Aunque venía cargado de talento y avalado por una trayectoria profesional larga y llena de buenas interpretaciones, Sir Ian McKellen no gozó del apoyo inicial de los fans cuando se anunció que daría vida a la némesis por excelencia de los hombres-x, Magneto. Le consideraban demasiado viejo y flacucho para dar el pego como el amo del magnetismo. Ay, pero una vez más los aficionados se equivocaron porque McKellen encandiló al público con su diabólicamente adorable versión de Magneto.
Los duelos interpretativos que surgen entre Patrick Stewart y McKellen a raíz de la polarización de sus puntos de vista sobre el destino de la especie mutante son soberbios, de acuerdo, pero lo que mejor recordamos es la malicia y picardía con las que Magneto utiliza sus poderes para escapar de la celda de plástico o para colocar su ingenio mecánico en lo alto de la Estatua de la Libertad.
Ya sea por el bien de su especie o por fastidiar a Xavier, Magneto se lía la manta a la cabeza y lo mismo te planea mutar a los lideres mundiales que erradicar de una tacada a la raza humana. Y eso nos gusta por muy perverso que sea, porque por un momento queremos que ese villano tan simpático y educado le gane a los buenos y se salga con la suya. Es gracias a Sir Ian que este Magnus tenga tanto éxito y que se plantee la opción de dedicarle una película en solitario que narre su época de juventud, con cautiverio en los campos de exterminio nazis incluido.
Se intuye pero en ningún momento se nos muestra claramente que entre Magneto y su acólita Mística existe una relación que va más allá de compartir objetivos terroristas. Es otro punto que le añade morbo al personaje teniendo en cuenta lo que debe de ser el sexo con alguien tan versátil como la metamorfa azulada.
La gran diferencia apreciable entre el Eric Lehnserr del cine y el de los cómics no es el mejor o peor aspecto físico del actor que lo encarna, hay que buscarla mas adentro, en la personalidad.
En los cómics originales Magneto a pesar de ser un villano tiene un lado noble y una gran capacidad de sacrificio en favor de sus ideales. Sería capaz de dar su vida si así salvase la de sus congéneres mutantes de las manos de los humanos.
En cambio en la gran pantalla es un cobarde que no duda en poner en peligro la vida de una adolescente inocente (Pícara) con tal de salvar su propia vida al tiempo que logra sus propósitos. Esta falta de escrúpulos le hace aún más peligroso.
La trama de X-Men 3 recaerá en buena parte en el asalto definitivo contra la humanidad que orquesta Magneto a consecuencia de la cura desarrollada para eliminar el gen-x.
Se valerá para ello de su ejercito metahumano, La Hermandad, que contará con un nuevo y valioso miembro venido de las filas de los X-Men, una mutante con un poder superior al suyo y que fuera de control puede hacer que le salga el tiro por la culata.
Magneto, ¿visionario o asesino? Haz tu elección.
hola solo quiero reconocer la pelicula por que sin querer estamos haciendo lo mismo pues el racismo es y siempre ha sido un problema lo cual a llegado a limites inimaginables y tambien lo de la homosexualidad
«Los humanos nunca aprenderan», dice magneto, y al parecer es verdad, es nustra naturaleza, no respetar la humanidad, y hasta nuestra naturaleza traicionar, ¿donde quedo la lealtad?, parece que confundimos lo que es la supervivencia del mas fuerte, saludos desde chile, donde esperamos las 4 parte de x-men (X-Men 3; en una palabra SORPRENDENTE )