Volvemos con más novedades del mercado indie USA. Esta semana, dos series de premisa interesante, pero desafortunadamente solo una de ellas me convenció.
NewThink #1, de Gregg Hurwitz y Mike Deodato Jr.
Rotulación: Andworld Design
La tecnología ha cambiado radicalmente el mundo. El smartpohone, la inteligencia artificial, el Internet… lo que parecían conceptos de ciencia-ficción son parte de nuestro día a día. Desgraciadamente, los cambios que ha generado el progreso tecnológico no son siempre positivos. El Internet permite que extremistas de todo el mundo entablen contacto y se apoyen mutuamente, las fake news han desestabilizado las democracias occidentales al alimentar las divisiones políticas y la precariedad laboral se ha agrandado en parte por la automatización y la presencia de apps como Uber. Esta no es la utopía con la que soñaban los empresarios americanos de Sillicon Valley en los años 90.
Tenía interés en ver qué podía contarnos Hurwitz. Sobre las inesperadas y negativas consecuencias de los ordenadores, especialmente el smartphone, se ha escrito mucho en la prensa y en publicaciones académicas, por no hablar de la cantidad de estudios e investigaciones en ámbitos como la psicología o medicina. Se nos ha advertido tanto de los peligros de un uso excesivo de aparatos con pantallas que por lo general estas advertencias son incapaces de hacernos desviar la mirada de esas peligrosas pantallas. ¿Qué podría contarnos este cómic que no haya leído ya en, pongamos como ejemplo, El País o Psychology Today?
No nos cuenta nada nuevo. Hurwitz solo rasca la superficie del tema que trata. Repite los mismos mensajes de advertencia que tantas veces hemos leído y escuchado en otros medios, y se conforma con ello. Además, al escribir el cómic como una fabula sobre nuestro mundo, el guionista no nos ofrece nada, ni trama o personajes, que puedan hacernos obviar la sonrojante simpleza de sus moraleja. Tan simple es el mensaje de fondo del cómic que podría resumirse en las seis primeras líneas del último artículo sobre el excesivo uso del smartphone de un medio americano como Ars Technica, que ofrecen muy buenos artículos que, a diferencia de este cómic, no cuestan nada. Demonios, no me considero un buen escritor de relatos de ficción (como mucho aspiro a ser un escritor mediocre), pero creo que que en dos o tres días de trabajo podría haber escrito un guion más interesante que el de Hurwitz.
En cambio, Deodato hace su mejor trabajo desde que renunció a los cheques de Marvel. Su estilo de dibujo, en el que predominan los juegos de luces y sombras, los fondos creados con un programa de modelado 3D y personajes de aspecto fotorrealista, es perfecto para un relato sobre las nuevas tecnologías y su impacto deshumanizador en la sociedad. De la unión del dibujante brasileño y el colorista
Mi primera reacción al terminar de leer este primer número fue preguntarme por qué los editores de AWA aprobaron el guion de Hurwitz. No es mi intención ofender al guionista, quien normalmente suele escribir historias que me entretienen (véase la reciente Knighted), pero este número merecía ser cancelado y reemplazado por una historia nueva. Si los siguientes números siguen la misma tónica, estaremos hablando de la peor serie de AWA Studios hasta la fecha.
Seven Sons #1, de Robert Windom, Kelvin Mao y Jae Lee
Rotulación: Simon Bowland
Los guionistas
Con el paso de los años
Es posible que los siguientes guiones de Windom y Mao sean más inteligentes que el de este número de introducción. Si no lo son, el resultado podría ser un cómic entretenido a pesar de sus carencias. En cualquier caso, la serie será lectura obligatoria para fans de Jae Lee, que por fin vuelve a tener ganas de dibujar las páginas interiores de un cómic.
Lo de Hurwitz no lo he leído, pero vaya que la sinopsis no me atraía nada. Parece que esquivé una bala. El dibujo que se muestra de Deodato lo veo bien, personalmente no soy muy amante de su estilo, pero me gustó en Not All Robots.
Seven Sons pues 50/50 me encanta Jae Lee, aunque la portada que hizo me parece muy mejorable, el color de Chung a veces no me convence, pero la mayor parte del tiempo me parece correcto. El guión está entretenido, espero que puedan tocar mejor el tema de la fe en los siguientes números y no sea solo parte del escenario. De todas formas se deja leer.
Como nota, en este fragmento «En los cómics de Lee todo es épico y dramático: las ciudades son urbes frías y tienen imposibles…» Creo que falta una palabra.
No estás equivocado. Se me fue la mano editando la entrada y no me di cuenta al estar un poco cansado. ¡Muchas gracias por señalar el error! Y por comentar, claro. 😉