ZN25 – Hierba, de Keum Suk Gendry-Kim

Hierba de la autora surcoreana Keum Suk Gendry-Kim es un testimonio gráfico indispensable para comprender la sombra de Japón con las mujeres de consuelo, esclavas sexuales durante la Segunda Guerra Mundial

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Tras el invierno, la hierba vuelve a brotar

¿Cuándo terminará este infierno?

Un centenar de botas aplastaron, una a una, el diente de león. En la guerra no hay espacio para la poesía; tan sólo para la barbarie. Después de 75 años, la memoria de una joven Lee Ok-Sun florece a través de Hierba (Reservoir Books), de la autora surcoreana Keum Suk Gendry-Kim, quien retrata con tono íntimo el abominable recuerdo de las “mujeres de consuelo”. Ok-Sun fue secuestrada por el ejército japonés en 1942 y, durante los tres siguientes años, fue obligada, como esclava sexual, a “servir” las necesidades de los soldados nipones.

Las siluetas de esos hombres se conservan como una pesadilla en vida. La historietista plasma con un trazo sosegado y firme el ensombrecido recuerdo de quienes pisotearon las flores de Corea. “Ok-Sun sobrevivió —narra la autora— porque esos años fueron como estar muerta. Los soldados las trataban como un “baño público”, mientras ellas perdían su juventud y virginidad. “Me violaron como a un animal”, relata Ok-Sun. Explica que tras ser “mancilladas” muchas chicas se suicidaron. “Aunque no estuviese muerta, mi vida estaba acabada”, concluye. Su espíritu había muerto.

“Las víctimas de la explotación sexual me dijeron que cada una tenía su nombre y su historia. Eran Lee Ok-Sun, Kang Duk-kyung, Kim Soon-duk, Lee Yong-Nyeo … No “mujeres de consuelo”, así se refiere la dibujante a ellas, a quienes les dedica el libro. A las que murieron y sobrevivieron les dibuja su historia como homenaje para combatir el olvido.

Las mujeres de consuelo fueron las esclavas sexuales del ejército japonés durante la ocupación de Corea, China y Taiwan en la guerra del Pacífico, la cual se solapó con la Segunda Guerra Mundial.
Las mujeres de consuelo fueron las esclavas sexuales del ejército japonés durante la ocupación de Corea, China y Taiwan en la guerra del Pacífico, la cual se solapó con la Segunda Guerra Mundial.

El desgarrador testimonio de Lee Ok-Sun no ensombrece su sonrisa. A sus 96 años vive en comunidad con otras víctimas. Cada día reclama ante la embajada japonesa una disculpa sincera, pero, hasta la fecha, no ha habido ningún gesto por parte del gobierno nipón. En 1993, Yohei Kono, secretario jefe del gabinete, reconoció los hechos y pidió perdón. Sin embargo, en 2014, Shinzō Abe, ministro por entonces, negó esa declaración. “Incluso el gobierno japonés ha llegado a decir que los testimonios de las víctimas estaban falseados”, espetó la historietista durante la promoción de ‘Hierba’.

Una de las peores escenas del cómic no necesita dibujo para ser descrita. Keum Suk Gendry-Kim plasma en silencio la desolación de la primera de las violaciones en grupo de los soldados japoneses.
Una de las peores escenas del cómic no necesita dibujo para ser descrita.

Según datos del gobierno surcoreano, se estima que fueron 200.000 mujeres las esclavizadas sexualmente durante la ocupación japonesa en la guerra del Pacífico. La mañana del 6 de agosto de 1945, Estados Unidos lanzó una bomba atómica sobre Hiroshima. “Little Boy” no fue suficiente para que Japón se rindiera, así que tres días después cayó “Fat Man” cayó sobre Nagasaki. De las 740.000 víctimas, se estima 100.000 fueron coreanas. Recientemente, la agencia japonesa de noticias Kyodo accedió a unos documentos clasificados que detallan la barbarie. En ellos, los oficiales japoneses confesaban necesitar “una mujer por cada 70 soldados”. Tras la liberación de Corea el 15 de agosto de 1945, los soldados japoneses huyeron. Las mujeres prostituidas encontraron por fin su consuelo. Sin embargo, muchas no sobrevivieron. La población coreana las repudió por ser el mal recuerdo de la ocupación. Fueron vilipendiadas. “Los japoneses son unos bastardos y unos degenerados. Abe tiene que disculparse”, repite en varias ocasiones Ok-Sun.

Durante años, las víctimas se han manifestado todos los miércoles frente a la embajada de Japón en Seúl para pedir una disculpa que nunca ha llegado. En 2015, Japon y Corea del Sur llegaron a un acuerdo y, ese mismo año, un tribunal de Seúl condenó a la nación nipona a indemnizar a 12 mujeres. Cunado la sentencia salió en firme, solo vivían cinco de ellas.

Gendry-Kim debutó en el mercado francés con publicaciones como Le chant de mon père (2012), Jiseul (2015) o L’arbre nu (2020); así como otros tantos libros infantiles ilustrados. Sin embargo, su éxito internacional no llegaría hasta 2017 cuando publicó Hierba, originalmente en Corea. Esta obra le dio su gran proyección internacional con traducciones a más de 20 idiomas y premiada con un Harvey y escogido cómic del año por The New York Times o The Guardian. De su pluma han llegado, Jun (2018), La espera (Reservoir Books) y Perros (Reservoir Books). El 7 de noviembre saldrá su última obra, Mañana será otro día (Reservoir Books), la historia de una pareja que tiene dificultades para tener un bebe y deciden usar métodos médicos sujetos a tabú en Corea.

La maestría de Gendry-Kim traslada con sencillez de trazos una historia devastadora y profunda, dolorosa por su cruel realidad. Después de toda una vida, una anciana Ok-Sun florece de nuevo tras “ese frío que parecía interminable”. El invierno se aleja y en su sombra se observa como una promesa de primavera.

Lee Ok-Sun y Keum Suk Gendry-Kim con el ejemplar de Hierba publicado en Corea del Sur en 2017
Lee Ok-Sun y Keum Suk Gendry-Kim con el ejemplar de Hierba cuando se publicó en Corea del Sur. No le quitarán la sonrisa.
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