Dirección: Sam Liu
Guión: Ernie Altbacker
Música: Frederik Wiedmann
Reparto: Stuart Allan, Taissa Farmiga, Brandon Soo Hoo, Jake T. Austin, Kari Wahlgren, Sean Maher, Christina Ricci, Miguel Ferrer, Gregg Henry, Meg Foster
Duración: setenta y nueve minutos
Productora: Warner Brothers Animation
Distribuidora: Twentieth Century Fox Entertainment España
País: Estados Unidos
Cuando se habla de los tebeos de súper-héroes de los años ochenta, resulta inevitable la mención de la Patrulla-X de Chris Claremont. Las aventuras y desventuras del pupilaje de Charles Xavier conformaron el cómic de referencia en el género durante toda la década. Sin embargo, es de justicia afirmar que, así como Marvel tuvo a esta colección -luego franquicia- como su título destacado, DC no le anduvo a la zaga con los Jóvenes Titanes de Marv Wolfman y George Pérez. Las andanzas de un grupo configurado originalmente por los escuderos de sus héroes principales, constituyeron la baza con la que la distinguida competencia respondió a aquellos jóvenes temidos y odiados, convirtiéndose en uno de los títulos de referencia de aquella década. A través de los Jóvenes Titanes (los Nuevos Titanes, en la edición de Zinco) don Marv y don George configuraron un tándem que alcanzaría el punto de su colaboración en la imprescindible Crisis en Tierras Infinitas. Los elementos definitorios del arquetipo del grupo fueron creados por ellos y, cada vez que hay un relanzamiento de los Titanes, resulta inevitable la comparación con una etapa que aguanta muy bien el transcurso del tiempo. Si a ello unimos el hecho de la existencia de dos series de animación basadas en esta larga etapa, no resulta extraño que, en su labor de dar «vida» a todo momento memorable de la larguísima historia del universo / multiverso DC, la división de animación de Warner haya optado por adaptar uno de los arcos argumentales más recordados de la historia titánica:
El contrato de Judas de los tebeos relata la historia de un ataque perpetrado a los Titanes por parte de Deathstroke, una de sus más pertinaces némesis. La particularidad del enfrentamiento vino dada por el hecho de que el hábil mercenario empleara un topo para su misión de dejar fuera de combate a los jóvenes héroes. Tara Markov, Terra, fue una adolescente que, poco a poco, se ganó un puesto en el equipo (así como en el corazón de uno de sus integrantes, Changelling). En realidad, servía a los intereses de su amante, que no era otro que Slade Wilson. La insinuación -en plenos años ochenta del siglo pasado- de una relación entre un hombre maduro y una adolescente era un tanto fuertecilla, pero añadía un toque de originalidad a un argumento que no era precisamente original. Al usar esa añagaza, Wilson no solamente tuvo el conocimiento que le permitió doblegar a sus tenaces oponentes, sino, también, la llave para doblegar su espíritu.
En esta versión animada, encontramos que el núcleo de la historia original permanece, pero algunos detalles han sido modificados para dar al público novato la ocasión de conocer un poco mejor a los protagonistas y atraer a las nuevas generaciones. Para empezar, encontramos un prólogo en el que se cuenda la llegada de Starfire a la Tierra y su encuentro con unos Titanes que, sin comerlo ni beberlo, acaban evitando su captura. Un salto en el tiempo y tenemos una alineación cambiada, en la que el antiguo Robin se ha convertido en Ala Nocturna y mantiene una relación estable con Koriand’r de Tamarán. Junto a la pareja tenemos a Raven, Changelling, Blue Beetle (Jaime Reyes) y Robin (Damien Wayne). En estos dos últimos casos, vemos que el equipo responsable ha decidido introducir a algunos de los adolescentes de más reciente creación, en sustitución de personajes que, como Ciborg, han sido «ascendidos» a otros equipos. Junto a ellos, encontramos a una Terra que, como en la versión original, se ha hecho con la confianza de los Titanes y con el interés amoroso de Garfield Logan. Como en el tebeo de los ochenta, mantiene una relación con su patrono y mentor, Deathstroke, pero aquí se ha optado por darle unos rasgos más humanos. Su lealtad / pasión por Wilson se debe al hecho de que fuera rescatada por él de una turba que la acusaba de brujería. Este, sin embargo, parece verla más como una herramienta que como una igual y, llegado el momento, veremos qué parte del vínculo resulta más fuerte.
El resultado final es una película entretenida que presenta una nueva versión de una historia clásica en el mundo del cómic y en la que la afición veterana tendrá ocasión de evocar muchos aspectos de la historia de los Jóvenes Titanes. En la dirección, repite Sam Liu, un habitual de este tipo de productos; en la música, tenemos otra vez a Frederik Wiedmann, que hace una labor adecuada, mas no memorable; en el reparto, podemos encontrar nombres tan ilustres como los de Christina Ricci, Meg Foster o el fallecido Miguel Ferrer, que al poner la voz al Terminator de DC, hizo uno de sus últimos trabajos, antes de que perdiera la última batalla contra el cáncer que le acosaba.
P. S . Como curiosidad final, hay que destacar la presencia de Kevin Smith hacienda de sí mismo e invitando a Changelling a participar en su programa de radio por Internet a la carta.
Yo lo voy a decir sin ningún tipo de verguenza… xD
Para mi, esta és la mejor película de DC de este año, muy pero que muy pero que muy (muy muy muy… ) por encima de eso que nos pusieron en el cine, de cuya existencia quiero olvidarme…
Aún así és mejorable en muchos aspectos. Pero sin ninguna duda, en cuanto pueda la pillaré para mi colección de películas animadas.
Realmente me gustaría que Warner dejase de hacer el extremo ridículo que hace en el cine, y que se dejasen unas cuantas perras más en la producción de estas peliculillas animadas que suelen pecar en lo técnico. Que en esta película la animación és… a ratos mala, a ratos mediocre y en algún momento puntual és buena y todo, y és una pena.
Ahora a esperar Batman Ninja, que esa si que pinta bien en animación 🙂
PD El corte inglés como siempre, poniendo estas películas en la sección infatil. Si señor! Que una madre despistada la compre para su niño, que verá algunas cosillas un tanto… ehem… xD
Del año pasado sí es una peliculaza. De este prueba Gotham: Luz de gas, que es otro gran trabajo de adaptación/ versión que más de una superproducción multimillonaria querría para sí.