Género: Ficción histórica
Guión: Alberto Macías, Curro Royo, Carlos Molinero, Marisol Farré, David Muñoz, Arturo Pérez-Reverte (novelas originales)
Reparto: Aitor Luna, Natasha Yarovenko, Lucía Jiménez, Patricia Vico, Carmen Sánchez, Marcos Ruiz, Luis Callejo, Miguel Hermoso, Aura Garrido, Manuel Gancedo, Diana Gómez, Rafael Cebrián, Manel Barceló, Filippo Sbalchiero, Constantin Von Jascheroff, William Miller
Producción: Beta Film / DLO
Canal: TeleCinco
País: España
“No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente” es el inicio de la exitosa serie de novelas con las que el escritor
El éxito literario de Alatriste se ha traducido en estos veinte años en la aparición de múltiples productos relacionados con el personaje y su mundo: tebeos, juegos de rol y proyectos más ambiciosos como una película para pantalla grande y una serie de televisión. En 2006, diez años después de la publicación de la primera novela, se estrenaba en España, en medio de una gran expectación, un filme con vocación internacional. Sin embargo, el resultado fue agridulce: la elección de Viggo Mortensen para el papel protagonista fue una de las decisiones más polémicas y el intento de concentrar todas las novelas (habidas y por haber) en un solo filme selló definitivamente su destino. Siete años después, don Diego volvía a calzar sombrero y ceñir espada para asaltar la televisión por segunda vez (tras la versión doméstica, corregida y aumentada, de su hermana cinematográfica).
En el año 2013, se anunciaba que
La emisión del primer episodio no se saldó con un atronador éxito de audiencia, perdiendo en el duelo contra ‘Algo que celebrar’ (la apuesta de Antena Tres que, no obstante, tampoco sobrevivirá a su primera temporada). Esto no hubiera significado que el producto fuera bueno o malo. Sin embargo, el estreno se vio seguido por una serie de críticas por parte de público y medios que sólo pueden calificarse como demoledoras. Bien es cierto que pocas audiencias televisivas pueden llegar a ser tan cainitas como la española, pero la unanimidad en estos ámbitos resulta, cuando menos, sospechosa. Los apartados más fustigados por el respetable y los especialistas fueron el reparto, la ambientación y la fidelidad histórica.
En el primer apartado, ha sido Aitor Luna quien ha salido mejor parado en la valoración. Pese a su juventud, tenía la planta adecuada para representar a un soldado que está de vuelta de todo y su caracterización ayudó notablemente. Como Mortensen, quien más dudas generaba acabó convirtiéndose en una de las partes positivas de un todo negativo. Curiosamente, las críticas que don Viggo sufrió por el tono de voz que hubo de emplear para disimular su acento argentino se han repetido aquí en la persona de
En el segundo apartado, la primera andanada de críticas negativas se produjo al conocerse que el rodaje se desarrollaría en la ciudad centroeuropea de Budapest. No se entendía que una producción que se había presentado con la vitola de un presupuesto jugoso diera de lado las posibilidades de un país con tanto patrimonio histórico. En segundo lugar, al primigenio tono oscuro y un tanto desastrado sobrevino una serie de cambios en las que se aumentó la luminosidad y se presentó un aspecto bastante más pulcro en cuanto al vestuario. El resultado fue otro aluvión de críticas en el que se resaltó que las escenas nocturnas estaban mejor iluminadas que las diurnas y que los ropajes parecían sacados de una festividad carnavalera.
En el tercer y último apartado, se cargaron las tintas hacia errores de todo tipo, que fueron desde la conocida escena en el burdel hasta el empleo de una bandera que no podía existir en ese momento. Aquí se echó en falta la presencia de asesores en materia de ambientación histórica, aunque no es menos cierto que quien esté libre de pecado en este punto debería tirar la primera piedra. Series que han contado con mejor favor por parte de público y crítica se han librado de este sambenito que con tanta alegría se cuelga a las producciones españolas.
En mi opinión, y a la vista de los comentarios lanzados a las redes sociales por el propio Aitor Luna o Arturo Pérez-Reverte, creo que lo que ha fallado o, mejor dicho, lo que ha faltado ha sido una idea clara en el proyecto. La presencia de un cineasta del prestigio de Enrique Urbizu o la colaboración del creador de Alatriste no han sido suficientes para contrarrestar las debilidades conceptuales de una serie que pretendía ser tan adulta como ‘Juego de Tronos’ sin zafarse del estigma “globomediático” de serie para todas las franjas de edad. Cuando los resultados de audiencia demostraron la tibieza (siendo generosas) de la acogida de la serie, empezaron a surgir todo tipo de justificaciones: desde un producto destinado a aprovechar hasta el final los derechos de explotación audiovisual de las novelas, hasta la falta de fe de Paolo Vasile en la iniciativa. Por otra parte, las estrategias de programación y contraprogramación del grupo televisivo –acompañando a la serie del programa de telerrealidad por antonomasia o colocando en otra cadena generalista un espacio en clara competencia- no ayudaron y generaron críticas que esta vez salieron desde dentro del proyecto (como en el caso del propio Luna).
Después de trece episodios, queda un nuevo regusto amargo en la adaptación de las andanzas de Alatriste. Una vez más, queda una sensación de oportunidad perdida que, además, bien podría bloquear las iniciativas relacionadas con el buen capitán durante una buena temporada. Las críticas más injustas, en mi opinión, son aquéllas que han vuelto a incidir en el hecho de que, después de todo, era una serie española y que el nuestro es el país de la chapuza, la pandereta y la improvisación. La historia de la televisión de estos pagos está jalonada por la presencia de obras memorables y olvidables; buenas y malas; cutres y lustrosas… como las de cualquier otro país que haya tenido una producción televisiva digna de ese nombre y condición. Críticas similares se han cebado en series como ‘Águila Roja’ (espejo en el que ‘Las aventuras del Capitán Alatriste’ se ha mirado constantemente para evitar las comparaciones): temporadas maltratadas, escenarios de cartón piedra, falta de medios, argumentos para toda la familia, atrezos de carnaval… ¿por qué una lleva triunfando desde 2009, con película y todo, en tanto que la otra se ha venido abajo? Quizá, precisamente, por el hecho de que los responsables de una sí tenían claro lo que querían hacer.
Pues es una pena auténtica. Sobretodo por la ilusión que demostraban los actores e implicados. El primer capítulo me encantó, dirigido por el de No es país para viejos. Guión guay, actuaciónes bien, incluso ambientación correcta.
Que falla en la mente de una persona cuando glorifican basura como Águila Roja (y no es una opinión subjetiva. ÁguilaRoja es ba su ra) y vapulean a una serie como esta?
Águila Roja la primera temporada molaba, tampoco era la panacea de las series pero estaba entretenida. Pero ha ido pegando un bajón de cuidao y estirando y estirando las cosas como bien saben hacer las series españolas para seguir sacando pasta. De esta serie, pues como dicen por ahí, seis de uno y media docena de otro, es decir, mas de lo mismo que tiene un buen inicio pero que al poco se desinfla enormemente. Yo ya he renegado de las series españolas, es que son MALAS pero de verdad. Esas interpretaciones que parece que estén haciendo teatro… O guiones y situaciones absurdas. La que si parece que tiene buen encare es la serie de la 3, la de las chicas en la cárcel, Vis a Vis. El primer espisodio estuvo entretenido, veremos a ver como sigue.
Yo pensaba lo mismo que tú hasta que vi el Ministerio del Tiempo. En mi opinión, un vaso de agua en medio del desierto. Coge loe mejor y desecha lo peor de la ficción patria. Una forma muy distinta de hacer a lo que estamos acostumbrados y que demuestra que aquí también se pueden hacer buenos productos propios sin pretender imitar afuera.
Totalmente de acuerdo. Excelente serie el ministerio del tiempo.
Estaba cansado del estiramiento de las series españolas y a punto de tirar la toalla con ellas hasta que apareció el ministerio.
A mi me encantan las novelas de Alatriste, y, si bien la película fue una decepción, en un segundo visión así fui apreciándola mas. No obstante, si no se han leído las novela es difícil entender la película, con escenas muy logradas en ambientación e interpretación. Su tono oscuro es lo que me ha faltado en la serie. A la película le falló el empeñarse en aglutinar todas las novelas, es una obra con buenos materiales pero le falta el cemento para unir escenas.
La serie me decepcionó desde el principio, Aitor Luna hace una gran interpretación pero sigue siendo demasiado joven. Prácticamente todo el reparto es fallido, a mi me chirríaba sobremanera el conde de Guadalmedina. Y los guiones tampoco me gustaban, las tramas e la corte parecen de chirigota. Ni siquiera el primer episodio me gustó, y posiblemente era el mejor, más cercano a las tramas de las novelas. Y como fan de Alatriste, seguí viendo capítulos en espera de una mejora que no llegó, más josé. Al contrario, la cosa empeoraba.
En cuanto Águila Roja, vi las dos primeras temporadas, en cuanto me dí cuenta que la cosa ya era alargar el chicle, me aparté.
En fin, otra ocasión desperdiciada.
La serie pintaba mal cuando el propio Reverte comentaba ya antes de su estreno o recién estrenada que había demasiada luz y le faltaba un asesor histórico.
Personalmente gustó la película (que está muy por encima de la serie), sobre todo la ambientación y la iluminación de ciertas escenas, que parecían directamente cuadros. Estoy totalmente de acuerdo en que el principal lastre fue juntar todos los libros, con lo bien que hubiera quedado una película de cada libro.
Y ya lo han comentado pero la gran sorpresa de series españolas ha sido «el ministerio del tiempo», además con una trama que bien puede encajar en esta moda actual de cómic de ciencia ficción. No me esperaba nada y está resultando bastante entretenida (a falta del último capítulo).
Yo no he visto la serie, sólo he visto la foto de arriba y me parece espantosa. Para alejarse lo más lejos posible de esto.