ZN Series – Lo más destacado de 2014

Sherlock. Más vivo que nunca: #SherlockLives

Había una expectación máxima por ver cómo continuaba la genial Sherlock en su tercera temporada tras el espectacular final de The Reichenbach Fall, en el que Sherlock aparentemente moría tras suicidarse tras su enfrentamiento con Moriarty. Así que esta tercera temporada de Sherlock comenzaba de una manera genial con un Sherlock obviamente con vida y la duda de cómo había conseguido sobrevivir. Steven Moffat volvía a romper barreras narrativas con un arranque de temporada en el que se llevaba al espectador de un sitio a otro, dejando respuestas en el aire y confirmando el aspecto que ha sido el más polémico para muchos aficionados: el aumento del humor y un planteamiento de episodios basados más en la relación de Sherlock y Watson que en los casos a resolver propiamente dichos. Este ligero cambio de rumbo se veía especialmente en el segundo episodio, con Sherlock teniendo que hacer el discurso en la boda de Watson, en la que transcurre todo el capítulo. Para terminar la temporada, se nos presentaba un tercer episodio con el que volvíamos a las tramas más serias para culminar con un cliffhanger que convierte a cualquier fecha para la cuarta temporada en algo demasiado lejano. Esta tercera temporada ha seguido confirmando a la serie de la BBC como una de las mejores propuestas televisivas de la actualidad en un año que ha seguido encumbrando a sus protagonistas, Martin Freeman y sobre todo a un gran Benedict Cumberbatch, que opta a los grandes premios de la temporada con su interpretación en The Imitation Game y que ha sido confirmado como el elegido para interpretar al Doctor Extraño de Marvel.

The Walking Dead. Los muertos vivientes siguen mordiendo

La serie más polémica de todos los años sigue siendo la adaptación del cómics superventas de Robert Kirkman, aunque no por su contenido o sus posibles excesos y extremos de muertos y sangre, sino por lo polarizada que se encuentra su aceptación entre el público, o más bien entre los aficionados a la obra original, porque la serie de AMC sigue batiendo todos los records y números que pasan por su lado. Para disfrutar The Walking Dead a estas alturas, ya con cinco temporadas para haber captado el tono de la serie, resulta indispensable borrar en lo posible de la mente la imagen que podamos tener de las aventuras de Rick Grimes y compañía en los cómics. Es de esta manera, entendiendo la propuesta ahora en manos del showrunner Scott Gimple como una simple historia de muertos vivientes, con los alicientes propios de la serie B clásica de este subgénero, como podremos disfrutar de la continua lucha por la supervivencia de sus protagonistas. En esta última temporada aún en curso, como viene siendo habitual, The Walking Dead ha combinado capítulos auténticamente frenéticos y llenos de acción con otros que podríamos calificar de relleno pero en los que se establecen los puntos de interés de cara a entender el desarrollo de las próximas tramas y argumentos. No será la cabecera de más calidad del panorama televisivo estadounidense actual pero suple eso con grandes dosis de acción.

Orange is the new black. La cárcel es cosa de mujeres

La segunda temporada de la serie de Netflix creada por Jenji Kohan, no suficientemente reconocida en la pasada 66º Edición de los Premios Emmy donde se alzó con tres únicas estatuillas de las doce a las que optaba, ha sido la consolidación de una de las cabeceras más interesantes de los últimos años en la que la comedia y el drama resultan casi indivisibles. La historia de Piper Chapman en su confinamiento en la prisión de mujeres de Litchfield, basada en la autobiografía de la real Piper Kerman titulada Orange is the new black: Crónica de mi año en una prisión federal de mujeres, ha seguido esta temporada por sus mismos derroteros dando todo el espacio posible a su extravagante galería de personajes con nuevas y viejas caras que ya se han ganado un hueco en nuestro corazón. No hay que cambiar lo que funciona bien, eso han pensado Jenji Kohan y los responsables de Orange is the new black, por lo que esta temporada ha mantenido el tono de la primera entrega sin bajar un ápice su calidad ni prescindir de su capacidad de sorprendernos y su habilidad para lograr hacernos reír con temas que tal vez no deberían hacerlo. Ese final de temporada, épico y emotivo al mismo tiempo, con la versión de The Horror Herd del clásico Don’t Fear The Reaper de Blue Öyster Cult sonando de fondo, ha sido uno de los mejores que nos ha dejado el pasado año la ficción televisiva. Las chicas son guerreras. Ya no hay ninguna duda.

Marvel’s Agents of S.H.I.E.L.D. Los chicos de Phil Coulson dan la talla

La segunda temporada de Agentes de S.H.I.E.L.D. ha comenzado fuerte logrando arrancarse de una vez por todas las etiquetas sobre su lentitud, con las que muchos fans de Marvel calificaron sus inicios. A lo largo de los 10 primeros capítulos no solo hemos visto cómo nuestros agentes intentan superar y seguir adelante con sus vidas tras los hechos acontecidos al final de la primera temporada, sino que hemos podido indagar un poco más en el pasado y presente de nuestros protagonistas, conocer a nuevos miembros del equipo, adentrarnos en las motivaciones y ‘modus operandi’ del enemigo y finalmente, descubrir la verdad tras Skye. Una verdad que presenta una nueva raza con continuidad en la gran pantalla en 2018. Y todo esto en solo 10 capítulos, considerando que la segunda temporada está compuesta por 22, podemos afirmar que Agentes de S.H.I.E.L.D. vive su mejor momento, así que tanto si eres un fan desde sus inicios, como si está en tu lista de pendientes, permanecer atentos al 9 de marzo porque la serie de la ABC vuelve a su emisión tras el parón de ‘midseason’ dónde descubriremos en qué se han convertido Rayna o Skye, dónde se nos presentarán nuevos personajes y dónde a fin de cuentas, seguiremos viviendo el día a día en las aventuras de nuestros agentes favoritos liderados por Phil Coulson.

Sons of Anarchy. Buscando mi destino

Después de un arranque tan competente como rutinario que no se diferenciaba mucho del de cualquiera de las seis temporadas previas, la última tanda de episodios de la serie de Kurt Sutter se encarrila a partir de su segunda mitad gracias a una orgía de muertes, venganzas, pólvora y tragedia que desemboca en un glorioso último episodio, lleno de simbología y momentos para el recuerdo, en el que Jax Teller abraza de manera voluntaria un destino irreversible no sin antes atar los últimos cabos sueltos para que sus dos familias puedan tener un nuevo comienzo. Con Sons of Anarchy el antiguo guionista y productor de la gloriosa The Shield no ha creado sólo una serie de televisión, también una historia marcada a fuego en la mente de muchos espectadores y que ha extendido su legado, gracias a una reconocible y muy conseguida iconografía, a otros medios como la música, el cómic o la fotografía convirtiendo las desventuras de los miembros de SAMCRO en una parte importante de la historia reciente de la cultura pop. El cierre a la dura y triste historia de este Hamlet motorizado ha dejado satisfechos a la mayoría de los fans y ha dado a la cadena de televisión por cable FX Networks su mayor éxito y a un profesional de la narración que ya prepara su próximo trabajo televisivo a las órdenes del canal. Se hará triste no volver a ver a los Sons of Anarchy rodar por la carretera con el viento en contra y la ciudad de Charming bañada por el atardecer californiano apareciendo por el horizonte, pero para atenuar la pena dentro de poco en Zona Negativa dedicaremos una extensa entrada en la que hablaremos de la obra y milagros del hijo de John Teller y sus huestes.

Penny Dreadful. Desde el infierno

John Logan es uno de los guionistas más versátiles de Hollywood. Tan pronto se atreve con el peplum en Gladiator de Ridley Scott como con la literatura ifantil con La Invención de Hugo de Martin Scorsese, no duda en enfrentarse a William Shakespeare con Corolianus de Ralph Fiennes ni se achanta a la hora de retratar el mundo del fútbol americano con Un Domingo Cualquiera de Oliver Stone. Con el respaldo del cineasta británico Sam Mendes en la producción y del director español Juan Antonio Bayona en la dirección de los dos primeros episodios John Logan ha ideado para la cadena de pago Showtime una serie de época llamada Penny Dreadful. Con Josh Harnett, Eva Green y Timothy Dalton como protagonistas y una mezcolanza que va desde el cine de la Hammer Films hasta La Liga de los Hombres Extraordinarios de Alan Moore la serie del escritor de El Último Samurai ofrece una visceralidad cortante, un tenebrismo epidérmico y debajo de todo el conjunto una elegancia narrativa más que contrastada. Pero Logan y sus colaboradores a veces pecan de solemnes y no abrazan completamente ese tono pulp al que hace referencia el tipo de literatura que da nombre al programa. La materia prima está ahí, el diseño de producción también y por descontado los actores cumplen sobradamente con su trabajo, pero este Pasaje del Terror debe encauzar sus carriles y no tomarse tan en serio a sí misma como para liberarse de algunos prejuicios que lastran sus buenas intenciones, esas que esperemos eclosionen en todo su esplendor en esa próxima segunda temporada que está por llegar y que confirmará cuál será el porvenir de la impía creación del autor de Skyfall, Rango o Sweeney Todd.

Fargo. El espíritu televisivo de los Hermanos Coen

No sabemos si se puede hablar de la sorpresa de la temporada, pues a pesar de la posible desconfianza inicial de realizar una serie inspirada en Fargo, la película más conocida de los hermanos Joel Coen e Ethan Coen, la implicación de estos últimos como productores ejecutivos y la inclusión en su reparto de nombres tan llamativos como Billy Bob Thornton y Martin Freeman nos hacía albergar esperanzas o, cuando menos, una cierta curiosidad por la propuesta. El recelo podía estar justificado pero su creador, Noah Hawley, ha conseguido convencernos con una historia que recupera la ambientación y el humor negro del filme original, e incluso añade otros retazos de la mitología de los relatos de los Hermanos Coen, pero capaz de recorrer sus propios senderos y caminos colindantes. La galería de personajes, con un sano tono paródico pero crudos y reales como la vida misma, o como el mismo clima de Mimmesota donde se localiza la acción, nos presenta casos como el de la policía novata Molly Solverson interpretada por Allison Tolman, el patético y gris vendedor de seguros Lester Nygaard de Martin Freeman o el astuto y calculador asesino a sueldo Lorne Malvo encarnado por Billy Bob Thornton. La historia comienza cuando Lester Nygaard después de un encuentro con Sam Hess, el antiguo matón de su instituto, acaba en el hospital donde se encuentra con Lorne Malvo y le cuenta sus problemas sin esperar que este vaya a tomar parte de los mismos al asesinar a su agresor. Este solo será el principio de una surrealista sucesión de acontecimientos marcados por la traición, la muerte, los secretos y el frío.

The Flash. El velocista gana la carrera

A pesar de nacer como un spin off, ‘The Flash‘ ha logrado lo que otra series del mismo canal no han podido y ha sido presentarnos de una vez por todas una verdadera serie inspirada en los cómics de DC. Afortunadamente no solo podremos centrarnos en las vivencias de nuestro protagonista con sus tristezas, alegrias, amores y desamores, sino que al fin nos adentraremos episodio tras episodio en la mitología tan variada que rodea al personaje. Grant Gustin interpreta a un Barry Allen que encandila con su inocencia y humanidad y afortunadamente no está solo, ya que el acertado casting ayuda y mucho, a proseguir las aventuras del hombre más rapido del mundo. La serie comienza con la terrible pérdida que Barry sufre de niño y las consecuencias que tendrá que superar tras el encarcelamiento del padre interpretado por John Wesley Shipp, el primer actor que encarnó a Flash. Estos hechos marcarán su forma de ser y abrirán la puerta a lo que el futuro le depara. Con la llegada del accidente que le aportará sus poderes, formará un equipo que luchará por la justicia y la humanidad mientras intentan fortalecer sus poderes, pero la llegada de Flah Reverso va a traer sus consecuencias. Tras la emisión de 9 capítulos entre los que se incluye el esperado crossover con la tercera temporada de Arrow, la serie vuelva a su emisión en The CW el próximo 20 de enero tras el parón de ‘midseason’.

True Detective. La gran sorpresa de 2014

Si ha habido una serie que ha marcado el pasado año esa ha sido True Detective. La serie de HBO comandada por Nic Pizzolato nos traía a los personajes de Matthew McConaughey y Woody Harrelson, dos detectives que se verán envuelto en el caso de un asesino en serie en el sur de Louisiana y cuya investigación se desarrollará en dos líneas temporales, abarcando la serie un total de diecisiete años. Esa narración partida, combinando flashbacks de ambos protagonistas, no fue la única novedad que trajo consigo True Detective. A la investigación procedimental se le unía un tono que la acercaba a Twin Peaks, con pasajes metafísicos y conversaciones filosóficas de la mano de un McConaughey que fue la auténtica revelación de la serie con su personaje, Rust Cohle. Su marcado acento y sus interminables cervezas mientras cuenta a la policía su versión de la historia, así como sus reflexiones sobre la vida y la muerte ya han pasado al imaginario colectivo de los aficionados a las series. No sólo los actores destacaban en la serie: todo en True Detective desprendía calidad, desde la fotografía, la banda sonora o la espectacular dirección de Cary Fukunaga que tuvo su punto álgido en el tremendo clímax del cuarto episodio y un plano secuencia de seis minutos que ha quedado grabado a fuego como uno de los mejores momentos televisivos de los últimos años. Actualmente se está rodando la segunda temporada de la serie, que ha optado por un formato en el que cada temporada contará con una historia y reparto diferentes por lo que podemos considerar a esta primera temporada de True Detective como una joya irrepetible.

Game of Thrones. El fin de una era

David Benioff y D.B. Weiss han vuelto a hacerlo. Han conseguido que la cuarta temporada de la adaptación televisiva de la saga literaria Canción de Hielo y Fuego del escritor norteamericano George R.R. Martin sea la comidilla del 2014, ese programa que todo el mundo ve, desde el profundo conocedor de los libros hasta el néofito que sólo conoce la historia de Poniente por medio de la pequeña pantalla, todos han disfrutado de esta última tanda de episodios. Los dos guionistas y productores han estado a la altura y salvo alguna mácula han conseguido trasladar la segunda mitad de la novela Tormenta de Espadas con una profesionalidad intachable, si, tomándose algunas licencias con respecto a la letra escrita, pero con una sabiduría fuera de toda duda. La llegada de nuevos personajes, la despedida de otros, juegos de poder y venganza regados con sangre, sexo o muerte y como epicentro de todo el entramado un juicio en el que un pequeño hombre se convierte en un gigante y un duelo a muerte con una de las resoluciones más brutales e inesperadas de la ficción contemporánea. Ahora a los creadores del programa les queda la ardua tarea de driblar con la adaptación del cuarto libro, Festín de Cuervos, que supone una complicada ruptura para el conjunto de la narración debido a su naturaleza de novela de transición con respecto a lo narrado hasta el momento. Con todo podemos confiar en las cabezas pensantes de HBO que han convertido Juego de Tronos en su buque insignia y el mayor éxito de una cadena que puede presumir de haber gestado en su seno obras como The Wire, A Dos Metros Bajo Tierra o Los Soprano que no son precísamente productos mediocres de la pequeña pantalla. El 12 de Abril saldremos de dudas y sabremos por fin si los guionistas van a utilizar aquella brutal sorpresa que cerraba el tercer libro, que obviaron en el último episodio de la cuarta temporada y que sería un error mayúsculo no incluir en la trama central de la quinta.

 En la recamara se han quedado series como House of Cards, The Newsroom, Orphan Black, Louie, The Knick o Boardwalk Empire que siguen algunos de nuestros redactores con religiosa devoción y puntualidad.

 Pese a contar con varios whovians de pura cepa en la redacción Doctor Who no ha tenido representación este año en nuestras votaciones. ¿Será que no ha convencido Peter Capaldi?

 El regreso de Jack Bauer en 24: Live Another Day también ha pasado desapercibido en la web. Ni siquiera lo ha votado nuestro reseñista Javier Agrafojo. Sí, ese que se va pavoneando por ahí con su imagen de avatar.

 Hay uno de nuestros compañeros que se declara fiel seguidor de Dowton Abbey. Y también le ha encantado la española Isabel. ¿Quién será?

 La cabecera de Constantine no ha triunfado en la redacción aunque tiene una fiel defensora en nuestra compañera Marta Gómez San José. Lo mismo pasa con Gotham que cuenta con un único y devoto seguidor en la piel del sufrido Raúl Silvestre.

 Para Tomás Martínez la serie animada de Star Wars Rebels también merecía un hueco en esta lista.

 El experto en videojuegos Alberto Benavente no se pierde un capítulo de Person of Interest.

 Para nuestra redactora de cine Marta Gómez San José la mejor novedad de 2014 ha sido Halt and Cath Fire.

 Para regocijo de Len Wiseman, Alex Kurtzman y Roberto Orci su producción Sleepy Hollow tiene sus fieles en la redacción.

 Sobre The Walking Dead Marta Gómez San José representa la opinión de la otra mitad de la web al considerarla una «bazofia». La serie sigue despertando emociones muy encontradas.

 Al compañero de la sección de cine Samuel Secades no le tiembla el pulso al declarar Hannibal como una de las series del pasado año y Juan Luis Daza no se olvida tampoco de cabeceras que nos han dejado este año como The Killing o Californication.

 Para Jordi Molinari este ha sido un año de luto con el final de True Blood. Ya solo falta que le retrasen la salida del Mortal Kombat X.

 El ancestral debate entre The Big Bang Theory y Community se zanja en la web este año con un empate a cero votos.

 En opinión de Eneko Ruiz The Good Wife, Mad Men y Veep siguen siendo tres series imprescindibles.

 Jordi T. Pardo no deja de darse cabezazos porque a la hora de las votaciones se le olvidó mencionar Vikings y la serie documental Cosmos presentada por Neil deGrasse Tyson que a su juicio son dos de las mejores producciones del pasado año.

 Para el compañero Pedro Monje lo mejor de 2014 ha sido Orphan Black y para Gustavo Higuero The Newsroom.