ZN Indie: Novedades USA #75

Hablamos de las novedades más interesantes del cómic independiente americano. Esta semana, Jack Kirby, Vampirella, Know Your Station y Once Upon A Time At The End Of The World.

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Hoy tenemos un poco de todo en la sección de Novedades USA. Vampiresas, millonarios y el apocalípsis. Que no se diga que no hay variedad en el indie norteamericano.

BOOM! Studios

Know Your Station
Edición original: BOOM! Studios
Guion: Sarah Gailey
Dibujo: Liana Kangas
Color: Rebecca Nalty
Rotulación: Cardinal Rae
Formato: Tomo rústica, 144 páginas.
Precio: $19,99

La desigualdad socioeconómica preocupa mucho a los americanos y no hay más que ver todos los cómics que tratan el tema de un mudo u otro. Sarah Gailey y Liana Kangas lo hacen con mucho suspense. Know Your Station es una serie de misterio satírica ambientada en una estación espacial donde las familias más ricas del mundo tienen a sus trabajadores sobreexplotados. Nuestra protagonista, Elise, es una empleada encargada de la seguridad en la estación, un trabajo precario para el que no está preparada, pues alguien está matando a los ricachones que controlan la estación.

A Gailey le caen muy mal los ricos. En su primer cómic, Eat The Rich, ya se quedó muy a gusto cagándose en ellos. Vuelvo a hacerlo en esta serie, pero con mejores resultados, ya que aquí nos ofrece un retrato más realista de muchas de las grandes fortunas: no siempre son mentes maestras orquestando el fin de la clase media, sino gente que vive en una realidad completamente diferente, ajena a las penurias de sus trabajadores. Son incapaces de entender que sus trabajadores están exhaustos y esperan un rendimiento de diez por un sueldo miserable. Sospecho, a juzgar por algunos chistes de la serie, que la deriva de Elon Musk ha influido la percepción de los ricos que tiene la escritora.

Hay mucho más que chistes a costa de las grandes fortunas, eso sí. El misterio de los asesinatos, que se enrevesa en cada número, entretiene de principio a fin y los trabajadores de la estación especial forman un grupo de secundarios muy interesante que la serie explora detenidamente. Destaca sobre todo la inteligencia artificial que acompaña a la protagonista, un personaje que acapara muchos de los mejores diálogos de la serie.

Proveniente de la literatura en prosa, Gailey tiende a llenar cada página de muchos diálogos. Diálogos muy bien escritos, pero muchos para un cómic. Afortunadamente, Liana Kangas y la rotulista Cardinal Rae se muestran capaces de narrar todas las conversaciones sin asfixiar la narrativa de la serie. Sólo hay un momento en el que se tuerce la comunicación entre la escritora y sus colaboradoras, un momento que confunde mucho al lector, porque el dibujo no se corresponde con lo que narran los diálogos; pero esa confusión se puede resolver con una breve relectura de la página. Aunque es molesto, dada la calidad de la serie, puedo perdonar un fugaz error. Sospecho que la mala comunicación provino de Gailey, que aún no tiene mucha experiencia escribiendo guiones de cómics, situación a la que pondrá fin pronto vista la merecida confianza que BOOM! Studios ha depositado en ella.

Igual de merecida es la confianza que BOOM! y otras editoriales tienen en Liana Kangas. La dibujante me sorprendió en Trve Kvlt y lo vuelve a hacer aquí. Todo lo contrario a espectactular o ultra detallado, dos características muchas vez innecesarias o hasta molestas, su dibujo es perfecto para una historia tan calmada y con cierto espíritu rebelde. Estéticamente es también diferente comparado con la mayoría de series de ciencia-ficción, que apuestan por el realismo, un punto a favor de esta serie. Los colores de Rebecca Nalty son también una demostración de que los cómics de ciencia-ficción indie no necesitan una paleta oscura y rugosa para meternos de lleno en una distopía.

Como toda serie de misterio, el final de Know Your Station determinará si nos quedamos satisfechos con la historia que cuentan sus autores. No termino de quedar convencido porque no veo la resolución completamente consistente con los temas de la serie, pero no lo puedo negar: es un final memorable y atrevido, dos cualidades que siempre son de agradecer y justifican el camino hasta ese final.

En fin, no tengo mucho más que decir excepto recomendar esta serie a quien le interese un poco de misterio, ciencia-ficción distópica y humor. Y le tenga manía a los millonarios, claro.

Valoración: Para haters de Elon Musk y lectores con ganas de temas de actualidad.


Once Upon A Time At The End Of The World
Edición original: BOOM! Studios
Guion: Jason Aaron
Dibujo: Alexander Tefenkgi y Nick Dragotta
Color: Lee Loughridge y Rico Renzi
Rotulación: AndWorld Design
Formato: Tomo rústica, 176 páginas.
Precio: $17,99

Jason Aaron lleva una inesperada racha de series fallidas o con mala acogida entre los lectores. Su recientemente concluida etapa como guionista de los Vengadores sólo ha causado bostezos, cuando no quejas de que estaba desperdiciando el talento de sus dibujantes. De su serie de Punisher, junto a esos dos titanes llamados Jesús Saiz y Paul Azaceta, mejor no hablemos. Sus guiones de Conan el Bárbaro serán recordados sólo por la polémica alrededor de uno de sus personajes.

En el indie americano el guionista ha tenido más suerte. Sin ser obras maestras, tanto The Goddamned como Sea of Stars son series con un alto nivel de profesionalidad y calidad, y seguro que Southern Bastards hubiera estado entre las recomendaciones indie de 2022 si Jason Latour no hubiera resultado ser un depredador sexual, situación que propició la cancelación indefinida de la serie.

Once Upon A Time At The End of The World es un ambicioso proyecto en el que Aaron y tres de los mejores dibujantes del indie nos narran a lo largo de tres volúmenes una épica historia de amor en un mundo apocalíptico. En el primer volumen de la serie Alexander Tefenkgi dibuja cómo los amantes Maceo y Mezzy se conocen y enamoran, mientras que Nick Dragotta, dibujante del futuro tercer volumen, se encarga de varios intervalos que anticipan un final sangriento y brutal a este romance.

Cuando se hizo cargo de Lobezno y la Patrulla-X, hace ya más de una década (qué rápido pasa el tiempo…), el guionista, que se había especializado en series de machos alpha, sorprendió a propios y extraños con historias que mezclaban un humor juvenil y casi paródico con escenas y contextos en ocasiones violentos y perturbadores. Desde entonces, ese humor ha estado presente en casi todos los proyectos que acomete. El primer volumen de Once Upon A Time At The End of The World podría calificarse como un sucesor espiritual de Lobezno y la Patrulla-X. La serie transcurre en un mundo plagado de mutantes y peligros, veremos incluso a gente morir de forma lenta y cruel; pero el guion se lo toma todo con mucho humor juvenil, en ocasiones diría que hasta forzado, como si Aaron tuviera miedo de tomarse muy en serio a sí mismo. Solo se atreve a ponerse serio para criticar, cómo no, siendo un cómic suyo, el extremismo religioso en América.

A pesar de parecerme excesivos los intentos del guionista de ser gracioso, su propuesta me ha entretenido muchísimo más que sus cómics de superhéroes. Esta vez no desperdicia a su dibujantes, acertadas decisiones para cada volumen. Tefenkgi encuentra el equilibrio correcto entre la violencia y el humor naíf que le exige el guion, dejando un puñado de páginas para el recuerdo y Dragotta no se corta con la ultraviolencia y el salvajismo épico de los interludios.

El dibujo del segundo volumen de la serie recae en Leila del Duca, y ahí es dónde se tuercen las cosas. Aunque aún no ha finalizado la publicación de este volumen, no veo forma de que Aaron lleve a buen puerto su historia. Lo que era un cómic de aventuras con cierta inocencia pasa a ser uno de los cómics con mayor contenido sexual en el indie americano, un cambio que viene acompañado de decisiones cuando menos curiosas.

Los dos protagonizan crean una comuna hippie donde se practica el sexo libre y el ritmo de la serie se detiene por completo para mostrarnos los tejemanejes y orgías de esta sociedad. Aaron pone en boca de sus personajes explicaciones interminables sobre las relaciones abiertas, el consentimiento y otros temas de actualidad con los que no tengo problema alguno, pero me aburren cuando parece que son el intento de un hombre mayor desmotando que él no es un carcamal. Sólo son más aburridas sus explicaciones sobre el poder del amor en un mundo tan peligroso. Un mundo que no se corresponde con el mostrado previamente porque resulta estar lleno de supervivientes que se han mantenido extremadamente atractivos a pesar de todos los humanos extremistas y mutantes. Preferiría ver más mutantes que el villano del segundo volumen, que es una una metáfora tan obvia de la pérdida de confianza y amor en una relación abierta que da casi vergüenza ajena. El excelente trabajo de del Duca no consigue mitigar la sensación de decepción que producen estos números.

Dicho esto, el primer volumen de la serie nos cuenta una historia cerrada que nos permite ignorar los dos siguientes volúmenes. Si os gustaron series de Aaron como la citada Lobezno y la Patrulla-X, sois fans de los dibujantes u os interesa la premisa, podéis probar el primer volumen sin miedo. Y si tenéis valor, atreveros con el segundo volumen, que en el peor de los casos podréis quedaros con el bonito recuerdo del primer volumen.

Valoración: Buen primer volumen, pésimo segundo volumen.

Dynamite Entertainment

Vampirella Vol.3: Interstellar
Edición original: Vampirella vol.5 16-21 USA (Dynamite Entertainment, 2020-2021)
Guion: Cristopher Priest
Dibujo: Ergün Günduz y Szymon Kudranski
Color: Ergün Günduz, Mohan y Szymon Kudranski
Rotulación: Willie Schubert
Formato: Tomo rústica, 144 páginas.
Precio: $19,99

Como bien sabéis los lectores de la sección independiente de Zona Negativa, el reboot de Vampirella a manos de Cristopher Priest y Ergün Gündüz es uno de mis cómics favoritos. Contra todo pronóstico, la franquicia creada para adolescentes en los 70 está acogiendo los cómics de acción más inteligentes del indie norteamericano de los últimos cinco años.

En el tercer volumen de Vampirella, que comprende el arco argumental Interstellar, Priest y Günduz devuelven con mucho acierto al personaje a sus raíces, es decir, la ciencia-ficción satírica. Con el objetivo de salvar a su madre, la amoral Lilith, la vampiresa regresa a su planeta natal Drakulon, que en este reboot es un lugar tan siniestro como rídiculo. Como si de un buen cómic de la difunta EC Comics se tratase, los autores usan los elementos más absurdos de esta historia para hablar sin reservas de temas tan serios como la intolerancia y las relaciones tóxicas. Y de paso ofrecen una solución al dilema que los editores de Harris Comics crearon en los 90: ¿es Vampirella un demonio o una alienígena? Una solución tan tonta como genial que define muy bien la identidad de este reboot: un cómic inteligente y divertido que no se avergüenza de sus orígenes.

Desafortunadamente, también un cómic que exige cierto esfuerzo financiero al lector. A partir de este volumen Priest empieza a entrelazar las historias de la serie con los sucesos de Sacred Six, el spin-off de Vampirella que él mismo escribe. El secuestro de Lilith, el desencadenante de Interstellar, se narra en las páginas de esa serie. Aunque Priest resume todo lo importante a los lectores que no siguen ambas series, es inevitable quedarse con la sensación de que Sacred Six es lectura obligada para entender la serie de Vampirella y eso no debería ser así.

Respecto a la edición de Dynamite, hay que comentar que la editorial omite el número 15 de la serie, una historia breve que se reserva para el cuarto y último tomo recopilatorio de la serie, que de otro modo sólo contendría cuatro números. Por cierto, me pregunto quién escoge las portadas de cada tomo recopilatorio. Este volumen tiene una bonita portada de Peach Momoko, pero el anterior tiene una portada subida de tono y el siguiente tomo también tiene una portada que, sin ser tan sexual, pone mucho empeño en las curvas de Vampirella. Me da la impresión que Dyanamite no sabe a qué público venderle esta serie.

Valoración: Un excelente cómic que quizás debería haberse mantenido aislado de sus spin-offs y alejado de las portadas de Dynamite.

Image Comics

Jack Kirby’s Starr Warriors: The Adventures Of Adam Starr And The Solar Legion
Edición original: Image Comics
Guion: Jack Kirby
Dibujo: Jack Kirby y Tom Scioli
Color: Tom Scioli
Rotulación: Tom Scioli
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: $9,99

Quien haya leído un sólo cómic de Tom Scioli habrá notado la admiración del autor por la obra de Jack Kirby. Sin embargo, nada indicaba que el autor se iba a atraver a hacer un «remix» de un cómic de Kirby. Publicada en los tres primeros números de la antología Crash Comics en 1940, The Solar Legion fue uno de los primeros cómics de ciencia-ficción que escribió y dibujo un jovencísimo Kirby que ni siquiera había conocido aún a Joe Simon. La popularidad del universo Marvel ha eclipsado todas las obras anteriores del legendario autor, pero de vez en cuando alguien se acuerda de este serie al analizar a fondo las influencias de los primeros cómics Marvel.

No estoy seguro de que «remix» sea la palabra adecuada para describir este cómic; «recreación» es quizás mejor. Scioli ha redibujado The Solar Legion por completo, pero respetando el estilo de dibujo y manteniendo intacta cada palabra del guion original de Kirby. En opinión de Scioli, la serie original tenía un gran potencial que no alcanzó debido a la falta de experiencia como narrador de Kirby, aún aprendiendo las técnicas y herramientas que le convertirían en una figura onmipresente del cómic, además del tosco entintado y coloreado que se realizó sobre los lápices originales. El objetivo de esta recreación es intentar dejar que las ideas de Kirby puedan brillar por fin.

Al redibujar la serie, Scioli ha simplificado la distribución de viñetas de cada página y aumentado el tamaño de cada viñeta. Veamos la siguiente comparativa.

Como podemos ver, Scioli ha recreado minuciosamente el dibujo de Kirby. Tan bien que a primera vista parece que Scioli entintó y coloreó las páginas originales. Sin embargo, en lugar de apilar viñetas como hizo Kirby, que no tenía mucho espacio para contar su historia, Scioli prefiere usar entre dos y cinco viñetas por página, bien grandes comparadas con las originales y distribuidas verticalmente excepto en momentos de máxima épica. La mayoría de viñetas mantienen la composición del original, pero en algunas ocasiones se invierte la composición para que la narrativa fluya mejor.

Para quien esté interesado en todo el proceso creativo de esta recreación, Scioli lo describió al detalle en Cartoonist Kayfabe, el show de Ed Piskor y Jim Rugg.

La publicación de este cómic cuenta con el beneplácito de la familia de Kirby. Nunca sabremos que hubiera opinado el cocreador de los Cuatro Fantásticos, aunque me inclino a creer que estaría de acuerdo con sus herederos. Esta recreación es a todas luces un experimento exitoso. Un cómic divertido, con un sabor retro y moderno a partes iguales, que nos permite disfrutar como nunca de las ideas de un primerizo Kirby ¿Algo que criticar? Mucho me temo que el precio. 10 dólares pueden antojarse como un buen desembolso.

Valoración: Para fans de Jack Kirby y los cómics vintage.

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