Género: Ciencia-ficción
Guión: Pablo Olivares, Javier Olivares, Anaïs Schaaft, Paco López Barrio, José Ramón Fernández
Reparto: Aura Garrido, Rodolfo Sancho, Nacho Fresneda, Cayetana Guillén Cuervo, Jaime Blanch, Francesca Piñón, Juan Gea, Natalia Millán
Producción: Cliffhanger / TVE
Canal: La Primera de TVE
País: España
Cuando se anunció la emisión de ‘El Ministerio del Tiempo’ en
‘El Ministerio del tiempo’ evocaba directamente a la mítica ‘Doctor Who’ y de antemano, surgieron paralelismos que anunciaban unas comparativas casi inevitables. ¿Sería un intento de hacer “a la española” un producto de incontestable éxito? ¿Tendríamos otra
Para aquellas personas que no hayan tenido ocasión de acercarse a la serie, hay que indicar que ésta versa cuando
Julián simboliza la visión del espectador contemporáneo. Un hombre actual, atormentado por la pérdida de su esposa que se da de bruces con el mayor secreto de la historia española. Alonso representa los días de una gloria perdida en los que las armas de los Austrias no parecían tener rival. Amelia refleja las dificultades de ser una mujer adelantada a su tiempo en un país que en ciertos aspectos sigue siendo muy tradicional (por no decir “carca”). La hidalguía de Alonso choca con los deseos de Amelia de ser considerada una igual, mientras Julián intenta ayudar a ambos a conocer algo más del mundo contemporáneo. En un segundo plano están Irene y Salvador, que cuentan ambos con sus respectivos secretos, que son a su vez los de un Ministerio donde nada es lo que parece.
La aventura de afrontar un relato sobre viajes en el tiempo parte de la premisa de jugar con ciertas reglas, como aquélla según la cual no se puede viajar más allá de 2015 o la dificultad de jugar como si la dimensión cronológica fuera una más respecto de los tres ejes espaciales. Conocemos la Historia de los libros y las aventuras del equipo protagonista buscan que ésta permanezca inalterada, pero desde el principio está patente el riesgo, la posibilidad y la tentación que suponen tener el poder de alterar el curso de los acontecimientos. Julián quiere reencontrarse con su esposa fallecida; Alonso quiere reencontrarse con su familia, pese a que oficialmente ha sido ajusticiado; Amelia se obsesiona por su propio sino. Pronto conocen de la existencia de
Uno de los aspectos más interesantes de la serie es el cuidado con el que se ha acometido su producción. La falta de medios es evidente, pero se resuelve con recursos elegantes y demostrando que para contar buenas historias no hace falta hacer gala de un despliegue dinerario fuera de lo común. Las distintas escenas históricas –la Guerra de la Independencia, la preparación de la Armada invencible, el encuentro entre Hitler y Franco…- se resuelven exitosamente en las distancias cortas. Un muro blanco es la Sevilla de los Austrias mayores pero ¿realmente se necesita más, cuando Alonso recita el ‘Tenorio’ de Zorrilla y llena la pantalla? Yo creo que no.
Otro de los detalles que ha llamado la atención es la cantidad de referencias y críticas a la situación actual del país que se deslizan a lo largo de los ocho capítulos. La retirada de la paga de Navidad de 2012 al personal del Ministerio; los constantes recortes en personal y recursos que no respetan ni al departamento cronológico; la demoledora y lapidaria verdad que Martí dice al exclamar que hay cosas que no pueden ser privatizadas como los viajes en el tiempo, la sanidad o la educación; un adversario que refleja al arquetipo de financiero, empresario o político corrupto que emponzoña la actualidad; la resignación con la que se asume la condición hispánica del Ministerio (con una desoladora comparación entre los servicios secretos propios y los estadounidenses)… Cada episodio es una delicia repleta de “morcillas” en las que el equipo de guionistas se despacha a gusto y da a la audiencia razones para pensar en lo que sucede en el mundo real. Un diálogo de medio minuto sobre el resultado de la Guerra de Sucesión introduce la referencia a sus consecuencias más actuales (cuando Amelia afirma que con Carlos de Habsburgo los catalanes habrían salido mejor parados). Los agentes y dirigentes del Ministerio tienen la sana virtud de reírse de sí mismos y de presentar con ello un relato de tono más realista que si hubieran tirado por el camino de los tiros y las explosiones desaforadas.
Como aliciente adicional, hay que hacer referencia a muchos detalles de los que arrancan sonrisas. El hecho de que Julián se registre en una posada de principios del S. XIX como “Curro Jiménez” y lo haga además con la sonrisa de quien evoca a su ilustre intérprete (el carismático Sancho Gracia, padre de Rodolfo Sancho) es el primer ejemplo. El regreso de
Para concluir, quiero indicar que los dos mayores méritos de esta serie son su condición de producto para todos los públicos sin necesidad de echar mano a repartos multigeneracionales (según el uso y la costumbre de los clásicos de Globomedia) y su capacidad para que setenta minutos pasen rápido. Espero que de cara a la segunda temporada se mantengan estas cualidades, porque después del impactante final, ardo en deseos de ver por dónde irán los tiros. Por de pronto, hay que llamar igualmente la atención sobre la campaña de que la afición –los “ministéricos”- ha desplegado para garantizar su renovación y la astuta campaña promocional que, a través de diversos productos, ha envuelto la emisión de esta primera temporada.
Página oficial del Ministerio del Tiempo (RTVE)
A mí me parece que es digna de alabar y que es bueno que en España nos lancemos a innovar con otros géneros rara vez vistos por estos lares. Eso sí, como serie basada en viajes en el tiempo tiene paradojas y errores para aburrir. Pero bueno, hasta las grandes sagas relacionadas con el tema los tienen, así que haremos la vista gorda y nos fijaremos en las interpretaciones y el juego que dan las historias y los personajes.
ese 8´9 me parece una sobrada de ordago,pero,oye,es tu criterio.tú sabrás.
la serie es interesante,pero no deja de padecer del mismo defecto de otras muchas:un sentido del ritmo que las mata.no van lo suficientemente al grano.no son capaces de sintetizar,de destilar, lo mejor de la trama. no asumen que hay muchas secuencias que pueden contarse en pequeñas pinceladas.
lo mejor,nacho fresneda.ese sosias del capitan alatriste que borda su papel.
lo peor:rodolfo sancho.como con stephen amell,nos acostumbramos a él.pero su capacidad como actor ,es limitadita.por decir algo.
y el personaje de natalia millán,aunque ejerce de cierto hilo conductor sobre el elemento conspiranoico dentro del propio ministerio,tampoco lo echaria de menos si desapareciese.
si aprenden a ir más al grano,potencian un mayor sentido del ritmo,redoblan la coña de los guiños y/o las referencias meta,introducen cameos curiosos,y acortan el tiempo de emisión a lo básico,la serie creo que saldria ganando.
p.d:aprovecho para recomendar (con entusiasmo) WAYWARD PINES.
intrigado,me tiene.
Yo estoy de acuerdo con ese 8,9, y en general con el resto de la reseña.
Claro que hay cosas que se pueden mejorar y en este tipo de ciencia ficción, si te pones a buscar errores encuentras. Si en regreso al futuro III se acuerdan de que en el oeste hay dos Delorian seguramente podían coger la gasolina del coche que escondió Doc para usarla cine el que llego Marty.
Respecto a todo lo dicho en el ministerio añadir el gran trabajo de casting, ya no en los personajes principales, también en los secundarios. Desde Natalia Millán hasta el Lope de Vega de Víctor Clavijo, Miguel Rellán, y en general en todos los capítulos los secundarios hacen un excelente papel.
Deseando ver la segunda temporada aunque con miedo a que baje el nivel.
Todos los parabienes para esta espléndida serie. Tampoco soy muy fan de Sancho y, aunque a veces se traza con pincel grueso, en general los guiones y diálogos suelen ser medidos, sucintos y precisos, debido a la cantidad de cosas que suceden en tan poco tiempo. Se aprecia un gran cuidado en la ambientación (ay Alatriste!), los personajes históricos, el rigor (ay Alatriste!), el humor, los chascarrillos, las referencias, la aventurilla, el desenfado, las paradojas, los cameos (¡Miguel Rellán!)… muchísimas cosas buenas y positivas las que nos ofrece esta serie. Y, por encima de todo, un camino abierto.
En mi caso no me convenció esta serie. Solo he visto los dos primeros capítulos y no me he animado a seguirla, los fallos de la historia y de los actores en general no me gustaron…
Coincido con Luis Javier. Me parece una serie muy digna en el fondo y en las formas, aunque reconozco que tiene sus fallos. Lo importante es que es una buena idea (sin ser original lo de viajar por el tiempo). He leido por ahi que ha costado 400.000 euros por episodio y ha salido algo decente. Que pregunten a los responsables de «Alatriste»: para llorar de pie.
A mí me pareció que tenía un buen ritmo, de hecho, la hora que dura se me pasa volando, casi me miré tres episodios de seguido (la comencé a ver ya empezada).Rodolfo Sancho al principio no me gustaba, al ser como el más irónico creí que le faltaba un poco de chispa, pero luego me pareció que lo hacía bien, porqué cuando tuvo que llorar y enfadarse para mí lo clavaba. En el fondo tenía lógico que fuera medio soseras, está en un modo muy emo y autodestructivo.y demasiado inmerso en su pasado. Y el resto de personajes, aparte de Alonso, también me encantan. El director, Irene, Amelia…
Muy de acuerdo con la crítica y con la puntuación.
Si a esto le das un 9, ¿a Breaking Bad (por ejemplo) qué le pones?
ese es el punto.
Breaking Bad no tiene nada que ver con El Ministerio del Tiempo. Para empezar no forman parte del mismo género que ya me parece suficiente para hacer una distinción. Si acaso la comparación obvia y directa sería con el Doctor Who que para algo se supone esta serie nació como una versión española de la misma. Pero nunca he entendido esa manía de comparar cosas que no son comparables (sean películas, libros, series o cómics). A mí me puede gustar mucho una comedia y en su género parecerme de lo mejor y puntuarla en consecuencia y luego puedo ver una de ciencia ficción y fantasía y cascarle la misma nota. No veo la contradicción, además de que no debería decirlo porque es una obviedad, pero hablamos de gustos.
el tema de fondo no gira en cuanto a la mezcla de generos, jordi,y lo sabes.
que aquí,cada uno es de su padre y de su madre,es evidente.y la prueba es la valoración personal del redactor de esta reseña.
que luís javier se flipe mucho con la serie es respetable.y que un indocumentado como un servidor, difiera de la nota maldita,tambien. no minusvalora,en ningun caso, la opinión de un redactor «pata negra» como luís. y tampoco esta de más para recordar que asumir que una reseña puede ser carne de debate forma parte del juego.
porque ,lo peor que podria pasar, es que el espiritu critico( esa cosa, a veces indefinible, que es la que frecuentemente te hace saber si estas en una página de referencia,o frente a una página más) se subvierta por un corporativismo mal entendido.
yo asumo que estoy en una página de referencia.y,en ese sentido,(y no en otro),me gusta «que me den caña» como lector,porque el peligro es que zn acabe sindo una especie de sucursal del DOLMEN,donde al recopilatorio de la era de ultrón,al comic de doop,o al spiderverse,se les casca un 8…y tira millas.
con mís respetos a la DOLMEN(revista que adquiero cada més.ojo) 🙂
este debate ya es viejo,y suena a «deja-vú»,pero yo lo resumo en algo tan simple como que, tanto exceso de generosidad en las calificaciones, puede acabar devaluando a la propia página.reduciendo su propio espiritu crítico a su mínima expresión.
e insisto,el mal endemico de las series españolas es que matan el ritmo.y eso no tiene nada que ver con el genero en la que se mueva esta.sencillamente,los yankis nos llevan decadas de adelanto a la hora de confeccionar guiones estructurados como piezas perfectamente engrasadas de relojeria.
veo a saúl goodman sentado en un comodo sillón,mientras una anciana desciende lentamente en su silla electrica por la escalera de su casa.no hay dialgo alguno,solo escuchamos el sonido del motorcillo de la silla(una secuencia que puede durar perfectamente 15 o 20 segundos)y me maravillo de la manera en que puedes confiar en el material que entregas porque sabes que encaja en un guión ejecutado al milimetro.no sobra,ni falta nada.
pero,oye,como he dicho antes,es solo mí opinión.que no trabajo en el CAHIERS DU CINEMA,xdd. 😉
vamos,tan obvio como que cuando se emita la segunda temporada,allí estaré para disfrutarla…o no.
y aquí la comentaremos..espero. 🙂
p.d: como reseñeis EL INFIERNO DEL DIBUJANTE,y la pongais de puta obra maestra,ya me matais,aviso. 🙂
El tema de las notas lo hemos comentado muchas veces: la mayoría de redactores hablan sobre sus propias lecturas. Puede que ello influya en que muchas de las reseñas o valoraciones que te encuentres en la web sean positivas pero también hay lo contrario (y cuando pasa eso, como sean de DC, o sean de Marvel, suele haber otro tipo de críticas). Y yo lo digo siempre: la nota es un complemento. Una cosa simpática. También tenéis la opción de dar vuestra nota en la parte de abajo. No tendría que tener mayor importancia. Lo importante es la reseña o la crítica que es donde están los matices y argumentaciones. Ahí es donde yo creo que está el debate interesante que comentas pero me encuentro muchas veces, y no lo digo por este caso, que el debate se centra en la nota.
Pero las reseñas y críticas siguen siendo las mismas que cuando no utilizábamos las notas, o cuando lo que teníamos eran estrellitas, porque, básicamente, la mayoría de redactores somos los mismos. Esto es un detalle importante que todo el mundo parece haber olvidado. En mi caso, al Ministerio del Tiempo no le pondría un 9, pero sí le cascaría un 7, me parece una serie que pese a sus defectos tiene cosas interesantes y, sobre todo, me parece de valorar que alguien intente hacer algo diferente en este país en cuanto a la ficción televisiva más allá de La que se avecina o Los Serrano. ¿Qué personalmente prefiero Breaking Bad o Better call Saul? ¡Por supuesto! Me gusta el caviar como a todo el mundo (bueno, en realidad, nunca lo he probado así que no lo sé :P). Y también Sons of Anarchy y muchas otras.
Y el debate siempre es bien recibido, como ahora, mientras no nos tiremos las cosas a la cabeza, pero mi deseo sería que pudiésemos hacerlo más sobre el cuerpo de las entradas y no tanto sobre «la cola» (la nota) que me parece que acaba siendo más superficial.
P.D: Yo hoy en mi reseña le he puesto «solo» un 6,3 a Tokyo Ghoul. Por si sirve para la estadística digo 😛
¡Nos leemos!
Lo que comentas (con mucho acierto) es aplicable también a la nombrada Breaking Bad, que por muy buena que fuera, es innegable que tenía también sus fallos, y eso era su ritmo, tenía tramos excesivamente lentos en los que prácticamente no sucedía nada o a paso relajado, y eso que los episodios eran largos.
A mi me encanta que las productoras se arriesguen con este tipo de series.
Como bien ha dicho Jordi, no creo que «El Ministerio del Tiempo» pueda ponerse en la misma escala que «Breaking Bad». Si me dicen ustedes «Doctor Who» o «Fringe» yo podría plantear qué épocas de la primera o considerar que la comparación con la segunda debería hacerse cuando el producto patrio hubiere cerrado su ciclo. En un mundo tan variado como el de las series televisivas (no digamos tebeos, videojuegos o cine) es imposible establecer una escala absoluta. En la escala relativa, mantengo el notable alto para «EMdT» porque compensa sus fallos con holgura, disintiendo profundamente en la cuestión de la «ruptura del ritmo».