ZN Recomienda AIDP: Los Muertos

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AIDP: Los Muertos
Autores: Mike Mignola, John Arcudi, Guy Davis
Norma Editorial
Color 160 págs – 16.00 €

Trasfondo y personajes

La AIDP es la Agencia de Investigación y Defensa de lo Paranormal. Surgida después de la II Guerra Mundial a raíz de la llegada de Hellboy a nuestro mundo, como prueba palpable de que lo paranormal podía convertirse en una amenaza para toda la humanidad o, cuanto menos, era susceptible de ser usado como un arma por manos enemigas. Después de la marcha de Hellboy, sus principales efectivos en el Operativo con Talentos Especiales son:

Liz Sherman: Una piroquinética que a los once años mató accidentalmente a toda su familia.

Abe Sapien: Un hombre anfibio descubierto en un subsótano de un hospital con indicios que le vinculan a la Guerra de Secesión.

Johan Kauss: Un médium cuya forma física quedó destruida mientras su proyección ectoplásmica se encontraba fuera del cuerpo.

Dra. Kate Corrigan: Asesora de la AIDP en folklore e historias ocultas y enlace entre la Agencia y el operativo con talentos especiales.

Dark Horse/Davis/MignolaDark Horse/Davis/Mignola

Benjamín Daimio: Un marine ex-boina verde que, desde que resultó muerto en una misión pero a pesar de ello sigue vivo, ha empezado a interesarse por estos temas etéreos tan alejados de los intereses habituales de un militar.

Roger: Un homúnculo creado a partir de cieno, sangre humana y hierbas en Rumanía, revivido por el contacto piroquinético de Liz.

Dark Horse/Davis/Mignola

Valoración

AIDP: Los Muertos” mola mil. Y lo expreso así, tan burdamente, porque me conozco y sé que después me perderé en matices. Es por eso que lo digo y lo repito: ¡¡MO-LA MIL!!

Porque es un cómic de esos que, cuando los empiezas, cuesta dejarlos a medias. De los que lees con fruición, deseando a la vez que no se terminen. Te encuentras en él como en un escenario nuevo, sensual, “fantástico”. Y los personajes, que te acompañan y te guían, te interesan, te divierten y llegan a importarte. Has conectado con ellos.

Y esto es así porque a Mignola le sientan tan bien los colaboradores como a Hellboy sus secundarios. No hay duda de que este creador norteamericano es un “artistazo”… pero tiene sus limitaciones. Su uso de las masas de negro no tiene parangón. Su capacidad para diseñar personajes de gran potencia visual es innegable. Su secuencialidad manifiesta un hábil dominio del tempo narrativo y a veces brinda pequeñas metáforas de remarcable calado. Todos estos dones hacen de él un dotado creador de ambientes y de ambiente. Un inspirado maestro de la sugerencia. Pero luego, después de eso, no hay matiz. No lo hay apenas en la expresividad de sus personajes y no lo hay sin duda en la mayoría de sus guiones. Por suerte en “AIDP: Los Muertos” tiene quien supla esas carencias, al tiempo que puede seguir aportando alguna de sus virtudes al todo que es esta obra.

Dark Horse/DavisEn el apartado gráfico del cómic en cuestión encontramos al falsamente discreto Guy Davis, quien ya acompañara a Mignola en la anterior entrega de la serie. Davis, como en “AIDP: Una Plaga de Ranas”, demuestra que es un artista inmenso. Aún cuando en otros trabajos suyos como Sandman Mytery Theatre nunca había parecido espectacular. Todo ello resultado de que Davis es un dibujante al servicio del guión. Que sabe ir donde éste le lleva e incluso más allá, pero siempre en consonancia con él. Por eso aquí nos sorprende. Porque un verdadero monstruo siempre debe apresar la mirada con fascinada repugnancia… y AIDP está lleno de monstruos. Escenarios detallados y verosímiles, personajes expresivos, narrativa visual impecable, extrema habilidad para dibujar lo imposible y lo extraño de manera clara y reconocible y una facilidad pasmosa para dotar de profundidad a sus viñetas, aprovechando esa profundidad narrativamente hablando, son las características que hacen de este dibujante una “rara avis” en el panorama norteamericano. Características que le convierten en la persona idónea para esta serie.

Pero, en tanto en cuanto Davis ya aparecía en la anterior historia de AIDP, la novedad que sitúa a esta entrega por encima de sus precedentes la constituye el guionista John Arcudi. Este escritor nunca ha aparentado ser ningún genio ni ninguna de sus obras le ha reportado demasiado éxito, pero siempre ha demostrado un gran oficio y muy buen ojo para la caracterización de personajes. En sus Gen 13 y su Doom Patrol aparecían detalles de calidad, repartidos sobre un fondo algo anodino. Pero por suerte aquí Mignola y Davis se ocupan de compensar eso y Arcudi se ocupa de compensarlos a ellos. Las ideas de Mignola son la base sobre la que este guionista puede aplicar su buen hacer y los dibujos de Davis tienen con él una gama de matices que recrear, a la vez que el dibujante densifica con sus dibujos lo planteado por los otros dos.

Peter David explicaba en The Pulse que los Campeones le parecían un grupo de personajes escogidos al azar porque no había contrapuntos entre ellos que generaran progreso dramático. Porque no se equilibraban mutuamente ni los respectivos estereotipos que representaban se daban réplica. Este deseable juego de personalidades en contraste, generando dinamismo argumental, es una de las principales virtudes que aporta Arcudi a AIDP. Este guionista consigue en cuatro diálogos definir el carácter de los diferentes personajes con más acierto del que habían demostrado los guionistas que le habían precedido hasta la fecha. Se puede decir que, propiamente, las personalidades de los AIDP se vuelven manifiestas por primera vez con Arcudi. Puesto que se ensanchan, repletas de detalles nuevos, sin dejar de parecer coherentes con la impresión que el físico y los antecedentes de los mismos permitían intuir. Así, Arcudi los llena de matices, haciendo que su recién estrenada tridimensionalidad se articule en un conjunto de relaciones que fecunden el argumento. Llenándolo de sentimiento, de emoción y de humor. Impagable como impacta la inclusión del nuevo miembro, Benjamín Daimio, en el equipo. Este antiguo boina verde, retornado a la vida después de muerto, con esa inmensa cicatriz en su cara, sin oreja, reproduce el “prototipo Lobezno” con gracia. Logrando que sus maquinaciones, secretos y marcial actitud devengan la chispa que este barril de pólvora que es AIDP necesitaba para explotar. Sus enfrentamientos con Liz Sherman, convertida en madre protectora del grupo, y su cómica relación con Roger, el simplón sabio, son algunas de las pinceladas que le aportan renovada vida a la serie.

Dark Horse/Davis/Mignola

Así pues, dicho esto, podemos ver como en AIDP: Los Muertos se da aquella alquimia perfecta de la que hablaba Dan Didio en la entrevista que le hicimos. Cuando juntando a diferentes autores, alcanzas a crear oro puro. Las ideas de Mignola en cuanto a la exploración del pasado de Abe Sapien y al progreso de la Plaga de Ranas que anuncia el fin de la humanidad. El dominio que tiene Arcudi del ritmo y de los entresijos propios de una buena historia. La capacidad de Davis para engrandecer lo que el guión propone, haciendo crecer de manera especial los momentos de silencio. Todo esto se da cita en AIDP para dar lugar a una serie con muchos puntos para llegar al rango de clásico. Como en su día lo fueron aquellas historias fruto de la química surgida entre gente como Chris Claremont, John Byrne, Paul Smith, James Robinson, Peter Snjeberg, Marv Wolfman, George Pérez y Kurt Busiek.

Dark Horse/Davis/Mignola

Trayectoria editorial

AIDP: Los Muertos lleva incluidas las pistas necesarias para poder disfrutar solventemente de la historia que nos propone sin necesidad de leer entregas anteriores. Casi diría que su superior calidad, con respecto a esas otras entregas, incluso aconseja empezar a leer la serie por esta historia, si uno no tiene muy claro si seguirla o no. Pero bien es cierto que lo que cuenta proviene de lo explicado en relatos anteriores. Por eso os presentamos a continuación un breve repaso de lo que podréis encontrar en ellos.

Hellboy: Semilla de Destrucción

En la primera entrega de este particular universo creado por Mike Mignola, presenciamos la llegada del chico-demonio a la Tierra. También aparecen por primera vez su amigo Abe Sapien, su archienemigo Rasputín y la plaga de seres anfibios que irrumpe en nuestro planeta a través de la familia Cavendish y que están llamados a traer consigo el fin de la humanidad.

A pesar de que el guión de esta historia es bastante mediocre en su factura, podemos disfrutar en ella del arte de Mignola en su momento de máximo apogeo, justo antes de que empezara a simplificar demasiado el acabado de su dibujo, en una obra que sólo encuentra parangón en la fascinante adaptación que, del Bram Stoker’s Dracula de Coppola, hicieron Roy Thomas y el mismo Mignola.

Hellboy: El Gusano Vencedor

Ofrece lo mejor de Mignola, pero también todos sus defectos, ya anteriormente mencionados.

Conocemos al justiciero de la Segunda Guerra Mundial Bogavante Johnson y descubrimos los tejemanejes que la AIDP se ha traído con Roger, propiciando que Hellboy abandone la Agencia al final de la historia. De nuevo asoma la Plaga de Ranas y hay una maravillosa secuencia, escalofriante y profundamente alegórica, expresando la repugnancia que despierta la traición.

Dark Horse/Mignola

AIDP: Las Tierras Huecas

Arrancan ya las aventuras sin Hellboy del Operativo de Agentes Especiales. Conocemos a Johan, profundizamos en la naturaleza de Liz y acompañamos a Abe en su particular crisis existencial, no sabiendo si continuar o no en la Agencia tras la marcha de Hellboy. Esta historia cuenta con dibujos de Ryan Sook, uno de los discipulos más aventajados de Mignola, que aportan detalle al habitual juego de sombras de su maestro. Esto, junto con el interesante trabajo argumental de Christopher Golden y Tom Sniegoski, hacen de éste un recomendable producto al que sólo puede objetársele una conclusión un tanto desinflada y una caracterización de personajes escueta y sin demasiada relación con la que después presentarán Arcudi y Davis.

Complementa el volumen el origen de Johan, una aventura de Bogavante Johnson y otra de Abe Sapien en solitario.

AIDP: El Alma de Venecia y otras historias

A pesar de ser obra de reputados autores, es la entrega de menor trascendencia de entre todas las que hemos mencionado. Las aventuras que explica son en su mayoría prescindibles y su mayor atractivo consiste en presentar la primera historia de Guy Davis para AIDP.

AIDP: Una Plaga de Ranas

Éste es el volumen inmediatamente anterior al que aquí hemos reseñado. Constituye el renacer de la raza anfibia que descubríamos por primera vez en Hellboy: Semilla de Destrucción y también presenta el inicio de las pesquisas de Abe Sapien en pos de su pasado.

Dark Horse/Davis/Mignola

A pesar de que no llega a lo redondo de AIDP: Los Muertos por la impericia de Mignola como guionista, al contar ya con los dibujos de Guy Davis lo sugerente de su propuesta sube muchos enteros. Por este motivo, y por constituirse en punto de arranque de muchos de los derroteros que la serie explorara después, AIDP: Una Plaga de Ranas puede considerarse la compra más recomendable de entre todas las que hemos mencionado junto con AIDP: Los Muertos.

Hablan sus editores

En los USA

MIH: Una de las series de más éxito de Dark Horse ha sido AIDP, la nueva serie surgida al amparo de Hellboy. ¿Cómo crees que puede encajar en un mercado tan saturado de superhéroes?

Scott Allie: Por el mero hecho de ser diferente. En cierto sentido, estamos trabajando en ese cómic siguiendo los parámetros de un cómic de superhéroes, pero siguiendo los patrones de cómics de superhéroes un poco raros como Challengers of the Unknown o La Patrulla Condenada. Se trata de una panda de monstruos de feria que están juntos pero no revueltos; cada uno de ellos va evolucionando poco a poco, generalmente, hacia algo incluso más raro que antes. Además, este cómic de superhéroes tiene una meta en mente. Nos va a llevar su tiempo, pero las ranas, el Ogdru Hem, la gente del subsuelo, y el poder de Liz son elementos clave en la historia y tienen un sentido. Si seguimos haciendo AIDP dentro de veinte años, no seguirá siendo el cómic que es hoy en día. No seguiremos intentando desentrañar el destino de Roger, o Liz no seguirá cabreándose con Daimio ni intentando comprender sus poderes. Los argumentos tienen una meta en mente, e irán cambiando. ¿Cómo encajará todo esto en un mercado sobresaturado de superhéroes? Pues como lo hizo Hellboy, encajará al ser una excepción y algo raro; además, esperamos que consiga tener un cierto número de lectores que sigan la serie con devoción.

MIH: ¿Crees que AIDP es una serie que deberían leer todos los fans de Hellboy? ¿Se puede leer sin haber leído anteriormente nada de Hellboy?

SA: Se puede leer AIDP antes de leer algo de Hellboy, pero deriva tanto de Hellboy que te perderás muchas cosas si no echas un vistazo a la fuente original. Creo que, a día de hoy, es muy fácil leer AIDP sin seguir las andanzas de Hellboy; ya que ambos cómics caminan en direcciones realmente opuestas, pero… ¿por qué ibas a dejar de disfrutar de Hellboy cuando es el mejor cómic que hay en las estanterías?

En España

Toni Boix: ¿Qué hace que AIDP sea especial para ti?

Carles Miralles: AIDP es el Hellboy sin Hellboy… Es la serie que está siguiendo por los derroteros que hicieron grande a Mike Mignola cuando creó al detective de la mano de piedra (en cuanto a líneas argumentales, a desarrollo de personajes…), y Hellboy siempre ha sido una de mis colecciones preferidas (y la descubrí no por Mignola, sino por ese Byrne, del que soy fan confeso, que realizó los diálogos de la primera miniserie). Además, creo que pocos personajes hay tan originales como Liz, Abe Sapien o el homúnculo Roger, y que pocas series derrochan una imaginación tan desbordante como ésta.

Además, AIDP es una serie en la que siempre pasan cosas. Nunca hay vuelta atrás en lo que se hace, los personajes evolucionan con cada arco argumental y cambia el status quo de cada uno de ellos (y sus relaciones) con cada arco argumental. Si a eso le añadimos que los cliffhangers son de órdago, que Guy Davis es uno de los mejores narradores de la actualidad, que el tándem formado por Mignola y Arcudi a los guiones es de lo mejor que se ha visto en el noveno arte en años, creo que tiene todos los ingredientes para ser un éxito.

TB: ¿Con qué otros cómics lo compararías y por qué?

CM: Pregunta con trampa, ya que siempre lo he comparado con la Patrulla-X de Claremont y Byrne, en tanto que es una serie con un continuará constante, en la que siempre pasan cosas (como debéis saber, lo que caracterizaba la mejor Patrulla que ha existido jamás es ese constante vaivén, esos viajes sin fin de la Tierra Salvaje a Japón, al Club Fuego Infernal y de ida y vuelta a la Luna). Creo que eso era la aventura, el cómic en estado puro, y que AIDP ha sabido seguir ese testigo como pocas series. Además, Liz Sherman (hasta la evolución que hace su poder) siempre me ha recordado mucho a una Fénix con un poco más de mala leche.

TB: ¿Cómo es que eres tú quien se encarga de su traducción?

CM: Siempre me ha gustado mucho Hellboy (y, claro, su spin-off), así como las obras de H.P. Lovecraft (de la que los guiones de Mignola beben directamente). Cuando surgió la oportunidad de ser yo quien la tradujese (cuando aún no era editor de Norma… ¡hace ya muchos años!), no lo dudé, ya que era una forma de disfrutar trabajando. Después no quise dejarlo (es una de las obras con las que mejor me lo paso… y hasta lloré durante la realización del siguiente volumen, La llama negra), y aquí estamos. Y creo que el resultado no es malo del todo, ¿no?

TB: No lo es, no lo es. Está a la altura de una gran serie.

Dark Horse/Davis/Mignola

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Víctor Aguilera
21 julio, 2006 8:42

wow…a ver quien es el guapo que no se lo lee después del pedazo de recomendación que te has marcado Toni…

Merrick
Merrick
21 julio, 2006 9:36

Estoy bastante de acuerdo en que esta es una gran serie. Y Guy Davis me encanta. Si no tuviera ese punto feísta, sería una superestrella, pero afortunadamente no es así.

En lo que no estoy de acuerdo es en que éste tomo ha sido mejor que el anterior, Una plaga de ranas. Creo que Arcudi no refleja bien el tono Lovecraftiano y misterioso que consigue Mignola con los textos, aunque redondea mejor el argumento, eso es cierto.

sr. curioso
sr. curioso
Lector
21 julio, 2006 11:32

pues nunca había leido nada de aidp pero sí de hellboy hasta q me dio por comprar este tomo q recomiendas, y me he quedado alucinado, me encanta, hasta el punto de ser una de mis series favoritas, y eso q he leido poco, pero me ha gustado muchísimo.
incluso el personaje nuevo, ben daimio es muy carismático. y me encanta su relación con liz y con roger.
ah… y lo del siguiente tomo; la llama negra.. sí es cierto q será un poco triste, pero muy espectacular.

Mario
Mario
21 julio, 2006 12:01

Gran reseña… A mí el trabajo de Guy Davis me tiene mesmerizado. Me parece que la palabra clave es equilibrio; equilibro entre la plasticidad, el movimiento, el detalle. Fluye con una facilidad pasmosa y a veces consigue una emotividad en las expresiones (léase Abe Sapien)que le da la gravedad necesaria que podría llegar a faltarle al pastiche de referencias del guión. Y la ristra de muelas asomando por la cicatriz de la mandíbula de Daimio es un icono a reivindicar ya. Por cierto, que otro punto que me encanta del volumen es el color (no recuerdo ahora mismo de quién).

Raúl López
Admin
21 julio, 2006 12:15

Lo has vuelto a conseguir Toni.. otra compra obligada… 😉

guevillos
guevillos
Lector
21 julio, 2006 14:15

Si no fuera por los precios de Norma….

Merrick
Merrick
21 julio, 2006 14:40

Pues sí… los precios de la familia Hellboy siguen siendo abusivos.

Brainiac
21 julio, 2006 22:53

Guy Davis es un pedazo de genios, y es increible la de cosas suyas que todavía no hemos visto publicadas por aquí, su saga de zombies para humanoides, Marquis, Nevermen, PhotoTaker, etc, etc,…

Más de Guy Davis ya!

David
22 julio, 2006 10:29

A la altura de una gran serie también está tu artículo, Toni!tremendo. Y no es elogio gratuito: te has salido.

Con el siguiente párrafo has conseguido que me compre el cómic con los ojos cerrados:

«Todo esto se da cita en AIDP para dar lugar a una serie con muchos puntos para llegar al rango de clásico. Como en su día lo fueron aquellas historias fruto de la química surgida entre gente como Chris Claremont, John Byrne, Paul Smith, James Robinson, Peter Snjeberg, Marv Wolfman, George Pérez y Kurt Busiek».

Por cierto, Guy Davis es grande, y Ryan Sook un crack (una pena su salida del X-Factor de Peter David).

Un saludo y enhorabuena, maestro!

Raúl López
Admin
23 julio, 2006 12:31

Gracias por vuestros comentarios y respecto a lo dicho por Merrick, reconozco que el toque misterioso de Mignola a mí me deja a medias, como si hubiera conseguido crear mucho ambiente pero luego no me hubiera llevado a ninguna parte. Por eso me ha gustado tanto la inclusión de Arcudi en esta mezcla autoral.
Y coincido con Mario en que el colorista Dave Stewart le sienta genial a Davis, confiriendo calidez y tridimensionalidad a su dibujo. Pero ahí también hay que valorar la edición de Norma, pese a su precio. Porque por desgracia el color de Sandman Mystery Theatre no tiene absolutamente nada que ver con el del original americano y eso afecta a la impresión que nos causa el dibujo de Davis en esa serie.

johan
johan
23 marzo, 2007 16:42

cual es la traduccion al castellano de hellboy