En el año 1989 Batman era el superhéroe más destacado de la cultura pop. La película de Tim Burton fue un éxito de público sin precedentes, el interés por el justiciero a nivel de merchandising era impresionante y DC tenía que capitalizarlo fuera como fuera y si aparte de taquilla se traducía también en muchas más ventas de cómics, pues mejor.
Dennis O´Neil, escritor que devolvió al Caballero Oscuro a la grandeza y que ocupaba el cargo de editor de sus series desde el año 1986 había estado muy implicado con el film, escribiendo la adaptación al cómic del mismo con dibujo de Jerry Ordway (y recientemente publicada en nuestro país por ECC Ediciones) y sabía que había gran cantidad de potenciales lectores hay fuera. Sin embargo, O´Neil era consciente que la puerta de entrada a las aventuras del personaje no era la más accesible. Bruce Wayne estaba en un proceso de duelo por la reciente muerte de Jason Todd a manos del Joker y la gente que se acercarse a los mismos podría hacerse muchas preguntas o sentirse perdido directamente. Y entonces el guionista tuvo una idea.
Esta sería una colección basada en los primeros años del personaje, aprovechando también el gran éxito de Batman: Año Uno de Frank Miller y David Mazzucchelli. La colección, que recibiría el nombre de Legends of the Dark Knight, estaría compuesta por arcos argumentales totalmente diferentes entre sí y con un autor diferente en el mismo. De este modo los lectores podrían acercarse a la colección sin temor alguno a la continuidad y diferentes historias de las series principales del Hombre Murciélago (aunque sí, hay que reconocer que con la llegada de los años 90 y los crossovers esta colección acabaría cayendo en eso…). Como padrino del proyecto, O´Neil escribiría el primer (y el tercero también) arco argumental de esta colección, Chamán.
Chamán sería una saga de cinco números publicada entre noviembre de 1989 y marzo de 1990, con la Batmania aún fresca. O´Neil estaría acompañado para la ocasión por Edward Hannigan, dibujante de corte clásico principalmente conocido por su asistencia a Mike Grell en su etapa en Green Arrow y a Bill Mantlo en su Peter Parker The Spectacular Spiderman para Marvel, donde destacaría por ser el creador gráfico de Capa y Puñal.
O´Neil utiliza a las tribus de nativos americanos como temática para este arco, algo que tampoco es ajeno al personaje ya que autores como Grant Morrison o Alan Grant la han utilizado con posterioridad. En este caso Bruce Wayne es rescatado por una tribu después de su duro enfrentamiento con un cazador llamado Thomas Woodley que tenía gusto por los seres humanos como presas. El chamán de la tribu le contó la historia a Bruce de un antiguo murciélago que serviría como “inspiración totémica” al héroe. Años después, un asesino en serie deja un reguero de cadáveres, todos ellos seguidores del culto de Chubala, un Dios de la isla de Santa Prisca. Para sorpresa de Bruce Wayne, los cuerpos llevan puesta la máscara del chamán.
O´Neil logra con esta historia un relato acertado de un héroe primerizo. Este Batman a veces roza lo ingenuo y patoso. Tiene grandes habilidades detectivescas que le ayudan a llevar el caso pero aún tiene problemas para lidiar con los criminales en el cuerpo a cuerpo y lo de “ingenuo” va en tanto que se olvida de mantener la promesa que le hizo al chamán de no contar la historia del murciélago y mete la pata al contársela a un investigador que abusa de los nativos al estilo al traerles los «vicios del mundo civilizado» (alcohol y drogas), destruyendo para siempre la paz del poblado. Pero pese a esto el tratamiento del personaje es el correcto. Bruce Wayne está recorriendo el principio del camino que lo convertirá en Batman, aún tiene que madurar y aprender mucho y es normal que cometa errores. El toque de thriller de la historia es adecuado y se mantendría en el primer año de la serie ya que Grant Morrison utilizaría el mismo patrón inmediatamente después en Gótico, el segundo arco argumental de la colección.
El arte de Hannigan por su parte mantiene un toque clásico pero que gana muchísimo con el color de Richmond Lewis, que sabe aplicarlo perfectamente a cada situación. Se procura como tener un estilo cercano al de los dibujantes más destacados del personaje en aquel entonces: Jim Aparo y Norm Breyfogle esencialmente y en verdad lo consigue. Hay un par de páginas que son flashbacks de Batman: Año Uno y en las que Hannigan trata de replicar el arte de Mazzucchelli, pero no lo consigue.
O´Neil volvería a la serie para escribir la tercera saga de la serie, Veneno, con la culpa y la impotencia como tema central pero de género más puramente superhéroico que de thriller. Chamán es toda una declaración de intenciones de lo que vendría a ser Legends of the Dark Knight en sus primeros años y como O´Neil conseguiría crear una serie que revisaría el mito de Batman, que permitiría ganar nuevos lectores para la franquicia y que incluso servirían de modelo para la competencia (véanse Las historias jamás contadas de Spiderman de Kurt Busiek). Porque pocas personas habían tan conocedoras y respetuosas con las bases del personaje para llevar a cabo un proyecto de esta índole.
Acepta al murciélago
Guión - 7
Dibujo - 7
Interés - 8
7.3
Dennis O´Neil escribe su "secuela" de Batman: Año Uno, mostrando que el murciélago es algo más que un simple traje para Batman, sino algo que siempre formará parte de él.
Grant Morrison o John Wagner lo han hecho con anterioridad? No se si es un error de redaccion o me he perdido algo!
La obra es bastante correcta, sin entrar en la antologia del personaje. Pero es fascinante como hace de puente de union y lo bien que encaja el «Batman año uno» de Miller y Mazzuchelli» con «El hombre que cae», la reescritura del origen de Batman post-Crisis que abordo el propio O’Neil.
Un saludo y gracias por el articulo!
Con «posterioridad» (refiriendome a las historias de Batman con temática nativo américana), ya está arreglado. Gracias Drury. 😉
Y si me permites, creo que la historia a la que te refieres es «El espíritu de la bestia» de Alan Grant y Norm Breyfogle publicada en Batman 462-464. Wagner y Grant comenzaron escibiendo a cuatro manos, pero Wagner no estaba muy entusiasmado con el encargo y lo dejó pronto. Me suena que sólo hicieron juntos su debut con Scarface, después Wagner aparecía acreditado pero era Grant en solitario. Grant y Breyfogle, para mí una etapa muy buena de la que sólo hablamos los viejos que la leimos…
Me ha parecido una reflexión muy buena la que apuntas. O´Neil puso a los nativos indios como parte relevante del origen de Batman (desde el Secret Origins of the World´s Greatest Super-Heroes de 1989). Y quitando «Chaman», que sale directamente de esa historia, la historia de Alan Grant que dices y un malo breve en una historia de Loeb y Sale los indios, su cultura o sus situación no han vuelto a salir (más allá de Morrison recuperando a Murciélago Jefe para Batman Inc, pero como colaborador de Batman, no como algo propio de Batman). Y el número de Morrison y Burnham en Batman Inc es fantástico. Estás poniendo el dedo en la llaga: hay un claro problema de visibilización de los nativos americanos, es muy llamativo. Así se valora más el uso de Claremont de un personaje protagónico indio -Espejismo- en los Nuevos Mutantes, por ejemplo. Pero si te fijas, Claremont, Grant, Morrison… son británicos. O´Neil es el único americano. Los nativos americanos parece el gran colectivo olvidado en su propio país. Y esa reflexión que haces no es algo que se diga mucho…
Cierto, Alan Grant. Me parece que los pocos números que escribieron juntos fueron muy buenos. Una lástima que Wagner no estuviese muy motivado por el mainstream USA, porque los números de El Cazador de Ratas o Kadaver me gustaban mucho.
Y si, pienso que hasta hace muy poco como había una especie de «invisibilización» a los nativos americanos en el cómic, hasta que en el Siglo XXI ya comenzaron a surgir obras culturales que los ponían en el centro: Scalped en cómic, Banshee en TV… Es cierto que O´Neil y su pensamiento muy progresista era una rara avis en el mundo del cómic de su momento y le permitió abordar temáticas que se veían muy poco en aquel entonces y considero que la temática de los nativos americanos como parte del mito de Batman, como algo totémico (algo que utilizaría Joe Michael Straczynski en Spiderman a posteriori) y no solo por haberse asustado por el animal fue un gran acierto.