Dirección: Mike Cahill
Guión: Mike Cahill
Música: Will Bates y Phil Mossman
Fotografía: Markus Förderer
Reparto: Michael Pitt, Brit Marling, Astrid Bergès-Frisbey, Steven Yeun, Archie Panjabi, Kashish, Cara Seymour, William Mapother.
Duración: 113 minutos
Productora: Verisimilitude / WeWork Studio / Bersin Pictures
País: Estados Unidos
Sinopsis: El Dr. Ian Gray (Michael Pitt), un biólogo molecular, estudia en una universidad de Nueva York la evolución del ojo humano. Después de un breve encuentro con una exótica joven (Astrid Bergès-Frisbey), la búsqueda de esta joven y su trabajo sobre el patrón único que todos tenemos en nuestros iris va a invadir su vida por completo.
A medida que sus investigaciones continúan junto a su compañera de laboratorio, Karen (Brit Marling), descubren algo sorprendente con implicaciones de amplio alcance que complican sus creencias científicas y espirituales. Entonces, movido por unos fuertes sentimientos y su afán científico emprende un viaje por medio mundo, en el que arriesga todo lo que sabe para validar su teoría.
Los aficionados a la ciencia-ficción podemos decir que llevamos dos semanas muy interesantes con títulos como Interstellar y, el que nos ocupa ahora, Orígenes. Los dos títulos abordan el género de manera muy diferentes, presupuestos aparte, pero con un pequeño punto en común en el fondo, muy humano en los dos, que hacen que exploren la ciencia-ficción más allá de la ciencia, aunque el título de Nolan carga su mayor peso en ella. Orígenes se adentra en un terreno más teórico y personal que científico y realista. En este su segundo trabajo, Mike Cahill continúa la beta de Otra Tierra con ese toque intimista y en pequeña escala de hechos científicamente extraordinarios.
Orígenes abre una brecha más metafísica que su ópera prima y con un discurso mucho más cerrado a pesar de su presumible dimensión revolucionaria. Basta con estar un poco atento en la primera secuencia con la sucesión de imágenes para que, con estar un poco versado en historias parecidas, se pueda desgranar el rumbo de los acontecimientos. El factor sorpresa es casi nulo aunque en el fondo lo que se puede apreciar es que eso no es la preocupación principal de Cahill, el sentido del mensaje lo es.
¿Estamos ante una película independiente? Sí y no. La primera mitad del metraje se suscribe sin duda a los parámetros de lo “independiente” en estilo de grabación, localizaciones, tempo e incluso musicalización. Los actores se integran perfectamente en el tono del film; Michael Pitt es muy creíble en su papel de científico así como en la progresión sentimental e ideológica que tiene su personaje. El estilo de Pitt que roza a veces en exceso lo retraído, aparbado para entendernos, no chirría ni parece forzado ya que esto suele ser natural en él. Su clásica mirada y aguante en los primeros planos engancha muy bien con el estilo del director y enlaza muy bien con la gran presencia del film que es Astrid Bergès-Frisbey.
La actriz española se vuelve realmente una presencia seductora y acapara el protagonismo de gran parte del film y se entiende ese papel de objeto de deseo más allá del tiempo. Cierto es que donde más papel tiene es en esa parte más de bajo presupuesto del film y que su papel de Sofie responde claramente a los cánones de bohemia neoyorquina tiñendo en gran medida a todo lo que pasa a su alrededor de un aura de videoclip modernito. Sin embargo esto no llega a molestar y se ve cómodamente a la espera del punto de giro en el argumento, donde ella simboliza ese choque entre una concepción más abstracta de la existencia y el empirismo científico de Ian.
Ciencia y religión, hechos contra creencias conforman un discurso del que Cahill se adueña y hace pivotar la película entorno a él de manera más encubierta a veces y otras descaradamente, posicionándose sin reparos. No se trata de algo original y tampoco es que lo trate de una manera que podamos calificar de definitiva; el interesante tratamiento científico de lo relativo a la identidad irremplazable del patrón del iris se torna en un panfleto, no en el mal sentido, new age.
El mensaje por el que apuesta la película no se puede entender como nada malo, al contrario se puede decir que es “bonito” sin caer en la sensiblería. Deja un poso de buenrollismo que al final como la ciencia-ficción que merece la pena provoca una extrapolación de lo sucedido al espectador que se identifica y reflexiona sobre su papel en una situación así. Acierte o no con el toque filosófico y pretencioso de su historia, Mike Cahill sigue demostrando una muy buena sensibilidad y preciosismo visual que va en aumento y un sentido del ritmo que aunque pausado no cae en los tiempos muertos. El mencionado toque «indie» del principio de la cinta va abriéndose como la historia y se ve una producción más de peso que resalta más y en el que el realizador sigue moviéndose cómodamente.
Como apunte, comentar que hay una escena post-créditos, al más puro estilo Marvel, que no pega nada con el tono intimista de la historia pero que cierra uno de los flecos del argumento y que se puede entender como un “Cómo podría haber sido” la película si hubiera tirado por un estilo más Ira Levin o similares.
Review Overview
Dirección - 8
Guion - 6.5
Reparto - 7.5
Apartado Visual - 7
Banda sonora - 6.5
7.1
Valoración Global
Mike Cahill se aleja más de la ciencia para adentrarse en lo filosófico y el misticismo con un buen resultado. Su mensaje no alcanza las cotas que la película cree para sí que puede llegar, pero el resultado que queda es satisfactorio y genera un punto de reflexión en el espectador.
Mi hermano la vió en Sitges y me comentó que para él es una de las 3 mejores de todo el festival.
Yo aún no la vi, a ver que tal. Y por cierto, cuando vi el trailer hace unas semanas, me fastidió un montón por todo lo que espoilea… Cada vez más me doy cuenta que hay que huir de saber más de la cuenta, y dejar que la película me sorprenda.
saludos!
Cuand tenga la oportunidad voy a ir a verla. Aunque de antemano advierto que detesto las cosas new age.
Es una película contada con una linealidad envidable, simplemente una historia bien contada, no te pilla por sorpresa y maneja muchos tópicos del género pero lo hace de una manera tan fluida y natural que acaba convenciendo.