Movido por los laudatorios comentarios de Álvaro Pons, me acerqué sin recelos a La Cofradía del Mar, una obra de Nancy Peña editada por Dib Buks que tenía un aspecto especialmente atractivo. La obra me gustó, mucho, y confiando en el castizo apellido de la autora, me atreví a plantearle a Ricardo Esteban Plaza, el editor de Dib Buks, si podíamos entrevistarla en ZN. Ricardo se mostró encantado con la idea pero me advirtió de que podía presentar cierta dificultad: Nancy Peña no hablaba español en absoluto. Algo de inglés. Pero preferiblemente había que entrevistarla en francés. Ricardo no sabía que yo, afortunadamente, contaba con un as en la manga, mi querida cuñada Montse Foz, una de las mejores traductoras e interpretes de francés y ruso que se pueden encontrar en el país.
Así pues, con la colaboración de Ricardo y Montse y la buena disponibilidad de Nancy Peña, la entrevista ha podido llevarse a cabo para disfrute vuestro. A todos, mi agradecimiento.
Entrevista |
Toni Boix: ¿De dónde sale la eñe de tu apellido?
Nancy Peña: Mi familia es española. Debido a unos acontecimientos rocambolescos durante la guerra carlista, emigró a Argelia, después a Marruecos, donde adoptó la nacionalidad francesa. La “ñ” de Peña perdió entonces la tilde, porque las máquinas de escribir francesas no podían escribirla.
TB: ¿Tu condición de descendiente de inmigrantes españoles en Francia ha influido en qué uno de los grandes temas de “la Cofradía del Mar/La guilde de la mer” sea el mestizaje?
Nancy Peña: Mis padres son inmigrantes, pero ante todo se sienten franceses, y lo son, porque mi madre adoptó la nacionalidad muy pronto y mi padre nació como ciudadano francés en Marruecos. No se puede encasillar a las personas, porque el sentimiento de pertenencia a un país, una cultura, una familia es muy complejo. Quería mostrar esto a través de mis personajes: el capitán La Garra es ciudadano de la Cofradía pero se siente Sino ante todo. Gib, el protagonista, prefiere adoptar los valores del país que le oprime porque no conoce otros.
TB: ¿Crees que la reflexión literaria sobre el mestizaje es simplemente sugerente o, por el contrario, la encuentras tremendamente necesaria para las cosmopolitas sociedades occidentales de hoy en día?
Nancy Peña: Creo que es absolutamente necesario reflexionar sobre ello, y lo que sucede en Francia en la actualidad lo demuestra, con la extraña idea de hacer, por ejemplo, un Ministerio de la Identidad Nacional. En lugar de intentar hacer que un país evolucione, nos aferramos a una “identidad” histórica que contraponemos a lo que sucede actualmente y a fenómenos como los de los barrios, que sin embargo son francofranceses. Hay que volver a pensar este país (Francia), y no es una cuestión que corresponda sólo a los políticos. Pero yo no me siento en absoluto depositaria de un mensaje que deba ser transmitido; sería incapaz de hacerlo y, además, no me gusta nada leer ficciones “con mensaje”.
TB: La costura es otro elemento importante en la trama de La Cofradía del Mar. ¿Es una disciplina que te interesa?
Nancy Peña: No soy ni mucho menos modista, pero es un tema que me interesa gráficamente (me gustan los motivos en general). Es un tema que aparece prácticamente en todos mis álbumes y especialmente en La Cofradía del mar y en El gato del kimono, donde los motivos son reales. Mi trazo con la pluma también recuerda un poco a un bordado. Lo que también me interesa es que es un medio de expresión en otras culturas. Pienso en los tapices bereberes cuyos motivos simbolizan la vida de las mujeres que los realizan. En La Cofradía, Patadulce tiene un poco esta relación con la costura.
TB: Algunos opinan que en la costura se entremezclan aspectos artesanales y artísticos. ¿Dirías que pasa lo mismo con la historieta?
Nancy Peña: Sí, creo que muchos autores se sienten artistas en sus intenciones y artesanos en su trabajo diario. En la antigüedad y en la Edad Media, ambas palabras significaban lo mismo, y me gusta este concepto.
TB: ¿Esa idea de que en Francia la BD goza de gran consideración cultural y artística es cierta o más bien podríamos decir que no es oro todo lo que reluce?
Nancy Peña: En Francia tenemos realmente la sensación de que el mundo del cómic está dividido en dos: por un lado, el cómic llamado independiente, que goza de una gran consideración cultural y, por el otro, el cómic tradicional, al que se le niega un poco este estatus. No me gusta esta división, que deja toda una parte de la producción a la sombra de los medios de comunicación y de las críticas. Un álbum es bueno o no lo es.
TB: En nuestro país las chicas no se han incorporado a la lectura de cómics de manera generalizada hasta recientemente, con el manga. Quizás sea por eso que las autoras de cómic sean una minoría. ¿Cómo surgió en ti el deseo de dedicarte profesionalmente al cómic y cuáles han sido las lecturas que crees que te han influido en ello?
Nancy Peña: Mi padre es coleccionista de cómics, de modo que desde muy temprano es un medio de expresión que me ha sido familiar. Will Eisner era entonces el autor que más me gustaba y que más admiraba; fue él quien me hizo entender realmente los engranajes de la narración. Después empecé a estudiar Artes Aplicadas y ya no leía demasiados cómics. Descubriendo a autores como Blain, Sfar, Blutch… fue cuando tuve ganas de lanzarme, porque con ellos reencontraba el placer de lo novelesco, el que sentía leyendo las novelas de Stevenson.
TB: ¿Cómo fue recibida en Francia Le cabinet chinois, tu primera obra como autora completa?
Nancy Peña: Fue muy bien recibida, a pesar de mi torpeza en la narración y en el dibujo. Lo considero realmente como un álbum de aprendizaje, y espero que los lectores también lo percibieran así.
TB: En La Cofradía del Mar los personajes viven sometidos a unas dictaduras jerárquicas que tienen su manifestación visible en la moda como instrumento de discriminación. ¿De dónde surgió esa idea?
Nancy Peña: Desde siempre, el estatus social se marcaba con la ropa, con cosas más bien divertidas como las “polainas” y las “gorgueras” gigantes, que demostraban que se tenía el dinero suficiente para comprar mucha tela, o con cosas mucho más dramáticas como la cruz judía. Incluso en las escuelas, existe una jerarquía marcada por las marcas de ropa. Basta con exagerar este poder de la moda para imaginar dictaduras como la de la Cofradía, basadas en la mirada de los demás.
TB: Los personajes, a pesar de ser animales antropomórficos, se alejan del simpático cliché propio de los funny animals, llegando a rozar lo esperpéntico en algunas ocasiones. ¿Por qué elegiste animales para protagonizar este relato y por qué ese grafismo un tanto desgarrado?
Nancy Peña: Recurrir a los animales me permite poner un poco de distancia con lo que escribo, como en las fábulas, donde se pueden abordar temas políticos o sociales más fácilmente. Nunca hubiera tenido la osadía o el talento de poner a humanos en ese contexto. En cuanto al grafismo, creo que de todas formas no sé hacer otra cosa. Me encanta entintar con la pluma, y ése es el resultado.
TB: El crear de la nada todo un mundo, como haces en La Cofradía, es harto complicado tanto para el propio autor como para los lectores. ¿Qué te mueve a asumir ese riesgo?
Nancy Peña: Resulta muy tentador crearlo todo, como en un juego de construcción, sabiendo que la historia lo desordenará. Pero el guión del tomo 1 de La Cofradía es bastante complejo y creo que no he logrado manejar bien la creación de ese mundo y la historia que se trama. Dicho esto, tampoco quería hacer un álbum de presentación y que la historia arrancara realmente en el segundo tomo.
TB: La narrativa visual de tus páginas se distingue a menudo del patrón cinematográfico, con viñetas-página por las que se desplazan los personajes u otras veces en las que el tempo narrativo de viñeta a viñeta parece enlentecerse. ¿Cuáles han sido tus referentes en cuanto a este tipo de aproximación narrativo-visual? ¿Crees que la historieta debe distanciarse del cine?
Nancy Peña: Me marcaron los libros de Italo Calvino, así como su forma de considerar la página y el libro en sus narraciones. En El caballero inexistente, uno de mis libros preferidos, la narradora se explica escribiendo una historia y, viendo correr su pluma, empieza a trazar caminos y cunetas, en los cuales encontramos las peregrinaciones de los protagonistas.
En otro libro, Calvino cuenta que asiste a una exposición de los globos terrestres de Coronelli, los cuales mezclan la cartografía y algunas menciones escritas de lo que Coronelli vivió cuando realizaba sus apuntes. Por lo tanto, utilizar la página como un territorio o un paisaje para insertar una historia me interesa mucho. También me gusta mucho utilizar la viñeta como un pequeño marco de teatro, lo cual explica que muchos de mis planos sean fijos. Teniendo en cuenta la página o la viñeta, las cosas que pertenecen realmente al libro, nos alejamos necesariamente del cine, aunque existan muchos puentes entre el cómic y ese medio.
TB: Las coloristas cambian de la primera a la segunda entrega de La Cofradía, a pesar del expresivo trabajo que realizaron Jean-Marie Jourdane y Miss Gally. ¿Por qué motivo?
Nancy Peña: Jean-Marie y Miss Gally, a pesar de su talento, no son coloristas de profesión, y simplemente se hartaron de hacerlo (es una tarea muy larga y laboriosa). Se orientaron hacia proyectos personales. Jean-Marie me presentó a Maela, con la que me gusta mucho trabajar.
TB: Los relatos de tradición oral tienen un importante papel en esta obra. ¿Por qué decides vehicular la trama de toda la obra mediante la alusión a este tipo de literatura?
Nancy Peña: Quería que hubiera una mitología muy fuerte, que explicara el origen del mundo de la Cofradía, cada raza de la cual posee tradicionalmente un objetivo, o una concepción. Esta mitología es lo que une todas las islas de la Cofradía, a pesar de sus diferencias, pero debido a esta tradición oral es considerada más bien como una leyenda o un cuento casero.
TB: En cierto momento Bifilong dice que “no están en una novela de aventuras” ¿Pretendías despistarnos o es que el personaje no sabía dónde estaba metido?
Nancy Peña: No, no pretendo nada, es simplemente un toque de humor (malo, quizás).
TB: ¿Que el tesoro de la Cofradía fuera un artista en vez de ser monetario tiene un tanto de reivindicación subliminal de vuestra dignidad como creadores?
Nancy Peña: No, no es una reivindicación de mi dignidad, sino del hecho de que el talento de la gente, la idea de servicio, me parece más valioso que el dinero, y que a la sociedad en la que estamos le cuesta mucho reconocerlo.
TB: ¿En qué momento de la realización de la Cofradía te encuentras y qué otros proyectos tienes en marcha?
Nancy Peña: Tengo que empezar el guión del tomo 3 (pienso terminar la serie en 4 tomos, todavía no sé demasiado como acabará todo pero mejor, porque es interesante dejarse llevar por una historia). Estoy terminando el tomo 2 de las nuevas aventuras del gato con botas, un relato mucho más ligero y divertido, y también un guión para Bayou, la colección de cómics de Gallimard.
TB: ¿Algo que quieras decirles a tu público en España?
Nancy Peña: ¡Espero haceros viajar un poco a través de mis historias!
TB: Deseándole la mejor de las recepciones a tu trabajo, nos despedimos agradeciéndote la atención que nos has prestado
Enlaces de interés |
¡Gran entrevista! Me interesa sobre todo esa jerarquización social en torno a la ropa (más que la moda), que hoy sigue existiendo. La ropa, mucho más que otros factores como el aspecto físico, determina en nuestra sociedad el grupo demográfico y económico al que se pertenece, así como también define (o aparentemente lo hace), opciones políticas, gustos culturales o formas de ser.
Además, sigue siendo un método de separación de clases sociales. Hasta hace bien poco (20-25 años), los alumnos de colegios privados que pagaban la matrícula llevaban un uniforme «elegante», mientras que los alumnos becados entraban por una puerta distinta y tenían un uniforme distinto al de los otros, consistente en una especie de «bata».
No sabía eso de los colegios privados. Pasate por la Cofradía y verás que te gusta, aunque en un primer momento pueda resultar algo desconcertante
Ostias, pues me llama muchísimo la atención, aunque sólo sea por el dibujo (tengo debilidad por ese tipo de trazo, manías mías) y la historia de la cofradía parece interesante, así de entrada. Pregunta: ¿en España están editados 2 tomos o solo el 1? Es que esto irá a la saca de «cuando tenga pasta me lo pillo», fijo.
Dos tomos editados… puedes verlo en la reseña que hay enlazada al final del post.
Hola…había leído la entrevista hace días, pero solo quería comentar que me había parecido muy interesante, pese a no haber leído la obra. Ojalá hubiera más tiempo y dinero, jajaja. Aunque al menos esta entrevista ha despertado mi ineterés por la obra de Nancy.
Un saludo!
Me ha encantado la entrevista.
Qué ganas de leer la cofradía!