ZN Reseñas: Ernie Pike 4

9
557
 

Ernie Pike 4
Guión: Héctor G. Oesterheld
Dibujo: Hugo Pratt
Norma – 72 pág color – 16 €

 
Descripción editorial


Ernie Pike, creado en 1957 por Hugo Pratt y Héctor Oesterheld, narra las aventuras de un corresponal de guerra que ejerce de actor y espectador privilegiado durante la II Guerra Mundial. De marcado tono antibelicista, Ernie Pike está basado en un personaje real: Ernest Pyle, famoso periodista americano que recorrió numerosos países con las tropas estadounidenses durante la primera mitad del s. XX, hasta morir abatido por los japoneses en 1945.

Todas las guerras son iguales: gente que mata a otra gente por un objetivo mayor que ellos mismos. Pero aunque se quieran convencer de lo contrario, en el fondo saben que es un sinsentido, que están matando apersonas con sueños y esperanzas, con historias dignas de ser explicadas y que no deben caer en el olvido.

Reseña

Cuando hace un tiempo me refreí a la serie de Ernie Pike, algunas personas me censuraron atinadamente que no hablara tanto de la obra en sí como de sus detalles circundantes. Dándoles la razón, la publicación del cuarto número de la colección me ha de servir para saldar mi deuda.

Creo que para entender de forma adecuada la propuesta de Oesterheld y Pratt debemos percatarnos de la procedencia cultural de ambos. Hugo Pratt es un artista italiano emigrado durante un tiempo a Argentina. Oesterheld, por su parte, es un argentino descendiente de alemanes. Tenemos, pues, que los autores de estas historietas ambientadas en la II Guerra mundial pertenecen al “bando de los malos” en lo que respecta a Europa. Así, en Ernie Pike no se cumple aquello de que la Historia la escriben los vencedores, antes bien los que fueron vencidos.

Por supuesto, ni Pratt ni Oesterheld tuvieron vinculación alguna con el fascismo europeo, pero es indudable que sus orígenes les ayudaron a discernir con gran lucidez que, incluso en la guerra, la persona humana trasciende nacionalidades y fronteras. Ernie Pike así nos lo cuenta. Por regla general, en lo que concierne a los protagonistas de estos relatos, importa poco que sean japos o chinos, rusos o alemanes. Tan solo en ciertos momentos, en qué los autores desean hacer incidencia en algún aspecto cultural específico de una etnia concreta, cobra relevancia su nacionalidad. Pero hasta entonces se percibe con claridad que los que se enfrentan son seres humanos. Con padres, hijos y esposas a los que añoran y cuyo corazón se resquebrajará si no regresan. Por encima de la crueldad, por encima de la muerte y la derrota, asoma en todas las historias de Ernie Pike una dimensión superior, esa humanidad que nos habita y nos penetra, que nos hace capaces de perdonar y de dar la vida, que nos hace reconocernos en el otro, que nos impulsa a mantenernos íntegros por adversas que sean las circunstancias.

Así, como en la mayoría de obras de Oesterheld, a pesar de que fueran pensados y dibujados en un tiempo en el que la historieta no se concebía como hoy en día, los relatos de Ernie Pike siguen preñados de una trascendencia que los vuelve imperecederos… sin que por ello dejen de resultarnos vibrantemente entretenidos.

También en ZN


Comentario sobre ciertos aspectos de Ernie Pike

Semana temática dedicada a H.G. Oesterheld

Subscribe
Notifícame
9 Comments
Antiguos
Recientes
Inline Feedbacks
View all comments
Bruce
Bruce
30 noviembre, 2007 14:06

PRIME!

Pratt y Oesterheld son dos monstruos, y no de feos..

Rotebor
30 noviembre, 2007 20:25

Yo leìa «Ernie Pike» en la revista «Hora Cero» original, y aùn guardo algunos ejemplares; tenìa un formato apaisado (dos tiras por pàgina) de 19cm x 14cm; blanco y negro, con ocasionales aguadas grises.
Luego fueron cambiando los formatos, asì que segùn las èpocas, las reediciones fueron rearmadas o no.
Como detalle pintoresco: el rostro de Ernie Pike que dibujaba Pratt, era el retrato de Oesterheld (incluida su caracterìstica nariz). En algunas aventuras, Pratt se dibujaba a sì mismo, cosa fàcil de comprobar (ademàs se retratò en muchas historietas que dibujò).
No me parecen mal esos tonos suaves de colores que les aplican en las reediciones.

mad flash
mad flash
30 noviembre, 2007 21:04

oesterheld,es sin duda el mejor guionista argentino,y pratt..que decir se adjudico algunas creaciones de oesterheld,chorro.

Bruce
Bruce
1 diciembre, 2007 18:03

Pratt se dibujaba a sí mismo en Corto Maltés..solo que se dibujaba medio metro más alto y más delgado. ¿Pero quien no aprovecharía para quitarse algún defectillo?

Rotebor
1 diciembre, 2007 23:25

Toni: En «Sargento Kirk» Pratt se dibuja como un oficial confederado; en «Fort Wheeling» su rostro es el del traidor Simon Girty; en «Ernie Pike» aparece un oficial alemàn con su rostro, y en otro episodio en selvas del Pacìfico, hay un sargento; ademàs, tengo una ilustraciòn para un cuento de una revista hogareña, que es simplemente su rostro dibujado a trazo grueso sobre una hoja de periòdico… Y cito de memoria, pues revisando su trabajo seguramente se encontrarìan màs.
Por supuesto, estoy hablando de un rostro de Pratt màs juvenil y delgado que el suyo propio cuando ya era famoso y gordito. Y, sinceramente, no encuentro parecido de Pratt con «Corto Maltese», excepto el mentòn ( como Kirk Douglas).

Aldo
Aldo
22 diciembre, 2007 1:31

Creo que te equivocas en algo: Pratt sí tuvo contactos con el fascismo, se crió con el surgiente fascismo italiano, su abuelo militaba en Venecia y su padre fue funcionario del gobierno fascista en el cuerno de Africa, Etiopía, colonia italiana.
De todas maneras gracias por tus comentarios y por contribuir a la difusión de un gran artista.
Saludos cordiales.