ZN Marvel: Las 8 Claves del Éxito de la Araña. Parte 2 de 2.

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Segunda entrega del artículo sobre Spider-Man aparecido en el segundo BoME que recopila la etapa Lee/Ditko.

5-Héroe hasta el final:

No va a engañarnos por mucho que repita la escena de ‘Spider-Man nunca más’, que acaba con su traje adornando un cubo de basura. Peter Parker ha sido, es y será por siempre uno de los mayores héroes de todos los tiempos. Por dura que sea la situación en la que se encuentre o lo peligrosa que su doble vida pueda resultar para su entorno cercano, la bondadosa educación que Tía May le inculcó a su sobrino pesa demasiado como para que abandone las redes de forma definitiva.
Que Peter porte semejante altruismo no hace de él un blandengue o un soso, que es como en ocasiones se percibe a las figuras heroicas que defienden el bien sin recurrir a métodos fatalmente nocivos. Al contrario, hace de él un superhéroe de pies a cabeza, que no se avergüenza de reconocer que su alter ego de las mallas hace justicia porque cree en ella y en los valores que ésta encierra.

6-Secundarios primarios:

Qué sería de las historias de Spider-Man si en sus tramas no hiciesen acto de presencia el elenco de excelentes secundarios que acostumbran a acompañarle.
A día de hoy uno de los secundarios más destacados es la incombustible Tía May, la anciana que ha criado a Peter como si fuese su propio hijo, y que no puede evitar sentirse constantemente preocupada por él aunque ya esté bien crecido. En el más allá, el difunto Ben Parker del que May es viuda, contempla con orgullo y admiración el hombre bueno y honesto que ha llegado a ser su sobrino.
En igual posición se encontraría Mary Jane Watson, actual esposa y confidente del héroe que sabe proporcionarle el equilibrio emocional necesario para no ser absorbido por las locuras de su carrera superheroica. Es una relación diferente a la que Peter vivía con la dulce Gwen Stacy, porque cuenta con mayores dosis de pasión y desenfreno, pero en todo caso es algo achacable al trágico destino de la belleza rubia, que impidió que esa unión evolucionase por completo.
Otros intereses románticos que han pasado por los brazos de Parker con mayor o menor fortuna son la morena Betty Brant y la voluptuosa Felicia Hardy de cabello níveo (completando así el abanico cromático capilar de las parejas del chico).
Si bien ninguna de ellas tuvo el mismo impacto que MJ o Gwen, ambas han hecho palpitar con fuerza el corazón de Peter, y de hecho Felicia sigue siendo una de las amigas y aliadas en las que más confianza deposita el trepamuros.
De ambiguo se pueden calificar el contacto de Peter con J. Jonah Jameson y con Flash Thompson. El primero odia a Spider-Man y le machaca cada día desde el Daily Bugle, pero es una suerte de figura paternal para Peter y le quiere a pesar de que no lo demuestre al explotarle laboralmente. El segundo en cambio a quien adora con devoción es a Spidey y a quien maltrata desde la época escolar es a Parker, aunque con los años han conseguido limar bastante sus asperezas.
Todo esto sin contar con las numerosas amistades con las que Spider-Man cuenta dentro del ámbito de los superhéroes, y que a menudo le visitan en las viñetas, destacando especialmente las apariciones de la Antorcha Humana y Daredevil.

Amazing

7-Galería de villanos:

Si la galería de secundarios con la que cuenta Spidey es rica en grandes personajes, la de villanos es todavía mejor. Como si de una calibrada maquina de crear oponentes se tratara, el equipo Lee/Ditko dio lugar a rivales tan memorables que han sido reutilizados regularmente hasta la actualidad. Aquí va un repaso de los supervillanos más importantes que surgieron de la colaboración entre los dos autores.

Doctor Octopus: némesis por excelencia del arácnido que gracias a su protagonismo en la segunda película del personaje está gozando de una nueva época dorada en la que lucir sus robustos tentáculos de metal. Es un científico que se ha refugiado en la locura ante la falta de aprobación y reconocimiento que anhelaba desde la niñez. La mejor estrategia con la que Peter ha logrado abatirle es apelando al lado ilustrado y racional de Otto Octavius.

Elektro: el vistoso malhechor de poderes eléctricos que sigue intentando destapar sin éxito todo su potencial para el mal es en el fondo un don nadie, un criminal de poca monta que fue bendecido con habilidades que ha desaprovechado una y otra vez.
Es capaz de tanto que seguramente él mismo se niegue a soltarse por miedo a que su mediocridad no le permita mantener el control.

El Lagarto: el buen doctor Curt Conners acaba maldecido por su loable proyecto médico que persigue la regeneración de extremidades en humanos. A consecuencia de su desesperación por obtener un resultado satisfactorio se encuentra condenado a transformarse en un terrible lagarto que se guía por puro instinto animal. Al igual que con Octavius, la mejor baza de Spidey para derrotarle es alcanzar la mente culta e inteligente del doctor.

El Buitre: básicamente se trata de un anciano con alas. Eso sí, las ha fabricado él mismo en todo un alarde de eficacia ingenieril. Con una longevidad y resistencia solo comparables a las de la venerable Tía May, El Buitre no piensa jubilarse mientras el cuerpo aguante. Suele perpetrar robos que termina frustrando Spider-Man tras el combate aéreo de rigor. No será de los villanos más peligrosos, pero es todo un clásico.

El Hombre de Arena: es bastante evidente con un nombre así cual es el poder del personaje. Al desplegarlo tiene tanto atractivo visual que no extraña a nadie su elección para enfrentarse al arácnido en la segunda secuela cinematográfica. Oficialmente milita la categoría de los villanos, pero eso no ha impedido que se haya pasado alguna que otra vez al bando de los buenos

Misterio: este maestro del arte de la ilusión y el engaño tiene un montón de aparatos y recursos psicodélicos bajo su chistera, o más bien bajo su pecera, porque después de todo eso es lo que lleva puesto en la cabeza. Sus sofisticados trucos han puesto en apuros al hombre araña década tras década. Murió en la etapa de Daredevil de Kevin Smith, pero una nueva y reforzada versión ha tomado el testigo.

Kraven el Cazador: un consumado cazador ruso curtido en los parajes más inhóspitos del planeta y con un único objetivo, hacerse con la presa más preciada. Centra su atención en la jungla de asfalto y en cierto amistoso vecino con mallas al que planea atrapar a toda costa. Murió en la legendaria saga La Última Cacería de Kraven, pero dejando tras de sí a un hijo que ha resultado estar más interesado en los lujuriosos asuntos de Hollywood que en seguir los pasos de su padre.

El Escorpión: el depredador natural de las arañas es en los cómics de Spider-Man un fiero oponente embutido en una armadura de jade. Su letal aguijón es el elemento que no puede perder de vista nuestro héroe si no quiere ser pasto de la cadena alimenticia que le corresponde en el reino animal.

Spidey

8-El Método Marvel:

Stan Lee confiesa que llegaba a escribir hasta una docena de títulos mensuales. Una cifra récord para un guionista que no han conseguido batir ni autores tan prolíficos como Brian Bendis o Scott Lobdell.
El secreto para mantener ese ritmo de producción es el método que utilizaba para elaborar las historias, un sistema de hacer guiones que se ha dado en llamar el Método Marvel.
Lo que Stan ‘The Man’ Lee hacía era comentarle a sus dibujantes las ideas generales y lo que esperaba contar en cada número, en lugar de entregarles un detallado guión completo, como suele ser habitual. De esta forma les daba pie a los artistas para que rellenasen los huecos de la historia y aportasen lo que faltaba. Cuando Lee recibía las páginas terminadas, les añadía los diálogos y textos de apoyo. Así evitaba tener a algún dibujante de brazos cruzados por falta de un guión que ilustrar, porque todos debían continuar trabajando para poder llevar un sueldo a casa. Si Stan se encontraba escribiendo una historia para Jack Kirby y acudía Steve Ditko diciéndole que estaba listo para encargarse del siguiente número, lo que hacía era darle la premisa y el beneplácito para que lo narrase como él quisiera. Así le mantenía ocupado y podía terminar la historia para Kirby, y si venía Don Heck, John Romita o John Buscema, repetía el proceso para que cada uno tuviese una labor que desarrollar.
Más adelante Lee comprobó como este método que tuvo que improvisar por la necesidad de cumplir con la fechas de entrega y de tener en activo a los dibujante, era el mejor para hacer cómics, porque lograba extraer lo mejor de cada artista.

Estas cuatro claves y las cuatro de ayer han catapultado al estrellato al asombroso Spider-Man, y seguirán haciéndolo allá a donde su legado alcance, como si fuesen las ocho patas que impulsan a una araña en su balanceo por la tela que han tejido para sobrevivir.
Un saludo a todos.

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fenix_oscuro
fenix_oscuro
14 febrero, 2008 9:01

Te han faltado Venene y Matanza en la galería de villanos, ya sabes que eso es imperdonable…

Alberto Benavente
14 febrero, 2008 9:57

Fenix_oscuro, el artículo habla de la época Lee/Ditko como se dice al principio del mismo.

En aquella época tanto Veneno como Matanza no eran mas que embriones en los huevos de Michelline

¡Un saludo!

Dibujo tu héroe con el culo en pompa!!
Lector
14 febrero, 2008 10:43

La muerte de Gwen. Un golpe de efecto que se gravó en el subconsciente del lector de comic para siempre.

-1 día para EL GRAN DÍA DEL CULO BLOGOSFÉRICO

Mr. Shepherd
Mr. Shepherd
14 febrero, 2008 11:08

>>>

No pienso preguntar cómo fue el proceso «creativo» que sacó a esos embriones de los huevos de Michelinie XD

Sombra Azul
Sombra Azul
14 febrero, 2008 11:52

Cuando se hacen este tipo de análisis siempre se cae en los tópicos. Y, aunque aquí se ha apuntado de refilón, se olvida algo muy importante: Spider-Man tiene un enorme atractivo más allá de su personalidad, gracias al magnífico diseño de su uniforme y sus poderes, únicos e inimitables.

La prueba es que los niños pequeños lo adoran, y no por identificarse con Peter Parker, sino porque Spidey, simplemente, mola.

Otra clave es su sentido del humor.

Y otra la apuntó Frank Miller cuando aseguraba que de adolescente imaginaba ser Spider-Man: un tipo de increíbles poderes que tenía que simular se una persona normal y aguantar todo lo que le caía encima.

Olvidaos de que el éxito de Spidey se basa en ser un tipo normal. Es mentira. Spider-Man es un héroe incorruptible y en la vida real no hay nadie así. La clave de su éxito es ser un gran héroe que debe disimula en una vida de persona normal, y pasar por los calvarios que todos pasamos. No es el tipo que todos somos. Es el que nos gustaría ser.

Maesemediarock
Maesemediarock
14 febrero, 2008 15:23

Lo siento por el off-topic pero….TRAILER DE INDIANA JONES en HD – http://movies.yahoo.com/feature/indianajones.html;_ylt=AtP39bUuu0FE9ozwdtiuBHxfVXcA

SE SALE !!!!!! VIVA EL CINE Y LOS GRANDES COMICS DE AVENTURAS !!!!

Don Guri
14 febrero, 2008 15:25

Y el Duende Verde?

El Killer
Lector
14 febrero, 2008 15:27

Tambien falta el Duende Verde, un tipo que se hizo famoso por matar al Gwen Stacy

chango1985
chango1985
14 febrero, 2008 19:09

El hombre de arena aparece en la tercera parte y no en la dos. Muy buen articulo. Son las cosas que siempre pensé de spiderman.
PD: Respectoa la tercera peli sigo pensando que ubiese sido mejor usar al lagarto que a veneno, pues connors ya habia aprecido y daria lugar a la tipica historia de spiderman clasica.

sputnik
sputnik
Lector
14 febrero, 2008 20:08

«Stan Lee confiesa que llegaba a escribir hasta una docena de títulos mensuales. Una cifra récord para un guionista que no han conseguido batir ni autores tan prolíficos como Brian Bendis o Scott Lobdell.»
Ya, bueno. Pero es que hay que tener en cuenta cómo «guionizaba» Lee. Inventaba una trama simple, se la contaba al dibujante de turno, que la narraba como bien supiese (hubo suerte, en Marvel tuvieron a muy buenos narradores). Después, si había espacio en las viñetas, Stan Lee añadía algún texto adicional. Y yastá.

«Olvidaos de que el éxito de Spidey se basa en ser un tipo normal. Es mentira.»
Sí y no! Hoy en día Spider-Man ya mola porque sí, porque Spider-Man gusta a la gente casi de nacimiento.
Pero en su día Spider-man moló porque era un tebeo muy a la moda de la época, lejos de los coñazos habituales en el género. Y como cómic a la moda, presentaba a un adolescente de la época. El famoso argumento que se suele usar para explicar su éxito de «todos no podemos identificar con él», aunque hoy sea más bien falso, en su momento fue la clave del éxito de Spidey: representaba a sus lectores. De la misma forma que los Beatles representaban a sus fans. Es cierto, como apuntas, que también está el componente «quiero ser como él», pero es que siempre está ahí cuando admiras alguien.
¿No?

deuorld
deuorld
14 febrero, 2008 22:36

Héroe hasta el final:
¿Hablamos del mismo que no fue capaz de enfrentar sus errores e hizo un pacto con el demonio para deshacer su pasado, y asi sacrificar su mujer para asi no sentir culpas…?
Ese si que es heroe…..

madspider
madspider
14 febrero, 2008 23:19

HEROE hasta el final porque aun agonizante en la cama del hospital le hizo frente al vampiro-come totems que no recuerdo su nombre y responsable de su estado por defender al amor de su vida Mary Jane

Julien Mayfair
15 febrero, 2008 2:53

Todo esto habría quedado muy bello y cierto de no ser por el cagazo final de Marvel. Cualquier detalle antiguo se fué a la mierda, y ahora mismo, con artículos y análisis de este tipo buscan mantener a los lectores antiguos, como si fueramos una tropa de subnormales….Quezada, vete a la mierda.