
Valoración global
Un película de ritmo lento, no para todos los públicos, y de ciencia-ficción "dura" que plantea un interesante juego para el espectador y una serie de temas que entroncan perfectamente con el subgénero de la creación e interacción con inteligencias artificiales.
El pasado míercoles vi la película y comparto mucho de lo planteado por Enrique en su magnífica reseña.
http://transgresioncontinua.blogspot.com.es/2015/03/ex-machina.html