Historias del olvido
Guión: Saracino, De Isusi
Dibujo: David Rubín, David Lafuente, Paco Roca, Infame & Co., Danimaiz, Manu Ortega, Leticia Ruifernández, Abril Barrado, Alex Orbe
Dolmen – 128 pág BN – 15€
| Descripción Editorial tomo 1 |
«¿Y cómo es un olvido, papá? ¿Tiene alguna forma en especial o es como un nadie?»
Daniel tiene a su padre con alzheimer en la clínica Nuestra Señora del Recuerdo, donde trabaja Clara como enfermera. Clara es la compañera de piso de Carla quien suele venderle cuerdas de guitarra a Hugo, el cual conoció en el cineclub a Teo, el novio de Beatriz. Beatriz es la vecina de Marina, quien a su vez es la propietaria del kiosco que está frente a la clínica donde Sebastián cuida de Floriano, el padre de Daniel.
Las vidas de estos nueve personajes se entrecruzan a lo largo de nueve historias tejidas de diferentes maneras en torno a los olvidos. Nueve dibujantes aportan su particular estilo a esta obra coral que nos abre la puerta a un universo nuevo y sugerente: el de los olvidos y los seres que los gestionan.
| Reseña |
A Neil Gaiman se le olvido un Eterno y han tenido que venir Saracino y De Isusi para recordarnos que, desde que el hombre es hombre – y tal vez de antes-, existen los olvidos.
El repetido olvido y el constante recordar – pues así lo cavilaba Ibáñez siguiendo a Neruda– “es tan largo” que se antoja eterno, y merecía figurar junto al Sueñoo, la Muerte y el Deseo, en el Panteón donde lo mortal y lo infinito se rozan.
“Historias del olvido” arranca como relato coral de vidas entrelazadas por la casualidad y la desmemoria pero, aunque parecía padecer ese riesgo, pronto abandona lo anecdótico para sumergirse en las profundidades de la poesía y el afecto.
Fragmentos que en un principio resultaban irrelevantes, van cobrando fuerza a medida que unas historias se mezclan con las otras y, poco a poco, Saracino y De Isusi ponen toda la carne en el asador para desplegar ante nosotros una narración que invita a soñar y, a la vez, llega hasta el corazón.
Una legión de ilustradores les dan perfecta réplica en el apartado gráfico, con estilos muy distintos que le aportan gran riqueza de matices al relato. David Rubín, como en él es habitual, desborda por la tremenda fuerza de su trazo, pero no menos meritorio nos aparece el contraste que ofrecen los trabajos de Danimaiz y el de David Lafuente, el lirismo que desprenden las aportaciones de Manu Ortega y Leticia Ruifernàndez,la agradable sobriedad de Paco Roca, la graciosa frescura de Álex Orbe y la ambición compositiva de Abril Barrado.
Nunca antes te agradecí este post, Toni. Pero decirte que lo tuve muy presente y que fue una alegría leerlo en su momento. Gracias.
Es posible que este libro se publique en breve en Argentina. Realmente me gustaría que algún párrafo de tu crítica pudiera aparecer (con la dirección de internet de donde proviene, por supuesto) en la contraportada.
Saludos desde estas tierras en donde el olvido sigue siendo parte del presente.
Te agradezco mucho tus palabras, Lucho, y ni qué decir tiene que para mí será un honor que parte de esta reseña aparezca en la portada de la edición argentina del álbum.
un abrazo