ZN Marvel: Nuevos X-Men Tomo 1, extracto.

Desde Marvel se intentó de todo para relanzar creativamente a los mutantes, estancados durante los 90 en historias repetitivas y carentes de la profundidad de las de antaño, pero ni siquiera el regreso de Claremont logró darle nuevos bríos a los X-Men.
No fue hasta que a Joe Quesada le fue asignado el puesto de editor en jefe cuando se optó por dejar la franquicia mutante en manos de la mente privilegiada de Grant Morrison.

La propuesta de la serie fue presentada a los editores a través el Manifiesto de Morrison, un compendio de reflexiones en las que el escritor explicaba por qué ya no funcionaban los X-Men y qué debía hacerse para remediarlo. Había que olvidarse de la anticuada manera en la que los estaban siendo escritos. De hecho sus New X-Men no cuentan con textos de apoyo ni bocadillos de pensamiento. Toda la información que se nos provee o es visual o viene directamente de boca de los personajes. Las alargadas y densas tramas que nunca iban a ninguna parte serían sustituidas por otras cuya resolución se situaría como máximo a un año de distancia. Y la serie dejaría a un lado el tono de superhéroes a favor de la ciencia ficción pura. Asimismo el acercamiento a los personajes y sus problemas debía hacerse desde un ángulo más realista, haciéndoles interactuar con el mundo que les rodea, y dando por fin el paso de integrar al Homo Superior en el resto de la sociedad.

Que se renueven las reglas del juego no implica que se deje de lado el pasado y la continuidad de los mutantes. Las relaciones entre ellos siguen ahí, pero en vez de ser una traba para contar nuevas historias se orientan hacia direcciones antes no ideadas, creando sorprendentes situaciones de tensión sexual e ideológica.
Un análisis profundo de la serie nos revela que su eje primario habla sobre la sustitución de lo viejo por lo nuevo, de la rebeldía con la que la juventud se abre paso a costa de sus predecesores, que se empeñan en la contención de lo venidero. Al fin y al cabo en eso consiste exactamente la evolución, en cambiar para adecuarse a lo que ha de venir, al mañana.

Los New X-Men de Morrison están compuestos por capas superpuestas de tramas y subtramas que van evolucionando hasta formar un inmenso puzzle de 41 números cargados de espectacularidad, conceptos tremendamente originales y personajes tridimensionales. En su conjunto es un cómic con muchas ideas subliminales y dobles lecturas que harán las delicias de los lectores más avezados. La cantidad de detalles ocultos y referencias a la cultura popular demuestra el cuidado y planificación con el que la historia ha sido diseñada de principio a fin. Hasta el título original cuenta con el sugerente detalle de poderse leer igualmente en un sentido y en otro.
Según declaraciones del guionista, New X-Men es una macronovela dividida en relatos más pequeños que sumados nos permiten contemplar el complejo tapiz del que forman parte.