ZN Cine – Especial Noé de Darren Aronofsky. El cómic que inundó la gran pantalla

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«Yavé vio que la maldad del hombre en la tierra era grande y que todos sus pensamientos tendían siempre al mal. Se arrepintió, pues, de haber creado al hombre, y se afligió su corazón. Dijo: «Borraré de la superficie de la tierra a esta humanidad que he creado, y lo mismo haré con los animales, los reptiles y las aves, pues me pesa haberlos creado.» Noé, sin embargo, se había ganado el cariño de Yavé».

Génesis 6:6-7

Este año lo bíblico inunda la gran pantalla, hace sólo una semana se estrenaba en las salas de cine el Noé de Darren Aronofsky, la personal interpretación de la versión judeocristiana del mito del Diluvio Universal que podemos encontrar apenas esbozada y detallada en el libro del Génesis del Antiguo Testamento. Pero la visión de Darren Aronofsky parte de un proyecto más arriesgado que una simple adaptación, el cineasta estadounidense se sirvió de un storyboard en forma de cómic, en el que colaboraría con el guionista Ari Handel y el dibujante Niko Henrichon, para plasmar en él el guión resumido de su futura y consecuente traslación cinematográfica. Todos los que conocen el trabajo de este autor de películas como Pi: Fe en el caos, Réquiem por un sueño, La fuente de la vida, El luchador o Cisne Negro, saben de su habilidad para dotar a las producciones en las que participa de una personalidad en la que fantasía y realidad muchas veces rompen sus respectivas y enfrentadas fronteras. Este estilo propio que le ha llevado al éxito, logrando incluso una nominación al Mejor Director en los premios Oscar de 2011 por la mencionada Cisne Negro, y no le ha temblado el pulso en sus coqueteos con el mundo del cómic, como demuestran algunas de sus declaradas influencias, Alejandro Jodorowsky y Katsuhiro Ōtomo, su ligazón siempre quebrada a proyectos superheroicos de personajes como Lobezno, Superman, Batman o incluso el reciente Robocop de Jose Padilha, y su misma y personal experiencia en La fuente de la vida y la presente Noé.

Porque para Darren Aronofsky «lo mejor del cómic es que pones la cámara donde quieres y tu única limitación es la imaginación». Para este creador no hay problema en hermanar ambos medios siempre que lo considera interesante y oportuno. Pero, en todo caso, el reto en su nueva película no era propiamente su adaptación, sino demostrar que podía mantener su sello e impronta en una película de gran presupuesto. Todo ello novelando las vivencias de un personaje mítico como Noé en una historia arriesgada por sus connotaciones religiosas, por la difícil papeleta que suponía la verosimilitud y realismo en un relato de este tipo y por una propuesta dual necesitada tanto de una contundente espiritualidad y sensibilidad como del buen manejo de su apartado más visual y plástico. Pero Darren Aronofsky lo ha tenido muy claro desde un principio, como cineasta de origen judío y de familia conservadora era una historia que había tenido muy cercana desde niño, concibiendo su Noé como una película que debía seguir la tradición de grandes historias épicas pero mostrándose más como un producto del cine independiente y no tanto del habitual blockbuster o filme de catástrofes heredero de Roland Emmerich. Si Darren Aronofsky ha logrado alcanzar sus objetivos con su nueva producción o si se ha ahogado en el proceso intentaremos dilucidarlo hoy en este pequeño especial dedicado a Noé con dos partes bien diferencias en la que hablaremos del cómic de Darren Aronofsky, Ari Handel y Niko Henrichon y su posterior y espectacular adaptación a la gran pantalla.

Reseña de Noé. El cómic de Darren Aronofsky, Ari Handel y Niko Henrichon, por Alejandro Ugartondo
 

Edición original: Noé. Livre 1: POur la cruaté des hommes, Noé. Livre 2: Et tout ce qui rampe, Noé. Livre 3: Et les eaux envahirent la Terre y Noé. Livre 4: Celui qui verse le sang (Editions du Lombard).
Edición nacional/ España: Marzo 2014 (DeBolsillo).
Guión: Darren Aronofsky, Ari Handel.
Dibujo:Niko Henrichon.
Formato: Rústica reducida. 144 págs.
Precio: 11,95€ c/u

Valoración:

 

Coincidiendo con el estreno de su versión cinematográfica, DeBolsillo ha publicado Noé, la adaptación al cómic que Darren Aronofsky y Ari Handel han hecho de la conocida historia bíblica del diluvio universal. Una visión muy particular y, hasta cierto punto, provocativa que cuenta con el arte de Niko Henrichon (Leones de Bagdad).

Darren Aronofsky es un cineasta que no tiene miedo a la hora de afrontar historias complejas o proyectos difíciles cuya traslación a la gran pantalla a veces no es posible por falta de respaldo de una productora o un estudio que quiera invertir unos cuantos (o directamente muchos) millones de dólares para convertir en realidad sus arriesgados guiones. En situaciones así muchos directores simplemente enterrarían el guión en un cajón a la espera de ese productor que quiera creer en su idea o simplemente desecharían el proyecto, pero Aronofsky considera que las buenas historias se deben explicar independientemente del medio en el que se expliquen, y que mejor medio que el cómic, hermano espiritual del cine (ambos son medios eminentemente visuales), para dar salida a esas historias que el director no puede llevar a la gran pantalla. Ya le pasó una vez con The Fountain (DC/Vertigo 2005), cuyo guión fue adaptado al cómic por el propio Aronofsky y que contó con los dibujos de Kent Williams y le volvió a pasar con Noé, su ambiciosa visión del personaje bíblico, que no consiguió la financiación necesaria en el año 2011 y se acabó conviertiendo en una serie de cuatro tomos BD publicados por el editor belga LeLombard, co-escritos con Ari Handel (guionista colaborador habitual de Aronofsky) y dibujados por el artista canadiense Niko Henrichon.

La historia de Noé es una de las más conocidas del libro del Génesis del Antiguo Testamento de la Biblia y en ella se narra como Dios, viendo la maldad de los hombres, decide enviar un diluvio para acabar con toda la vida sobre la faz de la Tierra menos a Noé, al que encomienda la tarea de construir un gran arca en el que acogerá a una pareja de cada una de las especies de animales que habitan la tierra y los cielos y que repoblarán el mundo tras el diluvio. Aronofsky y Handel han tomado como punto de partida para su historia, el original bíblico y han hecho unas cuantas variaciones, además de un buen número de aportaciones personales, para llevarla a su terreno y construir una fantasía de corte épico a la par que intimista donde tratar algunos de los temas habituales en el cine del director. El Noé que presentan en esta historia es un personaje emparentado con otros protagonistas de la filmografía de Aronofsky, obsesionado por su devoción al señor y atormentado por la misión que debe cumplir. Es un personaje complejo, de múltiples facetas, que debe cargar sobre sus hombros con el destino de la creación aunque eso suponga sacrificar el futuro de sus seres queridos y acabe desembocando en un conflicto entre su fe a Dios y el amor por su familia, entre lo humano y lo divino.

El Génesis según Niko HenrichonInterior_noe_2Interior_noe_3
El Génesis según Niko Henrichon

La obra, eminentemente fantástica, sorprende por su planteamiento por momentos más cercano al Señor de los Anillos o a Conan que no a la Biblia. El mundo en el que vive Noé está habitado por civilizaciones decadentes, guerreros despiadados, bestias prehistóricas y seres fantásticos que proporcionan un entorno en que desarrollar la historia de forma amena y espectacular, dándole, si cabe, una mayor dimensión épica a las vicisitudes tanto físicas como emocionales de los protagonistas. En este sentido ayuda mucho la labor de Niko Henrichon, que con sus dibujos contribuye a crear esta atmósfera fantástica que impregna todo el relato. Es precisamente en los pasajes donde más importancia tiene el componente fantástico en los que el arte de Henrichon destaca más, con hermosas y espectaculares páginas en las que plasma los milagros de los que son testigos los protagonistas. También resultan muy efectivas las escenas de acción, muy bien resueltas gracias a la narrativa clara del dibujante.

La construcción del arca por Niko HenrichonInterior_noe_5Interior_noe_6
La construcción del arca por Niko Henrichon

El punto débil del arte de Henrichon es la representación de los personajes humanos, que resulta bastante blanda y anodina, algo que perjudica a que la obra alcance la intensidad necesaria que el guión de Aronofsky y Handel reclama en los momentos cumbres del relato y en los que el componente emocional y humano prima por encima de lo fantástico. Aunque el trabajo del artista consiga imprimir un equilibrio adecuado entre el relato fantástico y el retrato de la obsesión de Noé, el estilo del dibujante hace que sea la parte fantástica la que tenga un mayor peso en el resultado final haciendo que la historia funcione mejor como obra de fantasía que no como drama intimista y eso que el guión contiene suficientes elementos para que el resultado final sea precisamente el contrario. En la edición española, la reducción de tamaño habitual en las publicaciones del sello DeBolsillo le hace un flaco favor al dibujo de Henrichon, que merecía haber sido publicado en formato álbum donde hubiera resaltado más el tono épico de sus viñetas.

Leyendo esta adaptación al cómic del guión original, es inevitable pensar cómo influye la labor del dibujante en el resultado final de la obra ya que es fácil imaginar que un director del talento visual de Aronofsky hubiera conseguido un resultado bien distinto del mismo material de base. A pesar de ello, esto no quita que estemos ante una obra con suficientes méritos y puntos de interés como para tener entidad propia independientemente de los orígenes cinematográficos del proyecto.

Crítica de Noé de Darren Aronofsky por Juan Luis Daza
 

Dirección: Darren Aronofsky
Guión: Darren Aronofsky y Ari Handel
Música: Clint Mansell
Fotografía: Matthew Libatique
Reparto: Russell Crowe, Jennifer Connelly, Emma Watson, Anthony Hopkins, Ray Winstone, Saoirse Ronan, Logan Lerman
Duración: 137 minutos
Productora: Paramount Pictures / New Regency
País: Estados Unidos
Valoración:

 

Desde que se diera a conocer allá por 1998 con su tan interesante como desconcertante ópera prima Pi: Fe en el Caos el cineasta neoyorkino Darren Aronofsky se ha atrevido a abordar todo tipo de films. Retratando un análisis durísimo y nihilista de las adicciones con la soberbia adaptación que realizó en el año 2000 de la novela homónima de Hubert Selby Jr Requiem Por Un Sueño pasando por la ambiciosa historia de amor intemporal de la infravalorada La Fuente de la Vida y llegando a sus dos grandes éxitos de crítica y público El Luchador y Cisne Negro, dos miradas tan opuestas como paradójicamente gemelas hacia la obsesión (uno de los temas centrales en su filmografía) con la autorrealización personal siendo esta brutalmente influida por el plano personal de las criaturas que las protagonizan, el cineasta de origen judío se ha forjado una merecida fama de narrador poderoso y soberbio director de actores, pero también de autor megalómano, excesivo y en ocasiones hasta efectista.

Con la adaptación (muy libre y nada autocomplaciente) que realiza de las sagradas escrituras en Noé vuelve el Darren Aronofsky más ambicioso, alejándose con este proyecto de las historias mínimas que nos narró con el Randy “The Ram” Wilson al que daba vida Mickey Rourke en El Luchador o la Nina a la que puso voz y cuerpo Natalie Portman en Cisne Negro y acercándose más a los terrenos de la ya mencionada The Fountain que protagonizaran Hugh Jackman y Rachel Weisz en el año 2006. El resultado de su último proyecto es una digna cinta que amalgama distinto tipo de vertientes y géneros con el único fin de conseguir alcanzar al mayor número de espectadores posible dando forma así a la más comercial e impersonal obra de su autor, pero no por ello a un largometraje desdeñable en manera alguna, aunque sí con sus altibajos.

Aunque da una visión muy sui generis del suceso del Antiguo Testamento en el que Noé, junto a su familia, recibe por mandato divino la misión de crear un enorme arca con el que transportar dos miembros (macho y hembra) de cada especie dentro de la fauna animal con la intención de sobrevivir a un diluvio universal con el que el altísimo tiene la intención de purgar la maldad humana de la Tierra esta Noé de Darren Aronofsky no deja de ser una epopeya bíblica en su estructura y gran parte de su contenido, aunque dejándose influenciar por corrientes del celuloide actual de corte fantástico, aventurero y hasta de acción. El productor de The Fighter y su habitual colaborador Ari Handel utilizan en beneficio propio todas las parábolas, metáforas y alegorías narrativas de esta parte del Génesis para introducir apuntes sobrenaturales y de fantasía. El problema es que la aparición al inicio del metraje de estas criaturas desconcierta y choca frontalmente con un espectador que hasta que no las considera parte necesaria del argumento las puede ver hasta ridiculas. Algo que sucede con los Vigilantes, esos monstruos de piedra que parecen salidos del imaginario tolkieniano que hasta que no se convierten en piezas clave en el devenir de Noé y su familia parecen fuera de lugar en el contexto del film.

Noé es una mezcolanza cinematográfica con la que el director y guionista quiere satisfacer a todo el mundo. Por un lado, como ya hemos comentado, es un relato teológico de reminiscencias clásicas, pero también es una mirada crítica hacia los fundamentalismos religiosos, poniendo su autor en entredicho dónde están los límites de la fe. También ofrece un retrato misántropo sobre el ser humano como principal instigador de la destrucción del planeta (Darren Aronofsky ve a Noé como el primer ecologista de la historia)y de especies animales inocentes, pero también disecciona una mirada redentora del hombre en el que los lazos familiares pueden romper dogmas y radicalismos de profunda toxicidad, sean de la índole que sean. Por último como obra no elude su naturaleza de blockbaster comercial aunando géneros que van desde el drama hasta el cine de catástrofes, la acción o la épica desatada, pero también trata de mostrarse como un producto hijo de su autor y si bien en ella vemos reminiscencias a obras previas de su creador como La Fuente de la Vida bien es cierto que la mirada y la impronta propios del cineasta que se esconden detrás del proyecto se encuentran bastante solapadas.

Tráiler español de Noé

Posiblemente las dos señas de identidad más claras del Darren Aronofsky autor que podemos encontrar en Noé son su poderosísima ejecución en el plano visual y su célebre dirección de actores con la que exprime hasta lo indecible el talento de su reparto. Hay pasajes de un acabado técnico en Noé sencillamente brillantes con reminiscencias pictóricas que nos recuerda al tenebrismo de Michelangelo Merisi da Caravaggio (la vista de Noé al campamento donde los humanos cometen actos de crueldad inenarrables) y muestras de una fuerza destructiva mastodóntica intachable, como todo lo acontecido cuando el diluvio da sus primeras muestras de naturaleza desatada. Pero por otro ladotambién hay excesos como los que narran por medio de un montaje sobreexplotado el paso de las especies animales por el planeta.

A esto debemos sumar unos actores abiertos en canal para que transmitan el verismo que sus roles demandan. Russell Crowe ofrece su mejor papel en años con la ambigüedad de este Noé lleno de claroscuros, virtudes y defectos, fuerza y debilidad que en un magnífico giro de guión pasa de héroe en la primera mitad a villano en la segunda permitiendo al neozelandes dar a la cámara lo mejor de sí mismo. Le da la réplica una soberbia y madura Jennifer Connelly que no es la primera vez que hace de partenaire del protagonista de Gladiator (ambos dieron vida al matrimonio formado por John y Alicia Nash en la aceptable pero blanda Una Mente Maravillosa de Ron Howard) y con ellos rivaliza una Emma Watson entregada a la causa que tiene junto al protagonista la escena mas remarcable del film durante el clímax final. Logan Lerman y Douglas Booth hacen lo que pueden con sus esquemáticos personajes y Anthony Hopkins y Ray Winston insuflan veteranía y tablas con sus trabajos enriqueciendo dos roles (Matusalén y Tubal-Cain respectivamente) que no son gran cosa sobre el papel, pero que ellos sacan adelante con intachable profesionalidad.

Noé es una apuesta arriesgada y como tal ha sido recibida por una crítica y taquilla muy polarizadas. Una pieza que Darren Aronofsky no hubiera podido abordar sin antes haber saboreado las mieles de éxito con The Wrestler y Black Swan (hacerla justo después del injusto mal recibimiento que sufrió The Fountain habría sepultado su carrera con toda seguridad) y que no se puede considerar uno de sus mejores trabajos, posiblemente sea el menos logrado desde su ópera prima matemática y conspiranoica. Pero es una pieza interesante, una elección acertada para pasar poco más de dos interesantes horas delante de una pantalla en la cartelera actual. Y aunque no cabe duda de que es un producto de vocación comercial, también es cierto que ha dado bastante que hablar (lo de su censura en algunos países árabes ha tenido mucho eco en varios medios de comunicación) porque contiene en su interior una clásica historia sobre la fina línea que separa el bien del mal y acertadas reflexiones sobre ese recorrido, unas veces tortuoso y otras lleno de luz, al que llamamos vida.

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Reverend Dust
Lector
12 abril, 2014 12:16

Enhorabuena a los dos por sendas reseñas, tan correctas como exhaustivas (aunque yo fui más benévolo con el cómic), y aunque me queda por ver la película, ya la he acomodado unas cuantas veces y las escenas sueltas que he podido vislumbrar coinciden con lo que sugiere Armin Luis: apartado visual impecable, interpretaciones cumplidoras y una historia a caballo entre lo fantástico y lo dramático-psicológico (que a lo mejor me equivoco, claro).

No sé cuándo tendré tiempo de verla porque ahora llega Semana Santa y toca trabajarla entera, pero desde luego esta reseña me reafirma en que no puedo pasar sin ver la película, aunque sea por ese pasaje del Génesis que tanto me gustó en el cómic y que parece que llegó al metraje final.

¡Gracias por las reseñas, hamijos!

Reverend Dust
Lector
12 abril, 2014 14:27

Sí, es lo que tiene el factor incomprensible de DeBolsillo, que a la reducción de tamaño le suma una división de una obra de 4 partes en dos de 2 partes… cuando la obra debería ser leída o capítulo a capítulo o en formato integral. En fin… La edición integral de Image es como debería editarse una obra así (aparte de en su edición original, claro, pero no controlo el francés xD -inserte chascarrillo-).

En cualquier caso, si ya era espectacular y «polémico» en el cómic el pasaje del Génesis, tengo muchas expectativas en su traslación a fotogramas 😛

P.D. Porque nos entendemos y tal, pero aquí entra un católico cerrao y nos corre a gorrazos, porque Noé también pertenece al libro del Génesis xD

Jordi T. Pardo
Autor
12 abril, 2014 16:52

«En cualquier caso, si ya era espectacular y “polémico” en el cómic el pasaje del Génesis, tengo muchas expectativas en su traslación a fotogramas»

Ese momento resulta épico en la película. Es realmente una idea muy sencilla, nada que no hayamos visto en cientos de documentales, pero meter esa escena en una película de este tipo con la carga que tiene e implica es de verdadero manual del director trollero xD

Franz
Franz
Lector
13 abril, 2014 9:57

«Hermione» se me hizo extraordinariamente sobreactuada, no me gustó, una película bastante mediocre diría yo.

Ocioso
Ocioso
Lector
13 abril, 2014 10:15

No me gustó el libro, como para ir a ver la película.

Ocioso
Ocioso
Lector
13 abril, 2014 11:16

Como nadie se acordado de Mickey Rooney estos días le propongo en diferido para el papel de Matusalen. Por el mismo precio igual se hubiera echado un cantecito y todo.

Belanner
Belanner
Lector
13 abril, 2014 15:17

¿Pero se considera adaptación el paso de una peli a un story board del mismo autor? Además, posiblemente haya hecho casi seguido una cosa y luego otra teniendo siempre en mente el director acabar haciendo una peli, así que no tengo muy claro que se le pueda llamar «adaptación» como tal. Lo que si es seguro es que, por los motivos que he dicho, haya que estar pendientes «si es fiel o no al comic»,ya que es del mismo autor ambos productos. Otra cosa es si es fiel a la biblia.

Yo estoy pendiente de verla. Russell Crow haciendo lo único que sabe hacer acompañado de Hermione y Jeniffer Connelly tiene que ser al menos, entretenida.
Además, siempre es mejor un dios vengativo que uno pacífico.

Jordi T. Pardo
Autor
13 abril, 2014 15:44

«¿Pero se considera adaptación el paso de una peli a un story board del mismo autor? Además, posiblemente haya hecho casi seguido una cosa y luego otra teniendo siempre en mente el director acabar haciendo una peli, así que no tengo muy claro que se le pueda llamar “adaptación” como tal. Lo que si es seguro es que, por los motivos que he dicho, haya que estar pendientes “si es fiel o no al comic”,ya que es del mismo autor ambos productos. Otra cosa es si es fiel a la biblia.»

Bueno, en principio, primero fue el cómic, luego la película, puede que mientras se publicaba el cómic ya se estuviese rodando la segunda pero no tengo datos ahora mismo… en todo caso, de alguna manera habrá que llamar a esto, ¿no? La palabra más correcta creo que sigue siendo adaptación, porque no deja de ser un autor adaptando su propia visión a varios medios, sino tenemos que buscar o inventar otra palabra para estas situaciones y entonces empezamos con la lucha terminológica rollo cómic/novela gráfica. ¡No nos compliquemos la vida! :p

frankbanner71
frankbanner71
Lector
13 abril, 2014 15:56

9.ocioso.
«como nadie se ha acordado de mickey rooney estos dias le propongo en diferido para el papel de matusalen.por el mismo precio,igual se hubiera echado un cantecito y todo».

yo si me acorde.

comentario 80,del 7 de abril.

https://www.zonanegativa.com/zn-cine-proximamente-en-los-mejores-cines-lo-mas-destacado-de-abril/

http://www.rtve.es/alacarta/videos/dias-de-cine/mickey-rooney-1920-2014/2501730/

Ocioso
Ocioso
Lector
13 abril, 2014 16:24

frankbanner71 ha comentado: yo si me acorde.

Cierto. Es que me da rabia que se dediquen artículos a películas de mierda y no se haga mención al fallecimiento del último actor vivo de la edad dorada de Hollywood.
Lo dirán del mucho mas mediático Kirk Douglas cuando palme, pero es de una generación posterior. Del Hollywood clásico y tras la muerte de la última mona Chita, solo quedaba en gran Mickey.

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
13 abril, 2014 22:55

¿Noé tenía 600 tacos? Joder, entre él, Matusalén y supongo que Abraham y algún otro dejan a los Dúnedain de Aragorn en niños de teta.

Bien podían titular la peli El Carca de Noé.

Ocioso
Ocioso
Lector
13 abril, 2014 23:00

***Otra observación inteligente***
¿A qué edad les llegaría la pitopausia a los contemporaneos de Noé? Es que si fuera hacia los 70 como ahora vaya medio milenio de mierda que les esperaba.

Belanner
Belanner
Lector
13 abril, 2014 23:14

Jordi T. Pardo:
«Bueno, en principio, primero fue el cómic, luego la película, puede que mientras se publicaba el cómic ya se estuviese rodando la segunda pero no tengo datos ahora mismo… en todo caso, de alguna manera habrá que llamar a esto, ¿no? La palabra más correcta creo que sigue siendo adaptación, porque no deja de ser un autor adaptando su propia visión a varios medios, sino tenemos que buscar o inventar otra palabra para estas situaciones y entonces empezamos con la lucha terminológica rollo cómic/novela gráfica. ¡No nos compliquemos la vida! :p»

Pues si hay que llamarlo de alguna a esto, adaptación vale perfectamente, si xD

Por cierto, ¿Alguien me puede explicar que comandos hay que poner antes y después de una frase para poner cursivas o enlaces :p? Gracias!

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
13 abril, 2014 23:34

«¿A qué edad les llegaría la pitopausia a los contemporaneos de Noé?»

¿Y la jubilación?

¿Y la mayoría de edad?

Con esa media de edad, lo de celebrar las bodas de oro sería una formalidad.
Lo que, por otro lado, lleva a otra cuestión; con esas edades y sin televisión… ¿de qué hablas con tu esposo\a después de 80 años de matrimonio?

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
13 abril, 2014 23:36

¿Cuál sería la broma preferida de Noé?

¿»Hijos míos, todo lo que me pertenece será vuestro tras mi muerte. Esperad sentados»?

Ocioso
Ocioso
Lector
13 abril, 2014 23:41

Imagino a una madre de 480 años y su hija de 450 y que le digan a la primera: «Jolines como te conservas, si es que parecéis hermanas»

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
14 abril, 2014 0:11

– Matusalén. ¿Te acuerdas de cuando toda esta tierra estaba cubierta de árboles?
– ¿Que si me acuerdo? Coño, Noé, que fui yo quién plantó los primeros.

Antoine
Antoine
Lector
14 abril, 2014 0:36

Belanner ha comentado: Por cierto, ¿Alguien me puede explicar que comandos hay que poner antes y después de una frase para poner cursivas o enlaces :p? Gracias!

Te copio la dirección de la imagen que puso The Drummer unos artículos atrás con los comandos

http://i.imgur.com/R5LCUBz.jpg

Belanner
Belanner
Lector
14 abril, 2014 19:47

Te copio la dirección de la imagen que puso The Drummer unos artículos atrás con los comandos

http://i.imgur.com/R5LCUBz.jpg

Gracas

Rasputin33
Rasputin33
Lector
17 abril, 2014 15:14

La película no se basa en la biblia cristiana sino en la cábala judía. Para más detalles, http://www.aleteia.org/es/arte-y-espectaculos/articulo/la-clave-secreta-gnostica-de-noah-que-nadie-capta-5032848415260672?page=2

Igverni
Lector
25 abril, 2014 11:43

Ayer vi la película, con mucho retraso, pero lo conseguí !!

Me gustó, aunque un notable parece poco cuando se compara con los sobresalientes de Pi, Requiem, Cisne Negro o el Luchador… Incluso The fountain la dejo un poco por encima de Noé.

Pero me gustó la duda existencial de Noé ¿merece ser salvada la raza humana?, con su metáfora al mundo actual. Y como ya dijisteis, los actores geniales, visualmente impecable, me gustó también mucho la música de Clint Mansell.

saludos!