¡Bienvenidos a una nueva entrega de ZN Indie: Novedades USA! Esta semana tenemos ninjas de Lego, superhéroes de dominio público que se niegan a desaparecer de las estanterías y superhéroes de AWA Studios.
Lego Ninjago: Garmadon #1, de Tri Vuong
¿Image y Skybound editando cómics de Lego? Tan extraño me parece que la casa de The Walking Dead se haya hecho con la licencia de los juguetes más populares del mundo que tenía ganas de leer esta serie. Desconozco el mundo de Lego Ninjago: perdí el interés en las figuras Lego hace ya años, hecho que hace que mi opinión sea inútil para los fans de estas figuritas, que sin duda estarán cursando la escuela secundaria; pero dudo que los lectores de esta web seáis fans acérrimos de los Lego Ninjago. Seguramente sois lectores curiosos como yo, interesados en saber si el experimento de Skybound tiene éxito y/o este es un cómic idóneo para vuestros vástagos. Me complace decir que sí.
Es la primera vez que leo un cómic de
Si el resto de la serie mantiene el nivel de este número, estaremos ante una de las mejores miniseries de este año para todas las edades del indie americano. Poco más se le puede pedir a un cómic de Lego.
Project Superpowers: Fractured States #1, de Ron Marz, Andy Lanning y Emilio Utrera
Quién iba a decir que Project Superpowers, la serie que continúa las aventuras de superhéroes de dominio público, perduraría más de una década tras la marcha de sus dos artífices, Alex Ross y Jim Krueger. Cada cierto tiempo se publica un nuevo spin-off o miniserie, a cargo de diferentes autores, con mejor o peor suerte, pero siempre con ventas suficientes para justificar una serie más. Este año tenemos a
Hace unos años, reseñando el primer número del enésimo reboot de Turok, comenté que Ron Marz no parecía comprender que, a menos que se trate de un revival nostálgico de Marvel o DC, el mercado americano rechaza cómics de la vieja escuela. Leyendo el primer número de Fractured States, vuelvo a tener la misma impresión. Marz y su co-guionista Andy Lanning han escrito un cómic que en otros tiempos hubiera costado 1 dólar y 50 centavos, precio que incitaría a los lectores a continuar la serie mientras haya una buena ración de puñetazos y rayos láser por número. Hoy, en el año 2022, ese cómic cuesta 4 dólares, un precio relativamente alto para un cómic que se lee en cuatro minutos y lo único que ofrece es un prólogo que es heredero en forma y contenido de esos cómics baratos del pasado. Esta no es forma de garantizar la supervivencia comercial de una serie. Aunque sospecho que el fiel núcleo de lectores de los superhéroes de esta serie ya tiene reservados los siguientes números, no estaría mal ver más interés en expandir el público de Project Superpowers.
Los dos guionistas no se arriesgan para nada con este número, ni en forma ni en contenido. Sigue a rajatabla, con aroma old school, una formula argumental que ya hemos visto en muchas otras historias postapocalípticas de superhéroes como El Viejo Logan o cualquier cómic de superhéroes en el que sus protagonistas viajan al futuro, que siempre desemboca en catástrofes. No puede decirse que sea aburrida la historia, pues dos viejos zorros como Marz y Lanning se conocen muy bien los engranajes del género; sin embargo, tampoco puede decirse que esta sea una historia emocionante como pocas, por encima de la media. Ni siquiera podría considerarse uno de los mejores número uno firmado por ambos guionistas. Tan solo es una historia típica de los superhéroes y escrita competentemente… en un mercado saturado de historias típicas de los superhéroes y escritas competentemente.
Lo mismo puede decirse del dibujo de Emilio Utrera y el color de
En resumen, si os apetece un cómic de superhéroes a la vieja usanza, ambientado en un futuro distópico y que no sea de Marvel y DC, esta es vuestra serie. A la espera de la siguiente miniserie de Project Superpowers nos quedamos el resto.
The Joneses #1, de Michael Moreci y Alessandro Vitti
Tras rendir tributo a los superhéroes adolescentes y pariodar a Batman, el universo de The Resistance pone su punto de mira en la familia americana de clase media de las zonas residenciales en las afueras de la ciudad, localidades que representan a medio electorado de Estados Unidos y donde las ideas políticas de los dos grandes partidos de ese país solían entremezclarse. Desde la irrupción en escena de Donald Trump y su ideario populista en 2016 las urbanizaciones viven tiempo convulsos, pues se han convertido en un campo de batalla político y las diferencias políticas entre vecinos se han ido acrecentando. En la América ficticia de
Al tratarse de un cómic de The Resistance, la familia de The Joneses posee superpoderes que adquirieron tras el brote de una pandemia mundial, y el guion de Moreci abraza las convenciones del género de los superhéroes, un caso opuesto al de la serie central del universo de AWA Studios, que se decanta por un acercamiento más cercano a la ciencia-ficción. Los Joneses son como Los Increíbles o los Cuatro Fántasticos pero comprometidos políticamente. Mejor dicho, solo dos de ellos están comprometidos políticamente; la familia debate entre usar sus poderes por una causa en la que creer u ocultarlos para mantener la paz en el vecindario. Sin duda, esta es la parte más interesante de este primer número. Moreci y Vitti consiguen crear convincentes paralelismos con la realidad, hacen de los Joneses una buena representación de todas las familias americanas que temen el aislamiento social si hacen pública su oposición a controvertidas iniciativas como, por ejemplo, la prohibición de Maus en las escuelas.
Menos interesante es la parte más superheroíca del cómic. Moreci, que nunca antes ha escrito un cómic de superhéroes, y Vitti se muestran demasiado respetuosos para mi gusto con los antifaces y supervillanos que pueblan los cómics de superhéroes. La intención de los autores es llevar a superhéroes como los de Marvel y DC a un escenario político que esas dos editoriales preferirían evitar en sus cómics, y eso es lo que ofrecen en las páginas de este cómic. Aunque es injusto criticarles por algo que nunca prometieron, me pregunto si un poco de ambigüedad moral o cinismo en vez de respeto por las convenciones hubiera hecho más interesante toda la parte superheroíca del cómic. Lo único de lo que puedo estar seguro es de que se les da bien a ambos autores (y al colorista) hacer cómics de superhéroes. No ganarán ningún premio Eisner, pero saben entretener de principio a fin.
En definitiva, si os apetece un cómic de superhéroes como los de Marvel y DC que trate temas de actualidad con firmeza y convicción, The Joneses es una opción a tener en cuenta.
Les cuento que me toco hacer de niñera de un sobrino y me tuve que tragar una pelicula de Lego ninjago para mantenerlo tranquilo y admito que son entretenidas y bien narradas. Y confieso que Garmadon, como parodia de Darth Vader es todo un personaje que vale la pena explorar.
«perdí el interés en las figuras Lego hace ya años, hecho que hace que mi opinión sea inútil para los fans de estas figuritas, que sin duda estarán cursando la escuela secundaria»
Brutal disrespect para los fans de Lego viniendo de una página especializada en libros con dibujitos xD Me pregunto si alguien que no lea cómics pensará igual de señores de 30, 40 y 50 años leyendo como un tío vestido de araña roja y azul se balancea por los tejados mientras hace bromas.
Yo no compro Lego ni me interesa, pero viniendo de una página donde estamos frikis de cosas que, objetivamente, no son para adultos, se debería tener más cuidado con estas calificaciones tan gratuitas, la verdad. Que aquí tampoco es que vengamos a debatir de física cuántica o poesía del siglo XVI, si no de si a Superman le queda mejor el traje con los calzoncillos por fuera o por dentro del pantalón. No se si estamos para tachar de hobby de niños otras aficiones.