ZN25 – Solomon Kane: La etapa Marvel original

Solomon Kane dejó huella en Marvel Comics. Adentrémonos en el camino de la venganza en nuestro aniversario

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INTRODUCCION

Robert Erwin Howard (22 de enero de 1906 – 11 de junio de 1936) a sus 16 años concibió un personaje de fantasía heroica fascinante; Solomon Kane, un espadachín puritano inglés del siglo XVI cuyas aventuras supusieron uno de los primeros éxitos literarios del famoso escritor.

Mientras las aventuras de otras de sus creaciones tienen lugar en épocas prehistóricas, antiguas o imaginarias, las hazañas de Solomon Kane tienen lugar en un período comparativamente moderno.

Por otro lado, Conan, Kull son bárbaros, y Solomon Kane es un hombre civilizado, hijo del Renacimiento y parte de una era de exploración y descubrimiento. Solomon Kane es un puritano inglés que se toma muy en serio su fe; busca reparar cualquier maldad e injusticia que encuentre. El protagonista de este artículo es, en definitiva, un personaje fascinante por derecho propio.

UNA BREVE REFLEXION SOBRE ROBERT E. HOWARD

Me gustaría señalar una cuestión que, como lector, me parece muy interesante. Es innegable reconocer la importancia y la influencia de Robert E. Howard en el desarrollo de la literatura fantástica. Sin embargo, podemos afirmar que se evidencia una relativa escasez de estudios críticos profesionales interesados en su trabajo, en comparación con autores contemporáneos suyos como H.P. Lovecraft o J.R.R. Tolkien.

Robert E. Howard era un escritor profesional. Debemos ser conscientes que, como escritor de novelas publicables en revistas Pulp, debía incluir cierto erotismo y violencia. No obstante, la violencia debe ser entendida como un recurso que va más allá del mero sensacionalismo. La violencia es utilizada como un instrumento.

Por ejemplo, si acudimos a Tolkien, respecto a los relatos de Howard, la violencia está mal representada en su obra. No nos llevemos a engaño, las escenas de batallas como las pudimos disfrutar en las películas de Peter Jackson están ausentes en los libros de Tolkien. Por dar un único ejemplo; La Batalla de Los Cinco Ejércitos no es narrada con detalle en los libros. Bilbo cae inconsciente en el primer choque y, cuando recobra el conocimiento, asistimos al relato que le ofrecen. Sin embargo, Robert E. Howard supo trasladar la tensión de un choque armado con toda claridad y detalle, aunque este aspecto será mejor desarrollado con Conan y Kull.

A menudo se considera a Howard como una especie de enfant terrible del género fantástico, o un escritor de acción, cuya única finalidad parece ser que era la de entretener a un público eminentemente juvenil. Sin embargo, creo que es un error.

No podemos obviar que el escritor tejano centra la atención del lector en la acción, así es con Conan, pero también con Solomon Kane. Mientras que Tolkien, por ejemplo, fija la atención en la profundidad de la historia, Howard está interesado en la acción misma. Es importante que Solomon reaccione por instinto, y que a través de la acción sintamos emociones, para identificarnos con el héroe, para temer a esa criatura que ataca a la víctima, pillándola desprevenida.

SOLOMON KANE MAS ALLA DE LA ACCION

Siguiendo con lo anteriormente expuesto, debo decir que Solomon Kane es un ejemplo de que Howard no caía en la superficialidad.

No podemos obviar un hecho que considero que posiblemente haya pasado inadvertido; el tema del racismo. De nuevo me reitero en que falta cierto grado de investigación crítica sobre la profunda influencia de Howard en el género fantástico. Respecto a lo que señalo, la historia sirve al escritor como una procesión interminable de conflictos raciales.

La saga de Kane, desde la primera incursión en África, se ocupa, profundamente, del significado de la raza a la luz de la historia humana. Las incursiones de Solomon en una África que se describe a través de estereotipos como un “Continente Oscuro”, fantástico y diferente, están, no obstante, ligadas a esa determinación del significado de raza.

Existe un sector que ha estudiado la obra de Howard que considera su obra racista, respecto a parte de sus creaciones, o parte de ella. Sin embargo, de la lectura de cada una de las historias que conforman la saga de Solomon Kane vemos a un narrador deconstruyendo sus propias ideas preconcebidas sobre este aspecto. El escritor lleva a cabo esta visión a través de la proyección de aquellas en un mundo fantástico que luego es rechazado y contra el que se rebelan sus personajes ficticios.

Algunos estudios llegan a la conclusión de que, a través de Solomon Kane, Howard superó parte de sus propios prejuicios. Como podéis ver, esa percepción que os anunciaba en la que se encasilla al escritor en un género juvenil e insustancial, no es tal.

Vamos a otro ejemplo que también aparece “The Moon of Skulls”. Este relato es una historia compleja y fascinante. Howard retrata en él una sociedad africana decadente y estereotípicamente salvaje que habita una enorme ciudad en un valle inaccesible. Recordemos que el creador de Solomon Kane perteneció al Círculo de Lovecraft, y, además, llegó a desarrollar una amistad muy sincera con Howard Phillips Lovecraft, aunque mayormente epistolar. Su apodo dentro del círculo era «Bob Dos Pistolas», que el escritor de Providence le acuñó haciendo referencia a su origen tejano. Lo anterior, nos lleva a percibir en su obra aspectos, temáticas, que percibimos en autores de este círculo tan especial. Una sociedad decadente, una ciudad perdida, un valle inaccesible…, ¿nos recuerda a algo?

Howard hace que Kane asuma que los africanos negros que viven allí no podrían haber construido la ciudad. El puritano llega incluso a afirmar de manera retórica que dicha ciudad ocupada por los africanos era obra de una raza superior. A partir de aquí encontramos esa deconstrucción que os mencionaba. Solomon se encuentra con los últimos miembros de la raza de los constructores de la ciudad, perdidos y agonizantes en una prisión olvidada.

La sorpresa es mayúscula cuando comprueba que, pese a su aspecto de piel oscura y pelo liso, no son mestizos. Incluso los propios constructores de la ciudad encuentran a Kane extraño por el color blanco de su piel. La historia detrás de la mencionada ciudad no puede ser más sorprendente. La ciudad, Negari, fue construida por los atlantes, los progenitores de piel morena de toda la civilización humana. Un componente clave de esta historia, que sorprende al puritano, y al lector, es que, los atlantes consideraban a los europeos tan salvajes y degenerados como los africanos y los nativos americanos. En definitiva, haciendo uso del recurso manido de que el pueblo atlante había enviado colonias por todo el mundo para someter al resto de razas inferiores, demuestra que, de alguna manera se desmienten las suposiciones de Kane sobre la superioridad blanca.

Por otro lado, los protagonistas ideados por Howard, desde Kane hasta Kull y Conan, son personajes guiados por su conciencia. En las páginas de Solomon Kane vemos claramente esa figura de juez que marca lo correcto o incorrecto de una acción. Sin ser exactamente igual, Juez Dredd sería esa versión futurista de un personaje que es juez y verdugo.

Las elecciones morales y éticas que hace Solomon Kane surgen de la conciencia y descansan en ella. El epicentro de esta conciencia se forja en una especie de nexo conformado por venganza a las víctimas inocentes y la creciente autoconciencia de Kane de un cierto resentimiento ateo contra el orden de las cosas. Podemos incluso hablar de un sentimiento en el que el propio personaje toma conciencia, más o menos acertada, de ser un instrumento del juicio divino. La adrenalina que genera la aventura es, en muchos casos, sobrepasada por una especie de deseo, una aprensión de injusticia hacia los débiles, como por ejemplo percibimos en la caza a Le Loup en “Red Shadows”, así como a todos los demás demonios y humanos.

Para Howard, la maldad absoluta no coincidía con ese reduccionismo impuesto por la teología cristiana. No estamos ante una imagen del diablo, sino más bien el ser humano como individuo que reta a Dios y un hombre que escuchaba al demonio para manifestar su rebeldía ante la Creación. Hilando muy fino, incluso podemos percibir esas ideas propias de Lovecraft en las que, el ser humano es insignificante ante deidades que no puede controlar y que siempre está sometido a un poder superior que no alcanza a comprender. El escritor además, que había sufrido varios episodios de profunda depresión, había tocado fondo con su enfermedad psicológica y sabía que en esos casos no valía ampararse en una fácil salvación cristiana. Quizá y solo quizá el sufrimiento y la desesperación le hizo perder el camino de una fe férrea.

LA SAGA DE SOLOMON KANE

Es innegable que Solomon Kane es atrayente. La creación de este personaje se produce en plena explosión creativa del escritor. Howard dirigió una serie de relatos sobre hombres lobo a la revista Weird Tales, de hecho, tres de sus relatos publicados entre 1925 y 1927 trataban sobre licantropía, aunque también hubo una historia sobre razas perdidas en los albores de la civilización (“The Lost Race”, en enero de 1927).

De pronto, escribió, remitió y le aceptaron “Red Shadows”, publicado en el ejemplar de Weird Tales de agosto de 1928. El relato no podía ser más propio del género Pulp; un espadachín de la época isabelina, que esgrimía sus armas luchando contra monstruos y demonios. Era un tipo extraño, incluso huraño, pero resultó ser era arrebatadoramente atractivo para los lectores de Weird Tales.

Después de algunas historias preliminares deambulando por los páramos embrujados de Inglaterra (“Skulls in the Stars”, “The Right Hand of Doom”), Kane, en su primera aparición publicada en “Red Shadows”, se encuentra con una joven moribunda, la víctima. de un salvaje asesinato y una violación implícita.

Kane promete vengar a la mujer desconocida y persigue al culpable, hasta las selvas occidentales de África. Alcanza a Le Loup, el agresor, en un pueblo donde el villano ha desplazado al chamán nativo N’Longa como consejero espiritual del jefe tribal.

Esta historia marca una pauta; establece los tonos racistas de las actitudes generales de Kane y de la narración sobre los africanos y las culturas africanas (así como sobre los europeos no anglosajones en los personajes de Le Loup y sus lacayos). Howard en esa deconstrucción que os he señalado antes hace una alusión muy clara en “Red Shadows” al referirse a una efigie africana como algo grotesco, parodia de lo humano. Sin embargo, en historias posteriores, percibimos un impulso que lleva a Kane de regreso a África.

Más adelante nuestro protagonista deambula a través de una serie de fragmentos ambientados en la Europa continental (“Rattle of Bones”, “The Castle of the Devil”, “Death’s Black Riders”) antes de regresar a África en “The Moon of Skulls”.

Luego, Kane regresa a Europa (“The One Black Stain,” and “The Blue Flame of Vengeance”) antes de su prolongado regreso a África en una serie de escritos que constituyen el núcleo y clímax de la saga de Kane: “The Hills of the Dead,” “Hawk of Basti,” “The Return of Sir Richard Grenville,” “Wings in the Night,” “The Footfalls Within,” and “The Children of Asshur.”. Toda esta secuencia de relatos describe un peculiar viaje en una misteriosa África, en la que nuestro protagonista es ayudado por la magia de N’Longa, el cual le regala un bastón o tótem mágico.

Toda la saga llega a su fin con “Solomon Kane’s Homecoming.”. Se trata de un resumen que lleva Solomon Kane de su propia vida y aventuras, haciendo referencia explícita a eventos y personajes de varias de las historias anteriores y terminando deliberadamente con una referencia a «Wings in the Night». La última aventura lleva a Kane, al menos, a buscar un regreso a casa y un descanso definitivo, aunque ya sabemos lo que ocurre cuando el héroe inquieto no encuentra esa paz, donde le lleva su destino. Solomon Kane parte hacia un final en el que se pierde en la lejanía….

MARVEL OMNIBUS. SOLOMON KANE: LA ETAPA MARVEL ORIGINAL


Edición original: Marvel Premiere 33-34, Solomon Kane 1-6, material de Conan Saga 50, Dracula Lives! 3, Kull and The Barbarians 2-3, Marvel Preview 19, Monsters Unleashed! 1 y The Savage Sword of Conan 13-14, 18-20, 22, 25, 26, 33-34, 37, 39, 41, 53-54, 62, 83, 162, 16 USA (Marvel Comics, 1977)
Autores: Roy Thomas (Guion), Ralph Macchio (Guion), David Wenzel (Dibujo, Tinta), Ralph Reese (Dibujo, Tinta), Alan Weiss (Dibujo), The crusty bunkers, Neal Adams (Tinta), Pablo Marcos (Tinta), Steve Gan (Dibujo, Tinta), Doug Moench (Guion), Michael Zeck, Howard Chaykin (Dibujo, Tinta), Dan Jackson (Color), Don Glut (Guion), Alan Kupperberg (Dibujo), Sonny Trinidad (Dibujo, Tinta), Virgilio Redondo (Dibujo), Rudy Nebres (Tinta), Dino Castrillo, Don Marilitz (Tinta), Duffy Vohland (Tinta), Bill Wray (Tinta), Will Meugniot (Dibujo), Steve Carr (Dibujo), Brett Blevins (Dibujo, Tinta), Al Williamson (Tinta), Mike Mignola (Dibujo), Jon Bogdanove, John Ridgway (Dibujo), Sandy Plunkett (Dibujo), John Arcudi (Guion), Alan Rowlands (Guion), Colin Mcneil (Dibujo, Tinta)
Formato: Comic-book. 624 páginas. 46,95$

Venganza

En el año 2021 todas las aventuras clásicas de Kane se recopilaron en un volumen con una edición impecable. Dicho tomo incluye Marvel Premiere 33-34, Solomon Kane 1-6, material de Conan Saga 50, Dracula Lives! 3, Kull and The Barbarians 2-3, Marvel Preview 19, Monsters Unleashed! 1 y The Savage Sword of Conan 13-14, 18-20, 22, 25, 26, 33-34, 37, 39, 41, 53-54, 62, 83, 162, 169, 171, 219 y 220.

Décadas después de la muerte prematura de Howard los cómics cuyo protagonista era un cimerio eran un fenómeno. En esos momentos se necesitaba material de respaldo para llenar las revistas en blanco y negro de Marvel. El editor Roy Thomas se puso manos a la obra y rebuscó en el catálogo de Howard y encontró a un peculiar héroe del siglo XVI, Solomon Kane.

El volumen que se publicó ya hace 3 años recoge todos sus cómics de los años 70 y 80, algunos en color, pero la mayoría en blanco y negro. Tenemos que ser conscientes del contenido del volumen. Es una colección que incluye adaptaciones en viñetas de todas las historias de Solomon Kane del propio Howard; unas mejores que otras.

Me gustaría señalar una cuestión que debemos tener en cuenta. La adaptación llevada a cabo por Marvel hace más de 40 años, como tal, no capta esa esencia que os he detallado al comienzo con la nitidez del relato original. Ocurre exactamente igual que con Conan y la edición de Glenat comparada con la Marvel Original. Al final se trata de adaptar, mejor o peor, captando sensaciones que pueden diferir entre aquellos autores que trasladan una obra a otro formato diferente.

Respecto a las adaptaciones de Roy Thomas poco puedo decir que no sepamos. Un buen desarrollo de las historias proporciona un diálogo creíble, e incluso cuando no se adapta, encontramos personalidad propia del guionista con buenos planteamientos sobre el desarrollo de la personalidad y creencias de Kane. Don Glut y Ralph Macchio son los guionistas que más historias escribieron, después de Roy Thomas; y ninguno de los dos brilla en su trabajo siendo las primeras contribuciones de Glut un verdadero despropósito, como «El dragón del Castillo Frankenstein».

En cuanto al dibujo encontramos un baile de artistas. Colin MacNeil, por ejemplo, es uno de los dibujantes que a los lectores les sorprenderá haber trabajado en Solomon Kane. La calidad de las páginas del artista en “Los oscuros jinetes de la muerte” no tienen nada que envidiar a David Wenzel, por ejemplo. El contenido de los cómics que dibuja MacNeil nos plantea un encuentro entre Solomon y Conan con guiones de Roy Thomas. Esta aventura juega más con las fortalezas de Conan que con las de Kane, aunque contribuye a la Saga de Solomon Kane.

Por otro lado, Alan Weiss, Steve Carr y Virgilio Redondo proporcionaron entregas destacables. Debo señalar que las ilustraciones de Virgilio Redondo para uno de los poemas de Howard son magníficas. Mike Mignola también aparece en estos números, pero desde luego no esperéis encontrar rasgos que lo identifiquen con su evolución posterior.

De entre todos los relatos adaptados a cómics me quedo con un puñado de ellos que son los que a fin de cuentas hacen que la Saga de Solomon Kane se afianzase en el noveno arte.

“Sombras Rojas” muestra a Solomon Kane siguiendo al asesino, Le Loup, hasta África cuando mata sin motivo a una joven. Esta historia establece muchos de los rasgos que hicieron famoso a Kane y muestra a un personaje vital para el puritano, el hechicero N’Longa. No es la historia más sobrenatural del elenco de este personaje, pero Howard a veces era simplemente feliz enfrentado a su creación con gorilas enormes y serpientes. La primera adaptación de “Sombras Rojas” apareció en Marvel Premiere #33-34 (diciembre de 1976-febrero de 1977). El guion corrió de la mano de Roy Thomas y el arte fue de Howard Chaykin.

“Calaveras en las estrellas” (Weird Tales, enero de 1929) muestra a Solomon Kane llegando un cruce de caminos, después de dejar Torkerton. Como suele ser lo normal, una de las bifurcaciones es el camino más largo a Londres a través de un pantano, el otro, es un camino más corto que pasa por un páramo. Un joven le dice que todo el mundo toma el camino del pantano porque el camino del páramo está encantado. Solomon, con las armas y la espada preparadas, toma el camino del páramo. Esta decisión es un claro ejemplo de quién es Solomon Kane. Esta historia, en definitiva, y al margen del toque terrorífico, es una historia de venganza. Si os dais cuenta este relato, su estructura, así como su desarrollo, será un patrón que seguir por Mike Mignola en su Hellboy años después. Debo señalar que esta historia no apareció en un cómic relacionado con Robert E. Howard sino en Monsters Unleashed #1 (1973). El guion es de Roy Thomas y los lápices corren a cuenta de Ralph Reese.

“Luna de Calaveras” (Weird Tales, junio-julio de 1930) narra el regreso de Solomon Kane a África, esta vez en busca de Nakari, la reina vampira de Negari. Esta serie fue la más larga de las historias de Kane y contiene muchos elementos que Howard volvería a usar en la serie de Conan; reinas malvadas, la oferta de una realeza a cambio de sexo, sacrificios a dioses sobrenaturales…etc. Se trata de una adaptación en tres números no consecutivos para Savage Sword of Conan #34 (octubre de 1978), #37 (febrero de 1979) y #39 (abril de 1979). El guion corrió a cargo de Don Glut. El dibujo es de David Wenzel y Bill Wray que entintaron la primera entrega, luego sólo Wenzel en el resto de las entregas.

En “Las colinas de los muertos” (Weird Tales, agosto de 1930) Solomon Kane recibe un regalo de su amigo, N’Longa, antes de adentrarse en la jungla. El hechicero le regala un bastón de madera con una cabeza de gato tallada en la parte superior. N’Longa le dice si necesita ayuda para acostarse y dormir con el bastón sobre su pecho. Este tótem mágico permitirá a nuestro héroe sobrevivir a una historia de vampiros que años después veremos en Soy Leyenda de Richard Matheson, o por lo menos nos recordarán a ellos. “Las colinas de los muertos” fue adaptada en Kull and the Barbarians #2 (mayo de 1975) #3 (septiembre de 1975) con guion de Roy Thomas. Alan Weiss y Neal Adams son los dibujantes, siendo la del gran Neal la mejor adaptación del puritano que he visto.

En “Alas en la noche” (Weird Tales, julio de 1932) nos presenta a Solomon Kane corriendo por la jungla, cuando llega a un pueblo donde toda la gente ha sido asesinada pero no se han llevado nada. Caníbales, arpías sedientas de sangre, sacrificios…. Como nota curiosa deciros que el Nº 6 de Solomon Kane de la línea FANTASÍA HEROICA de Forum, que contiene esta aventura, tiene una portada muy chula de Jesús Merino. Si acudís a dicho cómic, podréis ver la diferencia en las tintadas de la remasterización que han sufrido los cómics en color. A mi personalmente me gusta más el color de las grapas, pero bueno, no podemos pedir más. Afortunadamente predominan las entregas en blanco y negro y estos matices pasan inadvertidos. En el tomo se recogen dos versiones, la de 1977 y una posterior a color.

En definitiva, esta recopilación, la cual he indagado y está cotizada a precio oro, puesto que está descatalogada, es muy buena. El único pero es el papel satinado. Me gusta más poroso para obras que son en su mayoría en blanco y negro, y que, además sientan mejor a cómics que iban destinados a magazines. Un puñado de aventuras, que son un puñado de historia vida, de recuerdos y desde luego de sensaciones agridulces. Sin embargo, no podemos dejar de lado la posibilidad de vivir las aventuras de este singular personaje.

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idem
idem
Lector
17 noviembre, 2024 12:09

Estupendo artículo, Juanjo.
Totalmente de acuerdo en los temas de racismo y, sobre todo, en reivindicar la figura literaria de Robert E. Howard.
Parece que sólo se estudia las figuras de escritores como Tolkien y Lovecraft y yo creo que hay otros muchos a reivindicar como es el caso de Howard.
Un saludo.

Pablo Jimenez
Autor
24 noviembre, 2024 21:30

Enhorabuena Juanjo por el artículo.

Lo cierto es que no tenía mucha idea de la obra de Howard fuera de Conan y la lectura del artículo me ha generado interés en su obra y en el personaje de Solomon Kane.