| Descripción editorial |
Pasión por la pintura, pasión amorosa, pasión revolucionaria. Es la pasión de muchacho, un relato en dos partes. A través del destino complejo y agitado de un joven pintor seminarista, Emmanuel Lepage nos ofrece una obra llena de generosidad y rebeldía.
La Nicaragua de Somoza sirve de trasfondo a la peripecia vital de un joven seminarista que acude a un pueblo perdido del interior para pintar un fresco de la Pasion de Cristo en la iglesia. Allí descubrirá que hay modos muy distintos de entender las escrituras, que donde pobreza no es fácil elegir bandos y que el deseo y el arte tiene una conexión espiritual.
Este álbum que ha desatado el entusiasmo de la siempre exigente crítica francesa, y que plantea preguntas sobre qué se esconde bajo la piel de las cosas. Un interrogante al que deberá responder el muchacho del título.
| Reseña |
Glénat sigue haciéndole justicia a su Colección Delicatessen y, con Muchacho, vuelve a poner a nuestra disposición una obra de gran calado, artísticamente cuidada y argumentalmente relevante.
Su autor, Emmanuel Lepage, ha crecido mucho desde su Alex Clément ha muerto, quizás bajo el amparo del artista Christian Rossi por lo que se desprende del apartado de agradecimientos del cómic. Su dibujo ha ganado en matiz y sentimiento y recuerda poderosamente al estilo que Rossi viene luciendo en WEST, aunque su retrato de los vivos colores de la selva nicaragüense se acerque también al bello trabajo que realizó Enrique Breccia con su Lope de Aguirre.
En el apartado argumental la obra no disminuye un ápice su calidad y ofrece una sugerente descripción de la Nicaragua sometida por Somoza. En ella soldados, guerrilleros, campesinos, terratenientes y curas toman partido por uno u otro bando, gestando el caldo de cultivo idóneo para el florecimiento de lo que se ha venido en llamar Teología de la Liberación, cruce entre cristianismo y comunismo.
Y, en medio de todo eso, un muchacho. Un joven seminarista, hijo de terrateniente, tocado por Dios y por la pintura. Quien, enviado a pintar los frescos de una capilla situada en plena zona guerrillera, enfrentado a la vitalidad doliente del pueblo nicaragüense, deberá – también él – tomar partido.
Podéis conseguir este cómic en alguna de las siguientes librerías especializadas o solicitándolo en la web de la propia editorial.
Madre mia, qué pasada de páginas.sobre todo la última es especialmente bonita, qué composición de página. La verdad es que se agradece mucho que nos habléis de joyitas como esta, gracias.
Lepage hace un trabajo gráfico precioso, por eso en esta reseña he creido conveniente escanear algunas. Esa última página también me encanta a mí 😀
Gracias por el reconocimiento que muestras, Rob.
Toni,
ya me parecía raro que no hicieras un comentario sobre «Muchacho».
Es una obra que me ha sorprendido. Lepage muestra unas virtudes notables en la elaboración de un relato que resulta inevitablemente maniqueo –los personajes responden a arquetipos del relato latino-revolucionario–, pero el protagonista es estupendo, ese desarrollo de los sentimientos adolescentes y las tensiones emocionales e ideológicas de la edad, dan mucho juego.
Lo mejor, la manera en que el autor muestra el aprendizaje sobre la vida del protagonista desde la sensibilidad de un artista. La capacidad de dibujar de seminarista es un «don» que convierte su obra en la capilla en un acción ideológica y pastoral.
Jajaja, Josep, tú y yo siempre nos encontramos allá dónde se entrecruzan los cómics y la religión 😀
Aún y rozando el maniqueismo en algunos momentos, me ha parecido que Lepage ha conseguido serlo mucho menos de lo que suele ser habitual en estos casos.